Una huelga de 2.000 trabajadores académicos comenzó el lunes en la Universidad de California en Santa Cruz contra la represión policial de las protestas de Gaza en el campus. El paro en uno de los 10 campus de la Universidad de California se produce tras una abrumadora votación estatal de autorización de huelga de 48.000 trabajadores académicos del sindicato United Auto Workers (UAW) Local 4811.

La administración de la UC sigue intentando prohibir la huelga. El viernes presentó una denuncia por 'práctica laboral desleal' ante la Junta de Relaciones con los Empleados Públicos de California (PERB, sigla en español); se espera un fallo en cualquier momento. En su presentación, la administración esgrime el argumento autoritario de que la huelga debe prohibirse porque 'sienta un precedente peligroso y de largo alcance de que cuestiones sociales, políticas y culturales — por muy válidas que sean —  que no estén relacionadas con el trabajo pueden apoyar una huelga laboral'.

La huelga es un acontecimiento importante en el creciente movimiento contra el genocidio y el ataque a escala nacional contra el derecho a la protesta por parte de ambos partidos capitalistas. El uso de métodos de lucha de clases plantea objetivamente la necesidad de que surja la clase obrera como fuerza social y política básica contra la guerra.

La huelga debe convertirse en el comienzo de un movimiento de clase más amplio. En primer lugar, toda la membresía del UAW, incluyendo a los trabajadores automotores y de la industria de defensa, debe exigir una huelga contra la guerra y en defensa de los estudiantes.

Esto requiere una lucha contra la burocracia sindical, que está limitando deliberadamente la huelga a un solo campus con el fin de aislarla y cerrarla antes de que pueda extenderse. El presidente del UAW, Shawn Fain, estrecho aliado de Joe 'el Genocida' Biden, ejemplifica la integración total del aparato proempresarial con el Estado. El sindicato está utilizando como modelo la llamada huelga 'stand-up' (de pie) en la industria del automóvil el año pasado, que no tuvo ningún impacto serio en la producción y fue seguida de despidos masivos.

Varios grupos activos en las protestas han emitido importantes declaraciones públicas en las que denuncian que la burocracia del UAW ha limitado la huelga a un solo campus. Estudiantes por la Justicia en Palestina (SJP, por sus siglas en inglés) ha emitido una declaración en la que critica la huelga stand-up limitada, escribiendo:

El camino a seguir está claro: El UAW 4811 debe convocar inmediatamente una huelga en todos los campus de la Universidad de California. ... La dirección del UAW 4811 debe apoyar las demandas de sus trabajadores de base y del movimiento popular más amplio por la liberación. Cualquier huelga debe exigir la divulgación, la desinversión, el boicot académico, la abolición de la policía, la amnistía y mucho más. Debe ser una huelga por Palestina. Ganar nuestras demandas requiere una acción de huelga inmediata, ¡no debemos parar y no descansaremos!

También circula entre los trabajadores académicos una declaración titulada 'Miembros y estudiantes del UAW preocupados por la dirigencia del UAW de la UCSC'. En ella se expresa 'alarma' por la 'falta de una reivindicación de Policías Fuera del Campus (COC)' en las reivindicaciones oficiales del sindicato en la UCSC, 'especialmente ante el aumento de la violencia policial en los campus de la UC contra los estudiantes que protestan'.

Y continúa: 'Para nuestra consternación, los dirigentes no sólo se negaron a abordar nuestras preocupaciones, sino que intentaron intimidarnos repetidamente para que guardáramos silencio'. Concluye que la dirigencia del UAW de la UCSC '[ha] demostrado no estar capacitada para liderar en este momento histórico. ... No podemos confiar en los actos performativos de una dirección sindical antidemocrática para lograr justicia en Palestina, ni pueden mantenernos a salvo'.

Estas declaraciones son bienvenidas y constituyen un avance importante. Señalan el creciente potencial del movimiento para romper los grilletes que la burocracia intenta imponerle.

Como escribió el World Socialist Web Site la semana pasada: 

“Los trabajadores académicos deben ahora imponer su voluntad democrática mediante la formación de comités de huelga de base para movilizarse por paros inmediatos en todo el sistema. Contra los intentos de la burocracia de limitar su lucha, deben pedir apoyo a los trabajadores automotrices y a toda la clase obrera, estableciendo líneas de comunicación para preparar acciones conjuntas”.

Los trabajadores académicos de la UCLA en particular también están exigiendo que se les llame a la huelga, después de que la policía permitiera a los sionistas atacar brutalmente un campamento de protesta el mes pasado, antes de que la policía desalojara el campamento con balas de goma y granadas de flash y arrestara a 132 personas.

Un trabajador académico de la UC de Los Ángeles dijo al WSWS: 

“Estuve allí [en la huelga de la UC de 2022], y es casi exactamente el mismo grupo de [funcionarios] haciendo lo mismo que hacen siempre. Y se han negado a decirnos cuándo nos llamarán a la huelga. Las bases les están presionando ahora para que nos apoyen”.

Piquetes en la UC Santa Cruz

En la UC Santa Cruz, varios centenares de huelguistas formaron un piquete en la base del campus. Más tarde se les unieron un centenar de estudiantes, que marcharon kilómetro y medio desde el campamento universitario de Quarry Plaza, que lleva más de una semana retenido.

Los huelguistas que hablaron con el World Socialist Web Site expresaron una desconfianza general hacia la burocracia del UAW, incluido el Presidente del UAW, Shawn Fain. Uno describió a Fain como un 'traidor de clase'. Otro dijo: 'No nos importa él ni lo que tenga que decir'.

Un estudiante de tercer año de licenciatura que asistió en apoyo dijo al WSWS que sentía que el genocidio era 'todo debido al capitalismo, y nada menos que acabar con él abordará los problemas'.

Otro huelguista había participado en las huelgas salvajes de 2020 en la UCSC por los ajustes del coste de la vida. No estaba de acuerdo con que el método de limitar la huelga a unos pocos campus fuera apropiado y se mostró de acuerdo con la necesidad de una huelga en toda la UC.

Un estudiante internacional expresó su perplejidad ante la decisión de convocar sólo un campus y se preguntó si así era como funcionaban normalmente las huelgas en Estados Unidos. Se sorprendió al saber que el año pasado se utilizó una huelga similar en la industria automovilística para imponer un contrato de venta, que ahora se está utilizando para despedir a miles de personas.

Preguntado por su opinión sobre el argumento esgrimido por la administración de la UC ante la Junta de Relaciones con los PERB para que se prohíba la huelga, alegando el peligro de que una huelga política de este tipo siente un precedente, hizo una pausa y respondió: 

“Es una pregunta muy buena. Porque significa que si se permite, los trabajadores exigirían un cambio sistémico”.

Las protestas crecen a pesar de la continua represión

Las demandas de una acción más amplia no hacen más que crecer mientras los políticos capitalistas, los administradores y la policía no hacen más que redoblar sus ataques en todo el país. Tras una redada y detenciones en el campamento de la Universidad de Irvine a principios de la semana pasada, el viernes por la noche una docena de personas fueron detenidas en el campamento de la Universidad de Berkeley. El SJP ha dicho que la fianza para los estudiantes se había fijado en unos vengativos 120.000 dólares para cada uno.

Esto es sólo la punta del iceberg. El SJP también confirmó en las redes sociales el lunes que a pesar de un acuerdo con los estudiantes manifestantes detenidos en Harvard, se impedirá que 12 estudiantes se gradúen.

Mientras tanto, las protestas y acampadas siguen creciendo. El domingo, 10.000 personas se concentraron en el capitolio estatal de Austin (Texas), a pesar de los intentos de prohibir de facto la protesta cerrando los terrenos del capitolio. El lunes, decenas de miles de personas celebraron en las redes sociales la instalación de un campamento en Bucarest (Rumanía).

El personal sanitario se manifiesta

La clase trabajadora apoya cada vez más las protestas. Un trabajador sanitario de la UC San Diego Health declaró al WSWS: 

“Estuve en Afganistán y vi lo que les ocurrió allí a las mujeres y los niños. Lo que está ocurriendo en Gaza es absolutamente horrible, mujeres y niños bajo los escombros, ciudadanos bombardeados constantemente. ¿Por qué no pueden parar esto? Odio la guerra y me opongo a lo que Estados Unidos está apoyando en Israel”.

Señaló: 

“Los estudiantes tienen todo el derecho a protestar. Están ejerciendo sus derechos de la Primera Enmienda. No había ninguna razón para la respuesta que recibieron por parte de la universidad y la policía. Defiendo su derecho a protestar”.

En respuesta a la afirmación de que oponerse al genocidio en Gaza es 'antisemita', dijo: 

“No, no estoy de acuerdo con eso. Estos manifestantes intentan expresar su oposición a la guerra, se oponen al genocidio. Así de simple. Es muy similar a Vietnam y a las protestas de entonces. Se trata de una gran oposición a la guerra y al imperialismo estadounidense”.

Otra trabajadora sanitaria dijo: 'Estoy indignada por cómo ha respondido la universidad a los estudiantes y porque tienen derecho a protestar', y señaló que apoyaría una huelga más amplia entre los trabajadores en su defensa, 'pero requeriría que saliéramos todos'.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 20 de mayo de 2024)