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Zelenski asiste a la inauguración de Milei en Argentina: dos títeres del eje EE.UU.-OTAN se abrazan

La asistencia del presidente ucraniano Volodímir Zelenski a la inauguración el domingo del nuevo presidente fascistizante de Argentina, Javier Milei, en Buenos Aires subraya el significado político reaccionario del evento y el carácter ultraderechista de los Gobiernos que presiden.

Zelenski y Milei celebran una reunión bilateral en Casa Rosada, el palacio presidencial en Buenos Aires, Argentina, 10 de diciembre de 2023 [Photo: @ZelenskyyUa]

El respaldo de Zelenski —el principal representante de las fuerzas patrocinadas por EE.UU. y la OTAN en Ucrania— al rabioso agitador antiobrero y apologista de la dictadura fascista-militar argentina demuestra una vez más la naturaleza de la guerra encabezada por EE.UU. contra Rusia. Está siendo llevada a cabo en alianza con las fuerzas políticas más fascistizantes del mundo y no tiene nada que ver con la “democracia” ni la “soberanía” en ninguna parte.

A pesar del anuncio de Milei en su inauguración de una “nueva era en Argentina de paz y prosperidad”, la visita es la señal más clara hasta la fecha de que sirve como un títere del imperialismo estadounidense y que las serviles burguesías regionales están arrastrando a Latinoamérica hacia una tercera guerra mundial.

Tal reunión no habría tenido lugar sin consultar a Washington y a los agentes de la CIA que manejan a Zelenski, quien seguirán su viaje a Buenos Aires con una reunión con Biden el martes.

“Este es un nuevo comienzo para Argentina”, tuiteó Zelenski en Buenos Aires, durante su primer viaje oficial a América Latina. Más tarde declaró: “Podemos contar con Milei para apoyar a Ucrania”.

Ambos se dieron dos largos abrazos el domingo, mientras hablaban sin micrófonos. Zelenski había agradecido previamente a Milei por ofrecerse a organizar una supuesta “conferencia de paz” en América Latina, que sería utilizada por el imperialismo estadounidense para forzar a los gobiernos regionales a alinearse plenamente con el eje de Estados Unidos-OTAN contra Rusia, Irán y China, así como para silenciar las críticas al genocidio sionista y estadounidense en Gaza.

El Pentágono ha tratado de presionar a la región para que envíe armas a Ucrania, hasta ahora sin éxito, y ha pretendido eliminar a sus rivales como competidores en la venta y suministro de armas a los Gobiernos latinoamericanos, como apalancamiento político. Estas presiones han ido principalmente dirigidas a Brasil, que tiene el mayor presupuesto e industria militares.

El evento se convirtió en mitin de personalidades de extrema derecha de todo el mundo como el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, el primer ministro húngaro Viktor Orbán, el líder del partido español Vox, Santiago Abascal, y al chileno pinochetista José Antonio Kast.

“¡La derecha no solo está creciendo en Europa sino en todo el mundo!”, tuiteó Orbán desde Buenos Aires. Por su parte, Bolsonaro, quien lideró una conspiración golpista el 8 de enero, dijo a periodistas que la victoria de Milei “significa mucho para el mundo, que está muy dividido entre la izquierda y la derecha. Somos rivales; somos enemigos”.

Según el Washington Post, Donald Trump, el líder de la intentona golpista del 6 de enero de 2021 en Washington, dijo a sus asesores que quería asistir a la inauguración, pero que hubo “obstáculos logísticos”. En un mitin en Iowa el sábado, el sábado anterior, dijo: “Vieron lo que sucedió: hizo campaña como Trump. Era Trump. ‘Make Argentina Great Again’ [Hagan a Argentina grande de nuevo]”. Varios diputados republicanos asistieron a la inauguración en una comitiva encabezada por María Elvira Salazar (republicana de Florida).

Por su parte, los demócratas han hecho lo posible para mostrar su deferencia política a la política fascistizante de Milei y su entusiasmo por su alineación sin tapujos con el imperialismo estadounidense.

Durante su primer viaje después de las elecciones, Milei se reunió en la Casa Blanca con el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan y otros altos funcionarios estadounidenses, así como con el expresidente Bill Clinton. Un funcionario del Gobierno de Biden le dijo al Washington Post de forma anónima que Estados Unidos “tiene recursos disponibles para ayudar” a Milei e insistió en que “Trump ama a Rusia y a Putin. A este tipo no le gusta Rusia ni Putin”.

Luego, el domingo, el gobierno de Biden envió una delegación encabezada por Jennifer Granholm, la secretaria de Energía.

Del mismo modo, Damian Merlo, un cabildero republicano estadounidense que también asesora al presidente fascistizante en El Salvador, Nayib Bukele, dijo: “Para los latinoamericanistas en el Partido Republicano, es genial ver a un presidente que dice que no quiere tener nada que ver con China…”.

A pesar de sus diferencias tácticas sobre política exterior, ambas facciones del imperialismo estadounidense planean nuevamente instalar regímenes fascistizantes en toda América Latina, como en la guerra fría, para aplastar las luchas revolucionarias de los trabajadores y alinear a la región contra sus rivales geopolíticos. El abrazo de Milei-Zelenski prepara el escenario para que Argentina se convierta en un centro importante de esta conspiración.

Pero hay implicaciones aún mayores. La afinidad de la élite gobernante estadounidense con Milei ha sido expresada con avidez por el multimillonario Elon Musk, quien habló con Milei por teléfono y compartió un video donde el argentino dice que la igualdad nunca debe venir antes que la libertad.

Las élites gobernantes imperialistas esperan sentar un nuevo precedente para los trabajadores a nivel mundial, especialmente dentro de los propios Estados Unidos, apoyando la “terapia de shock ” radical contra el gasto social, los salarios reales y los empleos que planea Milei, cuyo nuevo lema es “no hay dinero”.

A pesar de las afirmaciones de que Milei ha moderado sus planes, los analistas citados en los medios corporativos subrayan que la intensidad de la crisis política y económica en Argentina anuncia un choque histórico contra la clase trabajadora, con posibles implicaciones revolucionarias.

Benjamin Gedan, director para Argentina del Wilson Center, declaró que “las luces de advertencia están todas parpadeando en rojo” en Argentina, mientras que Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs, dijo: “Se trata de nitroglicerina. Puede encenderse de la noche a la mañana. Una vez que comience el ajuste, puede perder el control”.

El sábado, el “presidente de los ricos” francés Emmanuel Macron posó para una foto sosteniendo una camiseta de fútbol con la firma y el lema de Milei: “¡Viva la libertad carajo!”

Cabe destacar también que varios invitados fascistas el domingo tienen vínculos de larga data con redes neonazis y abiertamente antisemitas, y Milei y su partido La Libertad Avanza no son una excepción.

Como se informó en la prensa israelí, Milei nombró a Rodolfo Barra como jefe de abogados del Estado. Barra se vio obligado a renunciar como ministro de Justicia en 1996 por su pasado en la organización neonazi Tacuara, que quemaba sinagogas y participó en el asesinato de un miembro judío del Partido Comunista. A principios de este año, Lilia Lemoine, legisladora del partido de Milei, elogió al neonazi Carlos Pampillón como un “patriota” antes de disculparse por su declaración.

La vicepresidenta entrante Victoria Villarruel hizo carrera como defensora de los militares que perpetraron innumerables crímenes durante la dictadura fascista (1976-1983) y visitó varias veces al dictador Rafael Videla en la cárcel. Entre las decenas de miles de torturados y asesinados, miles eran judíos, y los sobrevivientes informaron que las cámaras de tortura y detención tenían imágenes de Hitler en las paredes.

Tales instancias y otras en la órbita política de Milei no impidieron que el Gobierno fascistizante de Netanyahu en Israel enviara al canciller Eli Cohen a la toma de posesión de Milei, le agradeciera por prometer trasladar la Embajada argentina a Jerusalén y lo invitara a visitar.

Como explicó el World Socialist Web Site, Milei ve la masacre de habitantes de Gaza por parte de Estados Unidos e Israel como “como una inspiración y una señal de apoyo futuro para desatar una violencia genocida contra la clase trabajadora empobrecida del país”.

Finalmente, la presencia del presidente pseudoizquierdista Gabriel Boric de Chile fue significativa, uniéndose a los mandatarios abiertamente derechistas Luis Lacalle Pou de Uruguay, Daniel Noboa de Ecuador y Santiago Peña de Paraguay. Todos ellos mantuvieron discusiones con Zelenski durante el evento.

El presidente brasileño, Lula da Silva, decidió no asistir después de que Milei lo llamara “ladrón comunista” durante la campaña. El día antes de la inauguración, Lula había rechazado la solicitud de Zelenski de una reunión durante una parada de reabastecimiento de combustible en el avión del presidente ucraniano en una base aérea militar en Brasilia. No obstante, envió a su canciller Mauro Vieira a Buenos Aires.

La presencia de Vieira y Boric, por no hablar de la voluntad expresada por los líderes peronistas en el Congreso y la burocracia sindical en Argentina para trabajar con Milei, demuestra que ningún sector de la clase dominante latinoamericana lucha por la democracia o la independencia contra el imperialismo estadounidense.

La clase obrera es objetivamente la única fuerza social que puede poner fin al imperialismo, la guerra y el fascismo, pero necesita completar una ruptura inflexible con todos los partidos procapitalistas y nacionalistas y las burocracias sindicales. Esta es la perspectiva por la que lucha el Comité Internacional de la Cuarta Internacional.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 12 de diciembre de 2023)

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