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El Gobierno del PSOE y Podemos respalda las amenazas de guerra de la OTAN contra Rusia

El gobierno del Partido Socialista de España (PSOE) y Podemos está generando una creciente oposición tras su decisión de enviar buques de guerra y aviones de combate para unirse a las amenazas de la OTAN contra Rusia en Europa del Este.

La semana pasada, la ministra de Defensa, Margarita Robles, anunció que Madrid enviaría una de las fragatas más modernas de la armada española, la Blas de Lezo, a la flota permanente de la OTAN, para operar en el Mediterráneo oriental y el Mar Negro contra Rusia. España también enviará al BAM Meteoro para que se una a la Agrupación Naval de Medidas Contraminas de la OTAN, que liderará durante seis meses. El papel de la agrupación es proporcionar a la OTAN una capacidad de respuesta operativa inmediata contra Moscú.

Robles dijo que había ofrecido a la OTAN enviar aviones de combate a Bulgaria, además de los 360 soldados ya desplegados en Lituania y seis aviones Eurofighter en Rumania. Además, ha recordado que desde hace seis años España cuenta con más de 300 soldados en Letonia. Ella amenazó a Moscú, “Rusia no puede decirle a ningún país lo que tiene que hacer, y la OTAN va a proteger y defender la soberanía de cualquier país que quiera entrar (en la organización atlántica)”.

El despliegue de tropas militares españolas y las amenazas belicistas del gobierno de PSOE y Podemos están provocando una cada vez mayor oposición entre los jóvenes y los trabajadores. En los últimos días, el hashtag #NoALaGuerra ha sido tendencia en Twitter.

'No a la guerra' fue el principal slogan a lo largo de 2002 y 2003 en vísperas de la guerra de Irak, cuando Estados Unidos, Gran Bretaña y España, gobernada por el derechista Partido Popular (PP), presionaron por una invasión que devastó a la sociedad iraquí y provocó la muerte de un millón de personas.

José Antonio Pérez tuiteó: “Hoy España ha decidido aportar barcos, aviones y tropas porque es intolerable que Rusia tenga soldados en su territorio junto a la frontera con Ucrania. Los EEUU tienen bases en España y en media Europa desde hace más de 50 años y nadie dice nada”.

Helena, una trabajadora de la sanidad pública tuiteó: “Esto de Rusia recuerda un 'poco' a Irak. Repitieron hasta la saciedad que no tenían armas. El trio de las Azores se empeñó en que sí. Guerra. Rusia está repitiendo hasta la saciedad que NO VA A INVADIR UKRANIA. La OTAN se empeña en que si…esto va a acabar muy mal”.

Laura tuiteó: “Hoy, pensando en la posible participación de España en una guerra, me asaltó la angustia de pensar que empezasen a reclutar a todo hombre mayor de 18 años. Pensé en mi hijo, con toda la vida x delante. Imaginé cómo intentaría esconderlo. Y esto ha pasado y sigue pasando.”

Otro usuario, Aníbal, subió un artículo titulado, “España se posiciona y ofrece sus cazas para desplegarse en Bulgaria ante el desafío ruso” diciendo, “Titular tendencioso: quien desafía no es Rusia que pide garantías de seguridad, sino los gringos y la UE enviando armas a Ucrania y pretendiendo acorralar a Rusia con el ingreso de esta en la OTAN El PP nos metió en una guerra y el PSOE nos quiere meter en otra”.

Héctor escribió: “Entre la OTAN y Rusia tienen más de 12.000 armas nucleares. Si hay guerra, perdemos todo.”

Otro usuario, Josep, recordó las protestas masivas que involucraron a millones de personas en todo el mundo contra la invasión de Irak hace 20 años.: “Una vez más un escalofrío recorre mi cuerpo, casi veinte años después, el '¡No a la guerra!' ha vuelto. Grité esto con todas mis fuerzas, fue inútil. Las movilizaciones masivas en todo el planeta no sirvieron de nada”.

Esto expone la bancarrota del partido Podemos. Hace veinte años, la capa política de la que surgió —el movimiento de Izquierda Unida liderado por los estalinistas, los sindicatos y los activistas pequeñoburgueses— subordinó el movimiento de masas contra la guerra de Irak al PSOE. El PSOE se unió a las guerras de la OTAN en Afganistán y Libia mientras enviaba tropas al Líbano y frente a la costa somalí. Ahora que está junto a Podemos en el gobierno, lidera la participación de España en las amenazas de guerra de la OTAN contra Rusia.

Consciente de la creciente oposición en la clase obrera, Podemos se presenta cínicamente como un crítico de las acciones militaristas emprendidas por el gobierno del que forma parte. Para cubrir su alineación con la campaña de guerra de la OTAN, avanza los llamamientos para que la UE desarrolle su propia política exterior, alegando que está demasiado subordinada a la alianza de la OTAN liderada por Estados Unidos.

La semana pasada, Podemos emitió un comunicado 'rechazando' el despliegue de tropas españolas en Europa del Este. Podemos abogó por la 'distensión' y la 'autonomía estratégica' para defender los intereses propios de Europa, alegando que la extensión de la OTAN hacia Ucrania y Georgia 'se debe exclusivamente a los intereses de Estados Unidos y pone en riesgo la paz'. La ministra de Igualdad, la miembro de Podemos Irene Montero, afirmó al día siguiente que España es 'el país del no a la guerra' y pidió 'diálogo y diplomacia'.

El sábado, el exlíder de Podemos y vicepresidente Pablo Iglesias declaró en un mitin de campaña que Europa no tiene 'el más mínimo interés' en una confrontación militar en suelo europeo con un país que tiene armas nucleares. Agregó que la OTAN es 'una alianza militar para proteger los intereses de Estados Unidos'.

Las declaraciones de Podemos son posturas vacías. El despliegue de la fragata Blas de Lezo fue aprobado en una reunión de gobierno el pasado 21 de diciembre. Los ministros de Podemos no plantearon ninguna oposición. El despliegue de la fragata simplemente se ha adelantado tres semanas desde el momento en que se esperaba que se desplegara.

Podemos no es un partido contra la guerra. Fundado en 2014, jactándose de haber entrado en la política española para 'democratizar' el régimen postfranquista y redistribuir la riqueza hacia los más pobres, Podemos ha canalizado la creciente oposición social al capitalismo hacia el PSOE, el principal partido de gobierno de la clase dominante desde que cayó el régimen fascista franquista en 1978. El PSOE tiene un historial de décadas como partido que promueva la guerra imperialista y militarismo.

Antes de entrar en el poder con el PSOE, Podemos reclutó a destacados miembros del ejército, entre ellos el ex general del Ejército del Aire y jefe del Estado Mayor de la Defensa Julio Rodríguez, el hombre que dirigió la participación del ejército español en las guerras neocoloniales lideradas por Estados Unidos en Afganistán e Irak y que desempeñó un papel importante en la guerra de la OTAN contra Libia en 2011. Rodríguez es ahora un miembro destacado de Podemos.

Una vez en el poder, Podemos se ha alineado cada vez más estrechamente con las guerras de la OTAN en Oriente Medio en Afganistán y en Libia, se comprometió a mantener las cuatro bases militares estadounidenses en territorio español y apoyó el aumento de las ventas de armas de España a un récord de 22.500 millones de euros, entre otros a Arabia Saudita en su sangrienta guerra contra Yemen. En octubre pasado, participó en el Día de la Hispanidad militarista-chovinista del 12 de octubre. También ha votado a favor del último presupuesto militar, que ha aumentado un 9,4 por ciento el año pasado, superando su anterior aumento récord de 19.700 millones de euros en 2020 a 21.600 millones de euros en 2021.

La defensa de Podemos de la 'autonomía estratégica' europea no es una posición antiimperialista. Más bien, hablando en nombre de las facciones de la clase dominante europea, su apoyo significa la militarización masiva de Alemania, Francia y otros estados europeos para librar guerras en África, Oriente Medio y Europa del Este independientemente de los Estados Unidos. Internamente, esto solo puede ir acompañado de la disminución del gasto público en salud, educación y políticas sociales.

Hay una oposición profunda e históricamente arraigada en la clase obrera en España e internacionalmente al militarismo y al nacionalismo. Sin embargo, las lecciones de las protestas contra la guerra en 2002-2003 deben ser asimiladas. Los grupos de clase media como Podemos no se oponen al militarismo, y no están dispuestos ni son capaces de movilizar a la vasta oposición contra la actual campaña de guerra. Estas fuerzas tienen como objetivo subordinar, aislar y finalmente suprimir el sentimiento masivo contra la guerra.

Sólo una ofensiva socialista unida por parte de la clase obrera internacional puede evitar que la clase dominante hunda al planeta en el abismo. La única manera de que los trabajadores y los jóvenes se opongan al impulso hacia el militarismo, la guerra y la represión es construir partidos trotskistas, secciones del Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI), en oposición a los partidos pseudoizquierdistas como Podemos.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 27 de enero de 2022)

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