Español

Los almacenes españoles El Corte Inglés recortarán 3.500 puestos de trabajo

El Corte Inglés, uno de los centros comerciales más importantes de Europa y un indicador fundamental de la salud económica española, ha anunciado que va a reducir su plantilla en 3.500 trabajadores, en el que será su mayor recorte laboral desde su fundación en Madrid en 1940. La propuesta fue presentada la semana pasada a los sindicatos, que ya han manifestado su disposición a aceptar este recorte de empleo, en un año donde los despidos en España se están generalizando y el paro es cada vez más masivo.

La mayoría de las tiendas de El Corte Inglés cerraron solo seis semanas durante el confinamiento en la primavera de 2020. Sus supermercados y ventas online se mantuvieron activas durante ese período. A pesar de eso, la compañía, con ingresos por ventas de 15 267 millones de euros, justifica su última decisión citando el impacto económico del virus.

El Corte Inglés (Wikimedia Commons)

De junio a agosto, la empresa ni siquiera tuvo pérdidas, gracias a la campaña de retorno al trabajo del gobierno del Partido Socialista (PSOE)-Podemos, que ha costado la vida a 100.000 personas e infectado a más de 3,2 millones. Obtuvo en ese periodo un beneficio neto de €64 millones, recuperando su actividad habitual desde entonces.

Los trabajadores que pusieron en riesgo sus vidas yendo a trabajar bajo la pandemia, fueron cínicamente recompensados con vales regalo de €300 para gastarlos en productos de la empresa. Aquellos que no eran esenciales sufrieron un ERTE (Expediente de Regulación de Empleo), algo técnicamente ilegal si la empresa obtiene beneficios.

Como era de esperar, sus ventas online aumentaron, como las de otros puntos de venta similares, durante la pandemia. Ya antes del COVID-19, El Corte Inglés consolidó un beneficio neto de €310 millones en el ejercicio fiscal 2019-2020 (entre marzo de 2019 y febrero de 2020).

El gigante minorista también planea cerrar una docena de sus 100 tiendas. Este proceso comenzó ya a principios de 2019 antes de que estallara el COVID-19 con el cierre de tiendas en las ciudades andaluzas de Los Arcos (Sevilla) y Bahía Sur (Cádiz). El cierre más reciente fue el de Línares (Jaén) en enero que destruirá 223 empleos.

Así lo aceptó la Federación de Asociaciones Sindicales de Grandes Almacenes (FASGA), el sindicato con mayor presencia en la compañía, que dijo haber salvado 70 puestos de trabajo durante las negociaciones.

El cierre de la tienda en Línares fue una semana más tarde de un incidente de violencia policial en la ciudad, lo que provocó una revuelta de dos días. Reveló las condiciones sociales explosivas que hierven a fuego lento generadas por la política de inmunidad colectiva criminal de la clase dominante y décadas de contrarrevolución social.

Línares tiene la tasa de desempleo más alta de España, por encima del 30 por ciento para la población en general, y el 50 por ciento entre los jóvenes. El gobierno del Partido Socialista-Podemos solo pudo recuperar el orden en la ciudad a través de una violencia brutal, incluido el uso sin precedentes de munición real por parte de la policía antidisturbios, dejando a dos manifestantes gravemente heridos.

Detrás de los recortes de empleo de la empresa está su feroz competencia con Amazon. El pasado mes de diciembre, El Corte Inglés creó una nueva filial logística independiente de gestión de almacenamiento y envío para competir con Amazon, con el objetivo de ofrecer su infraestructura a terceros, triplicar su volumen de negocio y generar €1.200 millones.

En esta guerra empresarial, El Corte Inglés colabora estrechamente con las centrales sindicales. Durante años, CCOO, ligado a Podemos, y la UGT, afiliada al PSOE, denunciaron que los principales sindicatos que trabajaban en El Corte Inglés, FETICO (Federación de Trabajadores Independientes) y FASGA (Federación de Sindicatos de Grandes Almacenes), eran “ sindicatos amarillos ”. Es decir, CCOO y la UGT declararon abiertamente que estos sindicatos colaboraban con la dirección a expensas de los trabajadores.

En realidad, por supuesto, todos los sindicatos que trabajan en El Corté Inglés, independientemente de su origen, se basan en la misma perspectiva nacionalista, corporativista. Ninguno de ellos ha actuado en defensa de los intereses de los trabajadores contra las corporaciones y la clase dominante. Desde las primeras décadas del siglo XX, se ha producido una degeneración universal de los sindicatos. Todos ellos juegan un papel fundamental en el aislamiento y la represión de las luchas de los trabajadores, al tiempo que colaboran con la dirección en defensa de la competitividad.

Esta situación quedó en evidencia la semana pasada. El martes, CCOO, UGT, FETICO y FASGA formaron un comité negociador encargado de negociar los recortes laborales con El Corte Inglés. Tras la reunión, los sindicatos publicaron un comunicado conjunto en el que manifestaban sus intenciones de llevar a cabo las discusiones "con el máximo diálogo". Se comprometieron a buscar "medidas positivas como despidos voluntarios y buenas compensaciones económicas para los empleados".

Los sindicatos afirmaron falsamente que los recortes “no se llevarán a cabo de forma traumática sino armonizados con los intereses de los trabajadores”. De forma cínica plantearon que tendrían una posición "clara y contundente" en la negociación y buscarían una mejor compensación por los despidos "por encima de los límites legales".

En otras palabras, están dispuestos a aceptar 3.500 pérdidas de empleo sin luchar.

Los trabajadores no pueden poner sus esperanzas en las promesas vacías de los sindicatos. En mayo de 2020, los cuatro presentes en la empresa llegaron a un acuerdo con El Corte Inglés en el que se comprometía a “no impulsar ningún proceso colectivo de rescisión de contratos”, a cambio de concesiones de los trabajadores, que justificaron citando la pandemia del COVID-19. No pasaron ni 10 meses para que la empresa, con el apoyo de los sindicatos, rompiera ese acuerdo.

En cuanto al gobierno PSOE-Podemos, es también cómplice de los recortes de empleo. Fuentes del Ministerio de Industria dijeron a Vozpopuli: "Nos hemos enterado por la prensa". Sin embargo, esto es difícil de creer, ya que la ministra del sector, Reyes Maroto, se reunió con El Corte Inglés en enero para discutir los despidos que se estaban planeando.

La ministra de Trabajo de Podemos, Yolanda Díaz, intentó también mantener la ficción de que desconocía estos recortes, alegando que “No existe una obligación legal para que las empresas nos informen de estos procesos. Aunque EREs de este tamaño suelen avisarse por parte de la propiedad, sobre todo, cuando existe una relación tan fluida".

De hecho, hay pocas dudas de que el PSOE y Podemos están liderando el impulso para eliminar puestos de trabajo en la empresa y así ser más competitivos frente a Amazon. El Instituto de Crédito controlado por PSOE-Podemos es el principal garante de dos préstamos en 2020, por €960 millones y €1.200 millones, a El Corte Inglés. El mismo instituto también trabajó con el Banco Europeo de Inversiones para otorgar a la empresa una subvención de €110 millones para "acelerar la transformación digital".

Los trabajadores deben rechazar todas las pérdidas de empleo y todas las maniobras y reclamos de la burocracia sindical. El único camino a seguir es romper con los sindicatos y construir comités de base independientes en El Corté Inglés y otros grandes centros comerciales, para coordinar una lucha política unificada en defensa del empleo y contra el cierre de tiendas.

Otros trabajadores del sector se enfrentan a ataques similares. La asociación de grandes almacenes ANGED, que incluye empresas como IKEA, Carrefour y El Corte Inglés, está en conversaciones con los sindicatos para imponer un congelamiento salarial este año y aumentar el número de domingos y festivos para trabajar a más de 250.000 trabajadores.

Esto pondría en marcha más despidos y recortes salariales que servirían como modelo para nuevos ataques en el sector. Los trabajadores de mayor edad, que acepten compensaciones por ser despedidos, no podrán encontrar trabajo en medio del desempleo masivo existente. El mes pasado sumó 44,436 nuevas solicitudes de desempleo, elevando el número total de desempleados a 4,008,789.

Tal lucha solo puede avanzar mediante el desarrollo de un movimiento político más amplio de la clase trabajadora, basado en un programa socialista dirigido contra la agenda de austeridad y la política de inmunidad colectiva que se está imponiendo a los trabajadores en toda Europa.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 5 de marzo de 2021)

Loading