En las últimas semanas ha habido una serie de violentos ataques por parte de matones ultraderechistas contra inmigrantes varados en las Islas Canarias, España. También se han filtrado a la prensa varios chats y vídeos de WhatsApp en los que individuos ultraderechistas discuten planes para matar y mutilar a trabajadores inmigrantes.

El partido fascista Vox es directamente responsable por estas incitaciones a la violencia, pero el terreno para los ataques ha sido preparado por el gobierno español del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Podemos que ha hecho presión por obtener fondos europeos para apoyar las operaciones de la policía marroquí para aterrorizar a los inmigrantes.

Los inmigrantes que pueden llegar en cayucos improvisados a las Islas Canarias son internados en campos de concentración, sus hijos son separados de sus madres, se les impide viajar a la península y luego son deportados con prisa.

Esta política se basa en la noción fascista del "efecto llamada", es decir, que tratar a los inmigrantes de manera humana provocará nuevas olas de inmigrantes. Por lo tanto, la política de todo el establishment político español, respaldada por la Unión Europea, es tratar a los inmigrantes con brutalidad. El ataque físico por parte de matones fascistas o la policía en las fronteras es, así pues, y de manera no oficial por lo menos, parte de esta política.

En un mensaje de audio de un chat de WhatsApp filtrado al sitio de noticias La Marea, un hombre dice: "Este es un gobierno de mierda, tío, pero se va a acabar. A partir de mañana, saldremos de caza. Un grupo de cuatro o cinco moros juntos: hora de aporrear". En otro chat, se compartía la imagen de dos pistolas, acompañada del amenazante pie de foto: "Estos dos están yendo a Maspalomas", el pueblo de las isla de Gran Canaria donde están alojando a inmigrantes.

Se puede ver a participantes de otro chat discutir planes para esta "cacería", donde uno declara amenazante: "Mañana vamos a ir ahí y los vamos a reventar [a los inmigrantes]. Están listos por lo menos 15 tíos. Se van a volver locos. Estamos armados. Los moros van a morir, te lo digo desde ya".

Este no es el primer incidente reportado de amenazas o violencia ultraderechista contra trabajadores inmigrantes en las Islas Canarias. En diciembre, un montón de fascistas de la ciudad de Mogán, Gran Canaria, se juntaron fuera de los hoteles que acogen inmigrantes para gritarles insultos y amenazas. Llamaron a la policía pero no arrestaron a nadie.

La Cruz Roja, que ayuda a gestionar muchas de las instalaciones de acogida de inmigrantes en las Islas Canarias, se vio obligada a aconsejar a los inmigrantes que no salieran de sus alojamientos por las siguientes 48 horas.

Las diatribas ultraderechistas más recientes en WhatsApp no son amenazas hueras. Numerosos insultos a trabajadores inmigrantes ya se han reportado en la prensa española, y muchas quejas formales han sido interpuestas en la policía.

Un trabajador inmigrante, Hassan, le dijo a elDiario.es que un grupo de hombres le dispararon perdigones desde el interior de un automóvil, y uno de los hombres hacía gestos amenazantes con un machete, mimando cortarle la garganta. Se arrestó a un hombre como parte de una investigación de las supuestas amenazas con machetes pero ulteriormente lo soltaron. En un vídeo del incidente filtrado a La Marea, se oye decir al atacante: "Le voy a dar una lección al primer morito [que vea]".

Ahmad, de diecinueve años, también le dijo a elDiario.es que había sido golpeado por "ocho muchachos" mientras paseaba con tres amigos, y uno de ellos le pegó con un bastón de metal. "Me arrastraron por el suelo y me golpearon en varias partes del cuerpo", dijo.

Otro joven marroquí, Oussman, describió al mismo sitio de noticias cómo le habían pegado en la espalda mientras paseaba con un amigo. Después de ponerse a correr para huir de sus atacantes, Oussman tropezó y cayó y luego fue rodeado por "cuatro o cinco hombres" que le dieron patadas y le pegaron. Le dejaron heridas en la mandíbula y una pierna. "No pude dormir por tres días. Me dolía mucho la boca. No podía comer", dijo.

Público también informó de que por lo menos tres inmigrantes en unas instalaciones de acogida gestionadas por la Fundación Cruz Blanca habían recibido lesiones en la cabeza por las piedras que les tiraron fuera de sus alojamientos. Otros jóvenes inmigrantes informan haber sido golpeados en la cabeza, pateados o aporreados al salir a caminar, teniendo que salir corriendo por su vida para escapar a los ataques.

Los ataques más recientes a los inmigrantes se producen después de una campaña ultraderechista de vídeos trucados en WhatsApp y redes sociales, que engañosamente dicen mostrar a inmigrantes en las Islas Canarias robando tiendas, iglesias o restaurantes.

Los vídeos de jóvenes de minorías étnicas —ninguno de los cuales era de hecho inmigrante ni estaba en las Islas Canarias— circularon por esas plataformas en línea, acompañados de comentarios como, "Cuando metes a miles de [inmigrantes] ilegales sin trabajo en tu país" y "Miren lo que están haciendo los inmigrantes 'agradecidos' a quienes hemos alojado, cuidado y alimentado en las Islas Canarias".

Estos esfuerzos por mostrar a los inmigrantes como criminales fueron promocionados de manera entusiasta por el partido ultraderechista Vox, que lanzó una campaña xenófoba en Twitter, "¡Parar la islamización!". Los inmigrantes "componen aproximadamente el 0,2 por ciento [de la población] y son responsables del 93 por ciento de las denuncias", dijo Vox, sin pruebas en su cuenta oficial de Twitter. "La mayoría son del Maghreb", continuaba, haciéndose eco de las amenazas contra los "moros".

Twitter suspendió temporalmente la cuenta de Vox por "incitar al odio" en esos tuits, por lo que el dirigente de Vox Santiago Abascal se mandó otra diatriba contra los inmigrantes, escribiendo: "Por supuesto, el tuit que provocó la censura brindó datos sobre la violencia que están sufriendo los españoles. ... Los millonarios tecnológicos no quieren que sepamos las consecuencias de la invasión de inmigrantes que están fomentando junto con algunos gobiernos".

La agitación antiinmigrante de Vox ha sido apoyada por el gobierno del PSOE y Podemos. Aunque cínicamente declaró que "no vamos a aceptar montajes, imágenes de otros lugares, viejos vídeos publicados como si fueran actuales ni denuncias falsas", su delegado en las Islas Canarias, Anselmo Pestana Padrón, declaró que los inmigrantes con "mala conducta" serían sometidos a una deportación prioritaria. Muchos de estos inmigrantes han sido "directamente repatriados", dijo, mientras que otros han sido transferidos a los Centros de Internamiento de Extranjeros.

Según la cruz Roja, al menos 70 inmigrantes fueron deportados la última semana de enero por supuesta "mala conducta".

El gobierno del PSOE y Podemos está intensificando diligentemente sus esfuerzos por deportar rápidamente a los inmigrantes, coherente con las demandas de Vox. En diciembre el dirigente de Vox Abascal declaró en el parlamento que el gobierno debe "impedir que pasen más inmigrantes ilegales y demandar su deportación inmediata y por la fuerza si fuere necesario".

El gobierno reaccionó firmando recientemente un acuerdo con Air Maroc para llevar a cabo tres vuelos de deportaciones por semana desde las Islas Canarias hacia Marruecos. A mediados de enero, el ministro del interior de España también prometió €10,89 millones para vuelos chárter para deportar inmigrantes a lo largo de 18 meses.

Al mismo tiempo, les está negando la entrada en su frontera a cientos de miles de inmigrantes. En 2019, antes del impacto del COVID-19, se les negó el ingreso a casi 500.000 inmigrantes. El cierre efectivo de la ruta directa de inmigración cruzando el Mediterráneo desde Marruecos, con la asistencia de la Unión Europea, ha obligado a los inmigranes a arriesgarse en el cruce mucho más peligroso hacia las Islas Canarias. La inmigración a las Islas Canarias aumentó un 1.670 por ciento en enero de este año, en comparación con el mismo mes del año pasado.

El sangriento resultado de la política del "efecto llamada" ha llevado a la muerte de por lo menos 2.000 inmigrantes en este cruce en 2020, de las cuales el gobierno del PSOE y Podemos es responsable directo.

(Publicado originalmente en inglés el 10 de febrero de 2021)