La convención nacional de 2023 de los Democratic Socialists of America (DSA, Socialistas Democráticos de Estados Unidos) ofrece una oportunidad para evaluar el papel que esta organización ha jugado en el período que arranca a partir de 2015-16. Esos años presenciaron el inicio de una poderosa radicalización de los trabajadores y los jóvenes la cual despertó un creciente interés por el socialismo y eventualmente llevó a 13 millones de personas a votar por Bernie Sanders, el autoproclamado candidato socialista.
Desde la elección de Sanders hasta el acceso de Alexandria Ocasio-Cortez al Congreso en 2018, miles de jóvenes se unieron a la DSA creyendo que se unían a una organización socialista en contra de la guerra y en contra del detestado Partido Demócrata. La membresía aumentó de unos pocos miles a más de 90,000 y la organización continúa autodenominándose como la 'mayor' organización socialista del país.
Sin embargo, los hechos han revelado el verdadero papel que la DSA juega como facción del Partido Demócrata. Sanders se retiró respetuosamente de las elecciones de 2020 y respaldó al candidato de derecha Joe Biden, y hoy en día es imposible negar que Ocasio-Cortez es una demócrata más del montón. Los candidatos al Congreso de la DSA han votado por apoyar y proporcionar decenas de miles de millones de dólares para la guerra de los Estados Unidos y la OTAN en contra de Rusia y para ilegalizar una posible huelga ferroviaria. Además, su red de funcionarios estatales y locales también actúan como demócratas leales, votando para aumentar las rentas, respaldando los presupuestos policiales, etc.
La DSA no ha presionado a los demócratas para que se muevan hacia la izquierda; al contrario, sólo ha servido para darles a los Demócratas una apariencia 'izquierdista' mientras la administración de Biden intensifica la guerra imperialista y lanza ataques despiadados en contra de la clase trabajadora.
La convención reveló que hoy en día la DSA se encuentra tan expuesta como una facción proimperialista y procapitalista del Partido Demócrata que enfrenta una crisis existencial que ha socavado sustancialmente su capacidad para bloquear el crecimiento de un movimiento socialista independiente, ajeno y hostil al sistema bipartidista.
'Una crisis de pérdida de espíritu, confusión burocrática e inacción política'
Un compendio que fue distribuido a los delegados en la convención de la DSA indicaba que el número de sus miembros se haya en caída libre, y que ya sólo cuenta con 22,000 miembros que pagan su contribución mensual, un colapso del número que en otros años anunciaron de haber alcanzado casi 100,000 miembros. El compendio también contenía declaraciones escritas por los candidatos al comité político del DSA, las cuales revelan el avanzado carácter de la crisis dentro de la DSA.
Uno de los miembros elegidos al comité político de la DSA escribió en su declaración de candidatura que la DSA enfrenta 'una crisis de perdida de espíritu, confusión burocrática e inacción política'. Otro candidato que también fue elegido escribió: 'nuestra organización enfrenta muchos desafíos específicos: reducción de la membresía, una crisis presupuestaria, altos grados de tensión faccional y la carencia de una capa intermedia de liderazgo, lo que nos deja con una capacidad insuficiente y ha contribuido a un agotamiento cada vez mayor'. El nuevo copresidente de la YDSA, el grupo de jóvenes de la DSA, declaró que 'la YDSA está en crisis'.
Otros candidatos al liderazgo se refirieron a una 'crisis lenta', una 'crisis acelerada', una 'crisis de identidad', y describen una organización dominada por niveles de 'agotamiento' que varían desde 'agotamiento crónico', hasta una 'cantidad masiva de agotamiento'. (Por agotamiento, se refieren al desencanto con el carácter abiertamente de derecha de la DSA). Un candidato escribió que la DSA ha visto su liderazgo 'casi colapsarse' y que esto 'ha tenido un efecto devastador en la moral de los miembros'. La credibilidad de la DSA, escribió el candidato, ha sido dañada 'en la opinión no sólo de nuestros miembros, sino de la clase trabajadora en general'.
Otros candidatos informan que las secciones están sufriendo un 'colapso casi fatal', lo que está forzando la 'disolución de la mayoría de los comités', mientras que otras secciones están 'al borde de la disolución'. Un candidato escribió: 'Estamos viendo cómo disminuye el número de miembros que pagan cuotas y estamos viendo cómo algunas de las oficinas locales de la DSA luchan por mantenerse activas para no disolverse por completo. Si no trabajamos para revertir esta tendencia, podemos perder a la organización'.
La caída rápida en la membresía también ha producido una grave crisis presupuestaria. Un memorando escrito por el liderazgo de la DSA para la convención anunció que 'gastaremos más de $1.6 millones de lo que recaudaremos, lo que nos pone en camino de agotar la mayoría de nuestros ahorros actuales durante el próximo año'. Varios candidatos al comité político se refirieron a una 'crisis presupuestaria' que ha brotado a la superficie.
La convención de la DSA ratifica su apoyo al Partido Demócrata
La fuente de la crisis se deriva de la función esencial que la DSA juega en la política capitalista. El papel de la DSA es legitimar y promover a los Demócratas. El desafío que esta tarea representa para la DSA reside en ofrecer críticas verbales superficiales al 'establishment' del Partido Demócrata mientras se monta una firme oposición a cualquier esfuerzo por romper con el partido reaccionario de 200 años de antigüedad. El objetivo final es bloquear cualquier movimiento independiente contra los dos partidos y el sistema capitalista.
Esto sólo puede lograrse en la medida en que la DSA y sus representantes retengan cierta credibilidad 'de izquierda', la apariencia de que critican a los demócratas mientras que en realidad funcionan como una facción del Partido Demócrata. La convención muestra que este proceso se halla en estado de descomposición.
Los delegados a la convención, la cual tuvo lugar en Chicago este mes, resolvieron abrumadoramente que 'por el momento, no nos es aconsejable el formar un partido político independiente con su propia política electoral', y rechazaron una enmienda que habría declarado 'que la expectativa de la DSA es que los socialistas en cargos electos deben votar y actuar de acuerdo con los principios fundamentales del movimiento socialista', como oponerse tanto a la guerra imperialista como a la ruptura de huelgas.
Esto es una promesa de lealtad al Partido Demócrata y una declaración de hostilidad hacia el socialismo y la clase trabajadora. En su convención, que reúne al liderazgo más alto de la DSA, la organización adoptó la postura de que es perfectamente aceptable votar por una guerra imperialista, dar miles de millones a fabricantes de armas y aplastar huelgas, mientras que romper con los demócratas es completamente inaceptable.
Una vez establecido estos límites, los funcionarios del Partido Demócrata que dirigen a la DSA también prepararon el escenario para apoyar al Partido Demócrata en las elecciones de 2024. Los delegados votaron para no criticar a los funcionarios electos de la DSA que respaldan y apoyan a los demócratas de derecha, y también votaron para dedicarse al 'trabajo electoral' en la 'línea de votación demócrata' de aquí hasta las elecciones de 2024. También votaron para promover el liderazgo 'democrático' de los sindicatos UAW y Teamsters, dos burocracias que actualmente se preparan a forzar contratos traicioneros a cientos de miles de trabajadores automotrices y de UPS.
La puesta en escena de un 'show'
A medida que la DSA continúa exponiendo su verdadera naturaleza, sus intentos de presentarse como de 'izquierda' adquieren un carácter cada vez más cómico. Por ejemplo, los delegados aprobaron una resolución titulada 'Actuar como un partido independiente', que promete que algún día, en algún lugar del arco iris, la DSA de repente se encontrará fuera de las nubes negras y finalmente podrá romper con el Partido Demócrata. Pero hasta entonces, la organización debe montar un 'show', dice la resolución. 'Donde sea posible', la DSA debe 'establecer una identidad independiente a la del Partido Demócrata'. Unos días después de la convención, una facción destacada de la DSA emitió públicamente el respaldo a la campaña de Joe Biden en 2024.
La convención de la DSA no pudo explicar qué condiciones deben darse para que ocurra esta hipotética ruptura, o por qué deben permanecer 'por el momento' como una facción del Partido Demócrata, mientras una guerra nuclear y la catástrofe climática amenazan el futuro de la humanidad, mientras huelgas y protestas masivas están estallando en todo el mundo y mientras la protección que el Partido Demócrata ofrece a sus 'colegas' del Partido Republicano facilita los intentos de Donald Trump por regresar al poder y establecer una dictadura fascista. La verdadera razón es que el propósito de la DSA es contener la oposición social y canalizarla detrás del Partido Demócrata, donde puede ser estrangulada. Las afirmaciones de que el nuevo comité político de la DSA es más 'izquierdista' que el comité que va de salida son simplemente un barniz usado para cubrir el giro que la convención tuvo aún más hacia la derecha.
La única explicación que da la DSA para permanecer dentro del Partido Demócrata es que la clase trabajadora es demasiado retrógrada para hacer algo más que votar por los demócratas. Es típica la declaración de Megan Romer, miembro del comité político de la DSA, quien escribe que la clase trabajadora es la que tiene la culpa de la falta de agallas de Ocasio-Cortez y otros funcionarios electos: 'Lo que a menudo encontramos que falta es una base social que pueda proporcionar el apoyo popular para que esos funcionarios electos pasen (o incluso propongan) muchas reformas audaces transformativas'. Hay 100.000 trabajadores ferroviarios que pueden constatar que esto es una inversión de la realidad.
La acomodada base social de la DSA
La DSA es hostil a la clase trabajadora porque representa a la clase media acomodada, vinculada por miles de formas a Wall Street y al Partido Demócrata. Está compuesta por operativos políticos del Partido Demócrata con aspiraciones de carrera, empleados de ONGs y burócratas sindicales. Representan una capa social parásita que deriva su riqueza e ingresos de la explotación de la clase trabajadora.
Varios candidatos para el comité político de la DSA prácticamente admitieron esto en sus declaraciones de candidatura. Un miembro del comité político entrante explicó: “La DSA es profundamente de clase media. Los miembros de color que tenemos también provienen de contextos privilegiados.” Otro miembro entrante del comité político admite que 'los esfuerzos para diversificar la DSA con el fin de representar mejor una amplia sección transversal de la clase trabajadora aún no han dado frutos significativos'. Otro escribe: 'La DSA continuará lidiando con la realidad de que la mayoría de los líderes y miembros provienen de contextos de clase media privilegiados.'
Los miembros entrantes del comité político describen su experiencia política previa de la siguiente manera:
'He trabajado como líder de campo en dos exitosas campañas electorales en NYC', se lee en la declaración de candidatura de un miembro. 'Serví como secretario del Comité Laboral Central local de la AFL-CIO en Florida', dice otro. Un tercero explica: 'También utilicé mi experiencia como abogado de derechos electorales para hacer trabajo de protección de votantes partidistas, incluyendo como director de protección de votantes en Michigan para Obama en 2008, para campañas al Senado y para la reelección de Obama en Florida'. Otro miembro es 'gerente de campaña para la Asambleísta [demócrata] respaldada por la DSA, Marcela Mitaynes' y actual 'asesor de sus campañas de reelección'.
Otro dice que hizo campaña para el supervisor demócrata de San Francisco, Dean Preston. La candidata abogada incluso dice que cuando trabajó para un juez federal, 'ayudó a redactar las opiniones que ratificaban condenas y/o sentencias penales'. ¡Incluso después de admitir esto públicamente, fue elegida para el comité político!
Estas personas no son socialistas; no tienen nada que ver con la lucha de clases; son operadores del Partido Demócrata. Por eso están en el liderazgo de la DSA.
Estas capas, según su propia admisión como secciones privilegiadas de la clase media, respondieron al artículo que publicó el WSWS sobre la convención de una manera altamente defensiva y degradada. Incapaces de defender políticamente su postración ante el Partido Demócrata, los miembros y los líderes de la DSA recurrieron a argumentos ad hominem, memes de piolets y amenazas de muerte.
Esto confirma una vez más el papel de la DSA como un engranaje de la política burguesa, que controla cualquier crítica de izquierda hacia los demócratas. En 2021, cuando el WSWS expuso a Alexandria Ocasio-Cortez por atacar las críticas de izquierda a Biden como 'privilegiadas' y racistas, el liderazgo de la DSA también respondió promoviendo imágenes de piolets y elogiando el asesinato de León Trotsky, quien fue asesinado por un agente estalinista con un bastón de alpinista el 20 de agosto de 1940.
La convención de la DSA y la pandemia del coronavirus
No es sorprendente que en este ambiente de clase media sin seriedad, el liderazgo de la DSA haya llevado a cabo su convención sin tomar las mínimas medidas necesarias para prevenir la propagación del COVID-19. No hubo la opción de participar remotamente y ni siquiera se debatió una resolución sobre la seguridad del COVID. Aunque se sugirió usar mascarillas, esta regla no se hizo cumplir activamente, como muestran muchas fotos del salón de convenciones. El llamado caucus comunista celebró una fiesta en interiores sin mascarillas, que al parecer resultó en múltiples infecciones. La reunión de casi 1.000 delegados en esta convención ha exacerbado la propagación del covid en el área de Chicago, que nuevamente se halla en aumento.
En contraste, el Partido por la Igualdad Socialista (SEP) celebró su escuela de verano al mismo tiempo que la convención de la DSA, pero la escuela tuvo lugar en línea para proteger a sus miembros y detener la propagación de la pandemia.
No es accidental que la convención de la DSA se convirtiera en un evento superpropagador. Esto también es consistente con la subordinación de la DSA al Partido Demócrata. Después de todo, la DSA apoyó la campaña Demócrata de volver al trabajo y a la escuela, con Ocasio-Cortez distribuyendo mochilas a los niños y Jacobin, la revista de la DSA, promoviendo al defensor de la inmunidad colectiva Martin Kulldorff. Un delegado de la DSA y burócrata de la Federación de Maestros de Minneapolis atacó la cobertura del WSWS sobre la convención en Twitter y dijo: “El 'comité de seguridad de base' del WSWS no hizo absolutamente nada para asegurar un retorno seguro a las escuelas”, una admisión reveladora que repite la mentira de Joe Biden y de Randi Weingarten, prominente líder sindical de los maestros, de que el regreso era “seguro”.
El papel de la DSA, 2016-2023
En los últimos años, la DSA ha desempeñado un papel fundamental al ayudar al Partido Demócrata a controlar y suprimir la creciente radicalización de los trabajadores y los jóvenes.
La clase en el poder respondió a la repentina popularidad de Sanders con sorpresa y consternación, no porque Sanders en sí represente algún peligro para el establishment (el cual lo ve como un elemento confiable conocido de la política burguesa), sino porque el voto reflejaba el deterioro de la campaña centenaria de la clase en el poder estadounidense en contra del socialismo. Esto representa una amenaza existencial no solo para el establishment político estadounidense, sino para el capitalismo mundial en su conjunto.
La clase en el poder no se rindió ni huyó ante el primer signo de debilidad. El Partido Demócrata es uno de los partidos burgueses más antiguos y experimentados en la historia mundial, y tiene un largo historial de subsumir la protesta popular para bloquear el desarrollo de un movimiento socialista independiente de la clase trabajadora, que es lo que la clase en el poder verdaderamente teme. El partido de Sanders y Ocasio-Cortez es el mismo partido que desarmó y desbarató los movimientos populistas de los años 1880 y '90, que acogió al Congreso de Organizaciones Industriales para sofocar el movimiento huelguista y bloquear el desarrollo de un partido laborista, y que canalizó las protestas populares en contra de las guerras en Vietnam e Irak de vuelta al sistema bipartidista.
La historia de la DSA como una facción leal del Partido Demócrata tiene profundas raíces históricas que la prepararon para este papel. Su fundador, Michael Harrington, fue discípulo de Max Shachtman, quien fue un miembro fundador de la Oposición de Izquierda Trotskista en América pero que se volvió a la derecha después de romper con el movimiento trotskista en 1940. Shachtman apoyó las guerras del imperialismo estadounidense en Corea y Vietnam y se convirtió en el asesor del presidente de la AFL-CIO, George Meaney.
Harrington, siguiendo en los pasos de Shachtman, quería construir un movimiento que desempeñara 'un papel proestadounidense, pro-Guerra Fría, tipo Departamento de Estado'. Eso es lo que hizo en 1973 con la formación del Comité Organizador Socialista Democrático (DSOC, por sus siglas en inglés), que luego se convirtió en la DSA en 1982 después de fusionarse con el Movimiento de la Nueva América (NAM), una rama cismática del grupo de Estudiantes para una Sociedad Democrática (SDS). Desde entonces, la DSA ha desempeñado el papel que Harrington imaginó.
Es por esta razón que el Partido Demócrata ha fomentado y ayudado a promover políticamente a la DSA en el reciente período de radicalización política. Durante los últimos seis años, la DSA ha recibido cobertura aduladora en publicaciones vinculadas a los demócratas como The Nation y The New York Times, mientras que sus representantes se han transformado en celebridades mediáticas. El liderazgo demócrata ascendió a Ocasio-Cortez a un puesto en el comité de liderazgo en la Cámara Legislativa el año pasado, y dos de los políticos favoritos de Wall Street, Nancy Pelosi y Charles Schumer, a menudo posan con líderes de la DSA para fotos amistosas e incluso aplauden el crecimiento de la DSA en eventos públicos.
Preparando nuevas emboscadas para bloquear el interés en el socialismo revolucionario
La política socialista revolucionaria representa una política completamente opuesta a la mostrada por la DSA en los últimos seis años y en los últimos 40 años de su existencia.
Mientras que la DSA fomenta ilusiones en el Partido Demócrata y toma prestada su política electoral, el Partido Socialista por la Igualdad (SEP) expone el papel que juegan los partidos Demócrata y Republicano y lucha por arrebatarle a los trabajadores utilizando una estrategia socialista independiente. Los gobernadores demócratas Newsom y Whitmer mantuvieron al candidato presidencial del SEP, Joseph Kishore, fuera de la boleta electoral en las elecciones de 2020. Mientras que la DSA promueve a las burocracias sindicales y compite por puestos bien remunerados, el SEP lucha por la creación de una red de comités democráticos de base para unir a los trabajadores a través de plantas, industrias y naciones.
Mientras que los líderes de la DSA apoyan a Biden, atacan a la crítica de izquierda y apoyan a la guerra imperialista, el SEP y sus partidos hermanos en todo el mundo han estado llevando a cabo reuniones antiguerra, a menudo enfrentando campañas de censura y provocaciones de fascistas ucranianos, para movilizar a la población en contra de la guerra de los EE.UU. y la OTAN mientras explican las raíces históricas de la guerra y aclaran la oposición a la invasión de Ucrania por el presidente ruso Vladimir Putin. La DSA ayudó a la administración de Biden a presentar el regreso a la escuela como 'seguro', mientras que el SEP ha llevado a cabo una investigación sobre la respuesta de la clase en el poder a la pandemia del coronavirus.
Los temores que tiene el liderazgo de la DSA y el Partido Demócrata sobre el crecimiento del interés en el trotskismo, es decir, el marxismo del siglo XXI, fueron expresados de la manera más directa por el miembro de la DSA, ex presidente de la YDSA y actual vicepresidente del Partido Demócrata de California, Daraka Larimore-Hall, quien dijo en un podcast antes de la convención que el verdadero peligro proviene de grupos 'ultraizquierdistas', 'sectarios' y 'trotskistas' como el SEP. Larimore-Hall dijo:
'Tenemos que rescatar ese anticomunismo de izquierda que simplemente se desvaneció en la década de los '60', explicando en otro lugar, 'Los jóvenes necesitan entender cuán grande fue el error de la visión leninista de vanguardia, la cual sólo obtuvo credibilidad porque los bolcheviques ganaron la revolución bolchevique, no porque lo que le siguió sea un modelo a seguir. Tenemos todas las razones para tratar de dejar muy claro cuál es el problema con el comunismo'.
La reducción en el apoyo a la DSA significa que su capacidad para luchar contra el socialismo está disminuyendo. El avanzado estado de la pérdida de legitimidad de la DSA significa que la clase en el poder ya ha de estar preparando activamente nuevas emboscadas políticas.
(Publicado originalmente en inglés el 13 de agosto de 2023)
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