La semana pasada, circularon en redes sociales docenas de documentos secretos del Pentágono y las agencias de inteligencia estadounidenses sobre la participación de EE.UU. en la guerra en Ucrania. Durante el fin de semana, varios funcionarios estadounidenses confirmaron la veracidad de los documentos en declaraciones a los mayores medios de comunicación.
Los documentos filtrados dejan en claro que Estados Unidos y la OTAN son las principales fuerzas detrás de la guerra y que el ejército ucraniano opera como una fuerza mercenaria. Demuestran que la OTAN ha desplegado más de 150 efectivos militares en Ucrania y demuestra el grado en que la OTAN financia, arma, entrena y está al mando del ejército ucraniano.
En otras palabras, los documentos exponen toda la narrativa de la guerra promovida por la Casa Blanca de Biden como una mentira.
En mayo de 2022, le preguntaron a la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, si la guerra en Ucrania era una “guerra patrocinada por la OTAN”. Respondió: “Sé que eso dicen los rusos, pero no es una guerra patrocinada… Es una guerra entre Rusia y Ucrania. La OTAN no está involucrada”.
Los documentos han desmentido completamente esta declaración. Y han demostrado que la prensa estadounidense, que ha promovido sistemáticamente la mentira del Gobierno de Biden de que la OTAN no está involucrada en la guerra, no es más que un brazo propagandístico del imperialismo estadounidense.
Los documentos corroboran con detalles concretos lo que el World Socialist Web Site ya había reportado. Estas son las principales revelaciones de los archivos:
- Hay 97 soldados de Operaciones Especiales de la OTAN desplegados actualmente en Ucrania.
- En total, hay 100 miembros de personal estadounidense desplegados en Ucrania, incluyendo 71 efectivos militares.
- El ejército estadounidense considera el entrenamiento del ejército ucraniano, los despliegues de la OTAN en Europa y los despliegues militares de EE.UU. dentro de Ucrania como elementos interoperables y los reporta en la misma página.
- Estados Unidos ha elaborado mapas detallados para una operación ofensiva planificada que busca aislar Crimea de los territorios ucranianos ocupados por Rusia y las condiciones “favorables” para dicha ofensiva comienzan a mediados de marzo.
- Estados Unidos y sus aliados de la OTAN están entrenando, financiando y armando a tres cuartas partes de las fuerzas que participarán en los combates de esta ofensiva. Uno de los documentos declara que “se pueden generar 12 [brigadas] de combate creíbles para la contraofensiva de primavera: 3 internacionalmente por parte de Ucrania y 9 entrenadas y equipadas por EE.UU. y sus aliados y socios”.
Los documentos ponen de manifiesto la enorme disparidad entre los reportes al público estadounidense y en lo interno sobre la magnitud de las bajas rusas. El 2 de febrero, el New York Times reportó, citando a oficiales estadounidenses, que “La cifra de tropas rusas fallecidas o heridas en Ucrania se acerca a 200.000”. En cambio, los documentos internos apuntan a entre 35.000 y 43.000 soldados muertos en combate.
El New York Times subrayó que los documentos muestran “la profundidad con la que Estados Unidos ha infiltrado en los servicios de seguridad e inteligencia rusos, lo que ha permitido que Washington advierta a Ucrania sobre los ataques planificados y conozca mejor la fuerza de la maquinaria bélica de Moscú”. Pero esto solo demuestra que Estados Unidos sabía muy bien que sus intentos de integrar a Ucrania en la Alianza Atlántica provocarían una respuesta militar de Rusia, cuyas consecuencias serían catastróficas para el pueblo ucraniano.
Otras partes de los documentos evidencia la medida en que EE.UU. ha espiado a sus “aliados y socios” de todo el mundo. El Washington Post escribió que “como recordatorio de que Estados Unidos también espía a sus aliados, otro documento reporta que el Consejo de Seguridad Nacional de Corea del Sur ‘enfrentó con dificultades’ la solicitud de EE.UU. de que el país enviara municiones de artillería a Ucrania”. Los documentos, señaló el Washington Post, “parecen revelar dónde la CIA ha reclutado a agentes humanos con acceso a las conversaciones a puerta cerrada de líderes mundiales”. El Wall Street Journal reportó: “Los documentos también parecen incluir inteligencia sobre cuestiones internas sobre varias naciones, incluyendo los aliados Israel, Corea del Sur y Reino Unido”.
Los informes de los medios han minimizado el componente más explosivo de los documentos: el hecho de que hay tropas estadounidenses y de la OTAN en el terreno en Ucrania y que EE.UU. está liderando y coordinando la ofensiva planificada de Ucrania.
En cambio, se han concentrado en rastrear la presunta fuente de la filtración y en los esfuerzos del Pentágono para hallarla.
Todos los medios de comunicación estadounidenses están involucrados en una autocensura sistemática. Se han rehusado a publicar los documentos o incluso partes de ellos, a pesar de que demuestran las mentiras y criminalidad a escala masiva del Gobierno de Biden al librar una guerra ilegal y no declarada.
Esto cuadra con la función que han asumido la prensa y los medios de difusión estadounidenses, que han publicado una avalancha de propaganda de guerra en el último año, al tiempo en que han exigido una participación cada vez mayor de EE.UU. y ocultado el papel protagónico que EE.UU. y la OTAN ya están desempeñando en la guerra.
En otras palabras, se ha empujado al mundo al borde de una guerra nuclear a partir de mentiras completas del Gobierno y los medios de comunicación.
Si bien la filtración de los documentos podría haber sido motivada por insatisfacción dentro del ejército estadounidense sobre la conducción de la guerra, también es posible argumentar que una intención más profunda de publicar los documentos es generar apoyo para una escalada militar.
Los medios de comunicación estadounidenses ya se están esforzando para convertir las filtraciones en un argumento a favor de una mayor participación del ejército estadounidense. “Los documentos filtrados sugieren que la defensa aérea ucraniana está en peligro si no se refuerza”, escribió el New York Times. “Se necesita una enorme cantidad de municiones para prevenir que la fuerza aérea rusa cambie el curso de la guerra”.
Los archivos filtrados salieron a la superficie cuando EE.UU. ya se estaba preparando para involucrarse más en el conflicto. Independientemente de si se ejecutan o no los planes descritos en los documentos de una ofensiva en la primavera, Estados Unidos y la OTAN están planificando un despliegue masivo de fuerzas a los países miembros de la OTAN aledaños a Rusia, siguiendo a la incorporación de Finlandia en la alianza.
El 18 de marzo, Politico reportó, “En los próximos meses, la alianza acelerará los esfuerzos para acumular equipo a lo largo del extremo oriental de la alianza y designar a decenas de miles de soldados que pueden acudir rápidamente a la ayuda de aliados con poca antelación… Los números serán grandes ya que los oficiales han planteado la idea de un máximo de 300.000 fuerzas de la OTAN”.
En última instancia, las mentiras sistemáticas del Gobierno y la prensa sobre la guerra buscan engañar al “enemigo en casa”, es decir, la clase obrera, que está siendo arrastrada a una matanza.
Estos documentos demuestran que se inició una guerra estadounidense contra Rusia a espaldas de la población. La conclusión obvia es que, si EE.UU. considera necesario enviar tropas de la OTAN directamente en Ucrania, lo hará empleando los mismos métodos que ha empleado hasta ahora: una campaña mediática sistemática de mentiras y manipulación.
El 8 de abril, el presidente del Consejo Editorial Internacional del WSWS, David North, publicó una declaración intitulada “¡Convocatoria al Primero de Mayo de 2023! ¡Construyan un movimiento de masas de los trabajadores y jóvenes contra la guerra y por el socialismo!”. Explicó:
Dos procesos dominan la celebración este año de la unidad internacional de la clase trabajadora: la guerra en Ucrania, que está intensificándose en dirección de un conflicto global, y el resurgimiento internacional de la lucha de clases. Estos dos procesos se encuentran profundamente relacionados. Las mismas contradicciones económicas geopolíticas y sociales que orientan a las élites gobernantes imperialistas hacia la guerra ofrecen un impulso objetivo a la radicalización de la clase obrera y al estallido de luchas revolucionarias.
Se celebrará un mitin en línea patrocinado por el Comité Internacional de la Cuarta Internacional, la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base, los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social y el World Socialist Web Site el 30 de abril. Urgimos a todos los que quieren oponerse a la intensificación de la guerra a registrarse hoy.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 9 de abril de 2023)
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