La reciente traición sindical de la huelga de los conductores de autobuses en la empresa pública Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) por parte del sindicato vinculado a Podemos, Comisiones Obreras (CCOO), el sindicato socialdemócrata de la Unión General de Trabajadores (UGT), y la Confederación General del Trabajo (CGT), ilustra la necesidad de que los trabajadores construyan nuevas organizaciones de lucha: comités de base, independientes de los sindicatos, controlados democráticamente por los mismos trabajadores.
Tanto en Europa como a nivel mundial, los trabajadores están resistiendo los ataques a sus niveles de vida y las demandas de la clase dominante de que hagan 'sacrificios' por la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania. En el Reino Unido, Alemania, Francia y España están aumentando las protestas en contra de la austeridad y estallando huelgas pidiendo salarios más altos. Pero estas luchas necesitan una orientación y perspectiva claras. Deben convertirse en un movimiento europeo y mundial contra el capitalismo, la guerra imperialista y por el socialismo.
Las burocracias sindicales y sus partidarios políticos pseudoizquierdistas están haciendo todo lo posible para bloquear este desarrollo. Para librar la guerra en Ucrania junto a una guerra doméstica en contra de la clase trabajadora, el gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos depende de CCOO, UGT y CGT para actuar como una policía laboral, frenando la creciente ola de oposición social y trabajando codo a codo con la patronal para llevar a cabo despidos y recortes en los salarios reales. La huelga de los conductores de autobuses de Barcelona ejemplifica este proceso reaccionario.
También es una denuncia devastadora del papel de grupos como los morenistas de la Corriente Revolucionaria de Trabajadores (CRT), la filial española del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) de Argentina, que están cubriendo esta traición. Actuando para bloquear la creciente oposición a Podemos, la CRT afirma que fue una 'victoria' y el camino a seguir para que los trabajadores luchen contra la guerra y la inflación. En esa línea va el contenido del artículo de la CRT “Triunfo de la lucha de TMB: ‘hemos logrado un aumento de casi el 9% y gran parte de nuestras reivindicaciones,’” publicado en su sitio web La Izquierda Diario.
El artículo afirma que la huelga fue “Un ejemplo de cómo hacer frente a la inflación y a sus terribles consecuencias para la clase trabajadora y los sectores populares. Frente al discurso del Gobierno y las burocracias sindicales, que apenas exigen un 2,5% de aumento salarial en el marco de una inflación de un 8,9% (datos de septiembre), la plantilla de TMB ha demostrado que con organización y las herramientas de lucha de la clase trabajadora, se puede conseguir no pagar la crisis de los capitalistas.”
Esto es un fraude, que busca pintar una traición como una victoria.
Los conductores de autobuses convocaron una huelga de 24 horas el 22 de septiembre para denunciar el estancamiento de las negociaciones colectivas que determinan los aumentos salariales en medio de la escalada de la inflación. Anunciaron paros de 2 horas desde el 23 de septiembre, fecha de las fiestas de La Mercè, una de las fiestas más importantes de Barcelona, hasta el día 30.
Después de nueve días de paros parciales de dos horas, los sindicatos CGT, CCOO, UGT, SIT y ACTUB decidieron suspender todas las huelgas adicionales tras acordar un nuevo convenio colectivo para el periodo 2022-2025 con la empresa.
La Izquierda Diario cita sin crítica alguna a Ramiro, un burócrata de la CGT y miembro del comité de empresa de TMB que jugó un papel central en la traición de la huelga:
“Lo que logramos, producto de la movilización y la unidad de la plantilla es, no sólo no perder el poder adquisitivo sino tener unos aumentos bastante importantes ... La gente que tiene menos antigüedad pasa el 3,5 de aumento al 5% y la gente con más antigüedad pasa al 8,8%.”
Con un pronóstico de inflación del 8.5 por ciento, en el que se ha basado el acuerdo sindical, este pacto respaldado por los morenistas y la CGT es un ataque a dos niveles contra los trabajadores. Los trabajadores más nuevos perderán el 3,5 por ciento de sus salarios reales, mientras que los trabajadores veteranos verán aumentar sus ingresos en solo un 0,3 por ciento. ¡Esto no es una victoria, sino una derrota!
Pero incluso estos aumentos encubren otra mentira. Semanas antes, los sindicatos CCOO y UGT acordaron con el gobierno PSOE-Podemos que los salarios de los trabajadores públicos, incluidos los conductores de autobuses de TMB, aumentarían un máximo del 3,5 por ciento, muy por debajo de la inflación. Fue otro asalto al nivel de vida de 3,5 millones de trabajadores.
Para que los trabajadores de TMB pudieran conseguir aumentos salariales más allá de los fijados por los sindicatos y el gobierno PSOE-Podemos, tendrían que emprender una lucha contra todo el nexo corporativista del gobierno y sindicatos. Las burocracias sindicales y la CRT, aterrorizadas por la creciente oposición desde la izquierda a Podemos, querían bloquear este desarrollo.
A medida que aumentaba el enfado, los sindicatos trabajaron con la compañía para aumentar los salarios más allá del 3,5 por ciento estipulado mediante el añadido de bonificaciones. Desde el año 2003 al 2021, debido a un 'error de cálculo', TMB pagó de menos a sus trabajadores, defraudándoles 25,6 millones de euros. Tras el acuerdo, este robo será devuelto mediante un pago anual de 610 euros al año hasta 2025, cuando expira el convenio. Eso si omitiendo el hecho de que este pago es variable y está sujeto al cumplimiento de ciertos objetivos de productividad.
En otras palabras, los sindicatos acordaron que después de que TMB robara 25,6 millones de euros, TMB solo los devolvería siempre y cuando los trabajadores cumplieran ciertos objetivos. Esa es la clave de la 'victoria' reclamada por la CGT y la CRT. Con estos 610 euros, los trabajadores veteranos tendrán un aumento del 0,3 por ciento.
Luego, los morenistas afirman falsamente que esta traición tiene un amplio apoyo, afirmando, “La plantilla de TMB, a través de dos asambleas de trabajadores y trabajadoras, ha ratificado el preacuerdo alcanzado por los sindicatos y la dirección de la empresa pública. Un preacuerdo que certifica la consecución de gran parte de las exigencias de la plantilla. Durante el día del martes, los trabajadores y trabajadoras realizaron dos asambleas de turno mañana y tarde para debatir y votar sobre el preacuerdo alcanzado entre la dirección de TMB y los sindicatos.”
Una vez más, esto es una mentira. El martes 18 de octubre, el acuerdo sindical fue rechazado en la asamblea matutina con 223 votos en contra y 199 a favor. En la asamblea de la tarde, los sindicatos aprobaron el acuerdo empleando métodos antidemocráticos.
Según el diario La Vanguardia, un acérrimo defensor de la patronal, que aquí es más sincero que el autoproclamado 'periódico anticapitalista de los trabajadores' de Izquierda Diario : “ tras un largo debate, en lugar de votar, los partidarios del acuerdo se han colocado a un lado de la sala y los contrarios a otro y al ser evidente la mayoría a favor del pacto se ha acordado no contabilizar los votos.”
Es decir, CRT está respaldando los conteos fraudulentos de votos de las burocracias sindicales y las empresas, promoviéndolos como 'democráticos'.
CRT ahora está utilizando cínicamente la traición de TMB como un ejemplo de cómo luchar contra la inflación y la guerra. En su declaración “¡Abajo los presupuestos militaristas, arriba los salarios y las pensiones!” afirman: “Es imprescindible organizar una respuesta para enfrentar la inflación, la crisis social, el militarismo y la hoja de ruta de la OTAN. Hay que seguir el camino de los trabajadores y sectores en lucha que salen a la lucha como … los trabajadores de TMB autobuses en Catalunya, que acaban de lograr un gran triunfo obteniendo el 9% de aumento salarial.”
La lucha de TMB no es un camino a seguir contra la inflación y la guerra. Por el contrario, es una derrota. Si se replica en otros lugares, solo allanará el camino a nuevos ataques contra la clase trabajadora en casa y la creciente amenaza de una guerra mundial, a medida que la alianza de la OTAN intensifica su guerra contra Rusia en Ucrania.
Contra los esfuerzos de la pseudoizquierda para mantener a los trabajadores atados a las burocracias sindicales, el WSWS llama a los trabajadores a formar comités de base independientes en sus lugares de trabajo, para organizar democráticamente su lucha fuera del control de estas burocracias sindicales. Esto debe estar conectado con la construcción de una dirección revolucionaria socialista en la clase obrera. Ni uno solo de los problemas a los que se enfrentan los trabajadores —la amenaza de una guerra nuclear, la explotación, la amenaza de una dictadura fascista— puede resolverse dentro del marco capitalista.
(Publicado originalmente en inglés el 10 de noviembre de 2022)