El gobierno de coalición de Alemania está trabajando sistemáticamente para aumentar el peso económico, político y militar del país en África. Actualmente, el canciller Olaf Scholz (Partido Socialdemócrata, SPD) está visitando Senegal, Níger y Sudáfrica junto con una delegación empresarial de alto nivel.

El viaje de Scholz se centró en una visita a los soldados de la Bundeswehr en Níger el lunes. Fue la primera visita de tropas del Canciller al extranjero. 'La Bundeswehr está haciendo cosas extraordinarias aquí y también ha logrado cosas extraordinarias en condiciones muy difíciles', dijo Scholz en la base militar de Tillia.

Oficialmente, 200 soldados alemanes están desplegados en este país rico en recursos y de gran importancia geoestratégica. La Bundeswehr está entrenando a las fuerzas especiales nigerianas como parte de la Operación Gacela, que se lleva a cabo desde 2018 y forma parte de la misión EUTM de la UE.

El viernes pasado, el Bundestag (parlamento federal) decidió ampliar las misiones de guerra alemanas en el Sahel. Níger desempeña un papel cada vez más central en este sentido, ya que la misión EUTM se ha trasladado casi por completo de Malí a Níger. 'El centro de la participación de Alemania en el desarrollo de capacidades de la UE en el Sahel es Níger', reza la moción aprobada por el gobierno federal.

Según el nuevo mandato, hasta 300 soldados de la Bundeswehr deben ayudar a mejorar las 'capacidades operativas de las fuerzas de seguridad de Burkina Faso, Malí, Mauritania y Níger y de la Fuerza de Tarea Conjunta de los Estados del G5 del Sahel'. Esto implica 'asesoramiento y formación militar, incluida la formación previa al despliegue' y 'apoyo'. En otras palabras, la política de guerra alemana se extiende a todo el Sahel a través de Níger.

Scholz dejó claro en Tillia que las tropas alemanas estaban allí para quedarse. La misión debe continuar también más allá del mandato que acaba de ser ampliado, dijo. La tarea ahora, era identificar 'un buen proyecto de seguimiento'.

'Al ver la motivación de nuestros soldados', dijo Scholz, tuvo la sensación de que todos estaban deseando hacerlo. La misión hasta ahora había sido 'muy exitosa y llevada adelante con gran pasión'.

Los crímenes cometidos por el ejército maliense en cooperación con las unidades rusas son citados por Berlín como la razón del cambio de enfoque hacia Níger. De este modo, el gobierno alemán también quiere ocultar el carácter criminal de su propia intervención. En realidad, las masacres de la población civil son perpetradas por las mismas tropas que la Bundeswehr ha entrenado durante años. Las fuerzas de ocupación imperialistas están directa o indirectamente implicadas en estos crímenes y han sumido a toda la región en el terror y la guerra.

Berlín también tiene previsto seguir cooperando con el régimen golpista maliense, criticado públicamente. Es 'devastador que mercenarios rusos estén ahora en Malí', dijo Scholz en una conferencia de prensa conjunta con el presidente senegalés Macky Sall en el primer día de su viaje a Dakar. Alemania seguirá 'estando a la altura de su responsabilidad' y 'por eso también hemos decidido que seguiremos apoyando a la misión de la ONU MINUSMA'.

De hecho, la Bundeswehr está aumentando sus efectivos de la MINUSMA en Malí de 1.100 a 1.400 soldados, preparándose para una escalada de los combates. Según el texto del mandato, pueden movilizarse aún más tropas 'para las fases de redespliegue, así como en el contexto de las rotaciones de tropas y en situaciones de emergencia'. Con ello, la MINUSMA estaba 'autorizada a tomar todas las medidas necesarias, incluido el uso de la fuerza militar, para cumplir la misión'.

La ofensiva en África no es, como quiere hacer creer la propaganda oficial, sobre 'la lucha contra el terrorismo' o los 'derechos humanos' y la 'democracia'. Se trata de intereses imperialistas desnudos. Ya durante el debate en el Bundestag sobre la ampliación del mandato, numerosos oradores subrayaron que Alemania debe hacer valer sus intereses en la región también militarmente.

La presencia de Alemania en el Sahel es 'una señal de nueva responsabilidad, una respuesta a los desafíos geoestratégicos', afirmó la diputada del Partido Verde, Merle Spellerberg. 'Cuando las tropas francesas se retiren de Malí a finales del verano, seremos el mayor proveedor de tropas del Norte global'. Con '300 nuevos soldados', Alemania está 'cerrando el hueco dejado por los franceses'.

Destacados miembros del Gobierno, como la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock (Verdes), subrayaron explícitamente que el objetivo es contener a otras potencias, en primer lugar a Rusia. 'Si la MINUSMA se retirara de Malí, el vacío sería llenado aún más por otras fuerzas', advirtió Baerbock en el Bundestag. Esto se aplica 'a los combatientes islamistas', pero 'también a las fuerzas rusas'.

El motivo por el que Alemania quiere llenar el vacío está claro. Malí y Níger no sólo son importantes desde el punto de vista geoestratégico, sino que también son ricos en materias primas. Níger es el mayor productor de uranio de África y el quinto del mundo. Desde 2011, el país es también uno de los estados exportadores de petróleo. Otras materias primas que se extraen y procesan localmente son el fosfato, el yeso y la piedra caliza. Malí es el tercer productor de oro de África, después de Sudáfrica y Ghana, y tiene grandes depósitos de bauxita, fosfato y mineral de hierro, entre otros minerales.

La visita de Scholz a Senegal pone de manifiesto el ansia de Alemania por los recursos minerales y las materias primas africanas, que se ha intensificado con el conflicto con Rusia. En Senegal, son sobre todo los yacimientos de gas del país los que Alemania quiere asegurar lo antes posible.

'Quiero ser muy claro al respecto', subrayó Scholz en Dakar. 'Por supuesto, queremos cooperar con Senegal en particular no sólo en la cuestión de la futura generación de energía a partir de fuentes renovables ... sino que también queremos hacerlo en relación con la cuestión del GNL y la producción de gas aquí en Senegal'. Los dos países han empezado a 'intercambiar puntos de vista al respecto', dijo, y 'continuarán con ello muy intensamente a nivel técnico tras estas conversaciones'.

También en Sudáfrica, donde Scholz fue recibido con honores militares por el presidente Cyril Ramaphosa en Johannesburgo el martes, hay intereses energéticos en juego. El viaje incluyó una visita a Sasol. La transnacional petrolera y química es la segunda mayor empresa industrial de Sudáfrica, con más de 30.000 empleados y 17 plantas en diferentes países. Sasol es conocida por la construcción de plantas de conversión de gas en líquido, especialmente en Qatar. Hace unos días, Scholz acordó una amplia asociación energética con el emirato y el mayor exportador mundial de gas licuado.

Otro motivo de la ofensiva alemana en África es, sin duda, el temor a los disturbios revolucionarios. Nos enfrentamos a 'dramáticos desafíos globales', advirtió Scholz en Dakar. La pandemia del COVID-19, la guerra en Ucrania y la crisis climática tendrían 'consecuencias devastadoras para los Estados africanos' y 'en la realidad de nuestras vidas'. Ponen en peligro 'los logros sociales y económicos por los que ha trabajado el Sur global'. Para que 'estas crisis no aviven nuevas llamas', dijo, Alemania debe 'actuar con decisión'.

La descarada postura de Scholz en África, al igual que la guerra por delegación de la OTAN contra Rusia, que Berlín apoya plenamente, se inscribe en la tradición de las políticas coloniales y de potencia mundial asesinas de Alemania. Los belicistas de los medios de comunicación lo dicen abiertamente y exigen que Alemania se muestre aún más agresiva en la nueva lucha por África, a expensas de las potencias imperialistas nominalmente aliadas.

'Alemania debe ponerse al día', es el titular de un comentario de Nikolas Busse en el Frankfurter Allgemeine Zeitung. 'Aunque la propia Alemania fue en su día una potencia colonial', 'otros países occidentales [tuvieron] gustosamente preferencia, sobre todo Francia', se entusiasma. Esto ya no se puede tolerar 'si se quiere ser una potencia europea líder'.

(Publicado originalmente en inglés el 24 de mayo de 2022)