En un intercambio de palabras notable el jueves, Matt Lee de la Associated Press cuestionó al portavoz del Departamento de Estado Ned Price por repetir acusaciones sin base sobre un ataque inminente por Rusia contra Ucrania y presentarlas al público como “hechos” basados en “información desclasificada”.

Ned Price –un exagente de la CIA– apareció ante la prensa el jueves y declaró que “Estados Unidos tiene información de que Rusia está preparando unos ataques falsos por el ejército o las fuerzas de inteligencia ucranianos como un pretexto para otra invasión de Ucrania”.

Esto involucraría, continuó Price, la “producción de un vídeo de propaganda con escenas gráficas de explosiones falsas que mostrarían cadáveres, actores de crisis que estarían fingiendo ser dolientes, e imágenes que mostrarían ubicaciones y equipo militar destrozados –enteramente inventadas por las fuerzas de inteligencia rusas. Para hablar claramente, el desarrollo de tal vídeo de propaganda es una de las muchas opciones que el gobierno ruso está desarrollando como un pretexto falso para iniciar y potencialmente justificar una agresión militar contra Ucrania. …Los líderes rusos han indicado que están dispuestos a continuar las conversaciones diplomáticas, pero acciones como éstas sugieren que no”.

Al permitir que la prensa le hiciese preguntas, Price claramente esperaba a que todo saliera de la manera normal. Durante las últimas tres décadas, el gobierno y las agencias de inteligencia estadounidenses han inventado una mentira después de otra para justificar la invasión ilegal y la destrucción de países enteros en Yugoslavia, el Medio Oriente y África del Norte, con muy poco interrogatorio, o incluso ninguno, por los medios de comunicación. Por el contrario, el New York Times y otros medios felizmente repetían estas mentiras, y luego los medios o celebraban el bombardeo de civiles o encubrían estos crímenes de guerra.

Julian Assange, quien ha expuesto unos de los crímenes de guerra más horrendos del imperialismo estadounidense, ha sido enjuiciado, vigilado y torturado a instancias de Washington durante más de una década, y hoy en día confronta la extradición a EE.UU. La vasta mayoría de los medios de comunicación y periodistas estadounidenses han dejado atrás cualquier pretensión de defender a Assange y, en consecuencia, la libertad de publicar y de expresión.

Sin embargo, en un momento raro de lucidez y una señal de pensamiento crítico entre periodistas, Matt Lee de la Associated Press cuestionó a Prince después de la conclusión de su presentación. Vale la pena citar mucho del intercambio.

Matt Lee: ¿De cuáles acciones [que indican que Rusia no está interesada en conversaciones diplomáticas] está hablando?

Ned Price: La acción que acabo de indicar, el hecho de que Rusia sigue difundiendo la desinformación.

Matt Lee: Usted alegó que puede que lo hagan, ¿lo han hecho de verdad?

Ned Price: Lo que sabemos Matt es lo que acabo de decir, es que están involucrados en esa actividad.

Matt Lee: ¿Qué actividad? ¿Qué actividad?

Ned Price: …Les dijimos hace unas semanas que tenemos información de que Rusia también haya propuesto esto a un grupo de agentes acondicionados a llevar a cabo una [operación de] bandera falsa en el este de Ucrania. Entonces eso, Matt, sobre su pregunta, es una acción que Rusia ya ha realizado.

Matt Lee: Es una acción que ya han realizado según lo que dice usted, pero no ha mostrado ninguna evidencia para confirmar eso y voy a proseguir a la próxima pregunta aquí, que es: ¿Qué es la evidencia de que planearan [esta acción]? ¿Qué es esto? ¿Actores de crisis? ¿Realmente? Digo, usted está pisando en el territorio de Alex Jones ahora. ¿Qué evidencia tiene usted para confirmar la idea de que estén haciendo una película de propaganda?

Ned Price: Esto se deriva de información conocida al gobierno estadounidense, información de inteligencia que hemos desclasificado.

Matt Lee: Bueno, ¿pues dónde está ella? ¿Dónde está esta información?

Ned Price: Es información de inteligencia que hemos desclasificado.

Matt Lee: Pero ¿dónde está? ¿Dónde está la información desclasificada?

Ned Price: Acabo de entregarla.

Matt Lee: No, usted presentó una serie de acusaciones. …

Ned Price: ¿Qué quiere usted, Matt?

Matt Lee: Quiero ver un poco de evidencia que usted puede mostrar que confirma que los rusos han estado haciendo esto.

Ned Price: Usted ha estado haciendo esto durante–

Matt Lee: Es cierto, he estado haciendo esto durante mucho tiempo. …Yo recuerdo las ADM [armas de destrucción masiva] en Irak, y recuerdo que Kabul no iba a derrumbarse. …Yo recuerdo muchas cosas. Por eso, ¿dónde está la información, aparte de afirmaciones expresadas por usted?

Con una sola pregunta–“¿qué evidencia tiene?”–Lee confundió a Price completamente y expuso un hecho básico: La campaña de prensa actual sobre una “invasión rusa” de Ucrania supuestamente inminente y de “ataques de bandera falsa” no tiene más credibilidad que las mentiras de Colin Powell sobre “armas de destrucción masiva” en Irak.

La campaña tiene el objetivo de crear un pretexto para un conflicto, así como las condiciones en que se puede echar la culpa a Rusia por comenzarla. De hecho, las acusaciones sobre una “operación de bandera falsa” que Rusia está preparando indican claramente que la CIA y la Casa Blanca están organizando una verdadera operación de bandera falsa. Los auxiliares y ejecutores más probables son las fuerzas aliadas en Ucrania, y las principales entre todas serán los paramilitares neonazis como el Batallón de Azov, que han recibido muchas armas y fondos de Washington y la OTAN durante los últimos años.

Pero el intercambio no terminó con eso. Claramente irritado porque Lee abandonaba la narrativa aprobada, Price dijo, “Lo lamento si no le gusta a usted el contenido, lo lamento que está dudando la información que tiene el gobierno estadounidense. …Si duda la credibilidad del gobierno estadounidense, del gobierno británico y de otros gobiernos y quiere confiar en la información que emiten los rusos, eso puede hacer”.

La duda implícita de la “lealtad nacional” de Matt Lee –“si quiere confiar en la información que emiten los rusos, eso puede hacer”– tiene un acento siniestro y amenazante. Indica claramente que las preparaciones para la guerra y la dictadura están en curso. Creen que todos se deben alinear con el gobierno por “la unidad nacional” y “la defensa de la patria”. Los que cuestionan al gobierno estadounidense, las agencias de inteligencia y el ejército serán representados como “amigos de Putin” y, en consecuencia, “traidores” contra su patria.

La primera víctima de la guerra es la verdad. Esto explica por qué el papel de los medios de comunicación –es decir, la transformación de los medios en una herramienta de propaganda del gobierno–es crítico para cada esfuerzo bélico. El mero hecho de que Price estuviera desconcertado porque un periodista de largo plazo se atrevió a “dudar la credibilidad del gobierno estadounidense, el gobierno británico y otros gobiernos” –la obligación profesional más básica de cualquier periodista que merece el nombre– demuestra que la integración de los medios con el estado y el aparato de seguridad ya está bien desarrollada.

Pero el intercambio también demuestra algo más: el nerviosismo extremo de la clase dirigente. La pregunta periodística más básica claramente confundió a Price y expuso las invenciones del esfuerzo propagandístico más reciente de la máquina estatal estadounidense como un castillo de naipes, listo para colapsar con la menor presión.

No se puede entender ni este nerviosismo ni la histeria y preparaciones bélicas fuera de su contexto de clase. EE.UU. es un polvorín. Más de 900.000 personas se han muerto a causa de COVID-19 en una pandemia prevenible. Millones de obreros han sufrido de la miseria social y la muerte de sus seres queridos, mientras los milmillonarios y “especuladores pandémicos” han aumentado su riqueza a una cifra asombrosa. Estas condiciones se reflejan internacionalmente.

Para desviar las tensiones hacia afuera y prevenir una explosión social, la burguesía ve sola una manera de escaparse: la guerra. Pero las mismas tendencias objetivas impulsan a la clase obrera internacional al camino contrario, el camino hacia la revolución social. Es este desarrollo que debe ser la base de construir un movimiento socialista antibélico.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 5 de febrero de 2022)