La semana pasada, surgieron informes de que la Comisión Federal Marítima de EE.UU. podría investigar si España está 'creando condiciones desfavorables para el transporte marítimo en el comercio exterior de EE.UU. al negar a ciertos buques el acceso a sus puertos'.
Se trata de dos buques portacontenedores operados por la empresa danesa Maersk, que forma parte del Programa de Seguridad Marítima (MSP), una flota de buques comerciales a disposición del Departamento de Defensa de Estados Unidos en casos de guerra. A los dos barcos se les negó la entrada al puerto español de Algeciras el 8 y el 14 de noviembre provenientes de Nueva York, transportando armas destinadas a Israel. La FMC podría imponer multas de hasta 2.180 millones de euros por buque e incluso podría prohibir la entrada de barcos españoles en puertos estadounidenses.
El 16 de mayo, el gobierno español, formado por el Partido Socialista (PSOE) y su aliado pseudoizquierdista Sumar, anunció su intención de prohibir que los barcos que transportan material militar para Israel atraquen en puertos españoles.
La amenaza de Washington es una clara señal de que no tolerará ninguna oposición que le impida armar a Israel para el genocidio de los palestinos en Gaza. Esto se produce después de que un informe de Amnistía Internacional acusara a Israel de genocidio, citando cifras oficiales de 44.580 muertos y estimaciones de hasta 186.000 en un estudio publicado por The Lancet. Amnistía argumentó que este asesinato en masa se debe a una intención genocida, que es evidente desde los líderes del gobierno israelí hasta los soldados individuales.
A pesar de esto, Estados Unidos y otras potencias imperialistas siguen respaldando a Israel como parte de su agenda para remodelar el Medio Oriente bajo control del imperialismo.
Pero si bien las amenazas de EE.UU. podrían sugerir que Madrid está bloqueando el envío de armas destinadas a Israel, la realidad es que se trata de casos aislados y selectivos destinados a oscurecer la cooperación activa de Madrid en el comercio de armas, así como otros apoyos al régimen sionista. Es parte del intento de España de posicionarse como simpatizante de los palestinos, por ejemplo, al reconocer verbalmente un inexistente Estado palestino.
Una investigación de Progressive International (Internacional Progresista) y Palestinian Youth Movement publicada por ElDiario.es el 3 de noviembre denunciaba que entre mayo y septiembre al menos 25 barcos transportando armamento desde EE.UU. hacia Israel hicieron escala en el puerto de Algeciras. Se transportaron unas 13.000 toneladas de armamento como vehículos blindados, motores, piezas de vehículos y de aeronaves, neumáticos para aviones, cuerpos de proyectiles o equipo militar diverso.
Este informe proporciona pruebas innegables de que, a pesar de las promesas en sentido contrario, el gobierno PSOE-Sumar sigue colaborando en el genocidio de Gaza. El mismo artículo de ElDiario.es informaba de que los barcos Maersk Denver y Maersk Seletar, que transportaban armas, tenían previsto llegar a Algeciras en los días siguientes. Ante esta revelación, el gobierno decidió actuar para evitar quedar desenmascarado. El 7 de noviembre, el Ministerio de Asuntos Exteriores anunció que ambos barcos no podrían atracar en España.
Dos días antes en un acto de cinismo y buscando ocultar la responsabilidad de Sumar, su diputado Enrique Santiago, además Secretario General del estalinista Partido Comunista, presentó un escrito ante la Fiscalía General del Estado en el que pedía que se adoptaran medidas “ante la llegada (...) de dos cargueros desde Estados Unidos con destino a Israel que iban a hacer tránsito por Algeciras”.
Es decir, Santiago pedía a la fiscalía que actuara contra el gobierno en el que su propio partido participa y sus compañeros se sientan como ministros. Santiago buscaba aparentar así que Sumar actuaba contra el genocidio cuando en los meses anteriores no habían hecho nada ante la continuada llegada de barcos con armas para Israel a Algeciras.
La postura cínica del PSOE-Sumar quedó aún más expuesta cuando se negó a discutir en el Parlamento el acuerdo de confidencialidad firmado en 2014 por el derechista Partido Popular, entonces en el poder, con el Ministerio de Defensa de Israel. Este acuerdo garantiza el secreto absoluto en los acuerdos de armas entre los dos países.
No obstante, la información sobre los barcos que atracan en Algeciras y su carga es pública y bien conocida. Si PSOE y Sumar no actuaron en los meses anteriores es porque comparten la misma política genocida que el gobierno de Estados Unidos. Sólo se vieron obligados a actuar cuando sus mentiras fueron denunciadas, y su complicidad en el genocidio de Israel se hizo innegable.
Una investigación realizada por Alejandro Pozo, del Centre Dèlas de Estudios por la Paz, señalaba que Algeciras servía de puerto de tránsito para armamento hacia Israel desde mucho antes de mayo de este año. Pero Pozo indica también los puertos de Valencia y Barcelona sirven como conexión entre Nueva York, Norfolk y Savannah, los principales puertos de exportación de armas a Israel, y los dos principales puertos israelís, Haifa y Ashdod.
Como el caso de Algeciras la información sobe los barcos y la carga que transportan que llega a Valencia y Barcelona es publica y se puede consultar incluso en las webs de ambos puertos. Pozo señala que la llegada de barcos con armas hacia Israel es la norma y no la excepción.
Estos puertos son esenciales para el genocidio y la ofensiva militar de Israel en todo Oriente Medio, incluidos el Líbano, Siria y Yemen, y los preparativos para la guerra contra Irán. Sin la ruta del Mediterráneo, los barcos que transportan armas de Estados Unidos tendrían que circunnavegar África y entrar a través del Mar Rojo, una alternativa mucho más larga, costosa y arriesgada, donde el gobierno hutí de Yemen ha intentado detener el comercio de armas atacando barcos.
Al permitir el uso de estos puertos, PSOE y Sumar se alinean con la estrategia global de EE.UU. y la OTAN en su conflicto contra China, Rusia y sus aliados.
Esta política también sería imposible sin la colaboración de los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) vinculado a Sumar, del socialdemócrata Unión General de Trabajadores (UGT) y de la anarcosindicalista Confederación General del Trabajo.
Estos podían haber movilizado a sus afiliados para bloquear a los barcos con armas hacia Israel en los puertos españoles siguiendo el ejemplo de los estibadores griegos que en octubre impidieron que un contenedor con municiones fuera cargado en un barco con destino al puerto de Haifa. Tales acciones fueron demandadas por los sindicatos palestino s al comienzo de la invasión israelí hace más de un año.
De hecho, una acción internacional coordinada de los trabajadores portuarios podría bloquear el envío de armas y otros recursos a Israel, deteniendo el genocidio en Gaza y movilizando a los trabajadores para una ofensiva política más amplia contra el imperialismo. Sin embargo, las burocracias de Estados Unidos y la Unión Europea no han hecho prácticamente nada en este sentido, permitiendo que el comercio de armas continúe.
En España, tratando de ocultar su colaboración con Israel y el imperialismo, CCOO, UGT y CGT enviaron una carta al gobierno español solicitando un embargo de armas a Israel y el desarrollo de un protocolo para la inspección de los buques con destino a Israel.
Este fue un acto despreciable. Todos estos burócratas saben perfectamente que con esta carta no se logrará nada. No es más que una maniobra para enmascarar su inacción, que en última instancia sirve para defender los intereses imperialistas de España y de la OTAN.
El gobierno PSOE-Sumar, y anteriormente la coalición PSOE-Podemos, llevan años preparando a España para la guerra imperialista. Han aumentado exponencialmente el gasto militar hasta niveles récord, han desplegado más soldados en misiones de la OTAN que nunca y ni siquiera han detenido la compra de armas a Israel.
Existe una oposición significativa entre los trabajadores a esta política. Esto quedó demostrado el año pasado con el anuncio de 1.200 trabajadores portuarios de la Organización de Estibadores Portuarios de que se negarían a prestar servicio a cualquier barco que transportara material bélico a Israel.
Los llamamientos morales a los gobiernos imperialistas no lograrán nada. Los trabajadores solo pueden intervenir para detener el genocidio si se convierten en un movimiento internacional más amplio, construyendo comités de base y quitando el control de sus luchas de las manos de las burocracias sindicales. Sólo esto puede permitir a la clase obrera ejercer plenamente su poder contra la guerra y el genocidio de Gaza.
Esto requiere librar una lucha política contra los gobiernos de la OTAN, incluidos los partidos pseudoizquierdistas como Sumar en España, que apoyan el esfuerzo bélico israelí.
(Publicado originalmente en inglés el 12 de diciembre de 2024)