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Perspectiva

Olaf Scholz, el canciller de la guerra alemán, visita Kiev

Si alguien todavía necesita pruebas de que Olaf Scholz no es un “canciller de la paz sensato”, como intentó presentarse durante la campaña electoral alemana, sino un agresivo canciller de la guerra, su visita sorpresa a Kiev el lunes lo demuestra. Scholz llegó a Kiev en tren nocturno para prometer al presidente ucraniano Volodímir Zelenski más entregas de armas y comprometerse aún más profundamente con la guerra contra Rusia.

El presidente ucraniano Volodímir Zelenski (derecha) y el canciller alemán Olaf Scholz inspeccionan drones durante la visita de Scholz a Kiev, Ucrania, 2 de diciembre de 2024 [AP Photo/Efrem Lukatsky]

A su llegada, Scholz declaró: “Durante más de 1.000 días, Ucrania se ha estado defendiendo heroicamente contra la despiadada guerra de agresión rusa”. Describiendo la guerra en estos términos, Scholz prometió la solidaridad de Alemania y se jactó de que seguiría siendo el “mayor defensor de Ucrania en Europa”. Luego anunció otros €650 millones ($682 millones de dólares) en armamentos, que se entregarán en diciembre.

Según Scholz, el Gobierno alemán ha proporcionado o prometido €28 mil millones ($29 mil millones) en ayuda militar a Ucrania, una suma asombrosa que incluye 106 tanques de batalla Leopard 1 y 2, 140 vehículos de combate de infantería Marder y cientos de tanques y vehículos blindados adicionales, junto con obuses, sistemas antiaéreos y grandes cantidades de municiones y equipos.

La lista cada vez mayor de servicios de apoyo militar para Ucrania ofrece un vistazo a los otros equipos militares que Berlín quiere entregar de inmediato: 47 tanques de batalla Leopard 1, 15 cañones antiaéreos Cheetah, 9 tanques de recuperación, 15 sistemas de defensa aérea IRIS-T, 4.000 drones armados, 876 drones de reconocimiento, 6 helicópteros multipropósito Sea King Mk41 con piezas de repuesto y muchos otros equipos de guerra.

La visita de Scholz y las entregas de armas de Alemania forman parte de una ofensiva imperialista coordinada para escalar la guerra contra Rusia, acercando al mundo a una catástrofe nuclear. El domingo, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, anunció que el Gobierno saliente de Biden planea hacer “envíos masivos de armas” en los 50 días previos a que Trump asuma el cargo, con el objetivo de “fortalecer la posición [de Ucrania] en el campo de batalla”.

Las potencias europeas están sacando partido de la reelección de Donald Trump y la incertidumbre sobre si recortará la ayuda militar estadounidense a Ucrania intensificando la guerra en pos de sus propios intereses imperialistas. Tras la decisión de permitir que Ucrania ataque el territorio ruso con misiles de crucero occidentales, los preparativos están en marcha para una escalada aún mayor.

¡La alarma debe activarse! Los políticos y los medios de comunicación ahora hablan abiertamente de la guerra con Rusia, incluido el posible uso de armas nucleares. Un informe del 21 de noviembre en el New York Times reveló que el Gobierno de Biden está discutiendo permitir que Ucrania despliegue armas nucleares.

Según el Times, “Varios funcionarios del Gobierno incluso insinuaron que Biden podría permitir que Ucrania vuelva a tener armas nucleares, como fue el caso antes de la caída de la Unión Soviética”. El Times añadió: “Eso sería un factor disuasivo inmediato y enorme, pero también complicado y tendría graves consecuencias”.

Un titular en el British Guardian durante el fin de semana dice: “¿Sobrevivirías 72 horas? Alemania y los países nórdicos preparan a los ciudadanos para una posible guerra”. El periódico informa: “Las aplicaciones y los folletos ofrecen consejos sobre cómo construir un búnker, almacenar alimentos y vivir sin electricidad en caso de que ocurra lo peor”.

Añade:

Alemania está desarrollando una aplicación para ayudar a las personas a localizar el búnker más cercano en caso de ataque. Suecia está distribuyendo un folleto de 32 páginas titulado “Si llega la crisis o la guerra”. Medio millón de finlandeses ya han descargado una guía de preparación para emergencias.

Si la perspectiva de un conflicto más amplio en Europa parece remota para muchos, algunos países al menos lo están tomando en serio y, en el término utilizado por el ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, están tomando medidas para que las poblaciones estén kriegstüchtig: listas para la guerra.

Nadie debería hacerse ilusiones sobre lo que esto significa. Las élites gobernantes están planeando nada menos que la militarización total de Europa. Esto incluye la reintroducción del reclutamiento, el despliegue de tropas de combate en Ucrania, un aumento masivo en el gasto de defensa a expensas de los salarios y los programas sociales, así como el establecimiento de una economía de guerra y Estados policiales fascistas para reprimir la resistencia popular.

El World Socialist Web Site ha descrito la presidencia de Trump como un “realineamiento violento de la superestructura política estadounidense para que se corresponda con las relaciones sociales reales que existen en Estados Unidos”. La clase dominante depende del fascista Trump para implementar una política de contrarrevolución social y guerra mundial, que es diametralmente opuesta a los intereses de la gran mayoría.

Los mismos procesos están en marcha en Europa. En Alemania, las elecciones parlamentarias están siendo utilizadas por la clase dominante para allanar el camino para un Gobierno de extrema derecha capaz de hacer cumplir brutalmente los intereses del capitalismo y el imperialismo alemanes, tanto en el país como en el extranjero.

En las primeras etapas de la contienda electoral alemana, los políticos y los medios de comunicación se arrojan a fomentar un frenesí de guerra, con llamados a emprender la guerra más agresivamente, así como los recortes masivos para financiarla. El candidato de la Unión Demócrata Cristiana, Friedrich Merz, y el candidato de Los Verdes, Robert Habeck, se han comprometido a suministrar a Ucrania misiles de crucero Taurus si son elegidos, que tienen un mayor alcance que los misiles comparables estadounidense y británico-franceses, y son capaces de atacar directamente a Moscú. 

Si bien Scholz hasta ahora se ha negado a entregar misiles Taurus, constantemente se jacta de ser el canciller de la zeitenwende (“nueva época”) y que busca armar a Ucrania hasta los dientes. Junto con el ministro de Defensa Pistorius, Scholz se apresura a finalizar los proyectos de rearme, incluyendo submarinos, buques de guerra y la modernización de los misiles Taurus. Esto demuestra que los socialdemócratas se mueven en la misma dirección que los otros partidos.

Al igual que en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, hay poderosas fuerzas objetivas impulsando a la clase dominante hacia la guerra y el fascismo. La emergente Tercera Guerra Mundial, que abarca la ofensiva contra Rusia y el genocidio en curso en Gaza y su expansión por todo Oriente Próximo, no es una “guerra defensiva” por la libertad y la democracia, sino un conflicto depredador que busca el reparto imperialista del mundo.

La agencia federal de comercio exterior de Alemania, GTAI, reconoció abiertamente a principios de 2023 que “la guerra en Ucrania también es una batalla por las materias primas”. El país tiene “grandes depósitos de hierro, titanio y litio, que ahora están parcialmente controlados por Rusia”, dijo. Y, por supuesto, hay aún mayores riquezas de minerales críticos y petróleo y gas en la propia Rusia, que las potencias europeas y, sobre todo, Berlín quieren controlar.

La clase dominante está reviviendo sus políticas imperialistas del siglo XX. En la Primera Guerra Mundial, Alemania tenía como objetivo establecer un Estado vasallo ucraniano bajo el Reich. Esta política fue ampliada por Hitler durante la Segunda Guerra Mundial, mediante la subyugación de Ucrania como piedra angular de la guerra de aniquilación nazi contra la Unión Soviética. Hoy en día, Berlín trabaja abiertamente con los herederos de los colaboradores ucranianos de los nazis. Significativamente, en una imagen que Scholz publicó de sí mismo y Zelenski en X, la insignia del batallón fascista Azov se puede ver en la esquina inferior derecha.

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Otro factor que está impulsando la escalada de la guerra por parte de la burguesía alemana y europea es la intensificación de la lucha de clases. El viernes, los trabajadores en Italia realizaron una huelga general de un día. Unos días antes, tuvo lugar una huelga general en Grecia. Estos son presagios de feroces luchas de clases que los sindicatos están tratando desesperadamente de controlar. En Alemania, decenas de miles de trabajadores de Volkswagen protestaron el lunes con huelgas contra los despidos masivos y los cierres de plantas, que están siendo implementados por los sindicatos. Una oposición similar se está gestando en otras grandes empresas automotrices e industrias.

Para la clase dominante, la guerra siempre es también un medio para desviar las tensiones de clase hacia afuera y criminalizar y reprimir por la fuerza cualquier resistencia interna. La situación es extremadamente peligrosa, pero los acontecimientos que tienen lugar ahora conducirán a una enorme explosión de la lucha de clases. 

“La cuestión crucial es armar este movimiento con un liderazgo revolucionario y una perspectiva socialista”, declaró el Sozialistische Gleichheitspartei (Partido Socialista por la Igualdad, SGP) en su declaración electoral. “Solo si las masas intervienen de forma independiente en los acontecimientos políticos, expropian a los grandes bancos y corporaciones y los colocan bajo control democrático, se puede detener la guerra y la catástrofe social”.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 2 de diciembre de 2024)

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