Las fuerzas ucranianas se retiraron el sábado de la destruida ciudad oriental de Avdeevka, tras meses de sangrientos combates que causaron la muerte de decenas de miles de soldados y terminaron en una clara debacle para el gobierno del presidente Volodymyr Zelensky.

La caída de la ciudad, antes controlada por Ucrania, fue anunciada primero por el recién nombrado comandante en jefe de Ucrania, Oleksander Syrsky, en Facebook. Syrsky escribió que había dado la orden de retirada 'para evitar el cerco y preservar la vida y la salud de los militares'.

Las afirmaciones de Syrsky sobre su preocupación por el bienestar de los soldados ucranianos son interesadas y no pueden tomarse en serio, pues el riesgo de cerco ya era bien conocido a principios de febrero. Al parecer, Syrsky, que recientemente sustituyó al ex general Valery Zaluzhny como jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, siguió aferrándose a la ciudad y enviando refuerzos por orden directa de Zelensky. Según fuentes rusas, en el punto álgido de los combates el mes pasado, las fuerzas ucranianas sufrían bajas de hasta 1.500 soldados al día.

El Ministerio de Defensa ruso confirmó más tarde que las fuerzas rusas habían tomado el control de la ciudad el domingo, lo que supone su victoria más importante desde la sangrienta batalla por la ciudad de Bajmut en mayo de 2023, que se conoció como una 'picadora de carne' debido a las bajas masivas en ambos bandos. Del mismo modo, Syrsky dirigió la defensa ucraniana de Bakhmut siguiendo órdenes directas de Zelensky, lo que provocó la muerte de decenas de miles de soldados ucranianos, muchos de ellos veteranos experimentados.

Los vídeos difundidos desde drones rusos en Avdeevka también parecen mostrar a soldados ucranianos retirándose al azar mientras son atacados por fuego de artillería y ataques aéreos rusos, dejando atrás múltiples vehículos militares. Los vídeos contradicen claramente las afirmaciones de Syrsky de una retirada ordenada, ya que fueron grabados un día antes de que Syrsky ordenara la retirada.

El martes, aparecieron nuevas pruebas de la debacle cuando el New York Times informó de que 'cientos' de soldados ucranianos habían sido rodeados y capturados a pesar de las garantías de una retirada ordenada por parte de los oficiales ucranianos.

En los días previos a la retirada fallida, Ucrania ordenó a su 3ª Brigada de Asalto Separada que entrara en combate en un último esfuerzo por mantener la ciudad. Mientras que los medios de comunicación occidentales pro-OTAN, como el New York Times, informaron sobre el despliegue de la brigada como un acto heroico, no mencionaron que la 3ª Brigada de Asalto Separada está compuesta por soldados de extrema derecha del Batallón Azov. Está dirigida por el neonazi Andry Biletsky, fundador del Batallón Azov, que ha llamado a una 'cruzada de las naciones blancas del mundo contra los subhumanos semitas'.

De los aproximadamente 30.000 habitantes que había antes de la guerra, sólo quedan 900 civiles en la ciudad, en gran parte arrasada. La mayoría vive en sótanos y refugios subterráneos.

Tras el estallido de la guerra a gran escala en febrero de 2022, Ucrania estacionó a más de 10.000 soldados en Avdeevka, de importancia estratégica por su proximidad a Donetsk. El control por parte de Kiev otorgó a las fuerzas ucranianas la capacidad de atacar con artillería la densamente poblada Donetsk e intentar potencialmente 'retomar' la ciudad, que había estado bajo el control de los separatistas apoyados por Rusia desde que el golpe de Estado respaldado por la OTAN derrocó al presidente electo Víktor Yanukóvich en 2014.

Como de costumbre, tanto los funcionarios ucranianos como los occidentales culparon de la pérdida de Avdeevka a la insuficiente financiación de sus patrocinadores imperialistas. El sábado, en la Conferencia de Seguridad de Múnich, Zelensky culpó a los republicanos en el Congreso de frenar la ayuda militar adicional por las exigencias de tomar medidas enérgicas contra los migrantes en la frontera sur de Estados Unidos.

'Por favor, recuerden todos que los dictadores no se van de vacaciones. El odio no conoce pausas. La artillería enemiga no se calla por cuestiones de procedimiento. Los guerreros que se enfrentan al agresor necesitan fuerza suficiente', afirmó Zelensky.

En una maniobra conjunta de relaciones públicas claramente ensayada, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se hizo eco de los comentarios de Zelensky. Según una lectura de una llamada telefónica con Zelensky el sábado, Biden declaró: 'El ejército ucraniano se vio obligado a retirarse de Avdeevka después de que los soldados ucranianos tuvieran que racionar la munición debido a la disminución de los suministros como consecuencia de la inacción del Congreso, lo que provocó los primeros avances notables de Rusia en meses'.

Como predijeron los expertos militares, con la prolongación de la guerra, la superioridad numérica y militar de Rusia es cada vez mayor sobre las fuerzas ucranianas, que sufren una grave escasez de mano de obra y municiones. Con la pérdida de Avdeevka, los medios de comunicación occidentales reconocen abiertamente el riesgo de que Ucrania sufra nuevas pérdidas.

'Si los rusos tuvieran fuerzas, abrirían una brecha e intentarían llegar hasta el río Dnipro si pudieran en este momento. Aparentemente, eso no está ocurriendo', declaró a la CNN el general retirado Wesley Clark, ex comandante de la OTAN. 'Avdeevka protegía una serie de cruces de carreteras que mantenían unido un frente oriental para los ucranianos. Y así, cuando cae y no hay terreno fácilmente defendible al oeste de Avdeevka, se abre un agujero en las defensas ucranianas'.

'En la batalla de Avdeevka están utilizando su poder aéreo con mucha más eficacia que en el pasado. Podrían iniciar una guerra de movimientos al este del río Dnipro. Podrían desplazarse muchos, muchos kilómetros y dislocar seriamente las defensas que protegen Kharkiv e incluso la propia Kiev. Por tanto, es un momento muy peligroso de la guerra', advirtió Clark.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 21 de febrero de 2024)