Stellantis reportó ganancias por 20.000 millones de dólares en 2023, un 11 por ciento más que en 2022. La farsa denominada “huelga de pie” del sindicato automotriz, United Auto Workers (UAW), tuvo un impacto relativamente diminuto en las ganancias del segundo semestre de la empresa, que se situaron en $10.960 millones de dólares en comparación con $12.160 millones del año anterior.
Con base en esta fortuna, los ejecutivos de la empresa anunciaron que se pagará a los accionistas un dividendo de $1,66 por acción y se iniciará un programa de recompra de acciones por un monto de $3.200 millones — duplicando el monto de $1.600 millones entregado a los accionistas el año pasado. Pero a pesar de este aumento en las ganancias, Stellantis anunció que el pago por reparto de utilidades a los trabajadores por hora en los EE.UU. se verá reducido a $13.860, comparado con $14.760 en 2022.
Sólo 38.000 de los 43.000 trabajadores de Stellantis participarán en el reparto de utilidades, ya que el UAW supuestamente acordó excluir a los trabajadores temporales y a los empleados suplementarios (SE).
Según el periódico Detroit News, “Los empleados suplementarios, a diferencia de sus homólogos, los trabajadores temporales de General Motors Co. y Ford Motor Co., no serán elegibles para participar en el reparto de utilidades de este año. Antes del nuevo contrato del año pasado, los suplementarios representaban el 12 por ciento de la fuerza laboral sindicalizada de Stellantis en los EE.UU., aunque el UAW logró un acuerdo para convertirlos a tiempo completo después de nueve meses de empleo”.
Esto contradice directamente las afirmaciones hechas por el UAW en los anuncios que proporcionaron a los trabajadores el otoño pasado resaltando las “ventajas” del contrato, en los cuales destacaban que los “empleados suplementarios serán elegibles para recibir reparto de utilidades, asistencia en colegiaturas y beca para dependientes”.
Para conseguir que los trabajadores aprobaran un contrato que favorece a la compañía, la burocracia del UAW no solo mintió sobre la participación de los empleados temporales en el reparto de utilidades. También afirmó que estos trabajadores, que mes a mes pagan cuotas sindicales, serían convertidos a tiempo completo después de trabajar durante nueve meses como temporales. En lugar de eso, el UAW aceptó que se despidiera a más de 2.300 de los 5.219 trabajadores suplementarios empleados por la empresa, que actualmente ejecuta dicho despido.
Las ganancias netas en Norteamérica sumaron $8.271 millones. La empresa reportó que la huelga del UAW causó pérdidas por menos de $800 millones.
En un comunicado de prensa, el CEO de Stellantis, Carlos Tavares, dijo, “Los resultados financieros récord de hoy son prueba de que nos hemos convertido en nuevo líder mundial de la industria y que nos mantendremos estables frente a un 2024 turbulento. Gracias a la flexibilidad de nuestra tecnología y a nuestra planificación de producto, nos encontramos preparados para enfrentar los diversos escenarios que puedan surgir, así como seguir cumpliendo los objetivos de nuestro plan estratégico Dare Forward 2030.”
Tavares dijo que espera que el 2024 sea mejor que el 2023, el cual fue “nada malo en términos de ganancias”.
El CEO de Stellantis afirmó: “Nuestros programas de reparto de utilidades reflejan tanto el gran desempeño como los logros de nuestros empleados. Representan el justo reconocimiento a su compromiso de obtener el éxito trabajando en equipo”.
Esto es una mentira descarada. De hecho, los inversionistas acaudalados, que no hacen nada del trabajo, se llevarán la mayor parte de la recompensa. Bajo el programa de recompra de acciones de la empresa, la bonificación que recibirán los altos ejecutivos y los accionistas adinerados superará por mucho lo que los trabajadores recibirán como reparto de utilidades. Si las utilidades fueran divididas equitativamente entre todos los 240.000 trabajadores globales de Stellantis, cada uno de ellos recibiría alrededor de $80.000.
El reporte de ganancias récord de Stellantis ha enfurecido aún más a los trabajadores que enfrentan una nueva ronda de recortes de costes a raíz del contrato vendido del UAW del 2023.
Hannah, una empleada suplementaria que fue despedida de Stellantis Warren Truck y miembro del recién formado Comité de Base por la Lucha en contra de los Recortes Laborales, dijo, “El UAW dijo que los trabajadores temporales iban a participar en el reparto de utilidades. Después de que Stellantis anunció sus ganancias, estábamos 110 por ciento seguros de participar en ellas. Pero en cambio, nos están negando los cheques de reparto de utilidades a pesar de que nosotros fuimos los que generamos las ganancias del año pasado. Ni los trabajadores que recibieron cheques están recibiendo su verdadero valor.
“La ‘huelga stand up’ de Fain no afectó nada las ganancias de la empresa. Queríamos irnos a huelga todos juntos, pero los líderes del UAW nos robaron nuestro derecho a la huelga. Realmente queríamos enfrentar a la compañía, pero nos privaron de nuestros derechos”.
Un trabajador veterano en el Complejo de Ensamblaje de Stellantis Toledo dijo, “Una vez que comparas el impacto con las cifras totales, la huelga sólo les costó unos centavos. Tenemos un problema con la compañía cuando anuncia el reparto de utilidades al mismo tiempo que anuncian una recompra de acciones por $3.000 millones. Nos están quitando ese dinero. Esperaron para anunciar el reparto de utilidades hasta después de que Ford y GM lo hicieran, pero el nuestro debió haber sido de $14.000 a 16.000.
“La gente esta hablando de esto en toda la planta. Los trabajadores están exigiendo que el jefe del taller renuncie. Él ha estado totalmente callado. La única respuesta que nos da es que ‘estamos trabajando en ello’. Lo que realmente significa es que no están haciendo nada.
“Los suplementarios no recibirán nada, pero esas ganancias no solo las produjeron los empleados de tiempo completo”, dijo el trabajador de Jeep Toledo.
El informe de utilidades de Stellantis coincide con su aceleración en la implementación del plan estratégico de reducción de costes Dare Forward 2030 en la transición a los vehículos eléctricos. Esto ha incluido el despido sumario de cientos de trabajadores temporales en los Estados Unidos. Stellantis recientemente despidió a los empleados del tercer turno en la planta Mack de Ensamblaje de Detroit, un total de 2.445 trabajadores, incluyendo 750 suplementarios, muchos de los cuales nunca serán recontratados. El lunes, Stellantis llevará a cabo otro recorte laboral, donde 1.225 trabajadores del Complejo de Ensamblaje en Toledo perderán su empleo.
El UAW afirmó que 900 suplementarios en la planta serían convertidos a tiempo completo. En vez de eso, la empresa elegirá de un grupo de temporales de toda la empresa a los cuales asignará al complejo en Toledo sin tomar en cuenta las fechas de contratación. De estos, sólo 372 permanecerán en Toledo, mientras que 500 serán transferidos a la planta de Jefferson en Detroit, donde aún más trabajadores perderán el empleo.
“La lista consistirá en los trabajadores temporales que serán reasignados, y el 80-90 por ciento serán enviados por la planta de ensamblaje en Jefferson a la planta de secuenciación automotriz en Detroit”, dijo el trabajador de Jeep Toledo al WSWS. “Es un traslado de 45 a 50 minutos. Esa planta cerrará pronto, y todos serán despedidos permanentemente. Todo el mundo lo sabe. Es increíble. El sindicato lo sabía. Tiene que haberlo sabido.”
La destrucción de empleos en los EE.UU. es parte de una campaña global de reducción de costes. Recientemente en Italia, los trabajadores se fueron a la huelga por los planes de Stellantis de recortar a 2.455 trabajadores de la planta de Mirafiori en Turín ante amenazas de cerrar toda la instalación. Stellantis también está recortando los empleos de 600 trabajadores contratados en la planta de Mulhouse en el este de Francia.
Tavares ha dejado claro que la transición a la producción de vehículos eléctricos requerirá un gran recorte de costes, así como ataques a los trabajadores. Aunque en 2023 la empresa ganó dinero en la producción de vehículos eléctricos, a diferencia de Ford y General Motors, el precio de venta de estos vehículos aún no es competitivo con Tesla y los fabricantes de China.
“Estamos trabajando muy, muy duro para igualar los márgenes de utilidad de los vehículos electrificados con los de los vehículos de combustión interna”, dijo Tavares. Agregó, “Nuestra misión es reducir los costes tan rápidamente como sea necesario para absorber los costes adicionales de la electrificación y vender los vehículos al mismo precio que los coches de combustión porque las compañías chinas saben cómo hacerlo”.
Todos los fabricantes de automóviles en el mundo se encuentran en una batalla para eliminar empleos y reducir costos laborales. Las implicaciones fueron concretamente señaladas en una declaración emitida por el CEO de Ford, Farley, en comentarios el jueves. En relación a la transición a la producción de vehículos eléctricos, dijo, “Tenemos que pensar cuidadosamente sobre nuestra huella [de fabricación]” en una clara amenaza de cerrar plantas y trasladar la producción a fábricas de menor coste en México, como Farley aseveró que otros fabricantes de automóviles lo han hecho.
Farley afirmó que la decisión del UAW de irse a huelga en la Planta de Camiones de Kentucky en Louisville—que sólo duró dos semanas—cambió “nuestra relación” con el UAW.
En realidad, los contratos del UAW han dado a Ford y a otros fabricantes de automóviles la luz verde para desmantelar los empleos y los niveles de vida de los trabajadores automotores. Después de desahogarse sobre los supuestos “costos exorbitantes” del contrato vendido del UAW, Farley dijo que Ford planeaba recortar 2.000 millones de dólares en costos este año, lo que “compensaría por completo” el costo del contrato de la UAW.
Ford obtuvo $10.400 millones en utilidades el año pasado y entregó $6.800 millones a sus accionistas a través de recompra de acciones y aumentos en los dividendos. Mientras tanto, a 58.000 miembros del UAW se les está obligando a “compartir” el equivalente a menos del 9 por ciento del flujo de efectivo de la empresa.
“La empresa junto con el sindicato están viéndole la cara a la gente, y lo triste es que esto fue premeditado”, le dijo una trabajadora del centro de distribución de piezas en Centerline, Michigan, al WSWS. Agregó que nadie había trabajado en su planta durante las últimas siete semanas mientras Stellantis se preparaba para subcontratar el trabajo. “Nadie le da seguimiento y cuando lo hacen, no tienen una respuesta. Llevan 8 semanas despidiendo gente en la planta de fundición en Kokomo, Indiana, y esto es encima de las noticias en Warren Truck y Toledo. Recuerdo durante las negociaciones que Stellantis dijo que iban a recortar decenas de miles de empleos. Supongo que no estaban mintiendo, y por supuesto, van a hacer todo lo posible para no darle a la gente lo que se ha ganado”.
Hannah añadió, “Los funcionarios del UAW están de acuerdo con estos recortes de empleo. Lo único que les preocupa es mantener sus puestos a costa de los miembros. Sabían que habrían despidos masivos de los trabajadores temporales y nos lo ocultaron. Me gustaría saber qué ganaron Fain, Boyer y los demás al vendernos.
“El Comité de Base por la lucha en contra de los recortes laborales emitió nuestra carta abierta para decir la verdad y luchar para recuperar nuestros empleos y detener los despidos. Los trabajadores tienen que divorciarse del aparato del UAW y llevar adelante la lucha por su cuenta. Otros trabajadores han apoyado nuestra huelga. Pero no nos apoyaron para acabar viéndonos perder nuestros empleos después de la firma de los contratos. Los trabajadores italianos se están alzando, y nosotros también tenemos que luchar aquí. Tenemos que hacer un movimiento mundial para defender nuestros empleos”
Para llevar a cabo esta defensa de sus empleos y sus niveles de vida, los trabajadores deben expandir la red de organizaciones de base, que operan independientemente del aparato burocrático sindical. Estos comités de base luchan por transferir el poder y la toma de decisiones de la burocracia de la UAW a los trabajadores de la fábrica. Estos están afiliados a la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base (AIO-CB), que une trabajadores a través de las fronteras nacionales para defender los empleos y las condiciones de vida a nivel mundial.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 16 de febrero de 2024)
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