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Ante la llegada de cargueros a EE.UU. para romper la huelga en Canadá, los estibadores estadounidenses llaman a una huelga conjunta norteamericana

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Carguero Hapag-Lloyd AG parqueado cerca del puerto de Seattle, 30 de junio de 2021, Seattle [AP Photo/Ted S. Warren]

Cuando la huelga de 7.400 estibadores en los importantes puertos de Vancouver y Prince Rupert, en la provincia canadiense de Columbia Británica, alcanza su undécimo día, los trabajadores de los 29 puertos de la costa oeste de Estados Unidos, que también forman parte del sindicato International Longshore and Warehouse Union (ILWU), reclaman cada vez más una acción conjunta con sus hermanos y hermanas.

Jonathan (cuyo nombre se ha cambiado para proteger su identidad), un estibador ocasional de la zona de la bahía de San Francisco, declaró al WSWS durante el fin de semana: “Si ellos están en huelga, nosotros tenemos que estar en huelga con ellos para cerrar toda la costa oeste norteamericana”.

Desde hace más de un año, la burocracia sindical ha obligado a unos 22.000 estibadores de la costa oeste de Estados Unidos a trabajar sin contrato. Mientras que en Canadá se han visto obligados a convocar una huelga, el ILWU todavía no ha celebrado una votación de autorización de huelga en EE.UU. En cambio, el ILWU y la Asociación Naval del Pacífico (PMA, por sus siglas en inglés) han publicado múltiples declaraciones conjuntas en las que se comprometen a no realizar huelgas ni cierres patronales.

Los cargueros Ever Safety y MSC Sara Elena son los primeros en ser desviados de los puertos en huelga en Canadá a los muelles estadounidenses para ser descargados. Jonathan dijo, “Sería una cachetada que los descarguen. Eso verdaderamente haría daño a su huelga”.

Para los empleados ocasionales, Jonathan explicó, “el trabajo está lento. Estamos descargando nuestras propias mercancías y ninguno de los ocasionales saldrá este fin de semana. Aún así, no deberíamos descargar esos buques”.

El presidente Willie Adams del ILWU dijo en una declaración que el sindicato “no descargará fletes dirigidos a Canadá en solidaridad con nuestros hermanos y hermanas del ILWU Canadá”. Pero el hecho es que los buques desviados, con miles de millones de dólares en mercancías, no irían a puertos estadounidenses si no tuvieran una expectativa razonable de ser descargados.

En una entrevista con CNBC, Destine Ozuygur, jefa de operaciones de datos navales de la empresa de rastreo eeSea, confirmó que ambos buques no regresarán a los puertos canadienses. “Eso fue confirmado por la empresa de transporte marítimo”, dijo Ozuygur.

Según CNBC, el Sara Elena, “recibió servicios en Seattle. Posteriormente, la empresa anunció que no regresaría a Vancouver, lo que significa que el buque en dirección a Canadá fue descargado o será descargado en un puerto próximo estadounidense”.

CNBC señaló que sería “muy difícil para ILWU identificar contenedores cuyos destinos fueron cambiados porque los trabajadores sindicales no tienen acceso a la información de los contenedores por cuestiones de seguridad”.

El hecho de que ILWU mantenga a los trabajadores portuarios estadounidenses en el trabajo durante la huelga de Columbia Británica confirma el papel de la burocracia sindical como policía laboral. Para combatir esto y unir fuerzas con sus hermanos y hermanas de todo Norteamérica, los estibadores deben organizar comités de base para que la iniciativa pase del aparato a los propios trabajadores.

El ILWU no solo está aislando deliberadamente a los trabajadores estadounidenses de sus colegas canadienses, sino que está trabajando con el otro sindicato de estibadores International Longshore Association (ILA) para dividir a los trabajadores estadounidenses de la costa oeste de los de la costa este. Desde que el contrato del ILWU en Estados Unidos expiró el pasado mes de julio, la carga se ha desviado a los puertos de la costa este y del golfo de México bajo el control del ILA con el fin de socavar la posición de los trabajadores de la costa oeste.

Aunque el año pasado el ILA emitió una declaración de “solidaridad” en apoyo de las negociaciones del ILWU, el sindicato ha estado perjudicando como esquiroles a los estibadores de la costa oeste al permitir el desvío de cargamentos a los puertos del ILA.

Desafiando la promesa del ILWU de “no hacer huelga”, los estibadores han venido realizando acciones laborales cada vez más significativas a lo largo de la primavera. Tras la filtración de una insultante propuesta salarial de la PMA a principios de junio, los estibadores tomaron cartas en el asunto por cuenta propia y emprendieron paros salvajes que provocaron el cierre de los principales puertos y terminales.

Para evitar la huelga, el Gobierno de Biden envió a la secretaria de Trabajo en funciones, Julie Su, para que interviniera personalmente en las negociaciones entre el ILWU y la PMA, que comenzaron en mayo. A las 72 horas de la llegada de Su, el ILWU anunció que se había alcanzado un acuerdo provisional. Desde entonces, el presidente del ILWU, Willie Adams, no ha informado a los afiliados y ningún estibador de base ha visto ningún aspecto del acuerdo.

Mientras que el Gobierno de Biden ha tenido los ojos y los oídos puestos en las negociaciones desde el principio, a los trabajadores portuarios de base no se les ha informado de nada. “El Gobierno no debería participar en esto”, dijo Jonathan. “Al igual que hicieron con los ferroviarios, también vienen a jodernos a nosotros”.

Habló de las condiciones salariales y de vida de los estibadores. “Si acabas de convertirte en un estibador B y todo lo que estás consiguiendo es trabajo no cualificado, eso son 46 dólares la hora. Eso son como 90.000 dólares al año. No se puede vivir de eso en California. Eso es como 40.000 dólares en otro lugar.

“El salario no es tan bueno si vives en la zona de la bahía o en Seattle. Creo que los colegas de la costa este, Nueva York, tienen mejores sueldos. He mirado sus contratos. Tienen doble jornada los domingos. En la sociedad actual, 45 dólares la hora son como 20 dólares.

“Aquí, a veces los muchachos trabajan un turno, luego vuelven a la sala y trabajan otro turno. Otros solo quieren trabajar 40 horas a la semana.

“Algunos no quieren pasarse la vida trabajando. Eso me dice que el salario no está a la altura de la economía. Si firman este convenio, se van a quedar así de atrasados, se van a quedar 50 dólares por detrás de donde deberían estar para ganar un salario digno”.

Hablando de los sacrificios que hacen los obreros casuales, explicó: “Muchos de los casuales tienen un trabajo a tiempo completo. Vas allí el fin de semana y te quedas todo el fin de semana. No hay movimiento, entonces el día que tienes que llevar a tu hijo al médico, pierdes tu número. Entonces puede que no te toque otro turno hasta dentro de un mes”.

Jonathan pidió una lucha conjunta no solo con los estibadores estadounidenses y canadienses, sino también con los 340.000 trabajadores de UPS, cuyo contrato expira a finales de mes. “Estuve hablando con el chico que reparte en mi casa. Le dije que debían irse a la huelga para ayudarnos a luchar. Me dijo que solo tiene un día libre, el domingo, y que no hay aire acondicionado en los camiones.

“Se habla de que los conductores de UPS y los estibadores ganan más de 100.000 dólares, pero en mi opinión los salarios por hora no son tan altos. Solo se gana eso gracias a las horas extras. ¿Cuál sería tu salario con solo 40 horas a la semana, sin OT (horas extra)?”.

(Publicado originalmente en inglés el 10 de julio de 2023)

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