Un estudio significante publicado el 1 de julio en Nature Communications arroja luz sobre la terrible oleada de infecciones y muertes por COVID-19 que se extendió por China el pasado invierno después de que el Partido Comunista Chino (PCC) pusiera fin bruscamente a su política de 'cero COVID', que salvaba vidas. El estudio, titulado ' Breve y extenso brote de ómicron en China tras la salida repentina de la política de 'cero COVID'', es el modelo más completo publicado hasta la fecha que detalla los impactos del levantamiento rápido de todas las medidas de mitigación, pruebas y notificación de casos.

El 11 de noviembre de 2022, China comenzó a levantar su antigua política de “cero COVID', adoptando en su lugar un conjunto de 20 medidas que podrían caracterizarse como una estricta estrategia de mitigación. Los cierres de ciudades fueron sustituidos por cierres selectivas en una escala más baja. Se levantaron parcialmente las restricciones de viaje y se puso fin a las pruebas y notificaciones masivas obligatorias. El rastreo de contactos se limitó a los contactos directos de las personas infectadas y se acortaron los periodos de cuarentena.

El 7 de diciembre se levantaron por completo todas las medidas básicas de salud pública asociadas a cero COVID. Se prohibieron los encierros, se detuvo todo rastreo de contactos y se fomentó la cuarentena en el hogar en lugar de en un lugar centralizado. Las pruebas y los informes pasaron a ser voluntarios.

El estudio proporciona un desglose granular de los efectos respectivos de los cambios de política del 11 de noviembre y del 7 de diciembre, mostrando cómo las subvariantes ómicron BA.5 y BF.7, altamente transmisibles, arrasaron por la población de 1.400 millones de personas después del 7 de diciembre en particular. En este corto periodo de tiempo de menos de dos meses, se estima que el 97% de la población china (1.370 millones de personas) resultaron infectadas.

Debido al drástico descenso de las pruebas y notificaciones de COVID-19 a partir del 11 de noviembre, las cifras oficiales se volvieron rápidamente inexactas. Por ello, el estudio extrae datos de encuestas en línea realizadas por un sitio web para las autoridades sanitarias chinas el 26 de diciembre. Los autores señalan:

Desarrollamos un enfoque de modelización que integra tanto los datos oficiales de recuento de casos antes del 11 de noviembre como los datos de la encuesta de diciembre para revelar una imagen más completa de la dinámica del SRAS-CoV-2 antes y después del desmantelamiento del cero COVID. Extensos análisis de sensibilidad confirman que nuestras conclusiones son robustas a muchos supuestos sobre los datos y el modelo, y nuestros hallazgos son validados por comparación con otros dos conjuntos de datos independientes.

El estudio descubrió que el levantamiento total de cero COVID el 7 de diciembre provocó un aumento precipitado de la transmisión, reduciendo el tiempo total de duplicación de la infección de 4,7 días a 1,6 días, lo que produjo estas impactantes cifras:

Nuestros resultados sugieren que el 7 de diciembre, el día en que se anunció la salida total del cero COVID, se produjeron ~1 millón de nuevas infecciones. Debido a la altísima tasa de propagación posterior, el brote se disparó de tal forma que el 97% [95%, 99%] de la población (es decir, 1.370 millones de personas) se infectaron en diciembre. Como resultado de la naturaleza exponencial de la propagación, la gran mayoría de las personas (88% [83%, 93%] de la población) se infectaron durante el breve periodo de tiempo comprendido entre el 15 y el 31 de diciembre de 2022....

Con una tasa de letalidad de la infección entre el 0,1 y el 0,2% para la variante Omicron, esperaríamos entre 1,3 y 2,6 millones de muertes por COVID-19 en China durante diciembre de 2022 y enero de 2023 (debido al retraso desde la infección hasta la muerte).

Las conclusiones del estudio validan las continuas advertencias realizadas por el World Socialist Web Site sobre los peligros del levantamiento de cero COVID. El 15 de noviembre, el WSWS fue el primer medio de comunicación en el mundo en señalar que el PCCh estaba iniciando el proceso de levantamiento de Cero-COVID, después de más de un año de intensa presión por parte de los gobiernos occidentales y los medios de comunicación corporativos. Advertimos: 'No hay justificación científica para esta medida, que se basa únicamente en consideraciones políticas y económicas'. En los próximos días y semanas, la situación podría descontrolarse rápidamente, sobre todo en los lugares con tasas de vacunación más bajas'.

En la primera de las muchas declaraciones de Perspectiva sobre el levantamiento de Cero-COVID en China, profundizamos en estas advertencias y abogamos por la reversión de este cambio de política, señalando:

[Las leyes objetivas de la transmisión viral podrían descontrolarse rápidamente. Cualquier alejamiento de la estrategia de eliminación de cero COVID conlleva el potencial de una catástrofe monumental...

El levantamiento de cero COVID es una cuestión política a la que se enfrenta toda la población mundial. Permitir que el virus se propague en esta población inmunológicamente ingenua podría proporcionarle más de 1.000 millones de nuevos huéspedes en los que podría seguir mutando y engendrar nuevas variantes. Este cambio de política reaccionaria en China plantea, pues, la necesidad de que los trabajadores de todo el mundo renueven su lucha contra las políticas de sus propios gobiernos y se unan más allá de las fronteras nacionales.

Estas advertencias del WSWS se desarrollaron a lo largo del mes de noviembre, mientras seguíamos abogando por el despliegue total de todas las medidas de salud pública disponible. Examinando el periodo de tiempo comprendido entre el 11 de noviembre y el 7 de diciembre, el estudio deja claro que aún era posible revertir el levantamiento de cero COVID y contener el creciente brote.

A lo largo de la primera fase de eliminación de las medidas paliativas, la fase de las '20 medidas', el PCCh aún podía haber dado marcha atrás. Pero el gobierno y los medios de comunicación restaron importancia a los peligros a medida que crecía el número de infecciones. El dramático aumento de casos que se produjo al iniciarse la fase de las '10 medidas' el 7 de diciembre demuestra lo rápido que la situación se volvió catastrófica.

Fundamentalmente, el levantamiento de cero COVID no se hizo en el interés de la salud pública, sino en respuesta a las enormes presiones financieras y geopolíticas de las potencias imperialistas y a la creciente oposición dentro de sectores de la clase dirigente y la alta burguesía china.

El punto de inflexión que provocó la transición del 11 de noviembre en contra de cero COVID se produjo cuando las corporaciones multinacionales, incluyendo Nike y Apple, amenazaron con trasladar sus negocios fuera de China. Entonces, a finales de noviembre, una serie de pequeñas protestas coreografiadas contra Cero-COVID fueron anunciadas con bombo y platillo en los medios de comunicación burgueses de todo el mundo.

El PCCh aprovechó estas protestas de 'libro blanco' contra cero COVID para aplicar plenamente una política que ya tenía la intención de llevar a cabo. Para ello, contaron con el apoyo de prácticamente todas las tendencias políticas de pseudoizquierda del mundo, que comparten con los manifestantes una base social entre la clase media alta.

El último estudio sobre la primera oleada de COVID-19 en China se publicó aproximadamente un mes después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el presidente estadounidense Joe Biden revocaran sus declaraciones de emergencia de salud pública por COVID-19. A instancias del capital financiero global, los gobiernos capitalistas del mundo han exigido que no haya interrupciones en el proceso de acumulación de riqueza sin importar el coste en vidas humanas. Los medios de comunicación occidentales, tras exigir continuamente el fin de cero COVID en China, han abandonado ahora por completo el tema de la pandemia.

El estudio, que se presentó por primera vez el 7 de marzo, contiene la siguiente declaración en la que se advierte sobre una segunda oleada de la pandemia en China:

Una onda epidémica más lenta ayudaría a aliviar la carga hospitalaria, permitiría una atención sanitaria suficiente para las personas infectadas, evitaría el rebasamiento epidémico (es decir, un gran tamaño final de la epidemia debido a la rápida propagación) y, en última instancia, reduciría el número de muertes. Estas consideraciones pueden ser de importancia renovada más adelante en 2023, cuando la gran cohorte de personas infectadas a finales de 2022 puede volverse susceptible a la reinfección.

Esta segunda oleada está arrasando China justo cuando se publicó el estudio, mientras el gobierno y los medios de comunicación se esfuerzan por encubrirlo. El WSWS publicó recientemente una serie de cuatro partes sobre esta segunda oleada, que por ahora es el informe más completo sobre esta catástrofe en curso.

La experiencia de la pandemia de COVID-19 ha dejado claro que el capitalismo mundial no está dispuesto ni es capaz de aplicar las medidas de salud pública necesarias a nivel mundial para detener la propagación de esta enfermedad prevenible, así como de futuras pandemias que puedan aparecer. El sistema capitalista es incompatible con el sostenimiento de la vida en este planeta, y la clase obrera debe movilizarse para implantar una sociedad socialista con base científica. Sólo mediante la construcción de una sociedad socialista mundial, en la que las necesidades humanas tengan prioridad sobre el beneficio privado, se restablecerá la salud pública.

(Publicado originalmente en inglés el 4 de julio de 2023)