Tras el fallido intento de golpe de Estado de este fin de semana del líder mercenario de extrema derecha Evgeny Prigozhin en Rusia, el gobierno del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky está intentando presentar el intento de golpe como un punto de inflexión en la guerra y desviar la atención de su contraofensiva obviamente fallida en el sur de Ucrania.

Zelensky respondió alegremente en tiempo real al intento de golpe el sábado, afirmando en Twitter que los acontecimientos ponían de manifiesto la 'debilidad a gran escala de Rusia'.

Más tarde, Andriy Yermak, jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, en declaraciones a Christiane Amanpour, de CNN, afirmó el martes que 'estos últimos días están destruyendo por fin el mito... de que en Rusia todo está bajo control', y que 'después de estos acontecimientos, más gente en el mundo estará más segura de la victoria ucraniana'.

Inmediatamente después del intento de golpe, Yermak había escrito en Twitter: 'Una guerra civil rusa era el único resultado plausible de la invasión ilegal de Ucrania por Putin'.

Estas declaraciones muestran el grado de apoyo de la OTAN y de Kiev a la intentona golpista. De hecho, una entrevista anterior con el Washington Post indicaba que el servicio de inteligencia de Zelensky había estado en contacto con Prigozhin durante meses.

También desmienten, una vez más, las afirmaciones de la propaganda de guerra de que el gobierno de Zelensky defiende y representa la 'democracia' en la guerra contra Rusia.

Evgeny Prigozhin es un criminal convicto, señor de la guerra fascistoide y milmillonario que nunca ha pretendido tener nada que ver con la democracia. Se sabe que sus mercenarios de Wagner mantienen vínculos con la extrema derecha y glorifican habitualmente la violencia extrema en sus canales de las redes sociales. Hasta hace poco, la principal crítica de Prigozhin a los dirigentes del ejército ruso era que no llevaban a cabo la guerra en Ucrania con suficiente agresividad.

Sin embargo, el gobierno de Zelensky aplaudió el intento de golpe, calculando que ayudaría a desestabilizar el régimen de Putin y a desviar la atención de la fallida contraofensiva de Kiev en el sur de Ucrania dos semanas antes de la crítica cumbre de la OTAN en Vilna. Aunque el gobierno de Zelensky y sus patrocinadores imperialistas también expresaron la esperanza de que el caos en Rusia facilitaría la contraofensiva, hasta ahora no ha ocurrido nada de eso.

En medio de la confusión del golpe en desarrollo, Ucrania lanzó nuevas ofensivas al norte y al sur de Bajmut, en Orijovo-Vasylivka, Bohdanivka, Yahidne, Klishchiivka y Kurdyumivka. Sin embargo, a pesar de la caótica situación en Rusia y de que Prigozhin tomó durante casi un día el cuartel general del Distrito Militar Sur de Rusia, que supervisa las operaciones del ejército ruso en Ucrania, el ejército ucraniano sólo avanzó 17 kilómetros cuadrados (6,6 millas cuadradas) en comparación con la semana anterior, según el viceministro de Defensa ucraniano, Hanna Maliar.

En total, la tan publicitada contraofensiva ucraniana sólo ha 'liberado' 130 kilómetros cuadrados de territorio en tres semanas, al precio de la vida de decenas de miles de soldados ucranianos. Los soldados ucranianos aún están a kilómetros de alcanzar las defensas rusas.

Esta semana, Rusia ha hecho públicas unas terribles imágenes grabadas con drones en las que se ve cómo las tropas ucranianas son destrozadas al chocar frontalmente contra las defensas rusas, fuertemente minadas.

Estos vídeos confirman esencialmente informes anteriores de funcionarios ucranianos y occidentales de que, a pesar de los miles de millones de dólares en entrenamiento y armamento, la contraofensiva ucraniana no iba a ninguna parte, incluso cuando Ucrania está sufriendo 'grandes bajas', con muertes de hasta 1.000 al día.

A pesar del evidente fracaso de la contraofensiva, el viceministro de Defensa Maliar siguió haciendo afirmaciones absurdas, como: 'Las bajas del enemigo en la última semana son ocho veces superiores a las nuestras'.

Para compensar las bajas masivas en el frente y en un intento desesperado por mitigar el problema cada vez mayor de la falta de mano de obra, el gobierno de Zelensky está llevando a cabo una nueva oleada de movilizaciones en al menos tres provincias.

Según Volodymyr Arap, jefe de las oficinas de reclutamiento de la región de Kharkiv, el ejército reclutará durante todo el mes de julio a hombres de 18 a 60 años, independientemente de su experiencia militar o de su deseo de luchar en la guerra.

En respuesta a una pregunta sobre si el ejército estaba enviando al frente a personas que no querían ir o estaban desmotivadas, Arap afirmó sin rodeos que el deseo de la persona de servir en la guerra era intrascendente.

'Usted es ciudadano de Ucrania y debe hacer todo lo que esté en su mano para proteger su soberanía e independencia'. respondió Arap.

Como ha confirmado el WSWS en entrevistas con jóvenes ucranianos, existe un cansancio generalizado por una guerra que se ha cobrado la vida de al menos 200.000 soldados ucranianos, hiriendo a muchos más. A los trabajadores y jóvenes que rechazan luchar en esta sangrienta guerra, que se libra contra Rusia en Ucrania en nombre de las potencias imperialistas, simplemente se les coge de la calle y se les envía al frente.

En marcado contraste con la falsa imagen de un país unido en guerra contra un enemigo común que han creado los gobiernos ucraniano y de la OTAN y sus medios de comunicación, las encuestas indican que las opiniones sobre la guerra dentro de la sociedad ucraniana son muy ambiguas.

Según una encuesta de VoxUcrania, financiada por la Fundación George Soros, el 25% de los encuestados en Ucrania y el 29% de los refugiados ucranianos en el extranjero están de acuerdo con la afirmación de que 'Occidente está utilizando a Ucrania para sus propios fines en la guerra contra Rusia'.

La encuesta también reveló que el 29% de los encuestados en Ucrania y el 35% de los refugiados ucranianos estaban de acuerdo en que la llamada 'Revolución de la Dignidad' de febrero de 2014 --término oficial dado al derrocamiento de un gobierno prorruso por fuerzas de extrema derecha con el respaldo de Estados Unidos y la UE-- fue, de hecho, un golpe de Estado.

Como señaló en Twitter el politólogo ucraniano Ivan Katchanovski, estos resultados son tanto más significativos cuanto que no incluyen las zonas bajo ocupación rusa, y las respuestas se dieron en un entorno de censura política generalizada y de terror en Ucrania.

Estos sondeos indican claramente que entre muchos ucranianos de a pie existe, de hecho, un creciente escepticismo y descontento con la guerra. Sin embargo, estos sentimientos no encuentran expresión en una atmósfera de histeria bélica casi permanente que está siendo azuzada por la OTAN y las capas oligárquicas y nacionalistas de derechas de clase media-alta ucranianas a las que se da protagonismo en los medios de comunicación y el mundo académico occidentales.

A sólo dos semanas de la cumbre de la OTAN en Vilna, la única respuesta de la OTAN y de la oligarquía ucraniana a las matanzas masivas y a la falta de avances serios en el frente ha sido preparar una nueva escalada del ya catastrófico conflicto.

Esta semana, Dinamarca ha empezado a entrenar a pilotos ucranianos en cazas F-16.

Aunque ningún país occidental ha entregado todavía F-16 a Ucrania, está claro que se está llevando a cabo una campaña para promover la eventual introducción de los cazas estadounidenses en la guerra, a pesar de las anteriores garantías del presidente Biden de que esto nunca ocurriría porque significaría la 'Tercera Guerra Mundial'.

En declaraciones realizadas el martes en Kiev, Andriy Yermak afirmó que Ucrania necesitaba al menos 100 F-16 para 'ganar la guerra'. 'Creo que es absolutamente realista recibir los cazas F-16 antes de finales de año', declaró Yermak.

Sus palabras demuestran que los intentos de Ucrania de adquirir F-16 e intensificar aún más el baño de sangre son bien conocidos y se llevan a cabo con el pleno conocimiento y apoyo de los partidarios de Kiev en la OTAN.

'No existe tal cosa como que alguien no haga algo y no sepamos por qué: Todo es abierto y transparente, de total confianza', declaró Yermak.

(Publicado originalmente en inglés el 28 de junio de 2023)