Español

La debacle electoral de Podemos en España expone la bancarrota del grupo Izquierda Revolucionaria (IR)

Las elecciones autonómicas y municipales de España han asestado un duro golpe al partido pseudoizquierdista Podemos. Podemos perdió a todos sus concejales en las principales ciudades de España, incluyendo Madrid, Valencia, Zaragoza, Tenerife, Burgos, Valladolid, Vigo y Coruña. En Barcelona, la alcaldesa respaldada por Podemos, Ada Colau, perdió el cargo después de ocho años. En las elecciones autonómicas, Podemos cayó de 47 diputados en 2019 a 15.

El presidente del gobierno español Pedro Sánchez (PSOE), el segundo de la izquierda, caminando junto al dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, el segundo de la derecha, y la vicepresidenta primera del gobierno, Carmen Calvo, a la izquierda, en el Palacio de la Moncloa en Madrid, España, el martes 14 de enero de 2020. (Fuente de la imagen: Foto AP/Manu Fernández)

Su colapso electoral pone en peligro la misma supervivencia de Podemos, que ha participado en un gobierno a favor de la guerra y la austeridad con el Partido Socialista (PSOE) durante casi cuatro años. Después de que el gobierno anunciara elecciones anticipadas para el 23 de julio, Podemos se unió a su recién creado rival Sumar en una plataforma a favor de la guerra liderada por la vicepresidenta en funciones, Yolanda Díaz. Varias figuras destacadas de Podemos, entre ellas la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, y el portavoz parlamentario, Pablo Echenique, ni siquiera han sido incluidas en las listas electorales.

Las encuestas recientes publicadas por El País muestran que el derechista Partido Popular (PP) y el partido neofascista Vox podrían ganar la mayoría de los escaños en el parlamento en las elecciones nacionales del próximo mes, muy por delante del PSOE y Sumar. La encuesta estimó que una alianza PP-Vox obtendría más de los 176 escaños, la mayoría absoluta en el parlamento necesaria para gobernar.

El colapso político y el descrédito de Podemos es una demoledora denuncia de sus satélites pseudoizquierdistas, como el grupo Izquierda Revolucionaria (IR). IR es el antiguo afiliado español primero la Corriente Marxista Internacional (CMI), que ha brindado un apoyo incondicional a Podemos desde que este fue fundado en 2014 por un grupo de profesores estalinistas en torno a Pablo Iglesias, así como por el partido pablista Anticapitalistas.

Analizando los resultados, IR describe a Podemos como “una fuerza política de masas a la izquierda del PSOE que pudo haber ‘tomado el cielo por asalto’.” El fracaso de Podemos, afirma IR, se debió a las decisiones equivocadas de su dirección: “optaron por la colaboración de clases. … pensaron que entrando en el Gobierno de la mano del PSOE iban a cambiar la vida de la gente. La apuesta por la gestión “progresista” del capitalismo ha salido pero que muy mal.”

Más tarde, IR lamenta que “este Gobierno, en el que Pablo Iglesias [anterior líder de Podemos] y Podemos participaban para obligar al PSOE a hacer políticas de izquierdas, ha hecho justamente lo contrario de lo que predicaba en todos los terrenos”.

Estas afirmaciones son un fraude político con el que IR intenta encubrir su apoyo durante casi una década a Podemos. Los líderes de Podemos no aceptaron trabajar por error con el PSOE, el principal partido del gobierno burgués de España desde el final de la época franquista. Sus políticas contra la clase obrera en casa y sus políticas militaristas a favor de la guerra en el extranjero no son errores que puedan resolverse con los 'buenos' consejos de IR, que sólo consisten en que Podemos emplee una retórica más pseudoizquierdista.

Por el contrario, la dirección de Podemos actúa conscientemente para implementar su programa de austeridad y su defensa de la guerra imperialista y el capitalismo. El Gobierno PSOE-Podemos ha llevado a cabo reaccionarias reformas del mercado laboral y las pensiones, ha ampliado el gasto militar a niveles récord, mientras que las grandes corporaciones españolas han cosechado ganancias históricas. Esto no fue un error, sino una política deliberadamente planificada e implementada.

Como explicó el diputado de Podemos, secretario de Estado y secretario general del Partido Comunista de España, Enrique Santiago, “en la Historia de España no ha habido una transferencia de recursos del Estado tan grande a las empresas privadas como la que ha llevado adelante este gobierno.”

En paralelo han prestado un importante apoyo militar y financiero a Ucrania con el fin de impulsar la guerra imperialista de Rusia contra Ucrania. Todo esto sería muy similar a lo que hubiera podido realizar un gobierno PP-VOX si estos hubieran estado en el poder.

Tras la convocatoria de elecciones anticipadas por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que es una estrategia apenas disimulada para transferir el poder a un gobierno PP-Vox, el PSOE y el partido Sumar, respaldado por Podemos, han seguido defendiendo al imperialismo español. El Gobierno en funciones envió a Bruselas una adenda al fondo de rescate de la UE, el Plan de Recuperación, para recibir 94.000 millones de euros destinados a bancos y grandes corporaciones. Este dinero no sale gratis. Implicará duros planes de austeridad y recortes de gastos, que serán impuestos a los trabajadores por el nuevo gobierno.

Para recibir estos fondos, una comisión de diputados del Parlamento Europeo de Vox, PP, PSOE y Podemos viajó de Bruselas a España para auditar dichos fondos y asegurarse de que estaban llegando a la aristocracia financiera. Esta es una prueba más de que Podemos no es una 'fuerza de izquierdas' o una que pueda ser presionada hacia la izquierda. Está completamente involucrado dentro del establishment político español, formando un frente unido con el resto de los partidos, incluido el partido neofascista Vox.

El Ministerio de Defensa del Gobierno del PSOE-Podemos ha dejado claro que seguirá intensificando la guerra contra Rusia. La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, ha protestado contra la OTAN por no incluir a las empresas españolas del complejo militar-industrial en sus planes para la industria de defensa. Robles también exigió que no se cambiara el gasto récord del ejército, independientemente de quién gobierne España, declarando: 'Las Fuerzas Armadas son de todos los españoles, no son de ningún partido político '.

IR ahora afirma cínicamente que todo esto fue una sorpresa, cuando desde Podemos “decidieron renunciar a continuar la batalla en las calles, renunciaron a organizar a la clase trabajadora en un partido militante, de combate y con un programa revolucionario para hacer avanzar la conciencia de clase, y renunciaron a romper con una lógica capitalista que les ha condenado a la completa impotencia y a administrar la miseria”.

Los dirigentes de Podemos no renunciaron a nada porque nunca tuvieron otras intenciones. Podemos surge tras un fuerte periodo de huelgas y luchas de los trabajadores españoles que se desencadenan a partir de la crisis del año 2008, especialmente grave en el sur de Europa: Grecia, Portugal, Italia y España. Desde un primer momento Podemos tuvo como objetivo descarrilar ese movimiento y encauzarlo a través de las instituciones del gobierno capitalista ahogando así cualquier estallido revolucionario.

Al igual que sus socios europeos, Syriza en Grecia, el Partido de Izquierda en Alemania y Jean-Luc Melenchón en Francia los dirigentes de Podemos se referencian en el postmodernismo y las políticas de identidad y son profundamente hostiles al marxismo negando que la clase obrera sea un sujeto revolucionario. No quieren elevar la conciencia de los trabajadores sino reprimirla para poder engañarlos con una retórica pseudoizquierdista que después utilizan los medios burgueses para tratar de promocionar a Podemos entre los votantes.

IR afirma en su artículo que está en su derecho de hacer críticas amistosas a Podemos, escribiendo, “No somos sectarios, es más, hemos sido criticados innumerables veces por las sectas por apoyar críticamente en las urnas a Podemos, por negarnos a defender la abstención o el voto nulo, una posición completamente alejada del marxismo y el leninismo consecuente”.

Lo que IR califica de 'sectario' es la posición de principios del W orld Socialist Web Site sobre Podemos durante casi una década. En un primer artículo publicado días antes de que Podemos surgiera como una fuerza electoral en las elecciones parlamentarias europeas de 2014, el WSWS advirtió que el nuevo partido era 'un fraude político' que “busca ante todo desarmar políticamente a la clase trabajadora” y que defiende un programa “procapitalista y nacionalista”. Desde entonces, el WSWS ha publicado cientos de artículos denunciando tanto el militarismo como las políticas pro austeridad y antiinmigrantes de Podemos.

Explicar estos hechos no tiene nada en común con el sectarismo, que, entendido correctamente, significa la negativa a intervenir en las luchas de la clase obrera para promover una tendencia política que está arbitrariamente separada del resto del movimiento obrero.

El hecho de que el WSWS y el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI) critiquen a Podemos no es una base legítima para acusarlos de sectarismo. De hecho, la crítica a Podemos no constituye una negativa a intervenir en las luchas obreras; es la condición previa para intervenir políticamente en estas luchas, que Podemos ataca despiadadamente con despliegues masivos de policías antidisturbios. Si bien el CICI se separa de Podemos, un partido reaccionario del gobierno capitalista, esto no lo separa de ninguna manera de las luchas de la clase obrera.

IR, por otro lado, avanzan una perspectiva política basada en el nacionalismo, llamando a los trabajadores a subordinarse a partidos pro guerra y pro austeridad como Podemos. Esto refleja la orientación histórica de toda la tendencia de la CMI hacia las burocracias sindicales y políticas que estrangulan a la clase trabajadora. IR trabajó primero dentro del PSOE, antes de ser expulsada en la década de los 80 asociándose a continuación a una Izquierda Unida (IU) liderada por los estalinistas, declarando que su programa “coincide en muchos puntos con la propuesta política que se hace desde Izquierda Unida.”

Los trabajadores y los jóvenes, si quieren llevar a cabo una lucha real contra el imperialismo y la guerra, así como contra la desigualdad social y la austeridad, requieren, sobre todo, claridad política, especialmente sobre el papel de Podemos, los sindicatos y sus apologistas como IR.

El cemento que pega a IR a todas estas corrientes políticas es el hecho de que IR es en sí misma un ala apenas disfrazada del Estado capitalista, que defiende los intereses de las mismas fuerzas de la clase media-alta que estos partidos. Todos ellos están aterrorizados por la creciente confrontación entre la clase obrera y los gobiernos capitalistas en toda Europa, incluso en España. Mientras que el CICI busca armar a los trabajadores con una perspectiva revolucionaria, IR busca atrapar el creciente descontento detrás de una orientación hacia estos partidos reaccionarios.

(Publicado originalmente en inglés el 22 de junio de 2023)

Loading