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Mélenchon se alinea con la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania

A medida que se intensifica el conflicto entre la OTAN y Rusia en Ucrania, aumentando la amenaza de una guerra nuclear, Jean-Luc Mélenchon, el candidato presidencial de la Francia insumisa (La France insoumise), está respaldando a la OTAN contra Rusia. Por lo tanto, apoya la ayuda a las milicias nacionalistas ucranianas de extrema derecha que había criticado explícitamente hace solo tres años.

Jean-Luc Mélenchon (Wikimedia Commons)

Esto subraya el papel reaccionario de las organizaciones que los principales medios de comunicación hacen pasar como 'extrema izquierda'. Aunque la gran mayoría de la población francesa (69 por ciento según una encuesta reciente) se opone a la participación en la guerra, Mélenchon no está haciendo campaña contra la guerra. No ha hecho ningún llamamiento a movilizar a los 7 millones de personas que votaron por él en las elecciones presidenciales de 2017. En esto, se alinea con el aparato de la CGT y el NPA pablista, que también han pedido apoyar a la OTAN contra Rusia.

Mélenchon acusa a Putin de tener 'toda la responsabilidad' de la guerra, encubriendo la campaña belicista de la OTAN y su escalada militarista contra Rusia.

Hablando en el programa 'Ma France' de France Bleu Radio el viernes pasado, Mélenchon dijo: 'Siempre me he aferrado a la idea de que no cruzamos fronteras. Los rusos lo han hecho, tienen la total responsabilidad por la situación, y debe decirse que estamos continuamente al borde de una guerra total'.

Lejos de alertar sobre el peligro de aniquilamiento de la humanidad que supondría una Tercera Guerra Mundial, Mélenchon aplaude las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia y el presidente Vladimir Putin. Según Mélenchon, “desestabilizarlo desestabilizando a los oligarcas, es decir a los muy ricos que lo rodean y de los que es secuaz, en cierta manera creo que será efectivo”.

De hecho, las sanciones atacan no solo a los oligarcas rusos sino, lo que es más importante, a los empleos y niveles de vida de las masas de trabajadores en Rusia y en todo el mundo, incluida Europa.

El Partido Socialista por la Igualdad se opone a la invasión de Ucrania por parte del régimen de Putin, que sirve a los intereses de la clase dominante capitalista rusa. La invasión de Ucrania, cualesquiera que sean las justificaciones dadas por el régimen de Putin, solo puede dividir a las clases trabajadoras rusa y ucraniana. Le hace el juego al imperialismo estadounidense y europeo. Pero si Putin lanzó la guerra, la responsabilidad principal recae en las potencias de la OTAN, especialmente Washington, que hizo todo lo posible para provocar que Moscú lanzara la invasión.

Tras haber aprobado en 2014 un golpe liderado por la extrema derecha ucraniana que instaló un régimen pro-OTAN en Kiev, la OTAN proporcionó miles de millones de euros para armar a ese régimen derechista contra Moscú. Se negaron a discutir las garantías de seguridad exigidas por Moscú, mientras armaban a Kiev y querían instalar misiles, próximos a Rusia, en suelo ucraniano. Después de la invasión rusa de Ucrania, la OTAN continúa apoyando a los ucranianos con armas, incluidos drones de combate y sistemas antiaéreos de largo alcance.

El posicionamiento de Mélenchon demuestra su cinismo y alineamiento consciente con el imperialismo, incluso mientras se presenta como un candidato 'de paz' en las elecciones presidenciales de la próxima semana y evoca a Jean Jaurès. Ocasionalmente llama a la OTAN una alianza 'inútil' y aboga por una Francia 'no alineada'. Pero, repitiendo su papel durante la Guerra Fría de la OTAN contra la Unión Soviética, esto lo hace solo para encubrir su apoyo al imperialismo con algunas frases pacifistas.

Ocultando su alineamiento militar con Washington mediante unos pocos golpes nacionalistas antiestadounidenses, Mélenchon comentó al periódico La Croix: “La OTAN es una máquina para crear problemas, un instrumento del imperio estadounidense en declive. Pero distingo este tema del de Ucrania, porque la responsabilidad de la guerra recae sobre los hombros de Putin. No fue la OTAN la que violó la frontera con sus tanques”.

En realidad, desde la disolución de la Unión Soviética en 1991 por la burocracia estalinista, las potencias imperialistas han estado liderando la ofensiva. Han atacado Irak, Somalia, Yugoslavia, Afganistán, Libia, Siria y Malí, por mencionar solo las guerras más conocidas. Del mismo modo, las potencias de la OTAN han rodeado sistemáticamente a Rusia en Europa del Este para presionarla.

Mélenchon estuvo involucrado en estas guerras, ya que fue asesor del presidente Mitterrand y un alto dirigente del Partido Socialista durante los dos mandatos de Mitterrand, de 1981 a 1995. Este fue el período que vio la primera Guerra del Golfo contra Irak en 1991, las primeras intervenciones de la OTAN en Somalia y Yugoslavia, y el genocidio llevado a cabo por el régimen respaldado por Mitterrand en Ruanda en 1994.

En febrero de 2014, después de absorber casi toda Europa del Este, la OTAN dio su apoyo al golpe liderado por fuerzas de extrema derecha como Svoboda y el Sector Derecho contra el gobierno prorruso electo del presidente Viktor Yanukovich.

Mélenchon es plenamente consciente de que su postura sobre Ucrania lo pone en línea con las milicias neonazis. De hecho, en 2014 se sintió obligado a hacer algunas críticas hipócritas a la política exterior francesa y su posicionamiento con los fascistas ucranianos.

Sobre la anexión de Crimea por parte de Rusia por referéndum popular, Mélenchon dijo: 'los puertos de Crimea son vitales para la seguridad de Rusia, uno puede prever con certeza que los rusos no dejarán las cosas así, están tomando medidas de protección contra un poder golpista aventurero, en el que los neonazis tienen una influencia absolutamente detestable'.

En 2018, Mélenchon incluso criticó la recepción al presidente de la asamblea ucraniana, miembro de la organización de extrema derecha Svoboda, por parte de François de Rugy, el presidente de la Asamblea Nacional. '¡Mañana de Rugy recibe solemnemente al neonazi antisemita ucraniano Svoboda! Ahí es donde conduce el atlantismo forzado', escribió Mélenchon en su cuenta de Twitter.

Hoy, es el propio Mélenchon quien se está convirtiendo en un loco del apoyo a la OTAN y a la extrema derecha ucraniana, a la que había criticado en el pasado. Afirma sin rodeos: 'No soy un no alineado entre Zelensky y Putin. Está bastante claro que estoy del lado de Zelensky contra Putin'. Pero detrás de Zelensky y su colaboración con las fuerzas de extrema derecha en Ucrania está la OTAN. El apoyo de Mélenchon a Zelensky va de la mano con su posicionamiento con el enfoque bélico de la OTAN contra Rusia.

Mélenchon articula políticas para servir al imperialismo francés. Adopta su retórica cínica y nacionalista en línea con las decisiones tomadas por la clase dominante.

Cuando Trump estaba en el poder, las potencias imperialistas europeas entraron en conflicto con los Estados Unidos. Criticaron la cancelación del tratado con Irán por parte de Trump, preguntándose si la alianza transatlántica está muerta. En ese momento, la excanciller alemana Angela Merkel dijo que los europeos en el futuro tendrían que luchar 'por nosotros mismos', y Trump incluso llamó a la OTAN 'obsoleta'.

Con esa situación, criticando las amenazas de Trump contra Irán, Mélenchon pidió una alianza antiestadounidense entre París y Moscú. Antes de viajar a Moscú en 2018 para conversar con el estalinista Partido Comunista Unido (OKP), dijo: 'Estoy totalmente en contra de la alianza con América, quiero dejar la OTAN'. Dijo a los medios: 'Vine aquí para emprender un acto militante: decir 'Los rusos son nuestros amigos''.

Hoy, y desde la elección de Joe Biden, París se está posicionando detrás de Washington contra Rusia. Y Mélenchon se está posicionando una vez más con las políticas de la clase dominante.

Mélenchon minimiza el peligro de un conflicto nuclear, que puede estallar en cualquier momento a medida que aumentan las tensiones, y alienta imprudentemente a los trabajadores a creer que las grandes potencias no están en peligro de iniciar una guerra nuclear. Sobre Putin, Mélenchon dijo: “Dado que nadie quiere una guerra nuclear, él nos toma por sorpresa y hace lo que quiere. Y ahora nos damos cuenta de que no se había pensado en ninguna otra estrategia además de tratar de asustarlo”.

De hecho, 60 años después de la crisis de los misiles cubanos, la guerra en Ucrania ha llevado al mundo a un punto en el que el uso de armas nucleares es una posibilidad real, enfrentando el peligro de una guerra nuclear entre Rusia y las potencias de la OTAN que podría estallar en cualquier momento, matando a millones de personas en Europa, Rusia, Estados Unidos y en todo el mundo. Esta posibilidad es ampliamente difundida en los medios de comunicación y por altos funcionarios de la OTAN.

Recientemente, Sam Nunn, el exsenador estadounidense y fundador de la 'Iniciativa de Amenaza Nuclear', presentó un 'escenario hipotético que ilustra uno de los posibles caminos hacia una guerra nuclear global y catastrófica que podría desencadenarse por la crisis de Ucrania'. Después de una escalada de ataques militares entre Rusia y la OTAN, escribe Nunn, existiría el riesgo de que ambos lados intercambien ataques nucleares con consecuencias catastróficas:

'En una hora, 82 millones de estadounidenses son asesinados y los países aliados sufren el mismo destino. La mayoría de ellos mueren instantáneamente, mientras que otros morirán de radiación en los días y semanas venideros. Aquellos que sobrevivan tendrán problemas de salud crónicos por el resto de sus acortadas vidas, y sus hijos probablemente nacerán con defectos genéticos'.

Con su posicionamiento con la OTAN, Mélenchon envía una señal clara a la clase dominante francesa. Dos semanas antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, ocupaba el tercer lugar en las encuestas (alrededor del 15 por ciento), pisándole los talones al impopular Macron y a la neofascista Marine Le Pen. En el contexto de un creciente malestar social contra la austeridad de Macron, la clase dominante ve a Mélenchon como un potencial candidato para implementar una política antiobrera.

Geoffroy Roux de Bézieux, el jefe de la organización patronal Movimiento de Empresas de Francia (Medef) dijo que consideraba a Jean-Luc Mélenchon 'listo para gobernar'. Hablando en el programa 'Elíseo 2022' de France 2, Roux de Bézieux dio una señal de que no cabía duda que Medef está pensando en él como un posible presidente, diciendo: 'Sí, nuestros desacuerdos son profundos. Pero incluso los opositores lo reconocemos: el favorito de la izquierda para las elecciones presidenciales está listo para gobernar, con un programa sólido y coherente.

El Partido Socialista por la Igualdad lanza las más serias advertencias sobre el papel político de Mélenchon. Si es elegido, seguirá una política de guerra y austeridad como lo hicieron sus aliados, el gobierno de Syriza en Grecia en 2015-2019 y el gobierno de coalición PSOE-Podemos actualmente en el poder en España. En los últimos días, ese gobierno ha dirigido una fuerza de 23.000 policías contra un paro nacional de camioneros contra el alto coste de la vida y la explosión de los precios de la gasolina.

Para los trabajadores y los jóvenes, la tarea urgente es romper con los partidos pseudoizquierdistas pequeñoburgueses como LFI, y construir un movimiento independiente en la clase obrera contra la guerra imperialista y el peligro de una guerra nuclear.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 3 de abril de 2022)

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