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Visita de terroristas a Francia sugiere conocimiento de antemano sobre atentado en Barcelona

La semana pasada, un sinnúmero de informes en la prensa plantearon preguntas respecto al conocimiento previo de los gobiernos europeos y de EE. UU. sobre los atentados terroristas del 17 de agosto en Barcelona y Cambrils, que mataron a 15 personas e hirieron a más de 100. Cada vez es más claro que la célula terrorista de Estado Islámico (EI) estaba bajo la estrecha vigilancia de múltiples servicios de inteligencia de las potencias de la OTAN, incluyendo Francia, Estados Unidos y Bélgica.

Sorprendentemente, pocos días antes del ataque, varios miembros de la célula terrorista visitaron París, una ciudad que es ahora un centro de monitoreo de las actividades islamistas en Europa. Estaban bajo vigilancia y los oficiales franceses les informaron a funcionarios españoles después de que fueron vistos en Francia, conduciendo un Audi A3 para atropellar a peatones en el balneario de Cambrils, matando a una mujer. El coche fue fotografiado por una cámara de velocidad en Francia.

BFM-TV informó: “Dos miembros de la célula yihadista que atacaron Barcelona y Cambrils, incluyendo Younes Abouyaaqoub, el conductor sospechoso del ataque en Las Ramblas, hicieron un viaje ‘expreso’ a París”, del 11 al 12 de agosto. El Audi fue fotografiado a las una de la tarde, el 11 de agosto en las cabinas de peaje de Lestelle en los Pirineos viajando al norte, antes de ser fotografiado por una cámara de velocidad por sobrepasar el límite. Según los informes, los dos miembros de la célula pasaron la noche en un hotel económico en el barrio parisino de Malakoff y visitaron un centro comercial antes de regresar a España.

El ministro francés del Interior, Gérard Collomb, confirmó luego tersamente que París seguía a estos individuos y había transmitido esta información al gobierno español. Dijo: “El coche fue efectivamente descubierto por una cámara en el área de París. Sí, vimos lo que venía, pero no conocíamos a estos individuos. Hemos pasado estos informes ... Este grupo vino a trabajar en París, pero fue un rápido viaje de ida y vuelta”.

Las declaraciones de Collomb plantean más preguntas de lo que dan respuestas. Si las autoridades francesas supieron seguir a alguien desconocido, ¿quién les dio la información? Y si vieron “lo que venía” –es decir, un atentado terrorista— y luego se lo notificaron a los funcionarios españoles, ¿por qué no se tomó ninguna medida a pesar de que los servicios de inteligencia tanto franceses como españoles eran conscientes de la amenaza?

Esta pregunta es tanto más grave al considerar que las agencias de inteligencia de Estados Unidos tenían un conocimiento detallado de Abouyaaqoub sobre los planes del grupo.

Abouyaaqoub estaba en comunicación electrónica directa a través de WhatsApp con Exeintel, una agencia privada de inteligencia estadounidense que proclama en su cuenta de Twitter que proporciona “inteligencia accionable” que “sólo será accesible a la policía”. Según un informe en el diario Público, un operativo de Exeintel que estaba haciéndose pasar por otro terrorista yihadista le envió un mensaje de texto a Abouyaaqoub el 31 de julio y obtuvo amplios detalles sobre la planificación operativa de la célula terrorista.

Abouyaaqoub le confirmó a Exeintel que se encontraba en España, que su “emir” o líder también estaba en España, y que estaba vigilando los despliegues de la policía para poder llevar a cabo múltiples ataques en pequeñas ciudades de toda Cataluña. Dijo que el grupo usó transacciones en bitcoins para ocultarlas de cualquier supervisión financiera. También afirmó estar en contacto con tres “hermanos” en Estados Unidos, de quienes estaban tratando de obtener armas. Público escribe, “lo que Exeintel Group Intelligence Service definitivamente dice que hizo, como destaca en su página web, es que lanzó una 'Alerta Roja' a los servicios de inteligencia estadounidenses y europeos. Esto fue 17 días antes de la masacre”.

No ha habido ninguna explicación dada por los funcionarios de seguridad sobre cómo se permitió este ataque, aunque España estaba en alerta máxima y Francia está bajo un estado de emergencia, bajo el cual se suspenden los derechos democráticos básicos supuestamente para permitirle al Estado combatir el terrorismo.

Los atentados en Barcelona siguen una serie de ataques similares a manos de presuntos yihadistas vinculados a EI en las principales ciudades de Europa. Los atacantes, incluyendo a los tiradores de Charlie Hebdo y el teatro Bataclan de París en el 2015 y el atentado de Bruselas en el 2016, han sido virtualmente todos conocidos por la policía y los servicios de inteligencia europeos antes de los ataques. Todos procedían de una red de islamistas, trabajando en Europa y luchando en varias guerras de cambio de régimen de la OTAN en Oriente Medio (véase: “Las cuentas de inteligencia plantean más preguntas sobre los orígenes de Bruselas, los ataques de París”).

Miles de combatientes islamistas europeos viajaban de un lado a otro entre Europa y Siria, mientras que las potencias de la OTAN apoyaban sus fuerzas indirectas islamistas para derrocar al gobierno del presidente sirio, Bashar al Asad. Parece que los atacantes de Barcelona formaban parte de esta red.

Una figura clave en la planificación del ataque, el imán Abdelbaki Es Satty, vivió entre enero y marzo del 2016 en Bélgica. Estaba en Vilvoorde, que la policía considera como un centro de reclutamiento de terroristas en Bélgica. No está claro si estaba allí durante el ataque de Bruselas del 22 de marzo del 2016. Es Satty murió junto con otros dos durante la noche del miércoles 16 de agosto en una explosión en una casa en Alcanar, un pueblo al sur de Barcelona, que estaba siendo utilizada como una fábrica de bombas y el cuartel general de la célula yihadista.

La revista francesa de noticias l'Obs escribe que la policía belga le informó a la policía regional catalana, los Mossos d'Esquadra, sobre Es Satty después de que intentó convertirse en imán en una mezquita en Diegem, Bélgica.

La mezquita finalmente se negó a ofrecerle a Es Satty el trabajo. El presidente de la mezquita, Soliman Akaychouch, declaró: “Él no siguió al Profeta, lo hizo con más violencia y fue más extremo ... Abdelbaki Es Satty vino a pedirnos un trabajo como imán. Por supuesto pedimos sus documentos de identidad para comprobarlos. Y cuando pedimos sus documentos, se comportó de una manera muy sospechosa”.

El ministro del Interior belga, Jan Jambon, insistió en que hubo “contactos entre los servicios de la policía belga” y sus homólogos españoles acerca de Es Satty, después de que este episodio despertó las sospechas de las autoridades.

De acuerdo con l'Obs, la policía belga les escribió a los Mossos para preguntar: “¿Es posible que nos den información sobre la siguiente persona que quiere servir como imán en Vilvoorde?” En ese momento, la policía catalana respondió que no tenía información relacionando a Es Satty con el terrorismo en su base de datos, sino que había cumplido tiempo en prisión por narcotráfico en España.

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