Comité Internacional de la Cuarta Internacional

La Cuarta Internacional es el Partido Mundial de la Revolución Socialista. Fue fundado por León Trotsky en 1938 para avanzar la lucha por el marxismo en oposición a la degeneración estalinista de la Unión Soviética y la Internacional Comunista (Tercera Internacional).

Trotsky había fundado la Oposición de Izquierda en 1923 para oponerse a la usurpación de poder a manos de una burocracia nacionalista encabezada por Iósif Stalin, y defender el programa del internacionalismo socialista que había inspirado la Revolución rusa en 1917. En 1933, con la llegada al poder de los nazis, facilitada por las políticas desastrosas del estalinismo, Trotsky llamó a formar una nueva (Cuarta) Internacional.

En las décadas desde su fundación, aparecieron tendencias revisionistas repetidamente dentro de la Cuarta Internacional, abogando en una u otra forma abandonar su orientación hacia la construcción de un partido revolucionario de la clase obrera y exigiendo, en cambio, una orientación hacia una u otra tendencia pequeñoburguesa, estalinista, socialdemócrata o nacionalista burguesa.  

El Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI) fue establecido el 23 de noviembre de 1953, tras una escisión en la Cuarta Internacional entre los trotskistas ortodoxos encabezados por James P. Cannon, un fundador del movimiento trotskista en Estados Unidos, y una facción oportunista encabezada por Michel Pablo y Ernest Mandel. El CICI, que publica el World Socialist Web Site, ha defendido los principios del marxismo y en la actualidad es el único representante del socialismo revolucionario en el mundo.

En esta página, los lectores podrán hallar enlaces a ensayos, libros y temas sobre la historia de la Cuarta Internacional. También instamos a los lectores a explorar las obras disponibles en nuestra Biblioteca.

León Trotsky
Destacados
La Revolución rusa de 1917

En octubre de 1917, en medio de la matanza de la Primera Guerra Mundial, la clase obrera rusa, encabezada por el Partido Bolchevique bajo la conducción de Vladímir Lenin y León Trotsky, derrocó el Gobierno provisional capitalista liderado por Alexander Kérenski y estableció el primer Estado obrero en la historia mundial. Menos de nueve meses antes, Rusia estaba siendo gobernada por una dinastía monárquica bajo el zar Nicolás II. La revolución marcó el comienzo del fin de la guerra imperialista.

La Revolución rusa dio inicio a una nueva etapa en la historia mundial. El derrocamiento del Gobierno provisional capitalista demostró que una alternativa al capitalismo no era un sueño utópico, sino una posibilidad real que podía ser alcanzada por medio de la lucha política consciente de la clase obrera.

Más sobre la Revolución rusa
La lucha de la Oposición de Izquierda contra el estalinismo (1923-1933)

Trotsky y sus simpatizantes formaron la Oposición de Izquierda en octubre de 1923. Su objetivo era reformar el Partido Comunista y la Comintern en línea con el internacionalismo socialista y en contra de la naciente burocracia conservadora y nacionalista liderada por Iósif Stalin.

El conflicto que estalló entre Stalin y Trotsky suponía dos programas políticos irreconciliables. La consolidación del poder por parte de Stalin y la dictadura burocrática que personificaba no fue inevitable. Fue el producto de las condiciones de un Estado obrero atrasado y aislado debido a la postergación de la revolución internacional y europea.

En su crítica del estalinismo, Trotsky desarrolló una teoría de la revolución socialista mundial con una visión del futuro inconmensurablemente mayor que la de las maniobras nacionalistas de los burócratas estalinistas.

Más sobre las luchas de la Oposición de Izquierda
La lucha de Trotsky por fundar la Cuarta Internacional (1933-1938)

La estrategia principista de reformar el Partido Comunista ruso y la Comintern había guiado a la Oposición de Izquierda Internacional desde su fundación en 1923. Pero la llegada de los nazis al poder en Alemania en 1933, facilitada por las políticas desastrosas de Stalin, exigió una revaluación de esta política.

En los meses que siguieron a la victoria de Hitler, Trotsky esperó a ver si aparecía alguna crítica de las políticas avanzadas por Stalin desde cualquiera de los partidos de la Comintern. El 7 abril de 1933, la Internacional Comunista respaldó inequívocamente las políticas del Partido Comunista de Alemania. Trotsky concluyó que era necesario tomar un nuevo curso. En una declaración fechada 15 de julio de 1933, llamó a romper con la Comintern y construir una nueva Internacional. Dedicaría el resto de su vida a esta lucha.

Más sobre la fundación de la Cuarta Internacional

En este discurso grabado en 1938, Trotsky discute la fundación del Socialist Workers Party, la sección estadounidense de la Cuarta Internacional, y habla sobre el décimo aniversario del movimiento trotskista en Estados Unidos, desde la fundación de la Communist League of America en 1928.

Los juicios de Moscú y el genocidio político en la Unión Soviética

Durante los años treinta, la burocracia contrarrevolucionaria en la Unión Soviética encabezada por Iósif Stalin asesinó prácticamente a todos los líderes de la Revolución de Octubre. Entre 1936 y 1938, se organizaron juicios amañados contra los dirigentes bolcheviques, incluidos Zinóviev, Kámenev, Bujarin y Rakovski. Cientos de miles de socialistas, los mejores representantes de varias generaciones políticas de intelectuales marxistas y trabajadores, fueron exterminados físicamente. Casi un millón de personas fue asesinada en una ola de violencia contrarrevolucionaria entre 1936 y 1939.

Esta liquidación, la cual confirmó en el sentido más directo la evaluación de Trotsky sobre Stalin como “el sepulturero de la revolución”, le asestó un golpe a la consciencia revolucionaria de la clase obrera soviética del cual la Unión Soviética nunca se recuperó.

La historia y el registro de estos inauditos crímenes constituyen una refutación incontestable a la afirmación hecha por un sinfín de propagandistas burgueses de que el estalinismo se basa en la herencia teórica y política del marxismo, para no hablar de la afirmación de que el estalinismo y el trotskismo son meras variantes de uno y el mismo marxismo. La verdadera relación entre el estalinismo y el trotskismo fue descrita de la manera más correcta por Trotsky: los separa, escribió, “un río de sangre”.

Más sobre los juicios de Moscú

Desde México en enero de 1937, Trotsky pronunció este discurso, denunciando los juicios estalinistas en Moscú y difundiendo el llamado de la Comisión Dewey, la cual era independiente, a investigar los cargos.

'El juicio de Stalin en mi contra se basa en confesiones falsas, arrancadas a través de métodos inquisitoriales modernos, a instancias de la camarilla gobernante', dijo. '¡Estos juicios no son el producto del comunismo ni del socialismo, sino del estalinismo, es decir, del despotismo de la burocracia que no rinde cuentas ante el pueblo!'.

Una oposición pequeñoburguesa en el Socialist Workers Party (1939-1940)

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, tras la firma del pacto entre Stalin y Hitler, una sección del Socialist Workers Party en EE.UU. liderada por Max Shachtman y el profesor James Burnham de la Universidad de Nueva York capituló ante las presiones de la opinión pública demócrata. Rechazó la defensa de la Unión Soviética alegando que ya no podía considerársela un Estado obrero degenerado.

En cambio, Burnham declaró que la Unión Soviética debía ser tildada de “colectivista burocrática” —una nueva forma de sociedad explotadora donde la burocracia estalinista se había transformado en un nuevo tipo de clase gobernante—. La Cuarta Internacional, según Shachtman y Burnham, ya no debía llamar a defender la URSS en caso de una guerra.

Trotsky replicó que la caracterización del régimen estalinista de “colectivista burocrático”, una forma sin precedentes de sociedad explotadora no prevista por el marxismo, tenía implicaciones de gran alcance político e histórico. En el análisis final, lo que estaba en cuestión era la viabilidad histórica del propio proyecto marxista.

En los meses finales de su vida, Trotsky contribuyó varios documentos a la lucha dentro del SWP que se cuentan entre sus obras más brillantes y perspicaces. Esto culminó en una escisión en abril de 1940.

La Cuarta Internacional y la lucha contra el revisionismo pablista
Seguridad y la Cuarta Internacional

El asesinato de Trotsky fue uno de los crímenes más consecuentes políticamente del siglo veinte. Sus implicaciones para la clase obrera internacional y el movimiento socialista mundial fueron de gran alcance. Y, sin embargo, por varias décadas, las circunstancias en torno al asesinato permanecieron secretas. La escala masiva de la conspiración estalinista contra Trotsky fue objeto de un encubrimiento cuidadosamente orquestado.

En 1975, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional lanzó la primera investigación sistemática del movimiento trotskista sobre el asesinato. Esta investigación, conocida como 'Seguridad y la Cuarta Internacional', llevó a la exposición de una red de agentes de la GPU dentro de la Cuarta Internacional que aseguró que la conspiración de Stalin para asesinar a Trotsky tuviera éxito.

Más sobre la investigación
La escisión de 1982-1986 en el Comité Internacional

En 1985, después de un proceso prolongado de degeneración política, el Workers Revolutionary Party, la sección británica del CICI, rompió decididamente con el trotskismo. A la sazón el CICI demostró a través de una serie de documentos escritos durante su disputa con el WRP que el colapso político del WRP fue el resultado de su alejamiento y traición de los principios del trotskismo auténtico que había defendido previamente, así como su adaptación al oportunismo pablista.

La lucha librada por el CICI contra el WRP en 1982-1986 aseguró la continuidad del trotskismo ortodoxo y el CICI. En esta página, los lectores encontrarán los principales documentos de esta lucha.

Más sobre la escisión con el WRP
La disolución de la Unión Soviética

El 26 de diciembre de 1991, la Unión Soviética (también conocida como la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), cuyo origen fue la revolución socialista de Octubre de 1917, fue disuelta formalmente por el régimen estalinista encabezado por Mijaíl Gorbachov. La destrucción de la Unión Soviética fue el resultado de las políticas antisocialistas y nacionalistas de la burocracia gobernante, confirmando las advertencias del movimiento trotskista sobre la naturaleza contrarrevolucionaria del estalinismo.

En el periodo posterior inmediato a su escisión con los nacional-oportunistas del Workers Revolutionary Party en 1985-1986, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional había desarrollado un análisis extraordinariamente presciente sobre la orientación procapitalista de la burocracia estalinista que se reflejaba en las políticas glásnost y perestroika de Gorbachov. Advirtió a la clase obrera soviética e internacional sobre el peligro de una restauración capitalista.

Más sobre la disolución de la URSS