Desde los altercados entre israelíes y residentes de Ámsterdam el miércoles por la noche, ha comenzado una campaña mediática histérica acusando a los locales de organizar pogromos contra judíos. Los aliados de Israel, incluyendo el presidente estadounidense Joe Biden y el presidente francés Emmanuel Macron, compararon los eventos a las horas más oscuras del Holocausto. La amalgama más explícita de la población de Ámsterdam con los nazis fue hecha por el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
Netanyahu, cuyo papel como líder del genocidio en Gaza le ha valido cargos de exterminio, persecución e inanición forzada presentados por el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional en La Haya, alegó que estos altercados fueron una repetición de Kristallnacht (“la noche de los cristales rotos noche de los cristales rotos”), el pogromo de Hitler en 1938. El viernes alegó: “Mañana marcan 86 años desde Kristallnacht, cuando los judíos en suelo europeo fueron atacados por ser judíos. Ha vuelto a ocurrir”.
El domingo, Netanyahu afirmó que las peleas en Ámsterdam “recuerdan” Kristallnacht, añadiendo:
Una línea clara conecta ambos ataques antisemitas contra Israel que hemos visto recientemente en suelo neerlandés: el ataque legal repugnante contra el Estado de Israel en la Corte Internacional en La Haya y el ataque violento contra los ciudadanos israelíes en las calles de Ámsterdam. En ambos casos, hubo un peligroso antisemitismo.
Este relato ha sido desmentido en cuestión de días como una Gran Mentira inventada para justificar un ataque policial contra la oposición masiva al genocidio y la guerra en Europa. Los videos han sido vistos por millones en redes sociales, mostrando que los altercados no fueron provocados por los residentes de Ámsterdam sino por las barras bravas ultraderechistas del equipo de fútbol Maccabi de Tel Aviv, que tuvo un juego de visita contra el Ajax de Ámsterdam. Atacaron a los árabes, arrancaron banderas palestinas y cantaron consignas llamando a asesinar a los árabes y celebrando el genocidio en Gaza.
Fue una provocación coordinada por las fuerzas del régimen israelí y el Gobierno holandés de extrema derecha dirigido por Geert Wilders. Los hinchas violentos del Maccabi Tel Aviv son conocidos por su racismo y sus estrechos vínculos con el Estado y las fuerzas armadas israelíes. El club nunca ha tenido un jugador árabe, y el régimen israelí utiliza a sus hinchas, como la barra brava “La Familia” de Beitar Jerusalem, para atacar a manifestantes en Israel. En medio de las protestas de agosto de 2020 contra el manejo oficial de la pandemia de COVID-19, la emisora estatal alemana Deutsche Welle informó:
Mientras las protestas se desataban en Jerusalén, en Tel Aviv, un grupo de jóvenes atacó a los manifestantes anti-Netanyahu con porras y botellas rotas. Como resultado, cinco personas resultaron heridas. Los videos del ataque se compartieron ampliamente en las redes sociales, y los usuarios asumieron inicialmente que La Familia era responsable del ataque. Sin embargo, más tarde se supo que los atacantes eran miembros de la barra brava Maccabi Fanatics del equipo Maccabi Tel Aviv.
Antes del partido Maccabi-Ajax, el Jerusalem Post y De Telegraaf informaron que la Mossad, la agencia de inteligencia extranjera de Israel, escoltaría a los aficionados del Maccabi a Ámsterdam. El análisis de las imágenes de los fanáticos del Maccabi muestra que algunos son, de hecho, miembros de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Varias fuentes hostiles a los palestinos han tenido que admitir que lo que ocurrió fue una provocación de los hinchas de fútbol israelíes. El jefe de policía de Ámsterdam, Peter Holla, dijo a France24: “La violencia había comenzado el miércoles por la noche entre los aficionados... Los aficionados del Maccabi bajaron una bandera de una fachada del Rokin [canal] en Ámsterdam y destruyeron un taxi. Una bandera palestina fue quemada”.
The New York Times, otro medio favorable a Israel y al envío de armamento del Gobierno demócrata de Biden al Gobierno de Netanyahu para perpetrar el genocidio, se vio obligado a admitir:
En Ámsterdam, muchos líderes cívicos están de acuerdo en los hechos básicos. Coinciden en gran medida en que algunos fanáticos israelíes avivaron la ira en la población musulmana de la ciudad al cantar consignas incendiarias y racistas, incluida la declaración de que “ya no había niños” en Gaza, y al profanar la bandera palestina y destrozar un taxi. También están de acuerdo en que los fanáticos israelíes fueron agredidos en múltiples ocasiones en diferentes lugares, a menudo con ataques con bicicletas y a pie, y que algunos atacantes parecen haber elegido a sus víctimas por ser judíos...
Un video tomado después de la medianoche por un adolescente holandés famoso en YouTube y verificado por The Times muestra a un grupo de hombres, muchos de ellos vestidos con colores del Maccabi, recogiendo tubeos y tablas de un sitio de construcción, y luego persiguiendo y golpeando a un hombre. El incidente también fue capturado en un video filmado por una fotógrafa, Annet de Graaf.
En el video de YouTube, el adolescente holandés dice que los fanáticos israelíes también arrojaron piedras a una casa cubierta con una bandera palestina, antes de que la policía los subiera a un autobús.
Después de los enfrentamientos, varios hinchas del Maccabi fueron hospitalizados brevemente antes de ser liberados. El viernes, después de que se difundieran rumores de prensa de que ciertos partidarios del Maccabi habían desaparecido, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel confirmó que todos los fanáticos del Maccabi habían sido encontrados.
La respuesta del Gobierno de Wilders demuestra su simpatía política por los hinchas de extrema derecha. Permitió que todos los fanáticos del Maccabi Tel Aviv abandonaran el país, burlándose así de las promesas de la policía de investigar los enfrentamientos. Ahora, el Gobierno de Wilders está llevando a cabo arrestos masivos de los sospechosos de haber combatido a los hinchas violentos del Maccabi. El viernes, 62 personas fueron arrestadas. Docenas más fueron arrestadas ayer en una protesta prohibida por las autoridades de Ámsterdam.
Los eventos de Ámsterdam son políticamente extraordinarios. Los hinchas sionistas de extrema derecha fueron allí y organizaron una provocación que Wilders utilizó para intensificar la represión policial contra la oposición al genocidio y la guerra. Lejos de prohibir a los hinchas violentos de futuros partidos, como ha ocurrido después de otros enfrentamientos futbolísticos, los funcionarios estadounidenses y europeos los respaldaron. ¡Llaman descaradamente a defender a los hinchas violentos progenocidio en nombre de la oposición a los genocidios!
Los intentos de equiparar estos eventos con Kristallnacht son mentiras políticas obscenas. El 9 de noviembre de 1938, los nazis lanzaron una campaña de terror estatal contra la población judía de Alemania. Se estima que 91 judíos fueron asesinados, 30.000 fueron arrestados y 267 sinagogas, así como innumerables tiendas de propiedad judía, fueron destruidas. Esto finalmente condujo al Holocausto, el asesinato en masa industrial de 6 millones de judíos por parte de los nazis y los regímenes colaboracionistas nazis europeos, incluidos más de 100.000 judíos holandeses.
¿Cuál es la fuerza de extrema derecha que está atacando a una minoría oprimida y apoya los métodos genocidas en Ámsterdam? No son los inmigrantes marroquíes, los taxistas y otros residentes de la ciudad que se enfrentaron a los hinchas del Maccabi y enviaron a algunos al hospital. No se ha presentado evidencia de que fueran impulsados por antisemitismo, es decir, el odio a los judíos, sino que estaban enojados por la matonería y el apoyo al genocidio por parte de los hinchas. Es el Partido de la Libertad (PVV) patológicamente antimusulmán de Wilders y otros Gobiernos de la OTAN que apoyan el genocidio de Gaza.
Ahora, el Gobierno francés está creando las condiciones para repetir la provocación de Ámsterdam. Macron dice que se celebrará el partido del 14 de noviembre entre los equipos de fútbol francés e israelí en el Stade de France en Saint-Denis. Los funcionarios franceses afirman que para oponerse al antisemitismo, los fanáticos israelíes deben marchar a través de este suburbio de París de clase trabajadora en gran parte musulmana, custodiado por 4.000 policías antidisturbios franceses fuertemente armados y agentes del Mossad que Netanyahu se ha comprometido a enviar.
Estas no son operaciones para defender a los judíos u oponerse al antisemitismo, sino que son provocaciones de extrema derecha para justificar la represión de la oposición masiva al genocidio y la guerra. Los trabajadores y los jóvenes deben rechazar la mentira de que la oposición al genocidio de Gaza y al sionismo es antisemita. En cambio, la profunda oposición de la clase trabajadora al genocidio y a la escalada de la guerra en Oriente Próximo debe movilizarse en una lucha para detener los envíos de armas al régimen israelí, detener la matanza y oponerse a los Gobiernos imperialistas de la OTAN que están armando a Netanyahu y permitiendo que el genocidio continúe.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 10 de octubre de 2024)