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Perspectiva

Biden respalda la ofensiva de Israel contra Rafah

El lunes, Israel lanzó su largamente planeado ataque a Rafah, la ciudad más meridional de Gaza, emitiendo órdenes de evacuación de la población e iniciando un intenso bombardeo de la ciudad.

Más de 1,2 millones de refugiados, de los cuales más de 600.000 son niños, se encuentran albergados en Rafah, en condiciones paupérrimas, sin comida, agua, higiene ni medicinas adecuadas. La gran mayoría de estos refugiados han sido desplazados en múltiples ocasiones.

Israel bombardeó viviendas en toda la Franja de Gaza el lunes, dejando a decenas muertos –en su mayoría mujeres y niños— y decenas más de heridos y sepultados bajo los escombros. El martes, Israel tomó y bloqueó el paso fronterizo de Rafah, cerrando un cruce vital para el suministro de alimentos de la hambrienta población de Gaza.

El presidente Joe Biden se pronuncia en la ceremonia de los Días Anuales de Recordación del Museo del Memorial del Holocausto en Washington D.C., 7 de mayo de 2024. La estatua “La Libertad” aparece detrás suyo. [AP Photo/Evan Vucci]

En un discurso pronunciado el martes, el presidente Joe Biden respaldó en efecto la ofensiva israelí contra la ciudad, intentando cínicamente sacar provecho del Holocausto para justificar el apoyo estadounidense al genocidio de los palestinos por parte del Estado israelí.

En su discurso, Biden declaró:

Este antiguo odio a los judíos no comenzó con el Holocausto... Ese odio lo siguen albergando demasiadas personas en lo más profundo de sus... Ese odio cobró vida el 7 de octubre de 2023.

El intento de Biden de equiparar el Holocausto, el exterminio industrial de más de seis millones de judíos por parte de la Alemania nazi, el Estado capitalista más poderoso de Europa, con los sucesos del 7 de octubre es una completa falsificación de la historia.

El único paralelo entre el Holocausto y los últimos seis meses es la forma en que el régimen sionista de extrema derecha se hace eco de los crímenes perpetrados por el fascismo alemán contra el pueblo judío, esta vez contra los palestinos de Gaza.

Los palestinos no tuvieron responsabilidad alguna en el Holocausto. Y los acontecimientos del 7 de octubre, que constituyeron un levantamiento de un pueblo cautivo, encarcelado y desposeído, tienen mucho más en común con el levantamiento del Gueto de Varsovia de 1943 contra la ocupación nazi.

En sus declaraciones, Biden no hizo ni una sola referencia a las muertes y el sufrimiento infligidos a la población de Gaza, ni a los 75 años de desposesión y crímenes israelíes contra los palestinos, que han incluido numerosas matanzas desde 1948 por parte del Estado israelí.

El discurso de Biden reflejó, en lo esencial, las declaraciones pronunciadas el viernes por Benjamín Netanyahu en una ceremonia de recordación del Holocausto, en las que el primer ministro israelí de extrema derecha prometió atacar Rafah y someter a toda Gaza como único medio de “garantizar nuestra existencia y nuestro futuro”.

En sus declaraciones del martes, Biden reafirmó el apoyo total de su Administración al genocidio israelí en Gaza, declarando: “Mi compromiso con... la seguridad de Israel y su derecho a existir como Estado judío independiente es férreo, incluso cuando discrepamos”.

De hecho, la afirmación de Biden de “discrepar” con la invasión de Rafah es una mentira. Al declarar públicamente que no habrá consecuencias para el régimen israelí, la Casa Blanca está dando efectivamente un cheque en blanco para masacrar a la población de Gaza.

Asimismo, la invocación del Holocausto por parte de Biden tenía por objeto legitimar la represión de las protestas contra el genocidio por parte de su Gobierno, que ha supuesto la detención de cientos de personas judías que protestaban contra el genocidio de Gaza. Biden declaró:

Hemos presenciado un aumento feroz del antisemitismo en Estados Unidos y en todo el mundo. Propaganda despiadada en las redes sociales. Los judíos se ven obligados a esconder sus kipás bajo gorras de béisbol, a esconder sus estrellas judías bajo sus camisas. En los campus universitarios, los estudiantes judíos en camino a sus clases se ven bloqueados, acosados y atacados. Hay pancartas antisemitas y consignas que piden la aniquilación de Israel, el único Estado judío del mundo. Demasiada gente niega, minimiza, racionaliza e ignora los horrores del Holocausto y del 7 de octubre.

Todo esto, de nuevo, es un completo absurdo. Las manifestaciones masivas en todo Estados Unidos han contado con una amplia participación del pueblo judío. Muchas han incluido destacadas prácticas religiosas judías, con la participación fraternal de musulmanes, cristianos y ateos.

La afirmación de que la defensa de Biden del genocidio de Gaza y su represión de las protestas contra la guerra están motivadas por la oposición al antisemitismo es mentira. En Estados Unidos, Biden está abiertamente aliado con notorios antisemitas como Majorie Taylor Greene y los líderes de la insurrección del 6 de enero a la hora de ordenar la represión policial de los manifestantes contra la guerra. En Ucrania, Biden está financiando y armando al régimen fascistoide de Zelenski, cuyo héroe nacional es el colaborador del Holocausto, Stepan Bandera.

Los realmente amenazados por la violencia son los manifestantes, cientos de los cuales han sido detenidos, golpeados, rociados con gases lacrimógenos y disparados con balas de goma en el transcurso de la represión policial de Biden. Durante el fin de semana, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, amenazó con “acabar” con las protestas contra el genocidio de Gaza, mientras que el senador Tom Cotton se refirió a las protestas como “pequeñas Gazas”, dando a entender que la policía debería tratar a los manifestantes como Israel trata a los gazatíes.

Al calumniar toda la oposición al genocidio de antisemitismo, Biden está repitiendo la mentira sionista que equipara la identidad judía con el apoyo a Israel. Según esta narrativa de derechas, los judíos estadounidenses se definen por su religión, que a su vez se equipara con el Estado israelí.

El Estado sionista es, y siempre ha sido, un instrumento del imperialismo. Históricamente, el sionismo surgió como una ideología reaccionaria basada en la falsa afirmación de que el antisemitismo era una característica inevitable y permanente de la sociedad que solo podía combatirse mediante la creación de un Estado etnonacionalista judío.

Fue y sigue siendo una ideología basada en una amarga hostilidad hacia el movimiento socialista y su programa anticapitalista e internacionalista, que históricamente gozó de un poderoso apoyo entre las masas judías. En sus orígenes ideológicos e históricos, el sionismo refleja rasgos clave del fascismo y del propio antisemitismo, que, en el periodo moderno, surgió sobre todo como reacción contra el movimiento obrero socialista.

Los intentos de Biden de justificar los intereses depredadores del imperialismo estadounidense invocando el Holocausto son vistos correctamente por millones de personas en todo el mundo como un fraude transparente. El contenido real del discurso de Biden es una adopción abierta, por parte de la principal potencia imperialista del mundo, del genocidio como instrumento de política de Estado, delatando la intención del imperialismo de repetir los mayores crímenes del siglo XX.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 8 de mayo de 2024)

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