En una reunión de trabajo celebrada el 7 de febrero, el sindicato alemán de ingenieros, IG Metall y el comité de empresa de Ford Motors en Saarlouis anunciaron un documento para un contrato social destinado a sellar el final de la planta. De los casi 7.000 puestos de trabajo que existían en la fábrica, sólo 1.000 permanecerán en ella a finales del próximo año. Esto significa que, para esa fecha, alrededor de 2,800 trabajadores de la plantilla actual de aproximadamente 3,800 perderán sus empleos, además de alrededor de 1,500 puestos de trabajo perdidos en el parque de proveedores cercano.
Esto confirma lo que siempre ha dicho el Comité de Acción de Ford. Los puestos de trabajo no pueden ser defendidos con el comité de empresa y con IG Metall, sino sólo en oposición a ellos. Desde el principio, el comité de empresa e IG Metall han trabajado intensamente con la dirección de la empresa, en lo que sólo puede describirse como una conspiración contra los trabajadores. Su principal objetivo en todo momento, e incluso ahora, ha sido mantener la producción funcionando de la mejor manera posible mientras organizaban el cierre de la planta y la destrucción de empleos en negociaciones secretas.
Markus Thal, jefe del comité de empresa, afirmó que la planta y los puestos de trabajo podrían ser defendidos por trabajadores haciendo concesiones voluntarias y de gran alcance sobre los salarios y las condiciones de trabajo. También sostuvo que las negociaciones debían llevarse a cabo en secreto para tener éxito y que se había encontrado un inversor cuyo nombre no podía hacerse público para no poner en peligro una posible adquisición. Todas estas afirmaciones han demostrado ser mentiras y engaños.
Ahora, Thal y compañía están tratando de exagerar las indemnizaciones por despido y citan grandes sumas de dinero que, cuando se calculan con precisión y después de deducir impuestos, se reducen como la nieve al sol. La afirmación de que una indemnización por despido es un sustituto de un puesto de trabajo es la próxima gran mentira de la mafia de los comités de empresa. Las indemnizaciones por despido nunca y en ningún lugar han evitado la pérdida masiva de puestos de trabajo. Esta ha sido invariablemente el camino hacia la devastación social y la ruina del futuro de las generaciones.
No hay una salida individual a la crisis. Una lucha común en defensa de todos los puestos de trabajo es necesaria y no se puede posponer. Por eso es tan importante la creación de un comité de acción independiente.
Los despidos y los planes de cierre de plantas en Ford son solo el comienzo. Se está produciendo una masacre laboral en la industria automotriz como no se había visto en el sector desde la Segunda Guerra Mundial. Desde hace algún tiempo, los fabricantes y proveedores han estado utilizando el paso a la movilidad eléctrica para recortar puestos de trabajo y aumentar la explotación laboral.
A finales de diciembre, el Instituto Ifo, con sede en Múnich, informó una vez más de la caída de las expectativas empresariales en la industria automotriz basándose en una encuesta de la empresa. Los accionistas exigen ahora inequívocamente un enorme aumento de la explotación de los cerca de 800.000 trabajadores empleados por fabricantes y proveedores para garantizar un rendimiento cada vez mayor de sus inversiones.
Cuando se trata de empleos, seguridad social, condiciones de trabajo y salarios, nada es seguro. Los estudios estiman que hasta el 40 por ciento de los puestos de trabajo se perderán como resultado del cambio a la movilidad eléctrica, es decir, más de 300.000 en Alemania. La situación en otros países es muy similar.
Esto significa que las grandes luchas de clases son inevitables, que irán mucho más allá de las actuales huelgas de advertencia y romperán el control del aparato sindical. Habrá huelgas espontáneas, ocupaciones de fábricas y grandes protestas de todos los tipos. Esta es la razón por la que IG Metall y sus comités de empresa están haciendo todo lo posible para reprimir cualquier iniciativa en defensa de la planta de Ford en Saarlouis. Temen que Ford-Saarlouis provoque una conflagración y que el estado de ánimo caldeado y el enfado por los despidos masivos y los recortes sociales se conviertan en una resistencia activa.
La conclusión es clara: es necesario oponerse valientemente a la conspiración del consejo de administración, el comité de empresa e IG Metall para cerrar la planta. Millones de trabajadores en muchas otras empresas están esperando que alguien empiece.
Thal y sus compinches amenazan con que cualquiera que se oponga al cierre perderá su derecho a una indemnización por despido. Al igual que hace dos años, cuando aceptó el vergonzoso concurso de licitación y enfrentó a los empleados de Saarlouis con sus compañeros de Almussafes, España, el comité de empresa intenta ahora una vez más dividir a la plantilla con la ayuda del plan social.
Nadie debería dejarse intimidar por esto. El plan social no suspende el derecho de huelga ni el derecho a acciones reivindicativas. El anuncio del cierre de la planta también puso fin a la fase de la llamada paz industrial. No hay razón para continuar la producción en estas condiciones y ser conducidos como corderos al matadero.
Ahora es necesario construir el comité de acción y preparar medidas conjuntas de lucha. Dos cosas son clave para este fin: construir vínculos con trabajadores en otras plantas y proveedores de Ford y evaluar la política divisiva y reaccionaria del comité de empresa y de IG Metall.
Los dos últimos años, que han sido especialmente amargos para los compañeros de Ford en Saarlouis, nos han enseñado importantes lecciones. Después del impacto inicial que siguió al anuncio del cierre de la planta en junio de 2022, el comité de empresa bajo el liderazgo de Thal difundió la ilusión de que las cosas podrían continuar de alguna manera.
Un año antes ya había enfrentado a los empleados de Saarlouis con los de Almussafes en España en una brutal guerra de ofertas. Thal negoció a puerta cerrada durante meses. Hasta el día de hoy, se niega a revelar las concesiones salariales y el amplio deterioro de las condiciones de trabajo que ofreció en ese momento.
A esto le siguieron tácticas dilatorias con un supuesto inversor que se haría cargo de la planta. En octubre de 2023 quedó claro que no existía tal inversor. La planta iba a ser cerrada. Sin embargo, se alimentaron rumores de que se encontraría o ya se había encontrado un inversor. Con el fin de absorber el enfado y la decepción que se esperaban, el comité de empresa e IG Metall organizaron breves huelgas de aviso del 17 al 19 de enero. La razón dada por Thal fue que la dirección de Ford se negaba a aumentar las indemnizaciones por despido más allá de las estipuladas en los convenios existentes. Más tarde anunció que el plan social que ahora estaba sobre la mesa era el resultado de la lucha de los trabajadores.
En realidad, el último espectáculo en forma de huelga de aviso realizada por IGM y el comité de empresa tenía como único objetivo ocultar el hecho de que el contrato social acordado servía exclusivamente para llevar adelante el cierre de la planta y mantener la producción hasta el último día. Lo que ahora se ha decidido, la ampliación de la producción hasta finales de noviembre de 2025 ya era evidente el mes pasado.
IGM y el comité de empresa ahora están instando a la plantilla a aceptar el 'paquete completo' en una votación el 22 de febrero. Este sería el último clavo en el ataúd que Thal está clavando en la planta y significa que la producción de automóviles en Saarlouis será historia a finales de 2025.
El WSWS y el Comité de Acción Ford han estado luchando contra la bancarrota de la política de IG Metall y sus comités de empresa desde el primer momento.
Por lo tanto, hacemos un llamamiento a la plantilla para que actúe ahora:
- ¡Rechacen a Thal y su contrato social!
- ¡Rechacen las tácticas salami de llevar adelante recortes de empleos con un programa de despido voluntario y una “empresa de transferencia” de empleos!
- ¡Detengan la producción mientras sea posible!
- ¡Hagan de su lucha el punto de partida para oponerse a la destrucción masiva de empleos en toda la industria automotriz!
- Pónganse en contacto con sus compañeros de ZF, Bosch, Mahle, Continental y también con los trabajadores de la industria automotriz de VW, Opel, Mercedes y BMW, que se enfrentan a ataques similares.
- ¡Unan fuerzas con los compañeros de Ford en Valencia, Colonia, Craiova, Estambul y Estados Unidos!
- ¡Construyan el comité de acción de Ford Saarlouis! Pónganse en contacto con nosotros por mensaje de WhatsApp al siguiente número: +491633378340 o a través del siguiente formulario!
(Artículo publicado originalmente en inglés el 12 de febrero de 2024)