Por primera vez en la historia de Estados Unidos, el presidente de la Cámara de Representantes ha sido destituido por votación de sus miembros, lo que deja a la Cámara paralizada hasta que pueda elegirse un nuevo líder.

Las amargas divisiones en el seno de la conferencia republicana torpedearon la presidencia del republicano californiano Kevin McCarthy tras 269 días, el tercer mandato más corto de la historia de EE.UU. La prioridad central del Partido Demócrata, mientras tanto, es garantizar el flujo ininterrumpido y ampliado de dinero y armas al régimen títere de Washington en Kiev, con el fin de intensificar la guerra contra Rusia por Ucrania.

La destitución de McCarthy se produce menos de nueve meses después de que asumiera el cargo tras 15 rondas de votaciones, y exactamente 1.000 días después del ataque al Capitolio de la turba de extrema derecha de Donald Trump, cuyo objetivo era derrocar la elección del presidente Joe Biden. Muchos de los mismos miembros de extrema derecha de la bancada republicana que se opusieron a la elevación de McCarthy a portavoz en enero estaban detrás del esfuerzo para forzar su salida esta semana, incluidos el representante de Florida Matt Gaetz y el representante de Arizona Andy Biggs.

La votación final para expulsar a McCarthy fue 216-210, con ocho republicanos y 208 demócratas apoyando la 'moción para dejar vacante' el cargo de presidente de la Cámara.

El propio McCarthy no es ningún 'moderado'. Partidario de Trump y promotor de la mentira de que las elecciones de 2020 fueron 'robadas' por los demócratas, defiende una intensificación de la represión contra los migrantes y recortes masivos en los programas sociales. Ha hecho una concesión tras otra a las exigencias de los elementos más ultraderechistas y fascistas del Partido Republicano, incluido su acuerdo para permitir que un solo miembro de la Cámara fuerce una votación para destituirle presentando una moción para dejar vacante su cargo.

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Más recientemente, inició una investigación de destitución contra el presidente Biden basada en acusaciones de corrupción en relación con los negocios de su hijo, Hunter Biden.

Su conflicto con el grupo de miembros de la Cámara que organizó su destitución se ha centrado cada vez más en su apoyo a la guerra en Ucrania, en unas condiciones en las que la mayoría de los miembros republicanos de la Cámara, respaldados por Trump, han votado en contra de la financiación adicional estadounidense para el ejército ucraniano.

El presidente de la Cámara de Representantes es un cargo de enorme importancia en el Gobierno estadounidense. El presidente decide qué legislación llega al pleno para su debate y hace los nombramientos para los comités clave. Es uno de los pocos funcionarios nacionales que figuran en la Constitución de Estados Unidos y el segundo en la línea de sucesión del presidente, después del vicepresidente.

La última vez que se presentó una moción de destitución fue en 1910. La votación del martes fue la primera vez que prosperó. Los anteriores presidentes republicanos de la última década, como Paul Ryan y John Boehner, optaron por dimitir o retirarse bajo la amenaza de una moción de dimisión por parte de miembros de extrema derecha de su conferencia.

La moción de destitución fue presentada por Gaetz, apoderado del expresidente Trump, después de que McCarthy permitiera a republicanos y demócratas aprobar el sábado una resolución bipartidista de continuidad (CR, por sus siglas en inglés) para evitar un cierre del Gobierno y financiar el Gobierno federal hasta el 17 de noviembre.

Tras la votación para destituir a McCarthy, Gaetz confirmó en una entrevista que había 'hablado con el presidente Trump en los últimos días'.

Aunque los medios de comunicación han presentado la crisis como un conflicto de personalidades, la votación del martes es un reflejo de las profundas divisiones dentro de la propia clase dominante. Gaetz y aproximadamente una docena de otros republicanos de extrema derecha se opusieron al CR porque carecía de recortes del gasto social y de más créditos para la policía de fronteras.

En una entrevista en Newsmax tras la votación, Gaetz, hablando en nombre de una facción del capital financiero, rechazó las acusaciones de que sin un portavoz el gobierno se sumiría en el 'caos' y reiteró que McCarthy fue despojado del mazo de portavoz por su negativa a promulgar recortes de gastos suficientemente draconianos.

'El caos es que el dólar pierda su estatus de moneda de reserva mundial. El caos es la mayor nación del mundo sentada sobre una deuda de 33 billones de dólares. El caos es aceptar presupuestos de Biden que conducirán a déficits anuales de 2 billones de dólares... para siempre', dijo Gaetz.

Tras su destitución, McCarthy dijo en una reunión a puerta cerrada de los republicanos de la Cámara que no se presentaría a la reelección como presidente. En una rueda de prensa posterior, el martes por la noche, dijo: 'No volveré a presentarme a presidente... Haré que la conferencia elija a otro'.

El republicano Patrick McHenry, de Carolina del Norte, ocupa actualmente el cargo de presidente interino. McHenry dijo que la Cámara no volvería a reunirse hasta el próximo martes, con el objetivo de celebrar una votación para elegir al nuevo presidente el miércoles 11 de octubre. Varios nombres han sido barajados por representantes republicanos como posibles candidatos a sustituir a McCarthy, entre ellos el líder de la mayoría Steve Scalise (Luisiana), el jefe de la mayoría Tom Emmer (Minnesota), Kevin Hern (Oklahoma) e incluso Donald Trump.

Aunque no está claro quién será el portavoz en un futuro inmediato, si es que lo es, lo que está claro es que la votación del martes marca un punto de inflexión en la actual crisis política estadounidense, que no ha remitido más de dos años y medio después del fallido golpe de Trump. La destitución de McCarthy sienta las bases para convulsiones políticas aún más explosivas y un nuevo giro a la derecha de todo el establishment político.

En la breve reunión de la conferencia republicana de la Cámara de Representantes que siguió a la votación para destituir a McCarthy, el depuesto presidente informó de que los líderes demócratas de la Cámara se habían puesto en contacto con él sobre un posible acuerdo para mantenerlo en el cargo. Al parecer, McCarthy afirmó que se negó a discutir tal acuerdo.

Sin embargo, el caos actual no excluye la posibilidad de que la Casa Blanca de Biden y los líderes demócratas lleguen a un acuerdo de ese tipo como parte de la elección de un nuevo presidente, basado en un acuerdo para seguir financiando la guerra de Estados Unidos contra Rusia en Ucrania.

La destitución sin precedentes del presidente de la Cámara de Representantes sigue a la debacle de la 'ofensiva de primavera' en Ucrania y se produce en medio de un auge masivo de las luchas de la clase obrera en los EE.UU. e internacionalmente, incluso entre los trabajadores de la industria automotriz, los actores y los trabajadores de la salud.

Mientras se celebraba la votación del martes, Trump se encontraba en Nueva York para asistir al segundo día de su juicio civil, durante el cual se le ordenó que dejara de proferir amenazas violentas contra el juez y su secretario. El presidente Biden, en evidente deterioro de salud a medida que se acerca su 81 cumpleaños, se desmorona en las encuestas mientras se enfrenta a una investigación de destitución. El martes, su hijo Hunter se declaró 'no culpable' de tres cargos federales relacionados con armas de fuego.

A medida que se acumulan las crisis políticas, económicas y sociales entrecruzadas, la preocupación central del Partido Demócrata es mantener una relación de trabajo con sus 'colegas republicanos' para proseguir la guerra contra Rusia en Ucrania, prepararse para un conflicto militar con China y suprimir la resistencia de la clase trabajadora a los continuos ataques contra los salarios y el empleo, los recortes sociales y los niveles cada vez mayores de desigualdad social.

La principal preocupación del grueso de los principales medios de comunicación y del Partido Demócrata es que el conflicto político en el seno de la Cámara paralice una inyección masiva de fondos para la guerra en Ucrania. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo el lunes que la financiación existente sólo era suficiente para 'cubrir las necesidades urgentes de Ucrania en el campo de batalla durante un tiempo, un poco más'.

(Publicado originalmente en inglés el 3 de octubre de 2023)