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Lula intenta reactivar alianza sudamericana antes de la cumbre de los BRICS

Desde que asumió el cargo a principios de este año, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores - PT) ha estado tratando de revivir la política exterior 'activa' que caracterizó sus dos primeros mandatos presidenciales (2003-2010). Adelanta el eslogan de que 'Brasil ha vuelto' a la arena internacional tras años de aislamiento bajo el mandato del expresidente Jair Bolsonaro.

A través de las diez visitas internacionales que Lula ha realizado hasta ahora, incluyendo a Estados Unidos, China y, más recientemente, a Francia, el líder brasileño ha tratado de promover la narrativa de que la hegemonía geopolítica actual de Estados Unidos y Europa debe ser superada por un 'mundo multipolar'.

Presidentes y funcionarios sudamericanos durante una reunión en Brasilia el 30 de mayo [Photo: Ricardo Stukert/Presidência da República]

Como parte de esta campaña, Lula convocó el 30 de mayo una cumbre en Brasilia con presidentes y funcionarios de los 12 países sudamericanos, evocando el renacimiento de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR). Creada en 2008, la UNASUR marcó la 'Marea Rosa' original de los gobiernos nacionalistas burgueses de América Latina que se hacían pasar por la izquierda. Desmantelada en la segunda mitad de la década pasada, tras la llegada al poder de varios gobiernos de derechas en la región, la Unión ha recuperado miembros tras la elección de representantes de la 'Marea Rosa' en países como Argentina y Colombia.

Sin embargo, las condiciones económicas, sociales y políticas de este intento de refundación de UNASUR son muy diferentes a las de hace 15 años. Los primeros años del siglo XXI en América Latina estuvieron marcados por el auge de las materias primas impulsado por el crecimiento de China, que llevó al país asiático a superar a Estados Unidos y convertirse en 2009 en el primer socio comercial de las mayores economías de la región.

En la actualidad, una pandemia de COVID-19 en curso ha intensificado aún más la aguda desigualdad social en Sudamérica. La guerra de Estados Unidos y la OTAN contra Rusia en Ucrania también ha aumentado las tensiones económicas, políticas y sociales en toda la región. Mientras que prácticamente todos los presidentes sudamericanos se enfrentan a crisis internas explosivas, incluyendo tensiones con los militares, se enfrentan al reto de maniobrar entre sus relaciones comerciales con China y, en menor medida, Rusia, y las crecientes presiones del imperialismo.

En su discurso de apertura de la cumbre sudamericana, Lula declaró: 'Tengo la firme convicción de que necesitamos reavivar nuestro compromiso con la integración sudamericana'. El presidente brasileño recordó otras iniciativas de integración regional del siglo XX, como Mercosur, entre Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Destacó, sin embargo, que con UNASUR 'hemos avanzado en la institucionalización de nuestras relaciones'.

Además de fomentar el comercio entre los países de la región, Lula destacó el papel de UNASUR en la articulación de los intereses del 'Sur global' con 'encuentros con los países árabes y africanos'. Según él, esta postura contrastaría con los 'foros de gobernanza global' actuales, como la Organización Mundial del Comercio, que benefician a los países ricos.

El presidente brasileño exaltó el potencial económico de Sudamérica, con un PIB de 4 billones de dólares y 450 millones de habitantes que constituyen un importante mercado de consumo. En cuanto a los recursos naturales, afirmó que el continente posee el 'mayor y más variado potencial energético del mundo', una gran producción de alimentos, un tercio de las reservas mundiales de agua dulce, una rica biodiversidad y minerales críticos 'esenciales para la industria de última generación'.

Lula describió estos recursos como 'activos sólidos' en el contexto de 'las amenazas sistémicas actuales', como la crisis climática, y defendió que Sudamérica puede asumir un papel de liderazgo en el 'mundo en transición'. Para lograrlo, afirmó, 'no es necesario empezar de cero. UNASUR es un patrimonio colectivo'.

A pesar de los alardes de Lula, la cumbre sudamericana celebrada por el PT ha demostrado que establecer la unidad regional no será tarea fácil. Cualquier referencia a UNASUR en la resolución final de la reunión 'tuvo que ser eliminada para que pudiera ser aprobada', informó Folha de São Paulo. El documento terminó presentando vagas afirmaciones sobre la importancia de la integración sudamericana para la 'construcción de un mundo en paz', además de otras generalidades.

Tanto el presidente derechista de Uruguay, Luis Lacalle Pou, como el pseudoizquierdista de Chile, Gabriel Boric, se posicionaron abiertamente en contra de UNASUR. Lacalle Pou dijo: 'basta de instituciones', y rechazó 'los clubes ideológicos que sólo viven mientras haya coincidencia de ideologías'. El canciller chileno, Alberto Van Klaveren, declaró su preferencia por la 'cooperación en temas específicos' frente al 'énfasis en instituciones formales' como UNASUR.

Esta divergencia refleja la existencia de grandes cuestiones internacionales que obstaculizan las relaciones entre los regímenes sudamericanos, que también se expresaron en la polémica sobre la participación del presidente venezolano Nicolás Maduro en la cumbre. Un día antes de su inauguración, Lula mantuvo una reunión bilateral con Maduro. Esto marcó el restablecimiento oficial de las relaciones diplomáticas entre los dos países, rotas por Bolsonaro cuando reconoció al títere de Washington, Juan Guaidó, como líder oficial de Venezuela.

Maduro y Lula en la reunión bilateral del 29 de mayo [Photo: Twitter/Ricardo Stukert]

Boric y Lacalle Pou criticaron abiertamente a Lula por calificar las acusaciones de 'antidemocracia y autoritarismo' por parte del régimen de Maduro como una 'narrativa' dirigida contra Venezuela. Tanto el presidente chileno como el uruguayo han expresado su total apoyo a la guerra liderada por la OTAN contra Moscú. Por su parte, Maduro, incluso antes de la guerra en Ucrania, había declarado 'pleno apoyo [a Rusia] para disipar las amenazas de la OTAN'.

En una rueda de prensa, Lula calificó la reunión con Maduro como un 'momento histórico' que aumentará la integración de Brasil y Venezuela. Maduro, a su vez, hizo énfasis en las críticas de Lula a las sanciones de EE.UU. contra Venezuela, diciendo: 'El mundo que está naciendo no debe estar marcado por las sanciones y la presión del dólar'. Para construir este 'nuevo mundo multipolar', expresó su deseo de que Venezuela se incorpore al BRICS. Lula dijo que es 'favorable'.

La cumbre sudamericana de Brasil se celebró en medio de la reunión anual del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), conocido como el Banco de los BRICS, y de los preparativos de la cumbre anual del bloque que se celebrará en agosto en Sudáfrica. Los temas centrales de estas reuniones fueron la posibilidad de crear una moneda única para el bloque, la expansión del comercio entre países en monedas alternativas al dólar y el aumento del número de miembros del NDB y del BRICS.

Además de Venezuela, más de otros 20 países ya han expresado su interés en unirse al BRICS, como Argentina, Argelia, Turquía, Siria e Irán; y el NDB ya ha comenzado su expansión con la incorporación de Uruguay, Emiratos Árabes Unidos, Bangladesh y Egipto en 2021.

Un artículo del Global Times chino sobre la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de los BRICS explicaba el 'atractivo' del bloque culpando 'al creciente abuso por parte de Estados Unidos de su hegemonía del dólar a expensas de muchas naciones en desarrollo', añadiendo que sus 'sanciones a otros países también han causado un daño masivo a muchos países en desarrollo'.

En otro artículo, el Global Times denunciaba que Estados Unidos 'ha tratado durante mucho tiempo a Latinoamérica como su 'patio trasero', y ha estado intentando activamente sabotear una cooperación normal y beneficiosa para ambas partes entre China y los países latinoamericanos'. Sin embargo, continuaba, 'las dificultades económicas debidas en gran parte a las políticas tóxicas de EE.UU.' han llevado a los países latinoamericanos 'a ampliar la cooperación con China'. Esto incluye la reciente adhesión de Honduras a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, los acuerdos multimillonarios que Lula cerró a principios de abril en su visita a China y los acuerdos con Argentina sobre la extracción de litio para ampliar la producción china de vehículos eléctricos.

La preocupación estadounidense por la influencia china en América Latina ha sido expresada en los últimos meses por la jefa del Mando Sur de Estados Unidos, la general Laura Richardson. En una entrevista con BBC Brasil a finales de mayo, dijo: 'Los chinos son nuestros principales competidores en la región'. Richardson dijo estar preocupada principalmente por el 'doble uso (civil y militar)' de estructuras chinas como puertos, redes de telecomunicaciones 5G y la base espacial en Argentina, así como por lo que llamó 'préstamos trampa' de China que ya han llevado a 21 de los 31 países de América Latina a unirse a la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

Como han demostrado la creciente escalada estadounidense de la guerra en Ucrania y las crecientes provocaciones contra China sobre Taiwán, Washington no aceptará pacíficamente que China aumente su influencia en la región latinoamericana.

Como declaró David North en su discurso en el mitin del Primero de Mayo del World Socialist Web Site, la realización de un orden 'multipolar' 'no es una perspectiva realista'. North continuó: 'Estados Unidos se opondrá con todos los medios a su alcance a los esfuerzos por bloquear su impulso hacia la hegemonía 'unipolar'. Así, el utópico empeño de sustituir un mundo 'unipolar' por uno 'multipolar' conduce, por su propia lógica retorcida, a la Tercera Guerra Mundial y a la destrucción del planeta'.

Aunque Sudamérica no fue escenario principal de las dos guerras mundiales del siglo pasado, no se librará de una nueva guerra global. Esto subraya el llamamiento del CICI y de su organización juvenil, los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social (JEIIS, o IYSSE en inglés), a construir un movimiento socialista e internacionalista contra la guerra imperialista en Sudamérica y en todo el mundo.

(Publicado originalmente en inglés el 27 de junio de 2023)

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