El presidente estadounidense Joe Biden se reunió el miércoles en Polonia con los representantes de los Nueve de Bucarest, el grupo de países de Europa del este añadidos a la Alianza Atlántica durante los Gobiernos de Clinton y Bush, y prometió “defender literalmente cada pulgada de la OTAN” contra Rusia.
Biden comenzó afirmando, “Como algunos de ustedes quizás lo recuerden, hace años, cuando estábamos expandiendo la OTAN, yo fui el senador que presionó con más fuerza expandir la OTAN para que muchos de ustedes en esta mesa se convirtieran en miembros”.
Sus declaraciones rinden testimonio de las profundas raíces históricas de la guerra que estalló hace un año.
Según el relato desgastado de la Casa Blanca, la guerra en Ucrania es una “guerra de elección” iniciada por un solo hombre en febrero de 2022. Putin inició la guerra y solo Putin puede ponerle fin, retirando las tropas rusas a dónde estaban el año pasado, como repite incansablemente la Casa Blanca.
Pero esta presentación simplista y falsa no tiene nada que ver con el registro histórico. En realidad, EE.UU. ha buscado integrar en la OTAN las repúblicas exsoviéticas y los “Estados colchón” de Europa del Este, mientras promueve levantamientos nacionalistas dentro de Rusia con el objetivo de desestabilizar y resquebrajar el país.
En 1998, el Senado votó a favor de ampliar la OTAN para incluir a Polonia, Hungría y la República Checa. “Este es, de hecho, el comienzo de otros 50 años de paz”, dijo Biden, al poner en marcha los acontecimientos que finalmente conducirían al estallido de la guerra en Ucrania.
“Estaremos corrigiendo una injusticia histórica impuesta a los polacos, checos y húngaros” por la Unión Soviética.
“Estados Unidos es una potencia europea”, declaró la secretaria de Estado Madeleine K. Albright en 1997 ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, de la que Biden era un miembro principal. “Tenemos interés no solo en las tierras al oeste del río Oder, sino en el futuro de los 200 millones de personas que viven en las naciones situadas entre los mares Báltico y Negro”.
El 15 de junio de 2001, en un discurso pronunciado en Varsovia, Polonia, el presidente estadounidense George W. Bush declaró su “Plan para ampliar la OTAN” con el fin de crear un anillo de países que se extendería “desde el Báltico hasta el mar Negro”.
Biden apoyó la ampliación de la OTAN en 2004 con la inclusión de Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia y Lituania.
Y en 2008, cuando Bush declaró que la entrada de Ucrania en la OTAN era de “interés” para Estados Unidos, contó con el apoyo entusiasta de Biden. Bajo la dirección de Bush, la OTAN declaró que Ucrania junto con Georgia “se convertirán en miembros de la OTAN”.
La Administración de Obama, aunque se distanció públicamente de las acciones más criminales de la Administración de Bush, como la tortura sistemática de prisioneros, defendió a gritos el llamamiento de Bush para que Ucrania se convirtiera en miembro de la OTAN.
La estrategia subyacente a la expansión de la OTAN hacia el este se ha inspirado en gran medida en las concepciones del dictador de derechas Józef Piłsudski, que gobernó Polonia durante gran parte del periodo de entreguerras.
En 2014, el geoestratega estadounidense Robert D. Kaplan subrayó en un artículo de agosto de 2014 titulado “La Europa de Piłsudski” que “son Polonia y Rumanía, los dos mayores Estados de la OTAN en el noreste y sureste de Europa respectivamente, los cruciales para el surgimiento de un Intermarium eficaz para contrarrestar a Rusia. Juntos unen prácticamente el Báltico con el mar Negro”.
Como complemento a la teoría del “Intermarium”, Piłsudski abogó por el concepto de “prometeísmo”, declarando que “la fuerza y la importancia de Polonia entre las partes constituyentes del Estado ruso nos animan a fijarnos el objetivo político de romper el Estado ruso en sus principales componentes y emancipar a los países que han sido incorporados por la fuerza a ese imperio.”
Solo entonces, subrayó Piłsudski, Rusia quedará “lo suficientemente debilitada como para dejar de ser un vecino formidable y peligroso”.
En la reunión del miércoles de los nueve países miembros que abarcan desde el Báltico hasta el mar Negro, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró: “No podemos permitir que Rusia siga minando la seguridad europea. Debemos romper el ciclo de la agresión rusa”, declaró.
En su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich del pasado fin de semana, Stoltenberg reconoció hasta qué punto las potencias orientales de la OTAN se habían rearmado militarmente durante años para preparar el conflicto actual.
La guerra no empezó en febrero del año pasado, empezó en 2014. Y desde 2014, hemos puesto en marcha el mayor refuerzo de nuestra defensa colectiva, con más tropas, mayor preparación, presencia en la parte oriental de la Alianza, nuevos planes de defensa y también mayor gasto en defensa.
En 2017, la OTAN creó cuatro grupos de combate multinacionales del tamaño de batallones en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia.
Tras el estallido de la guerra de Ucrania, la OTAN reforzó sus cuatro grupos de combate existentes en Europa oriental y se comprometió a formar otros cuatro grupos de combate en Bulgaria, Hungría, Rumanía y Eslovaquia.
“Con ello se ha elevado a ocho el número total de grupos de combate multinacionales, se ha duplicado el número de tropas sobre el terreno y se ha ampliado la presencia avanzada de la OTAN a lo largo del flanco oriental de la Alianza, desde el mar Báltico en el norte hasta el mar Negro en el sur”, declaró la OTAN la semana pasada.
Esta expansión continúa, y los aliados de la OTAN se comprometieron en la cumbre de junio en Madrid a “expandir los grupos de combate multinacionales desde el tamaño de batallón hasta el de brigada”
En medio del deterioro de la posición militar de Ucrania y de una implicación cada vez más directa de la OTAN, se cierne la amenaza de que la masiva presencia militar de la OTAN en las fronteras de Rusia se transforme en una activa expansión geográfica de la guerra a toda Europa del este.
(Publicado originalmente en inglés el 23 de febrero de 2023)