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Révolution Permanente da cobertura a la traición de la burocracia sindical francesa contra la huelga en las refinerías

Desde el 27 de septiembre, los trabajadores de las refinerías francesas TotalEnergies y Exxonmobil han organizado huelgas que están reduciendo drásticamente el suministro de gasolina y diésel a las estaciones de servicio de todo el país. Para reprimir la lucha, el gobierno de Macron ha seguido una política dual de 'diálogo social' con las burocracias sindicales, mientras requisa a los huelguistas para obligarlos a volver al trabajo.

El 11 de octubre, el primer esfuerzo del gobierno para poner fin a la huelga se producía a través de un acuerdo traicionero con los líderes del sindicato de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT). Este acuerdo ofrecía a los trabajadores un aumento salarial del 5,5 por ciento, que con una inflación del 7 por ciento es un recorte salarial real del 1,5 por ciento. Al día siguiente, el gobierno entregaba sus primeras órdenes de requisición contra los trabajadores de la refinería.

[AP Photo/Michel Spingler]

Como el WSWS y el Partido por la Igualdad Socialista (PSI), sección francesa del Comité Internacional de la Cuarta Internacional, viene subrayando desde el principio de la huelga, la cuestión crucial para los trabajadores huelguistas es romper el asfixiante control de las burocracias sindicales sobre su lucha formando sus propios comités independientes de base. De hecho, el líder sindical estalinista de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martinez, ha estado en constante comunicación con el gobierno desde que comenzó la huelga. Está trabajando para, a través del 'diálogo social', cerrar su propio acuerdo podrido entre los sindicatos, la patronal y el gobierno.

En contraste, el sitio web pseudoizquierdista Révolution Permanente (RP), publicado por el grupo morenista francés Corriente Comunista Revolucionaria (CCR), vinculado al Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) de Argentina y a la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) en España, ha promovido ilusiones en las intenciones de lucha de las burocracias sindicales francesas. Tras la traición en el acuerdo contractual, los morenistas han denunciado a CFDT y CGE-CGC como 'pseudosindicatos' y critican la política de 'diálogo social' de Martínez, al tiempo que siembran ilusiones de que la burocracia puede ser presionada para seguir una política más militante.

Tras la orden de requisición de huelguistas de Macron, el candidato de RP para las elecciones presidenciales francesas de 2022, Anasse Kazib, tuiteaba: “Los sindicatos no pueden permitir que los huelguistas sean sacados de los piquetes de esta manera'. Tras lo cual exigía que la dirección de la CGT, 'llame a huelgas por los salarios en todos los sectores, los trabajadores responderán.”

La dirección de la CGT no hizo nada por el estilo. Lo que si hizo Philippe Martinez fue convocar 'un día interprofesional de movilización' el 18 de octubre, seguido de otras dos manifestaciones similares el 27 de octubre y el 10 de noviembre. Sin embargo, estas movilizaciones no sentaban las bases para una lucha social más amplia, sino que simplemente actuaban como una válvula de presión para que las bases liberasen su oposición, mientras que la burocracia se involucraba en el 'diálogo social' con el gobierno y la patronal a espaldas de los trabajadores.

Sin embargo, en un artículo publicado el 14 de octubre, traducido al español el día siguiente en Izquierda Diario, RP promovía la protesta del sindicato como una verdadera oportunidad para expandir la huelga, afirmando que 'es posible construir la unidad el 18 de octubre para una huelga reconductible ' (huelga indefinida que se ratifica diariamente en asamblea).

Por supuesto, es necesario construir esta unidad, sobre todo entre los trabajadores a nivel internacional. Sugerir, por eso, que esto sucederá bajo los auspicios del 'día de movilización' nacional de la CGT es ir en contra de todas las experiencias de una época histórica de traiciones sindicales a la clase obrera.

Por supuesto, el 'día de movilización' coordinado por la burocracia no hizo nada para desarrollar la huelga.

Tras el evento, en un artículo publicado el 19 de octubre, traducido al español en Izquierda Diario, RP declaró, “Admitámoslo, la movilización del 18 de octubre fue moderada” y “muy por debajo de las expectativas y el entusiasmo generado por la huelga de las refinerías'. Criticaron 'la ausencia de una preparación sería de un combate ‘conjunto’ por parte de las direcciones sindicales'.

Pero ¿qué lecciones debían aprender los trabajadores de esto? Según RP, los trabajadores debían organizar “asambleas generales para discutir entre compañeros” y proponer “un programa y una estrategia a la altura” de hacer luchar a las burocracias sindicales. Sin embargo, ya se celebran asambleas generales entre los trabajadores, incluso en los puestos de trabajo donde la huelga fue finalizada de forma prematura. De manera crucial, sin embargo, estos permanecieron bajo el control de la burocracia de la CGT. Ampliar tales asambleas sin luchar por romper con la burocracia sindical es un callejón sin salida para la clase obrera.

En cuanto a la estrategia necesaria, el mismo artículo continuaba sugiriendo que las bases ya habían presionado con éxito a las direcciones sindicales para luchar contra Macron, declarando: “la huelga de los petroquímicos ha obligado a la CGT, comprometida en una política de concertación con el gobierno sobre las pensiones y el subsidio del paro, a romper sus negociaciones'.

Esta falsa perspectiva fue puesta al descubierto pocas horas después, cuando se suspendieron las huelgas en las refinerías de La Mède y Donges y en el depósito de combustible de Flandes. ¿Cómo se puede culpar a los trabajadores por no estar a la altura de las 'expectativas y el entusiasmo' que RP espera cuando tales días de movilización conducen invariablemente a nuevos engaños y traiciones por parte de la burocracia?

La lucha de los trabajadores de las refinerías contra la inflación los lleva directamente a la lucha contra las fuerzas que la impulsan: la guerra provocada por la OTAN en Ucrania y los masivos rescates bancarios durante la pandemia. Sin embargo, la CGT, la CFDT y otros sindicatos apoyan los esfuerzos de la OTAN para escalar el conflicto y firmaron los rescates multimillonarios entregados a las corporaciones en la primavera de 2020.

En Francia, la financiación de los salarios y privilegios de los burócratas sindicales está directamente ligada al nivel de ganancias obtenidas por las grandes corporaciones. Atada financieramente a la élite gobernante y su política de guerra, la burocracia no puede ser 'presionada' hacia la izquierda. Los trabajadores deben llevar a cabo una ruptura política y organizativa despiadada contra ella.

Los trabajadores no tienen nada que negociar con Macron, ni nada que ganar con la política de 'diálogo social' de la burocracia sindical, que solo conducirá a recortes salariales y ataques generalizados contra el derecho de huelga. Un abismo de clase separa a los trabajadores de las refinerías, quienes se rebelan contra la inflación, y a los burócratas de la CGT, cuyo objetivo principal es negociar un acuerdo con el gobierno y las empresas para conservar sus privilegios.

A pesar de sus críticas a las direcciones sindicales, RP sigue siendo hostil a una movilización independiente de la clase obrera. Sus esfuerzos para evitar una revuelta desde la base contra las burocracias sindicales son el producto de que, a su vez, su base se encuentra entre esa misma burocracia. Algunos de los miembros prominentes de RP son funcionarios menores de la CGT, que buscan mejorar su posición dentro de la burocracia y asegurarse los privilegios que se derivan de tales puestos.

Contra los esfuerzos de la pseudoizquierda para mantener a los trabajadores atados a las reaccionarias burocracias sindicales, el PSI llama a los trabajadores de las refinerías y todas las industrias en Francia a formar comités de base independientes en sus lugares de trabajo, para organizar democráticamente su lucha fuera del control de los burócratas al servicio de las empresas. Los trabajadores y jóvenes que apoyan esta perspectiva pueden ponerse en contacto con el PSI.

(Publicado originalmente en inglés el 21 de octubre de 2022)

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