El acuerdo tentativo (AT) entre el gigante petrolero Chevron y el sindicato United Steel Workers (Trabajadores Unidos del Acero, USW) es una capitulación total.
Los obreros han estado en huelga durante dos meses para luchar contra el recorte de salarios reales contenido en el acuerdo de negociación petrolera nacional. Este acuerdo, que ahora es una parte del trato que el USW presenta a los obreros, aumenta los salarios por sólo 12 por ciento durante cuatro años. Mientras la inflación está en un nivel encima de 8 por ciento en un solo año, esto significa que obreros verán un recorte de su salario real de hasta 20 por ciento durante el período del contrato.
Chevron está sacando todos los beneficios de este aumento en costes. El jueves, el día en que la noticia del AT fue emitida por Reuters, las acciones de Chevron alcanzaron un máximo absoluto. Chevron se está dando un banquete del dolor y sufrimiento experimentados por millones en las bombas de gasolina durante los últimos meses. La compañía ahora tiene una capitalización bursátil de $350 mil millones.
Sólo el economista más engañoso podría afirmar “no hay dinero suficiente” para abordar las necesidades de los obreros en huelga.
Reportes preliminares sobre el contrato aclaran que el AT es una bofetada en la cara de los obreros. No hay ningún bono de firma, según Reuters. Nada fundamental se ha hecho para abordar los costes crecientes de la atención sanitaria. Y, críticamente, Chevron no ha hecho ningún acuerdo serio para acabar su calendario laboral abusivo y dar personal adecuado para la planta, las preocupaciones principales de los obreros.
Por asentir a este AT, el USW simplemente está confirmando algo de que miles de trabajadores petroquímicos por todo el país empiezan a darse cuenta: no está del lado de los trabajadores petroquímicos. Lo que sea el lenguaje ardiente que invente el USW para sus reuniones de energía, fue el USW el que desde el inicio buscó prevenir un movimiento unificado de trabajadores petroquímicas y de refinería.
Hace tres meses, presidente del USW Thomas Conway recibió sus órdenes del presidente Biden en una reunión a puertas cerradas el 24 de febrero. No iba a haber ninguna huelga nacional de trabajadores petroquímicos, y se haría todo para prevenir huelgas locales, dijo Biden al USW. Biden sabía que una huelga petrolera nacional ganaría mucha simpatía dentro de la clase obrera, un proceso que galvanizaría a millones de obreros ya enojados sobre la inflación y debilitaría los planes de intensificar la confrontación de los Estados Unidos con Rusia en algo que ahora se ha transformado en una guerra indirecta, en el campo de batalla de Ucrania.
Trabajadores de refinería están lívidos sobre este contrato. Después de reunirse con Biden, funcionarios del USW viajaron en avión por todo el país para sistemáticamente romper cualquier resistencia.
En Billings, Montana, en la planta de Phillips 66, trabajadores votaron contra la entrega. Luego la dirección del USW salió para forzar a obreros, en una serie de “reuniones informativas”, a votar “sí”. Los obreros fueron intimidados con amenazas que, si hacían huelga, la compañía tendría la libertad de despedirles. El contrato apenas se aprobó en la segunda votación.
En la refinería de Valero en Sunray, Texas, 350 trabajadores votaron contra el acuerdo que el USW intentó forzarles aceptar, que dentro de él contenía el acuerdo nacional. Sobre todo, querían luchar contra cambios en trabajos asignados y horarios que harían que su trabajo fuese más abrumador y peligroso.
Se puede resumir el papel del USW con las palabras del mismo Conway. Unos días después de recibir sus órdenes de Biden, Conway presumió orgullosamente que el “contrato responsable” negociado entre el USW y las compañías petroleras “no añadiría a presiones inflacionarias”.
La declaración, que se emitió como una parte de un comunicado de prensa belicoso que juraba el apoyo del USW por el impulso bélico, esencialmente quiso decir: Este contrato es una entrega para obreros y no, de ninguna manera, dañará las ganancias del gran petróleo, por eso no echen la culpa al USW por precios altos de gasolina.
El USW apenas ha hablado sobre la huelga de Chevron porque se opone a ella y quieren que se detenga lo más rápido posible. En Richmond, donde la gasolina cuesta $6 al galón, dos veces trabajadores votaron a rechazar el contrato presentado a ellos por el USW. El USW ahora está esperando que los trabajadores se sientan suficientemente desmoralizados a causa de su huelga aislada, sin ningún pago huelguístico, para que puedan forzar que se apruebe el acuerdo.
Hay una manera en que trabajadores pueden ganar todo por el que luchan.
No se puede negociar con Chevron y las compañías petroleras grandes. Se niegan a proveer de personal adecuado para estas refinerías masivas y peligrosas, y ellas insisten en bajar los salarios mientras las compañías siguen ganando beneficios en el mercado bursátil.
Una lucha genuina requiere que se rompa el aislamiento que el USW ha impuesto sobre todos los trabajadores de refinería en Estados Unidos.
Obreros de Richmond y obreros de refinería por todo el país no están solos. Sus intentos de oponerse a este ataque contra ellos mismos por las compañías petroleras vienen mientras millones de otros obreros, en Estados Unidos e internacionalmente, están participando en sus propias luchas contra la escasez de personal, salarios bajos, la inflación y ataques a los beneficios de atención sanitaria y jubilación.
Trabajadores necesitan nuevas organizaciones que los representa en una lucha genuina y unida contra las empresas petroleras. Trabajadores en Texas, California, Montana y otros lugares han formado el Comité de Base de Trabajadores Petroquímicos (Oil Workers Rank-and-File Committee, OWRFC. El OWRFC es una organización formada y operada por los obreros, independiente de los sindicatos y sus aliados políticos en los partidos Demócrata y Republicano.
¡El OWRFC exige que trabajadores de refinería en Richmond voten “NO” sobre este contrato podrido!
Esto, sin embargo, es meramente el inicio. Un rechazo del contrato tiene que ser el inicio de una movilización de todos los trabajadores petroquímicos en una lucha común. La huelga en Richmond tiene que ser expandida, con una lista de exigencias claras, formuladas como la base de una lucha coordinada.
Entre estas exigencias, se deben incluir:
- Un aumento salarial de 40 por ciento y la restauración de ajustes por el coste de vida;
- La restauración de la jornada de 8 horas;
- Expansión de tiempo libre pagado, incluidas unas vacaciones de seis semanas durante el primer año de servicio y un mes de permiso por paternidad pagado;
- Beneficios de atención sanitaria completamente pagadas;
- La contratación de más obreros de tiempo completo;
- El establecimiento de comités de salud y seguridad manejados por los obreros y la abolición de los comités unidos corruptos de la gerencia y la labor;
- Control obrero sobre la tasa de producción y aportación en gastos de capital;
- Pensiones completamente pagadas y beneficios de atención sanitaria para jubilados después de 25 años de servicio;
- El ascenso de contratistas a posiciones de tiempo lleno, con los mismos beneficios y remuneración.
Trabajadores en Richmond también deben exigir que la huelga continúe, con remuneración huelguística completa pagada por el USW, que tiene más de $168 millones en efectivo. Ningún trabajador en huelga ni su familia debe sufrir cuando el sindicato tiene decenas de millones de dólares que podría poner a disposición fácilmente.
Los trabajadores tienen que tener tiempo suficiente para leer y discutir el AT. Trabajadores necesitan el acuerdo completo en la mano durante al menos cinco días para que no haya ningún engaño ni letra pequeña. No debe ser un final a la huelga hasta que haya tomado lugar una votación oficial para terminarla.
Trabajadores de refinería tienen que luchar unidamente por la reapertura del contrato petrolero nacional, libre del acoso y la intimidación del USW. Una huelga nacional de trabajadores petroquímicos sería una fuerza poderosa que inmediatamente ganaría el apoyo de trabajadores por todo Estados Unidos y por todo el mundo.
¡Voten NO sobre acuerdo tentativo entreguista de Chevron/USW! ¡Movilicen a las decenas de miles de trabajadores petroquímicos para que se unan a los huelguistas en la refinería en Richmond, California!
Para unirse al Comité de Base de Trabajadores Petroquímicos, envíe un email a oilworkersrfc@gmail.com.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 27 de mayo de 2022)