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El omnipresente Timothy Snyder apareció en Davos para opinar que la pérdida de conciencia histórica ha erosionado los cimientos de la democracia. Pero como principal propagandista proguerra de la OTAN, Snyder ha contribuido a la falsificación del registro histórico.

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Durante la última década —en consonancia con los imperativos políticos del golpe de Estado orquestado por EE.UU. en 2014 que derrocó al gobierno prorruso elegido—, Snyder ha tratado de fabricar una narrativa optimista del nacionalismo ucraniano como una lucha heroica por la democracia.

Esta narrativa ha requerido un maquillaje de la historia y la política ucranianas, en el que el papel central del fascista Stepan Bandera, la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) y su ala militar, el Ejército Partisano Ucraniano (UPA), ha sido borrado.

Pero la desfachatez de esta manipulación del registro histórico queda expuesta por los extensos escritos del propio Snyder sobre Bandera, la OUN, el UPA y el fascismo ucraniano. Colaboró con muchos artículos sobre este tema en la New York Review of Books .

En un artículo publicado en el número del 24 de febrero de 2010 de esa publicación, 'Un héroe fascista en la Kiev democrática', Snyder expresó su grave preocupación por el hecho de que el entonces presidente ucraniano Viktor Yushchenko concediera el más alto honor estatal de 'Héroe de Ucrania' a Stepan Bandera.

Comentando las protestas del rabino jefe de Ucrania, de un gran número de ucranianos e incluso del presidente de Polonia, Snyder escribió

No es de extrañar. Bandera pretendía hacer de Ucrania una dictadura fascista de partido único sin minorías nacionales. Durante la Segunda Guerra Mundial, sus seguidores mataron a muchos polacos y judíos.

Snyder dedicó su ensayo a explicar los antecedentes históricos de la rehabilitación de Bandera. Todavía capaz de escribir historia, más que propaganda, Snyder repasó los orígenes reaccionarios y la ideología de esta fuerza central y persistente del nacionalismo ucraniano.

La influencia dominante que dio forma a la política de Bandera fue el fascismo de Benito Mussolini. 'Jóvenes terroristas como Stepan Bandera', escribió Snyder, 'se formaron no por los imperios de preguerra, sino por la ideología fascista y la experiencia de la discriminación nacional en Polonia'.

Snyder repasó la participación de Bandera y de la OUN en los asesinatos terroristas destinados a eliminar a los defensores de la reconciliación polaco-ucraniana. 'Los principales objetivos de sus intentos de asesinato eran ucranianos y polacos que deseaban trabajar juntos'.

Tras la llegada de Hitler al poder en 1933, Bandera 'vio a los nazis como la única potencia que podía destruir a sus dos opresores, Polonia y la Unión Soviética'. Los activistas de la OUN estaban en contacto con la inteligencia militar alemana'.

Bandera dio la bienvenida a la invasión de Polonia por parte de Hitler en 1939 y de la Unión Soviética dos años después. La OUN y la UPA colaboraron con los nazis en la realización del Holocausto. Escribió Snyder:

[indent]Algunos de estos nacionalistas ucranianos ayudaron a los alemanes a organizar pogromos asesinos de judíos. Al hacerlo, estaban promoviendo una política alemana, pero que era coherente con su propio programa de pureza étnica, y su propia identificación de los judíos con la tiranía soviética.[/indent]

El régimen nazi detuvo a Bandera, pero no fue tratado como un enemigo del Tercer Reich. 'Al igual que otros nacionalistas de la Europa del Este de gran talla', según Snyder, 'se le mantenía en reserva para alguna contingencia futura en la que pudiera ser útil a los nazis'.

El UPA no limitó sus asesinatos a los judíos. En 1943-44, según Snyder, 'los partisanos de la UPA asesinaron a decenas de miles de polacos, la mayoría de ellos mujeres y niños'. A pesar de estos crímenes, el odio de la OUN hacia la Unión Soviética y el comunismo la hizo atractiva para Estados Unidos y Gran Bretaña.

Al comenzar la Guerra Fría, algunos miembros de la OUN-B y combatientes del UPA fueron reclutados por la inteligencia británica y estadounidense, y luego lanzados en paracaídas en misiones condenadas a cruzar la frontera soviética.

En cuanto a Bandera, Snyder escribió: 'Se mantuvo fiel a la idea de una Ucrania fascista hasta que fue asesinado por el KGB en 1959'.

Snyder señaló en su ensayo de 2010 que el entonces presidente saliente de Ucrania, Yushchenko, 'considera como un héroe [Bandera] a un hombre cuyo programa político exigía la pureza étnica y cuyos seguidores participaron en la limpieza étnica de los polacos y, en algunos casos, en el Holocausto.

... Al abrazar a Bandera al dejar su cargo, Yúschenko ha ensombrecido su propio legado político.

Después de escribir este ensayo, Snyder eliminó de su obra histórica cualquier referencia a Bandera y a la OUN. En Bloodlands, publicado en octubre de 2010 sobre el tema del genocidio en Ucrania y Europa del Este, sólo hay dos referencias fugaces de una sola frase a la OUN, y ninguna sobre su papel en el Holocausto. A Stepan Bandera sólo se le menciona una vez por su apellido, sin identificar su posición, ideología o política.

Por razones que el propio Snyder conoce, optó por eliminar de sus escritos sobre la historia de Ucrania cualquier debate sobre el papel central de la OUN en la destrucción genocida de los judíos ucranianos.

La transformación de Snyder de historiador a proveedor de propaganda nacionalista ucraniana le ha valido la aclamación de los medios de comunicación. Pero debería reflexionar sobre la advertencia de Marcos 8:36: 'Porque ¿de qué le servirá al hombre ganar todo el mundo y perder su alma?'.

(Publicado originalmente en inglés el 26 de mayo de 2022)