El presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Jerome Powell, ha dicho que el banco central seguirá adelante con una subida de los tipos de interés de 0,25 puntos porcentuales cuando se reúna a finales de este mes y que subirá los tipos durante el resto del año, posiblemente en cantidades mayores, si la inflación se 'afianza'.

En su intervención de ayer ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, Powell dijo que se 'inclina a proponer y apoyar' una subida de 25 puntos básicos (pb) y que espera una 'serie' de subidas de tipos este año.

Powell dijo que tanto él como otros miembros del órgano rector de la Fed 'tienen la expectativa de que la inflación llegue a su punto máximo y comience a bajar este año', pero que la Fed estaba preparada para actuar si no lo hacía.

'En la medida en que la inflación sea más alta o más persistente... entonces estaríamos preparados para actuar de forma más agresiva subiendo el tipo de interés de los fondos federales en más de 25 puntos básicos' en una o más reuniones.

Aunque no son explícitas, las declaraciones de Powell dejaron claro que el factor determinante en cualquier decisión de la Fed de actuar 'agresivamente' será hasta qué punto los trabajadores comienzan a exigir salarios más altos para compensar el aumento de los precios. La inflación supera ahora el 7% en EE.UU. y se prevé que pueda llegar a los dos dígitos.

Describió el mercado laboral como 'extremadamente ajustado' y la demanda como fuerte.

La Fed estaba 'atenta a los riesgos de posibles presiones al alza sobre la inflación y las expectativas de inflación y sobre la propia inflación a causa de una serie de factores. Utilizaremos nuestras herramientas según convenga para evitar que se consolide una mayor inflación'.

Preguntado por el impacto de la crisis de Ucrania en la política monetaria, Powell dijo que los 'efectos económicos de estos acontecimientos son muy inciertos'. Dijo que el resultado final es que la Fed procedería a subir los tipos de interés 'pero procederemos con cuidado a medida que sepamos más sobre las implicaciones de la guerra de Ucrania para la economía'.

La guerra ya ha tenido un efecto. Las expectativas del mercado de que podría producirse una subida del 0,5 por ciento este mes se han reducido y la predicción es que habrá como mucho cinco subidas de tipos de interés este año, frente a seis o incluso siete. El testimonio de Powell fue claramente visto con buenos ojos en Wall Street porque los tres principales índices subieron.

El S&P 500 subió un 1,9%, tras caer un 1,6% el día anterior. El Dow ganó casi 600 puntos, o un 1,8%, y el NASDAQ, de gran peso tecnológico, subió un 1,6%. El cambio en el S&P 500 fue el sexto movimiento de más del 1% en cualquier dirección en los últimos siete días. Este tipo de volatilidad no se había visto desde el inicio de la pandemia en febrero-marzo de 2020.

Operando en la más corta de las perspectivas a corto plazo, el movimiento alcista de Wall Street de ayer parece haber sido resultado del testimonio de Powell, que efectivamente descartó una subida inmediata de 0,5 puntos porcentuales.

A más largo plazo, se producirá un repunte inflacionista en toda la economía mundial debido a la crisis bélica.

El precio del petróleo subió ayer a 110 dólares el barril, el máximo de los últimos ocho años, con lo que la subida de la última semana ha sido del 10%. Rusia es el tercer productor mundial de petróleo, y el precio podría subir mucho más si se amplían las sanciones para excluirla del mercado mundial.

El martes, Estados Unidos y otros grandes países consumidores de petróleo acordaron liberar 60 millones de barriles de petróleo de las reservas de emergencia para mantener el precio bajo. Sin embargo, los operadores y analistas del mercado consideran que esta medida es insuficiente.

'Como liberación de crudo única, queda empequeñecida por la extraordinaria magnitud de las interrupciones de las exportaciones rusas', dijo Ehsan Khoma, jefe de investigación de mercados emergentes de MUFG, parte del conglomerado financiero e industrial japonés Mitsubishi, al Financial Times (FT).

'Los inventarios del mercado, críticamente agotados, y los niveles de capacidad de reserva, cada vez más escasos, frente a un déficit sin precedentes, dejan en última instancia una palanca para reequilibrar los mercados del petróleo: la destrucción de la demanda'.

En otras palabras, el precio sólo bajará como resultado de una recesión en la economía mundial que reduzca sustancialmente la demanda de petróleo.

La subida de precios no se limita al petróleo. Los precios del gas natural en Europa subieron hasta un 50 por ciento el miércoles para alcanzar un récord de 185 euros por megavatio hora. Los precios del gas al por mayor en Europa han aumentado un 600% en los últimos 12 meses.

Los precios de los cereales también están en alza, ya que Rusia y Ucrania representan más del 30 por ciento de todo el comercio mundial de trigo. Hovis, uno de los mayores panaderos del Reino Unido, ha informado de que las exportaciones de ambos países prácticamente se han paralizado.

Los metales y otros componentes industriales importantes también se están viendo afectados. Rusia es el segundo mayor exportador de aluminio, que se utiliza en toda una serie de productos, desde automóviles hasta latas, y su precio va camino de alcanzar un récord.

Rusia es también uno de los principales productores de paladio, utilizado por los fabricantes de automóviles para eliminar las emisiones tóxicas de los gases de escape, y es un gran productor de platino, cobre y níquel. Rusia y Ucrania son los principales proveedores del gas inerte neón, que se utiliza en la producción de chips informáticos.

En resumen, Natasha Kaneva, analista de JPMorgan, declaró al FT: 'Anticipamos un período prolongado de tensiones geopolíticas y primas de riesgo elevadas en todas las materias primas subyacentes tras la invasión de Rusia en Ucrania. Rusia tiene un impacto de gran alcance en todos los mercados mundiales de materias primas, y el desarrollo del conflicto tiene amplias implicaciones, entre ellas el aumento de los precios'.

Pero mientras la sociedad mundial se enfrenta a la continua devastación producida por la pandemia del COVID-19, los trabajadores sufren recortes cada vez más profundos en su nivel de vida a causa de la inflación y el peligro de una guerra mundial crece rápidamente, en las cúpulas se acumulan enormes cantidades de dinero.

El fin de semana se reveló que uno de los mayores oligarcas del mundo, Stephen Schwarzman, el director general de la firma de capital privado Blackstone, recibió un récord de 1.100 millones de dólares en ingresos para 2021, por encima de los 611 millones que recibió en 2020.

El grueso de esta bonanza provino de los 941,6 millones de dólares que recibió en dividendos por su participación del 19% en la compañía. El impulso de sus beneficios, que aumentó el reparto de dividendos, fue el resultado directo de la política de tipos de interés cero de la Fed. Ésta ha repartido dinero prácticamente gratis, lo que ha permitido a Blackstone llevar sus activos bajo gestión a cerca de un billón de dólares, mayor que el PIB de muchos países.

(Publicado originalmente en inglés el 2 de marzo de 2022)