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¿Cuál es el siguiente paso en la lucha contra la guerra de pujas internas en Ford Europa?

Exigimos:

  • ¡La revelación de todas las concesiones hechas en nuestro nombre hasta el momento!
  • ¡El fin inmediato de las negociaciones secretas entre el comité de empresa y la patronal!
  • ¡En vez de chantajear y dividir a los trabajadores, cooperación en todas las sedes para defender el empleo, el salario y las conquistas sociales!

Queridos hermanos y hermanas en Saarlouis, Valencia, y otras sedes:

El chantaje en la guerra de pujas interna de la empresa está aumentando. Está cada vez más claro lo importante que es que nosotros –los afectados– nos pronunciemos y resistamos.

Desde que la patronal y los representantes de los comités de empresa de nuestras plantas de Saarlouis (Alemania) y Valencia (España) remitieran sus planes de recortes a la sede de Ford Europa en Colonia a finales de enero, nos han estado lloviendo malas noticias.

Los comités de empresa y los sindicatos –IG Metall y UGT– saben que decenas de miles de empleos en toda la región dependen de ambas plantas. Si una planta cierra, no habrá puestos de trabajo similares. Los comités de empresa están alimentando los temores de un cierre inminente de fábrica para justificar su capitulación cobarde ante la patronal y proponer recortes cada vez mayores.

En España, se ha hecho saber el alcance de las concesiones ofrecidas por el comité de empresa. Aunque la redacción exacta de los acuerdos allí también se mantiene en secreto, la comisión negociadora publicó los puntos clave, que incluyen lo siguiente:

  • Congelación salarial durante los próximos cuatro años. El comité de empresa calcula que cada trabajador de Ford recibirá 7.000 euros menos en salario para el 2025, que suman hasta 42 millones de euros que la plantilla entregará a la empresa.
  • La jornada laboral se extenderá 15 minutos; eso es más de 80 horas al año por empleado, un total de cerca de medio millón de horas impagas al año.
  • Se trabajará hasta 18 sábados al año.
  • La introducción de turnos flexibles de noche, y otras.

La comisión negociadora de Valencia organizó una votación fraudulenta a través de una aplicación con el único propósito de difundir el mensaje falso de que casi el 75 por ciento había aceptado los planes de recortes. El objetivo de la maniobra de la votación era intimidar a los compañeros españoles y suprimir cualquier resistencia.

Pero solo se permitió votar a los miembros de UGT. Así, solo cerca del 70 por ciento de la plantilla participó, de la cual supuestamente casi tres cuartos, 3.143 compañeros, dieron su voto favorable a los recortes, y 948 los rechazaron y 102 se abstuvieron. No se permitió el voto a los miembros de los otros sindicatos.

Hermanos y hermanas en España: no confiéis en UGT. ¿Quién controló la votación y el recuento? Sabemos muy bien cómo salen tales resultados de las votaciones bajo la supervisión del sindicato. Son una combinación de falsificación, fraude y amenazas.

La comisión negociadora alemana quiere superar las concesiones de los españoles. Dice que la oferta que hicieron a finales de enero es solo el comienzo. Quieren seguir negociando día y noche hasta junio y seguir ajustando los recortes. Lo mismo está pasando en España. Un diario español llamó a este procedimiento una “subasta al revés”. Ambas comisiones negociadoras siguen rebajándose el uno respecto al otro.

El dirigente del comité de empresa de Saarlouis, Markus Thal, y el nuevo director del Comité de Empresa General, Benjamin Gruschka, han extendido la oferta de recortes salariales, reducción de la pausa de descanso, más horas de trabajo y el empeoramiento de las condiciones de trabajo para cubrir a los trabajadores de todas las sedes de Ford en Alemania.

Con toda seriedad, los dos llaman a eso “solidaridad con Saarlouis”. Es difícil encontrar palabras para tales sandeces. Antes, los trabajadores entendían que solidaridad quería decir una lucha común contra los ataques de la empresa. Hoy, Thal y Gruschka nos quieren hacer creer que solidaridad es que no solo uno, sino todos, acepten los ataques sin luchar.

Pero el alcance de los recortes en todas las sedes de Ford en Alemania deja claro lo que de verdad está en juego. La guerra de pujas entre nuestras plantas tiene que ser el preludio para imponer masivos recortes salariales y un deterioro de los estándares sociales en todas las plantas de Ford y en toda la industria automovilística y de suministros. Y, ¿por qué parar en Ford? Los mismos burócratas de IG Metall y UGT que ahora pregonan concesiones mañana usarán los mismos argumentos para defender recortes en todas las otras fábricas de coches, de suministros y más allá en las industrias en su totalidad, la metalúrgica y la eléctrica.

Esta espiral descendiente no tiene límites y retrocede hacia la esclavitud. Si nos apretamos el cinturón en Ford ahora, ello tendrá horribles consecuencias para millones de trabajadores.

Los jefes de comité de empresa, Thal y Gruschka, y su séquito, afirman que no hay alternativa a su sumisión cobarde a los dictados de los amos corporativos, accionistas, y corredores de bolsa.

Rechazamos esto vehementemente y hacemos hincapié en que la defensa de los puestos de trabajo, el salario y las conquistas sociales solo es posible mediante una lucha abierta contra los lacayos de los comités de empresa y la gerencia empresarial.

Contra el programa de los beneficios por encima de todo de la patronal y el enriquecimiento sin límites de los de arriba de Ford, nuestra contrapropuesta es el programa de la solidaridad obrera internacional.

Nos negamos a permitir que un puñado de gerentes súper ricos y accionistas en la cima de la compañía en EEUU decida nuestro futuro y el bienestar de nuestras familias.

Los representantes del comité de empresa no tienen derecho a hacer negociaciones secretas a nuestras espaldas y entregar conquistas por las que se luchó en el pasado en la lucha colectiva de la plantilla.

Por lo tanto, exigimos que se detenga inmediatamente la guerra de pujas y la revelación total de todos los acuerdos anteriores.

En tanto que comité de base independiente, expresamos nuestra desconfianza en el comité de empresa y exigimos que la redacción del plan de recortes remitido a la sede europea de Ford en Colonia a finales de enero se haga público para que cada trabajador vea qué conspiración está teniendo lugar aquí y pueda actuar contra ella.

Por lo tanto, instamos a nuestros hermanos y hermanas de todas las sedes en Alemania, Europa y el mundo a preparar protestas y medidas de lucha para forzar la publicación sin restricciones de los acuerdos de las negociaciones secretas hasta ahora.

No son un puñado de burócratas, los cuales, además de sus abultados salarios como miembros del comité de empresa, cobran incentivos de juntas supervisoras, pagas por reuniones y asignaciones para gastos, quienes deberían decidir nuestro futuro, sino solo nosotros mismos.

No estamos solos. Ford tiene casi 200.000 empleados en todo el mundo. Compañeros en los EEUU ya han expresado su solidaridad con nosotros. En todo el mundo, está creciendo la resistencia contra las formas cada vez más brutales de explotación, contra los despidos masivos, cierres de planta y ataques sociales. Nuestra lucha en Ford es parte de esta oposición creciente.

La pandemia del coronavirus ha acelerado e intensificado esta crisis. La misma visión inhumana que se aplica en la guerra de pujas en Ford también está dando forma a la política criminal de la inmunidad de rebaño y “convivir con el virus” que lleva al contagio masivo en fábricas y escuelas.

A ello se añade ahora la amenaza creciente de la guerra. Nunca había sido tan grande como ahora el peligro de una Tercera Guerra Mundial. En vez de luchar contra la pandemia en un esfuerzo global, las grandes potencias están preparándose para una guerra contra Rusia.

La defensa de los puestos de trabajo, el salario y las conquistas sociales por lo tanto va de la mano con la lucha contra la pandemia y la terrible amenaza de la guerra.

El tiempo apremia. La decisión de dónde se produzca un nuevo modelo eléctrico se tomará este verano. Antes de entonces, hay que quitarles la iniciativa a los comités de empresa y los sindicatos.

Para resistir al chantaje de la patronal y los comités de empresa, hace falta una nueva orientación política, que parta de los intereses comunes de todos los trabajadores en todas las ubicaciones y que se oponga a la lógica del sistema de la ganancia capitalista.

Sabemos que casi todos nuestros compañeros trabajadores no apoyan al comité de empresa dirigido por IG Metall. Pero la oposición hasta ahora silenciada debe encontrar una expresión organizada.

Para eso está nuestro comité de base. Queremos discutir lo que es necesario para defender nuestras fábricas y empleos con compañeros de confianza.

Lo primero que hay que hacer es romper con la división de los trabajadores por fábrica y países que llevan a cabo IG Metall y UGT. Queremos establecer contacto e intercambio de ideas con nuestros compañeros en Valencia, pero también con los de Rumanía y Turquía.

¡Juntos somos fuertes! Nuestro comité de base continúa la gran tradición de las luchas obreras y dirigirá con confianza la fuerza de la plantilla en el campo de batalla.

¡No os dejéis intimidar! La patronal y los comités de empresa no construyen coches. Somos los trabajadores los que creamos valor aquí. Los accionistas, la patronal y los comités de empresa son los beneficiarios de nuestro trabajo.

Es importante actuar ya. Hermanos y hermanas de todos los lugares: apoyad y difundid este llamamiento.

Ponte en contacto con nosotros. Envíanos un mensaje deWhatsapp a este número: +491633378340

(Publicado originalmente en inglés el 20 de febrero de 2022)

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