Los comités electorales estatales de Berlín y de Renania del Norte-Westfalia (RNW) han aprobado la participación del Sozialistische Gleichheitspartei (Partido Socialista por la Igualdad —SGP) en estos Estados para las elecciones federales de septiembre. En Berlín, la participación del SGP también fue aprobada para la legislatura estatal, que se celebra conjuntamente con las elecciones federales. Esto quiere decir que algo más de 15 millones de personas con derecho a voto, un cuarto de los 60 millones de todo el país, podrán votar por el SGP el 26 de septiembre.
La campaña electoral del SGP tiene una gran importancia política. La sociedad capitalista está en su crisis internacional más profunda desde la barbarie de la Segunda Guerra Mundial. Más de 200 millones de personas en todo el mundo se han contagiado de coronavirus y más de 4,3 millones han muerto por el virus porque la clase gobernante no está dispuesta a subordinar sus ganancias a la preservación de la vida. Y esas son apenas las cifras oficiales. Las verdaderas son mucho mayores.
Los trabajadores de todas partes están empezando a luchar contra las políticas criminales de la inmunidad de grupo, contra los despidos masivos y los cierres de fábricas, y contra el enorme crecimiento de la desigualdad social. Los partidos gobernantes están respondiendo limando sus diferencias, fortaleciendo a las fuerzas fascistas, y preparando nuevas guerras.
El próximo gobierno federal alemán continuará intensificando las políticas derechistas de la gran coalición de los democratacristianos (Unión Demócrata Cristiana/Unión Social Cristiana) y los socialdemócratas (Partido Socialdemócrata) en todas las áreas —más allá de qué partidos terminen formando gobierno y quién llegue a ser el canciller.
A nivel estatal, todos los partidos del establishment —desde la CDU/CSU y los Demócratas Libres (FDP) hasta el PSD, el partido La Izquierda y los Verdes— ya están formando coaliciones entre sí y ya están aplicando el programa del ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Están organizando la deportación en masa de refugiados, aumentando las competencias de la policía y los servicios secretos, alimentando el nacionalismo y persiguiendo una política homicida de 'ganancias por encima de la vida' sobre la pandemia, que ya se ha cobrado la vida de más de 92.000 personas en Alemania.
El SGP es el único partido que se opone a esta conspiración derechista con un programa socialista. No buscamos cargos ni carreras lucrativas. El objetivo de nuestra campaña electoral es construir un partido mediante el cual la clase trabajadora —es decir, la vasta mayoría de la población— intervenga de manera independiente en el proceso político. Toda la experiencia histórica muestra que la clase trabajadora necesita su propio partido para luchar por sus intereses.
En tanto que sección alemana de la Cuarta Internacional, nos basamos en una poderosa tradición histórica: en el PSD marxista bajo August Bebel y Wilhelm Liebknecht; en el movimiento comunista bajo Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht; en la Oposición de Izquierda al estalinismo; y en la Cuarta Internacional fundada por León Trotsky en 1938, así como en la lucha del Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI), que lleva defendiendo y desarrollando el marxismo desde su fundación en 1953.
Estamos usando la campaña electoral para dar amplia publicidad a nuestro programa y unir a los trabajadores a través de todas las fronteras en la lucha contra la inequidad social, el fascismo y la guerra.
Hemos podido obtener estatus electoral ante la oposición de los partidos del establishment, que están haciendo todo lo posible para prohibir una oposición seria en las elecciones a sus políticas de la inmunidad colectiva, el militarismo creciente y la notoria inequidad social.
Mientras que ellos cobran millones de las arcas del Estado así como de donantes ricos y se les da estatus electoral automáticamente, los partidos nuevos que no tienen tales fondos tienen que entregar 500 firmas certificadas oficialmente por Estado, a pesar de la pandemia de coronavirus. Esto no solo es antidemocrático; también favorece a los partidos radicales derechistas que rechazan las reglas de distancia social y (por ejemplo, en las manifestaciones de los negacionistas del coronavirus) pueden juntar firmas fácilmente.
Los candidatos socialistas del SGP, por el otro lado, no estuvieron dispuestos a poner en riesgo la salud de sus simpatizantes para acatar esa ley electoral antidemocrática. Por lo tanto, tuvieron que juntar las firmas a mano principalmente en línea. Como resultado, no lograron entregar la cantidad requerida de firmas para las listas estatales en Baden-Wurtemberg, Baviera, Hesse y Sajonia y se les prohibió participar en las elecciones, aunque cumplían con todas las otras condiciones formales.
Que hayamos sido capaces de entregar más firmas de las necesarias en Berlín y en RNW a pesar de estos obstáculos es un éxito político importante que fue posible solo gracias al apoyo de cientos de trabajadores.
Silke A., quien está implicada en el grupo online 'Escuelas sin riesgo de contagio', explicaba, 'Firmé por la participación del SGP en las elecciones porque quiero una política que sea justa con todas las personas de nuestro país y no solo un pequeño porcentaje, y que ponga a la gente primero, no las ganancias'.
El apoyo también llegó de miembros del Comité de Base por la Educación Segura, así como de los Comités de Acción por Lugares de Trabajo Seguros, que nuclea a trabajadores que se oponen a las políticas de la inmunidad colectiva de los gobiernos y las empresas y están luchando por medidas abarcadoras hacia el coronavirus y la defensa de todos los empleos.
Aunque no nos presentamos en todos los Estados, llevaremos adelante nuestra campaña en todo el país y a nivel internacional, celebrando mítines en numerosas ciudades de toda Alemania, y eventos en línea. Instamos a todos los lectores del WSWS a apoyar nuestra campaña electoral, para ayudar a difundir nuestro programa, discutirlo con colegas y amigos, y a hacerse miembros del SGP.
Lo central de nuestro programa es una perspectiva socialista.
'No se puede resolver ningún problema social sin expropiar los bancos y las grandes empresas y ponerlos bajo el control democrático de la clase trabajadora', dice el manifiesto electoral del SGP. 'Hay que confiscar sus ganancias y su riqueza, y tienen que devolver los billones que se les dieron a lo largo del último año. Hay que reorganizar la economía mundial sobre la base de un plan científico y racional'.
El desastre de las recientes inundaciones destaca la importancia de este programa. Revela la bancarrota del capitalismo y la inacción criminal de sus representantes políticos. Caminan sobre cadáveres para satisfacer los intereses de las ganancias de los muy ricos.
Se puede ver lo mismo en relación con las políticas hacia el coronavirus, donde todos los partidos están persiguiendo una política agresiva de reapertura de la economía. Aunque la variante Delta se está extendiendo rápidamente y es altamente peligrosa para los niños, están abriendo las escuelas sin ninguna medida seria de seguridad para dejar a disposición de las empresas el trabajo de sus padres. Para no reducir las ganancias, están allanando el camino a la cuarta ola y elevando la cifra de muertos.
El SGP está exigiendo medidas de seguridad abarcadoras en fábricas y escuelas para parar la extensión del virus. En vez de gastar miles de millones en aumentar el precio de las acciones, en armas y la guerra, hay que hacer inversiones masivas en educación y salud.
Otros puntos centrales de nuestro programa son la lucha contra el militarismo y el fascismo y la defensa de todos los empleos y las conquistas sociales, y los derechos democráticos de la clase trabajadora.
'Estas exigencias no se pueden realizar mediante llamamientos a la élite gobernante, sino solo mediante la movilización independiente de la clase trabajadora internacional. El SGP por lo tanto apoya todas las iniciativas genuinas por parte de los trabajadores y exige la formación de comités de base de acción en los lugares de trabajo, las escuelas y los barrios, que unan y organicen las luchas de los trabajadores a escala internacional'.
Estos comités de acción deben ser independientes de los sindicatos y sus comités de empresa, que se han vuelto cogerentes y policías empresariales de las corporaciones y están estrechamente vinculados a los partidos del establishment.
El SGP se opone a todas las formas de nacionalismo y xenofobia, defiende los derechos de los inmigrantes y refugiados y lucha por la unidad internacional de la clase trabajadora. 'Los trabajadores de cada país y de todo el mundo se enfrentan a los mismos problemas y solo uniéndose pueden oponerse a la explotación, el militarismo y el fascismo', dice el manifiesto. Rechaza a la Unión Europea, herramienta de los bancos, las empresas y el militarismo, y lucha por los Estados Unidos Socialistas de Europa.
(Publicado originalmente en inglés el 6 de agosto de 2021)