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La huelga de Matamoros se expande mientras la clase gobernante mexicana advierte sobre una ola huelguística nacional

La huelga de decenas de miles de trabajadores en Matamoros se expandió más allá de las maquiladoras esta semana a trabajadores de nuevas industrias como el tratamiento de agua, la producción lechera, el embotellado en Coca Cola realizaron paros en esta misma ciudad el jueves y viernes.

Varias otras maquiladoras de productos eléctricos y autopartes se unieron a la huelga esta semana, incluyendo Spellman y Toyoda Gosei Rubber (Tapex). A pesar de que más de una docena de plantas regresó a trabajar después de que las empresas concedieran el aumento salarial del 20 por ciento y el bono de 32.000 pesos ($1.700) más de 25 permanecen en huelga, costándoles a las empresas, principalmente basadas en EUA, unos portentosos $37 millones por día.

Al mismo tiempo, la huelga de 30.000 docentes en el estado de Michoacán está alcanzando su tercera semana, con miles de maestros bloqueando las líneas férreas que conectan centros industriales con los cruciales puertos del Pacífico en Lázaro Cárdenas, Michoacán, y Manzanillo, Colima. El lunes pasado, miles de maestros en Oaxaca se unieron a la huelga.

Noticieros Televisa escribió el jueves que el bloqueo de estas vías “afecta no solamente a empresas nacionales sino también a sus socios comerciales en Asia… En Guanajuato, el clúster automotriz ya reporta afectaciones en la cadena productiva”.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) atacó a los docentes en una rueda de prensa el lunes, ordenándoles volver a trabajar y absurdamente llamándolos derechistas: “es más, eso es un distintivo del conservadurismo, no tiene nada que ver con la izquierda”.

La burguesía mexicana esta espantada ante el creciente movimiento huelguístico.

En un artículo intitulado, “El fin de la estabilidad laboral”, el principal diario empresarial del país, El Financiero, advirtió el jueves que, “Desde hace décadas no se habían presentado en México 44 huelgas de un solo golpe”. En comparación con las últimas semanas, los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, vieron tan solo 49, 40 y 23 huelgas respectivamente.

“En un dos por tres se rompió la estabilidad laboral que habíamos mantenido por décadas, con cientos de miles de renegociaciones salariales exitosas. Nova a parar ahí”, añade El Financiero, advirtiendo que el futuro traerá “Polarización. Agudización de las contradicciones entre capital y trabajo. Se acabó la paz laboral”.

Un reporte de la Associated Press publicado el viernes expone el papel antiobrero de AMLO en buscar romper las huelgas y suprimir los salarios. Según los representantes empresariales citados, AMLO y los dirigentes del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), “presionaron activamente al sindicato en Matamoros para que no buscaran el aumento salarial”.

No fue el sindicato el que exigió el aumento salarial, sino los propios trabajadores que se organizaron independientemente y en contra de las amenazas explícitas del sindicato. Ahora, la clase gobernante está apoyada desesperadamente en los sindicatos y sus partidarios para bloquear el desarrollo de un movimiento nacional huelguístico.

El diario Milenio advirtió que “se teme un contagio en la zona fronteriza, donde miles esperan subida a sus ingresos”. El diario cita a un gerente empresarial que declara, “Es algo sin precedente. Todos estamos involucrados y de lo que aquí resulte va a marcar lo que será el futuro de la manufactura en el país”.

El sitio web de la industria, Manufactura.mx, reportó que un representante empresarial comentó que los obreros en la industria están “contaminados” por sus demandas de un aumento salarial del 20 por ciento y que las empresas anticipan que las huelgas se seguirán expandiendo. El administrativo dijo, “Tenemos una excelente relación con el sindicato,” indicando que está colaborando con la empresa para intentar evitar una huelga.

Según Noticieros Televisa, “en la industria maquiladora de Baja California [donde se encuentra la ciudad con la mayor cantidad de maquilas, Tijuana] existe el temor de que estalle una huelga de trabajadores ante las peticiones de aumentos salariales”. Añade que las empresas “mantienen diálogo con los sindicatos de la industria con el propósito de evitar que se registre un paro de labores”.

Los trabajadores están emocionados por la creciente ola de huelgas y preocupados que las empresas vayan a traicionar cualquier acuerdo al que hayan llegado.

Una huelguista en Matamoros dijo, “Tenemos que salir todos. El sindicato lo que tiene miedo es que nos unamos. La mayoría ya estamos fuera. Aquí el problema es el sindicato que no nos ayudado y no nos ha representado. Ahora salgan para organizarnos para hacer las guardias. No se está pidiendo nada regalado, sino lo que nos merecemos”. La trabajadora luego señaló que el delegado sindical le reclamó, “Ustedes no son quién para estar aquí fuera”.

Una trabajadora en huelga en Kearfott le manifestó al WSWS, “Bien por ellos. Esto es para todos los trabajadores fronterizos que tenemos esa cláusula en los contratos. Los mismos empresarios la pusieron y ahora ya les anda. Somos la clase más trabajada y menos gratificada, pienso que si que ya es tiempo que nos devuelvan lo que nos han quitado”.

Un trabajador de Autoliv le explicó al WSWS que la empresa, no bien aceptó las demandas de los trabajadores, “en cuanto entraron empezaron a correr gente”.

Un trabajador en Tyco, donde también se firmó el aumento salarial y el bono, también le indicó al WSWS que está aumentando el fervor de querer volver a hacer huelga para proteger a los compañeros de trabajo que están siendo objeto de represalias:

“En Autoliv, están corriendo sin liquidar ni bono. Los mandan a Conciliación y Arbitraje y les dicen que se van a tardar de medio año a un año en resolver algo. Es obvio que Conciliación y arbitraje están del lado de Autoliv.

“La verdad yo veo que como la mayoría que se encuentran laborando y los que no participaron en el paro laboral [inicial] vayan a hacer un paro por los compañeros despedidos. Ya que ellos van a recibir el bono y el aumento. Nosotros somos una nueva generación que no conocíamos la huelga. Hemos ganado respeto le guste a quien le guste. Tal vez no sea el respeto necesario, pero… esta es nuestra primera huelga y, si las cosas no mejoran, una segunda huelga será más organizada”.

A pesar de que la prensa corporativa estadounidense ha comenzado a reportar sobre el impacto de las huelgas en México desde un punto de vista económico, los sitios web de la Organización Internacional Socialista (ISO) y Alternativa Socialista, así como la revista de los Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA) Jacobin han ignorado la huelga completamente. Ninguna de estas organizaciones antiobreras y antisocialistas ha publicado un solo artículo sobre la rebelión de los trabajadores de las maquiladoras en México.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 2 de febrero de 2019)

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