Como parte de su conmemoración del quinto aniversario de la pandemia, el Times emitió un episodio especial de su podcast The Daily titulado "¿Valieron la pena los confinamientos por la COVID?", a lo que responden rotundamente "No".
Una publicación sobre el descubrimiento de un nuevo coronavirus por científicos chinos ha sido la ocasión para que el Times vuelva a despertar la teoría de la fuga del laboratorio.
El jefe de Amazon decretó que las páginas editoriales del diario deberían excluir cualquier opinión hostil al “libre mercado”, es decir, el capitalismo.
La retirada del programa Gaza: Cómo sobrevivir a una zona de guerra por parte de la BBC es parte integral del sesgo proisraelí en sus informes.
Mientras se acerca la investidura de Trump, la oligarquía financiera afirma abiertamente su control sobre todos los aspectos de la sociedad, incluida la llamada “prensa libre”.
Una carta abierta, firmada por más de 230 figuras de la industria de medios, escritores y académicos en el Reino Unido, afirmaba que la emisora pública no había proporcionado una cobertura “justa y precisa” del conflicto.
Assange declaró ante la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa: "No estoy libre hoy porque el sistema haya funcionado, estoy libre hoy tras años de encarcelamiento porque me declaré culpable de periodismo".
Ninguno de los periodistas reunidos mencionó el papel criminal del Gobierno de Biden en la matanza israelí en Gaza.
Estados Unidos quiere procesar a Assange por cargos de la Ley de Espionaje que conllevan de facto cadena perpetua por publicar documentos que sacan a la luz crímenes de guerra y abusos contra los derechos humanos llevados a cabo por Washington y sus aliados imperialistas.
Mark Summers KC dijo al Tribunal Superior: "Lo que ha ocurrido en este caso es una represalia estatal ordenada desde lo más alto".
Assange recibió permiso para asistir en persona a la vista, pero tampoco pudo hacerlo, ni siquiera por videoconferencia, debido al empeoramiento de su estado de salud tras casi cinco años recluido en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh.
Los principales periódicos y noticieros televisivos de Estados Unidos están sistemáticamente suprimiendo las noticias de las manifestaciones de millones en todo el mundo contra el genocidio israelí en Gaza.
La realidad de que la pandemia de COVID-19 continúa y sigue siendo sumamente peligrosa ha desbordado la propaganda de los Gobiernos, las agencias de salud pública y la prensa capitalista, que afirman falsamente que la pandemia ya se acabó.
El comentarista del Times, David Leonhardt omite los términos “variante”, “evolución”, “COVID persistente”, “casos”, “pruebas” y “aguas residuales” en su artículo porque cada uno de estos aspectos de la pandemia demuestra que isgue en marcha y sigue siendo una amenaza para la población a nivel global.
Claramente hay una doble moral entre la histeria mediática por las presuntas atrocidades rusas en Ucrania y el silencio sobre la embestida de las tropas y los colonos israelíes a una Cisjordania bajo ocupación.
El jueves, el New York Times hizo pública la identidad de la persona que supuestamente compartió documentos clasificados que ponían al descubierto las mentiras del gobierno de Biden y de los medios de comunicación sobre la implicación de Estados Unidos en Ucrania.
El material publicado en el periódico alemán corrobora aún más las afirmaciones de que el gobierno estadounidense ha emprendido una campaña mundial ilegal contra Julian Assange, WikiLeaks y sus partidarios.
Durante los últimos cuatro días, los medios de comunicación han sometido a la población a una avalancha de propaganda de guerra en torno a la absurda afirmación de que China envió un enorme globo visible por el ojo humano para espiar secretamente las bases nucleares estadounidenses.
Está en marcha una tragedia de proporciones monumentales en China como resultado del abandono por parte del Partido Comunista Chino de su política de “cero COVID” y adopción del “COVID para siempre” según las exigencias de las potencias imperialistas de EE.UU. y Europa.
El propietario de Twitter y milmillonario fascistizante Elon Musk reconoció a última hora del jueves que había cerrado las cuentas de numerosos periodistas destacados a primera hora del día, alegando falsamente que habían violado una nueva política de la plataforma contra el "doxxing."
