Estados Unidos está construyendo una nueva embajada fortificada de 1.200 millones de dólares en un terreno de 17 hectáreas cerca de Beirut, cuyo propósito declarado es contrarrestar al “Eje de la Resistencia”, es decir, Irán. Su escala, desproporcionada en relación con el tamaño del país, es indicativa de los intereses geopolíticos de Estados Unidos en el Líbano, con su ubicación estratégica y las nuevas fuentes de gas y petróleo descubiertas bajo el mar Mediterráneo oriental.
En busca de escalar el enfrentamiento con Irán, el acuerdo fue aprobado cuando el régimen sionista de extrema derecha ya ha matado a unas 4.000 personas en su ofensiva en el sur de Líbano y Beirut, y ha aniquilado a gran parte de la dirección de Hezbolá.
Teherán está dando señales de su disposición a negociar con Trump, aun cuando él deja claro que pretende tratar con Irán de manera incluso más cruel que durante su primer mandato, y que lo hará trabajando en el más estrecho concierto con Israel, que ya está librando una guerra contra Irán en todo menos el nombre.
Con el régimen sionista continuando el hambre en Gaza y el ejército estadounidense atacando nuevamente objetivos en Yemen, los ataques muestran que no hay tregua en la ofensiva del perro de ataque de Washington para redibujar el mapa del Medio Oriente.
En un discurso televisado en Downing Street el martes por la noche, Starmer puso la realidad patas arriba, declarando que Irán era el agresor en Oriente Medio y estaba amenazando al mundo con una matanza..
Funcionarios estadounidenses e israelíes respaldaron abiertamente un ataque a gran escala contra Irán el martes, tras un ataque de Irán contra Israel con 185 misiles balísticos el mismo día.
Las potencias imperialistas están comunicando que no tienen ningún límite con tal de colocar nuevamente cadenas sobre las excolonias. Más allá de que ocurra en Oriente Próximo o en la guerra contra Rusia, todo está permitido: no solo los asesinatos, sino también atentados terroristas masivos y el genocidio.
Apenas una hora después de que Netanyahu terminara de hablar, su régimen demostró el contenido genocida de su promesa de guerra, cuando enormes explosiones redujeron a escombros edificios de apartamentos residenciales en el densamente poblado sur de Beirut.
Altos funcionarios del ejército israelí amenazaron con una invasión terrestre mientras la guerra contra Líbano se intensificaba el miércoles, con más de 280 ataques aéreos en todo el país que mataron al menos a 81 personas.
Sesenta personas murieron en total en el último período de 24 horas reportado por las autoridades libanesas, y 81 resultaron heridas, elevando el total de muertos desde el lunes a más de 600, aproximadamente una cuarta parte de ellos mujeres y niños.
Israel lanzó el lunes un ataque masivo contra Líbano, matando a 492 personas, entre ellas 35 niños, 58 mujeres y dos médicos, en más de mil ataques aéreos distintos.
Está claro que los atentados terroristas con buscapersonas formaban parte de una ofensiva militar planeada de antemano que habría sido aprobada por Washington y las demás potencias imperialistas.
El atentado terrorista israelí da inicio a una nueva etapa de la criminalización de la política exterior imperialista, sentando un precedente para la legitimización de atentados terroristas contra líderes políticos y poblaciones civiles .
Israel lanzó el domingo su mayor ataque contra el sur del Líbano desde 2006, en el que participaron más de 100 aviones de combate. Las Fuerzas de Defensa de Israel afirmaron que los ataques afectaron a más de 40 objetivos.
Mientras los diplomáticos estadounidenses supuestamente están “luchando” por reducir las tensiones, los altos mandos militares estadounidenses se están reuniendo con sus homólogos israelíes para discutir planes de guerra.
Según el Banco de Israel y el Ministerio de Finanzas israelí, el costo de los primeros seis meses de la guerra, que según Netanyahu continuará durante meses y muestra todas las señales de escalar hasta convertirse en una guerra total contra Hezbolá en el norte y los hutíes en el Mar Rojo, había alcanzado más de 70 mil millones de shekels (73 mil millones de dólares) a fines de marzo.
Las peticiones de “cautela” y “moderación” de los regímenes árabes semifeudales atestiguan sobre todo sus temores de una explosión desde abajo. Señalan la “polaridad” fundamental entre todas las facciones de la burguesía y la clase trabajadora en la que debe basarse la lucha contra la guerra.
Crocker está en condiciones de saberlo. Comenzó su carrera diplomática con un puesto en el consulado de Estados Unidos en la ciudad portuaria interior de Khorramshahr, cerca de los campos petrolíferos de Irán, en 1972 durante el reinado del Shah, y más tarde sirvió en el Líbano, Siria, Afganistán, Irak, Pakistán y Kuwait.
Los ataques militares recíprocos entre Irán y Pakistán arrojan más combustible a una región que ya fue prendida en llamas por el imperialismo estadounidense y sus aliados. Están utilizando la guerra genocida contra los palestinos en Gaza para provocar y preparar una guerra más amplia con Irán.
El asesinato del líder adjunto de Hamás en Beirut y los atentados terroristas en la ciudad iraní de Kerman llevaron al ministro turco de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, a advertir a la OTAN y a otros aliados israelíes contra el riesgo de que se extienda la guerra por la región.