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Partido Socialista por la Igualdad (EE.UU.)
Las bases históricas e internacionales del Partido Socialista por la Igualdad

Otro comentario acerca de la causa y el significado de la escisión con el WRP

195. Tal como sucediera en el 1953, la escisión en el Comité Internacional se desarrolló entre 1982 y 1986 y anticipó cambios enormes que durante la segunda mitad de los años 1980 habrían de despedazar la estructura de la política mundial tal como había existido durante las cuatro décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial. La prolongada crisis del WRP fue un proceso complejo y contradictorio. Sus causas básicas no se debieron a ninguna flaqueza de este o aquel individuo sino en los cambios de las relaciones de fuerzas clasistas a nivel internacional. No es raro que un partido político, que por muchas décadas ha jugado un papel enormemente positivo en el desarrollo de la clase trabajadora entre en crisis en un período venidero a medida que nuevas condiciones y dificultades se presentan. Los ejemplos más trágicos de este fenómeno histórico son la Social Democracia de Alemania y el Partido Bolchevique. Pero su destino final no puede borrar los éxitos históricos que lograron.

196. Como tampoco pueden la degeneración final de la organización y su dirigente principal, Gerry Healy, borrar los éxitos de la Socialist Labour League. Cuando insistimos en una crítica objetiva de la historia de la SLL y el WRP, vale la pena recordar el consejo que Healy le ofreció a Wohlforth en diciembre de1972, luego que falleciera Max Shachtman. Wohlforth había escrito un obituario sobre Shachtman que acusaba al difunto de haber traicionado al socialismo y a la clase trabajadora durante las últimas décadas de su vida. Pero Wohlforth incluyó la siguiente declaración en su condena: “Shachtman murió como contrarrevolucionario y traidor a su clase. Así fue en definitiva”. Healy notó que “Esta frase, por sí misma, parece paradójica, porque Shachtman no sólo murió; también vivió. Claro, la memoria de alguien que terminó traicionando vergonzosamente no produce sentimientos compasivos. Sin embargo, no estamos aquí para atribuir defectos sino para comprender”. [114]

197. Durante muchos años y sobre todo después que el Socialist Workers Party regresara al pablismo en 1963, los trotskistas británicos fueron casi los únicos que defendieron el programa y el patrimonio de la Cuarta Internacional. Cuando la OCI era una aliada de la cual se podía depender menos y menos y que para fines de los años 1960 se había convertido en contrincante político, la SLL intransigentemente se opuso al a los esfuerzos pablistas para liquidar a la Cuarta Internacional en los ambientes del estalinismo, el nacionalismo burgués y el radicalismo pequeño burgués. La SLL no contaba con mucho apoyo internacional, pero se opuso a la liquidación por la que los pablistas abogaban y estableció, como mejor pudo, una poderosa organización revolucionaria en Gran Bretaña. Fue a esta labor que Healy brindó sus dones extraordinarios como organizador y orador. Mientras los pablistas insistían que el trotskismo no tenía ningún papel independiente que jugar, la SLL condujo una guerra implacable contra el Partido Laborista británico y logró ganarse la dirigencia política de su movimiento juvenil, los Young Socialists [Juventud Socialista; YS, siglas en inglés]. Cuando los laboristas británicos trataron de lanzar una contraofensiva al suprimir Keep Left, periódico de la YS, la SLL y sus partidarios en dicha organización lucharon para defenderse y establecieron una circulación de 10.000 ejemplares. Eventualmente, los Young Socialists se convirtió oficialmente en el movimiento juvenil del movimiento trotskista en Gran Bretaña. Los pablistas reaccionaron al progreso de la SLL organizando persecuciones políticas que los estalinistas, quienes trataron de pintar a la LSO como organización “violenta”, respaldaron con entusiasmo.

198. Puesto que se encontraba aislada políticamente, la LSO llegó a creer cada vez más que el desarrollo de la Cuarta Internacional era una secuela de la evolución de su propia organización en Inglaterra. Razonó que el éxito del movimiento en Inglaterra ofrecería las bases para la expansión del Comité Internacional. Por consiguiente, y durante cierto período, las formas y hábitos de trabajo asumieron cada vez más los colores del nacionalismo. Lo que en realidad era una relación provisional de las fuerzas políticas —y que le daba a la labor en Inglaterra una influencia preponderante dentro del Comité Internacional— llegó a convertirse en la apoteosis de un concepto cada vez más nacionalista de la relación entre la SLL/WRP y la Cuarta Internacional. Healy justificó, por lo menos para él mismo, las varias prácticas oportunistas que el WRP desarrolló durante los años 1970 y comienzos de los años 1980 basándose en que estaba “construyendo el partido” en Inglaterra y así echaba las bases para la expansión internacional — a largo plazo— del CICI. Aunque durante los años 1970 y principios de los años 1980 varias secciones del CICI habían progresado bastante políticamente, el WRP tendía a creer que la organización internacional no era más que un apéndice de su propia organización en Inglaterra.

199. El problema fundamental de este enfoque es que se basaba en una premisa nacionalista contraria a la política tradicional de la Cuarta Internacional y contraria a los procesos objetivos del desarrollo sociopolítico y económico mundial. La crisis del WRP fue parte de un proceso más amplio que barría a través de todas las organizaciones de masas que históricamente se basaban en la clase trabajadora. No importa cuántas diferencias haya habido en cuanto a sus estructuras organizacionales y alianzas políticas, todas esas instituciones reformistas se basaban en un programa nacionalista. Esta semejanza esencial hasta vinculaba la AFL-CIO de Estados Unidos y el Partido Comunista de la Unión Soviética, quienes aparentemente eran enemigos irreconciliables. Aunque esta última se basaba en la posibilidad socialista de las fuerzas productivas en la URSS, las aspiraciones reformistas de la primera se basaban en los recursos y la riqueza presuntamente inagotables del capitalismo estadounidense. Ambas organizaciones entraron en crisis cuando los desarrollos de la tecnología —y los cambios que resultaron en la producción y la circulación del capital— rindieron obsoletas las perspectivas reformistas nacionales de la época post Segunda Guerra Mundial.

200. Estos cambios fundamentales en la economía mundial y el impacto que tuvieron sobre la lucha de clases internacional se reflejaron en el Comité Internacional y, al fin y al cabo, condujeron a la escisión. La diferencia básica en la perspectiva política —es decir, entre el internacionalismo revolucionario por una parte y por la otra el oportunismo nacional— habían surgido bien por adelantado de la escisión organizacional. En una carta dirigida a Michael Banda, fechada el 23 de enero de 1984, David North escribió lo siguiente en nombre de la Workers League: “No importa lo prometedor que parezcan ciertos desarrollos en las labores nacionales de las secciones — tales como nuestra propia experiencia en varias luchas sindicalistas — éstas no producirán ningún adelanto significativo a menos que su labor se guíe de una perspectiva internacional elaborada científicamente. Mientras más se vira la Workers League hacia la clase trabajadora, más sentiremos la necesidad de la colaboración más íntima con nuestros camaradas internacionales para llevar nuestras labores hacia delante”. [115]

201. Existía una congruencia teórica entre la oposición de la Workers League al oportunismo nacionalista del WRP y la etapa avanzada de procesos económicos y sociales que harían estallar las estructuras e interdependencias de la política internacional. Dado que la defensa por los trotskistas británicos de la perspectiva de la revolución permanente había atraído a muchos de los cuadros internacionales que habían ingresado al CICI en los años 1960 y principios de los años 1970, una vez que el movimiento internacional se entera de la postura crítica de la Workers League le da a esta un apoyo aplastante. Por ende ocurre un reajuste político relativamente rápido dentro del CICI en el otoño del 1985, cosa que establece nuevos cimientos para las labores del movimiento internacional. La reacción consciente de la vanguardia marxista a la nueva situación política y económica causa la evolución subsiguiente del CICI. Esa profunda y completa lucha contra toda forma nacionalista establece las bases de una reorientación del movimiento que se vincula inseparablemente a la elaboración de una perspectiva internacional. Al fin y al cabo, las raíces de todos los oportunismos consisten de formas precisas de adaptación nacionalista. Mediante la lucha contra otras tendencias, y también dentro de su propia organización, el CICI reafirmó la visión que Trotsky elaboró en la manera más desarrollada, el dominio de la evolución global del capitalismo mundial sobre las formas particulares en cualquier estado nación y la primacía de una estrategia internacional por sobre las tácticas nacionales.


[114]

“The Fourth International and the Renegade Wohlforth” [Trotskyism versus Revisionism, Volume Seven] (Detroit: Labor Publications, 1984), p. 228.

[115]

Fourth International, Volume 13, No. 2, Autumn 1986, p. 38.