10. La facción bolchevique surgió de la lucha política dirigida por Lenín (y, en la esfera filosófica, por Plejánov) contra de las tendencias revisionistas y oportunistas dentro del Partido Obrero Social Demócrata de Rusia (POSDR). Lenín (adoptando la postura desarrollada anteriormente por Kautsky, teórico principal del PSD insistía que la conciencia socialista no se desarrolla espontáneamente en la clase trabajadora, sino que tenía que introducirse en el movimiento obrero. En su obra fundamental, ¿Qué hacer?, Lenín cita el siguiente párrafo extraído del programa del Partido Social Demócrata Austríaco (PSD):
“La conciencia socialista moderna sólo puede surgir de profundos conocimientos científicos. En efecto, la ciencia económica contemporánea es premisa de la producción socialista en el mismo grado que, pongamos por caso, la técnica moderna; y el proletariado, por mucho que lo desee, no puede crear ni la una ni la otra; de la ciencia no es el proletariado, sino la intelectualidad burguesa: es del cerebro de algunos miembros de este sector de donde ha surgido el socialismo moderno, y han sido ellos quienes lo han transmitido a los proletarios destacados por su desarrollo intelectual, los cuales lo introducen luego en la lucha de clase del proletariado, allí donde las condiciones lo permiten. De modo que la conciencia socialista es algo introducido desde fuera en la lucha de clase del proletariado, y no algo que ha surgido espontáneamente dentro de ella”. [2]
11. Por ende, la misión principal del partido revolucionario consiste en saturar al movimiento obrero con teoría marxista. “Puesto que ni hablar se puede de una ideología independiente, elaborada por las propias masas obreras en el curso mismo de su movimiento”, escribió Lenín, “el problema se plantea solamente así: ideología burguesa o ideología socialista. No hay término medio (pues la humanidad no ha elaborado ninguna ‘tercera’ ideología, además, en general, en la sociedad desgarrada por las contradicciones de clase nunca puede existir una ideología al margen de las clases ni por encima de las clases). Por eso, todo lo que sea rebajar la ideología socialista, todo lo que sea separarse de ella significa fortalecer la ideología burguesa”.[3] Lenín se opuso a todas las facciones que adaptaban su práctica a las formas espontáneas de las actividades de los trabajadores y separaban las luchas prácticas diarias del objetivo histórico de la revolución social. Lenín reconocía más claramente que ningún otro socialista de su época que el desarrollo del marxismo en la clase obrera requería una lucha persistente contra la presión ideológica y política ejercida por las tendencias burguesas y de clase media. Aquí yace la importancia de la lucha — conducida sobre cuestiones teóricas, de estrategia política y la organización del partido— contra diversas formas de revisionismo y oportunismo.
12. En 1903, el Segundo Congreso del Partido Obrero Social Demócrata de Rusia dividió a la facción bolchevique de la facción menchevique. Ese acontecimiento marca un punto decisivo en la historia del movimiento socialista revolucionario. Aunque la separación haya ocurrido sorpresivamente, en torno a lo que al principio parecían cuestiones secundarias relacionadas con los reglamentos y organización del partido; paulatinamente quedó claro que el conflicto estaba relacionado con problemas mayores: el oportunismo político dentro del POSDR y, además, ciertos asuntos de perspectiva política y programáticos. En relación a la cuestión organizacional, tal como Lenín explicara en Un paso adelante, dos pasos atrás, “el oportunismo del programa se vincula orgánicamente al oportunismo en las tácticas y en la organización”. [4] Más adelante, Lenín señalaría que “[E]l ala oportunista de todo partido defiende y justifica siempre todo lo atrasado, en materia de programa, de táctica y de organización”. [5] Lenín concluye su análisis con una declaración memorable:
“El proletariado no dispone, en su lucha por el poder, de más arma que la organización. El proletariado, desunido por el imperio de la anárquica concurrencia dentro del mundo burgués, aplastado por los trabajos forzados al servicio del capital, lanzado constantemente ‘al abismo’ de la mayor miseria posible, del embrutecimiento y de la degeneración, sólo puede hacerse y se hará inevitablemente invencible, siempre y cuando que su unión ideológica por medio de los principios del marxismo se afiance mediante la unidad material de la organización, que cohesiona a los millones de trabajadores en el ejército de la clase trabajadora”. [6]
13. Después del Segundo Congreso, muchos sectores del POSDR pasan a criticar tenazmente la postura inflexible de Lenín y lo culpan de causar la escisión. Aunque apenas tenía 23 años de edad, l joven Trotsky y Rosa Luxemburg critican severamente el enfoque leninista sobre las luchas internas del partido. Lo que estos dos destacados revolucionarios no comprendían todavía era el análisis penetrante de Lenín sobre la relación material de los conflictos teóricos, políticos y organizacionales dentro del partido con el proceso social objetivo de realineamientos y conflictos de clases desarrollándose a gran escala fuera del partido. Mientras la mayoría de los socialistas de esa época tendían a interpretar los conflictos dentro y entre las facciones del POSDR como riñas entre facciones que competían, en el sentido subjetivo, por influencia sobre una clase trabajadora no comprometida políticamente. Lenín interpretaba los conflictos como manifestaciones objetivas de cambios reales en las relaciones entre clases —tanto entre la clase obrera y la burguesía al igual queentre diferentes capas de la clase obrera misma. Lenín estudiaba la lucha de tendencias en el partido porque éstas eran “señales claves” del desarrollo de una época revolucionaria. En cuanto al conflicto que surgía en el Segundo Congreso, detrás del problema constitucional estaba la relación entre la clase trabajadora rusa y del POSDR con la burguesía liberal y sus partidos políticos. Tras la actitud oportunista de los mencheviques sobre cuestiones organizacionales, tales como la definición de las responsabilidades de los militantes del partido, había una orientación conciliatoria hacia el liberalismo ruso. Con el trajín del tiempo, a medida que maduraba situación política rusa, las grandes insinuaciones de las cuestiones organizacionales se hicieron más aparentes. Como Trotsky admitiría su entendimiento de los métodos políticos de Lenín se profundizaron a medida que, en el contexto de acontecimientos cataclísmicos,,él también llegaba a “un concepto más y más correcto —bolchevique— de la relación entre la clase trabajadora y el partido, entre la teoría y la política y entre la política y la organización. Lo que antes le habían parecido ‘divisiones exageradas’ y ‘disrupciones’, etc., ahora adquirían el carácter de lucha sanitaria y previsora por la independencia revolucionaria del partido proletario”. [7]
“What Is To Be Done?” in: V. I. Lenin, Collected Works, Volume 5, (Moscow: Foreign Languages Publishing House, 1961), pp. 383-84. (Texto en español: http://www.marxists.org/espanol/Lenín/obras/1900s/quehacer/index.htm).
Ibid., p. 384.
“One Step Forward, Two Steps Back” in: V. I. Lenin, Collected Works, Volume 7 (Moscow: Progress Publishers, 1965), p. 398.
Ibid., p. 395.
Ibid., p. 415.
“Our Differences,” in The Challenge of the Left Opposition (1923-25) [New York: Pathfinder Press, 2002), p. 299.