Con un cinismo consumado, la representante demócrata de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, el miembro más prominente de los Demócratas Socialistas de Estados Unidos (DSA, sigla en inglés), publicó el martes un tuit en X criticando a la administración de Biden-Harris por los “horrores” en Gaza debidos a un Israel “sin restricciones” y “totalmente armado por la administración de Biden”.

Denunciando el bloqueo israelí de la ayuda alimentaria y el bombardeo de hospitales en el norte de Gaza como un genocidio de palestinos, pidió “un embargo de armas ya”.

Su publicación se produjo dos días después de que el Pentágono anunciara el despliegue a Israel de una batería avanzada del sistema antimisiles THAAD y 100 tropas estadounidenses para operarla en el terreno, una escalada significativa del apoyo e implicación de Estados Unidos en la expansión de la guerra de exterminio israelí en Gaza, Cisjordania, Líbano y, en los próximos días, Irán. El despliegue del THAAD es parte del acuerdo alcanzado en una llamada telefónica entre el presidente Joe Biden y el primer ministro israelí Netanyahu para lanzar un ataque militar masivo contra Irán.

Significativamente, Ocasio-Cortez no mencionó el despliegue del THAAD ni el inminente ataque a Irán en su publicación en X.

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La demócrata del DSA es una firme defensora de la administración de Biden, que desde el inicio de la campaña israelí de asesinatos masivos de palestinos en Gaza el pasado 7 de octubre ha proporcionado al régimen sionista el apoyo armamentístico, político y diplomático necesario para llevar a cabo su limpieza étnica y genocidio. Fue una de las defensoras más tenaces de la campaña de reelección de Biden hasta el día que se retiró, y desde entonces ha promovido sin reservas la campaña de la vicepresidenta Kamala Harris, quien apoya plenamente a Israel y la guerra venidera con Irán.

De hecho, el tuit de Ocasio-Cortez es parte de un esfuerzo coordinado por parte de los demócratas y la administración de Biden para proporcionar una cobertura política a su continuo apoyo a los crímenes de guerra de Israel y al lanzamiento de una guerra regional a gran escala que abarca los territorios palestinos ocupados, Líbano, Siria e Irán. Este derramamiento de sangre es impulsado por los planes de Estados Unidos, utilizando a su perro de ataque Israel, para recolonizar el rico en petróleo Medio Oriente y saquear sus vastos recursos con el fin de fortalecer su mano en su guerra con Rusia y la guerra venidera con China.

Ocasio-Cortez publicó su tuit un día después de que Harris publicara un tuit en X criticando a Israel por bloquear suministros alimentarios en el norte de Gaza, añadiendo la demanda de compromiso de que “los civiles deben ser protegidos” y “se debe respetar el derecho internacional humanitario”. El domingo, los secretarios de Estado y Defensa de EE.UU. enviaron una carta al ministro de Defensa de Israel y al ministro de Asuntos Estratégicos advirtiendo a Israel de que aumente el flujo de suministros humanitarios a Gaza en los próximos 30 días o se enfrentarán a una suspensión de la ayuda militar.

Amenazas vacías similares fueron emitidas en abril pasado y fueron básicamente ignoradas por Israel, sin repercusiones, y se espera el mismo resultado hoy.

La hipocresía y complicidad de Ocasio-Cortez —y la del DSA— son subrayadas por las propias palabras y acciones de la falsa demócrata “progresista”. Hace poco más de una semana, en el primer aniversario de la ruptura del bloqueo israelí y la incursión de Hamas en Israel el 7 de octubre de 2023, la congresista emitió una declaración oficial que, en su mayor parte, seguía al pie de la letra la propaganda de la administración de Biden y los partidarios imperialistas de Israel en todo el mundo.

Colocó la culpa de la carnicería que siguió en Hamas y presentó la respuesta de Israel como un ejercicio legítimo de autodefensa. No hubo mención de los 75 años de limpieza étnica, brutal represión y ocupación de tierras palestinas infligidas por Israel, con un masivo apoyo de Estados Unidos, desde la formación del estado sionista en 1948, ni de las recientes invasiones recurrentes de Gaza por las Fuerzas de Defensa de Israel.

Repitió todas las afirmaciones no corroboradas por Israel sobre la ruptura del 7 de octubre, escribiendo:

La violencia perpetrada por Hamas el 7 de octubre, asesinando a más de 1.200 personas y secuestrando a cientos de hombres, mujeres y niños inocentes, fue un crimen contra la humanidad y una atrocidad que conmocionará a las generaciones venideras. Fue el día más mortífero para el pueblo judío desde el Holocausto.

Siguiendo con algunas palabras vacías sobre el cumplimiento de normas humanitarias y no permitir que el conflicto se intensifique, pidió un alto el fuego y la retención de apoyo militar “ofensivo” [no “defensivo”] cuando “la ley humanitaria de EE.UU. … se viole”.

Luego difundió la calumnia de que las protestas contra el genocidio en Gaza son impulsadas por el antisemitismo, declarando que “todos nosotros debemos proteger a nuestras comunidades judías en casa y en el extranjero del creciente antisemitismo”.

La pasada primavera, cuando la administración Biden estaba supervisando ataques policiales a protestas estudiantiles pacíficas contra el genocidio en Gaza en campus de EE.UU., el New York Times publicó una columna explicando el valor crítico de Ocasio-Cortez, como “outsider e insider”, para apuntalar a Biden. Específicamente definía su papel como “canalizar [la ira justa de los manifestantes] en un movimiento político,” es decir, en la campaña electoral de 2024 del Partido Demócrata.

The Hill publicó un artículo titulado “Ocasio-Cortez emerge como clave aliada de Biden para progresistas y jóvenes”. La publicación citó a un portavoz de la campaña de Biden diciendo que el presidente estaba “orgulloso de haber ganado el apoyo de la representante Alexandria Ocasio-Cortez, y esperamos trabajar con ella y toda nuestra coalición demócrata para derrotar a Donald Trump este noviembre”.

En abril, apareció con Biden en un evento publicitario el Día de la Tierra para promover las políticas energéticas de la administración, y en una entrevista a finales de abril con el ex presentador de MSNBC Mehdi Hasan, llamó a Biden “un hombre decente” cuyas acciones han “conducido a la desescalada” en Gaza”.

Tras el desastroso debate de Biden con Trump en junio, Ocasio-Cortez, junto con la mayoría de los llamados “progresistas” en el Congreso, defendió con firmeza su candidatura frente a aquellos en el Partido Demócrata y los medios de comunicación que pedían que se retirara. Hablando fuera del Capitolio el 8 de julio, dijo: “Joe Biden es nuestro candidato. No se retirará de esta carrera. Está en esta carrera, y lo apoyo”.

Esto, cabe señalar, fue después de que la revista médica de alto prestigio The Lancet publicara su artículo concluyendo que al menos 186.000 personas habían sido asesinadas como resultado del ataque de EE.UU./Israel en Gaza, aproximadamente el 8 por ciento de la población antes de la guerra del enclave.

Desde la retirada de Biden de la carrera presidencial, Ocasio-Cortez ha apoyado con igual firmeza la candidatura de Harris, a pesar de la continua inclinación aún más hacia la derecha de la vicepresidenta. La demócrata del DSA ha apoyado específica y públicamente la guerra de EE.UU./OTAN contra Rusia en Ucrania, que amenaza con desencadenar un holocausto nuclear.

En la Convención Nacional Demócrata en agosto, Ocasio-Cortez declaró que Harris “está trabajando incansablemente para asegurar un alto el fuego en Gaza y traer a los rehenes a casa”. Su declaración engañosa fue recibida con una ovación estruendosa por parte de los asistentes. La campaña de Harris rápidamente recopiló los comentarios de Ocasio-Cortez y los compartió en las plataformas de redes sociales.

Tal es el historial de esta supuesta “progresista”, cuyo oportunismo solo es rivalizado por su desprecio por la inteligencia del pueblo estadounidense. Ocasio-Cortez piensa que puede encender y apagar su “indignación moral” por la matanza masiva en Gaza como un grifo y que nadie se dará cuenta. Pero, por supuesto, todo lo que logra es desacreditar aún más a sí misma, a su partido socialista falso y proimperialista, y al tipo de política radical de clase media que rechaza el marxismo y las lecciones de las luchas de la clase trabajadora revolucionaria del último siglo y cuarto que están encarnadas en el movimiento trotskista, el Partido Socialista por la Igualdad y el Comité Internacional de la Cuarta Internacional.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 16 de octubre de 2024)