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Kamala Harris corteja a los milmillonarios

La candidata presidencial demócrata Kamala Harris se declaró capitalista y ofreció una serie de incentivos para los negocios en un discurso de 40 minutos en el Club Económico de Pittsburgh, el cual fue anunciado por su campaña como su principal iniciativa en política económica.

La vicepresidenta Kamala Harris llega para pronunciar un discurso en una reunión de la hermandad Sigma Gamma Rho en Houston, el miércoles 31 de julio de 2024. [AP Photo/LM Otero]

La vicepresidenta combinó algunas frases retóricas sobre el apoyo a los trabajadores y la “clase media” con una agenda política extraída enteramente de los principales círculos capitalistas, incluyendo al multimillonario Mark Cuban, quien estaba presente en la audiencia de Pittsburgh, y al inversor multimillonario y magnate ferroviario Warren Buffett, uno de los hombres más ricos del mundo.

El New York Times destacó el tono conservador de su discurso, escribiendo que “lo enmarcó de una manera que buscaba atraer a los votantes republicanos proempresa que probablemente se hubieran inclinado por Mitt Romney o John McCain en elecciones pasadas”, y añadió, “No está recurriendo a ningún argumento de ‘la economía está manipulada’ u otros mensajes más combativos que podrían atraer a los votantes jóvenes enfadados con el sistema económico”.

Mientras Harris ha utilizado el eslogan vacío de crear una “economía de oportunidades” para sugerir que ayudar a los compradores de vivienda por primera vez y a las familias con bebés recién nacidos eran sus prioridades, el verdadero significado del término es promover la “oportunidad” para que la América corporativa logre beneficios récords y para que el capitalismo estadounidense en su conjunto fortalezca su posición global contra rivales como China. En sus comentarios en Pittsburgh, hizo referencia específica a la necesidad de asegurar que Estados Unidos, y no China, domine las industrias clave del futuro.

Gran parte de su crítica al candidato republicano fascista Donald Trump en política económica se ha centrado en la propuesta del expresidente de recortar los impuestos a las empresas aún más que durante su primer mandato. Un grupo de más de 400 economistas y ex responsables de política económica de EE.UU. emitieron una carta abierta la semana pasada advirtiendo que Trump añadiría cuatro veces más al déficit y “arriesga reavivar la inflación y amenaza la posición global de los Estados Unidos y la estabilidad económica interna”.

Dos informes recientes de la prensa han proporcionado detalles importantes sobre las relaciones de Harris con altos dirigentes de Wall Street, CEOs corporativos y milimillonarios de Silicon Valley.

El pasado viernes, el Wall Street Journal publicó un informe titulado, “Harris hace un esfuerzo encubierto para ganarse a la América corporativa”, señalando que Harris ha mantenido frecuentes contactos privados con un grupo de prominentes capitalistas, incluyendo a Cuban, cuyos miles de millones incluyen participaciones en TI, entretenimiento, franquicias deportivas profesionales y una farmacia en línea.

El Journal señaló que Harris ha combinado la retórica estándar del Partido Demócrata criticando a las corporaciones y a los ricos con “una jugada silenciosa para ganar el apoyo de la América corporativa, buscando consejo de líderes de diversos sectores. Ha ofrecido pocos detalles de políticas, pero muchos ejecutivos dicen que consideran su apertura a sus comentarios como suficiente por ahora”.

El artículo continúa:

… su cortejo personal de la comunidad empresarial ha alimentado, sin embargo, el optimismo de que rechazaría algunas prioridades progresistas como presidenta que los ejecutivos consideran perjudiciales.

Los líderes empresariales ya han conseguido una gran victoria: la vicepresidenta recientemente respaldó un aumento menos drástico en la tasa del impuesto sobre las ganancias de capital, rompiendo con un plan que Biden delineó en su presupuesto a principios de este año.

Entre los mencionados en el artículo como en discusiones con Harris se encuentran el director general de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, el jefe de Visa, Ryan McInerney, Reid Hoffman de LinkedIn, Greg Brown de Motorola Solutions, Roger Hochschild de Discover y Karen Lynch de CVS Health.

El Journal reportó un aumento en los donantes CEOs a la campaña demócrata luego de que Biden se retirara y Harris lo reemplazara, aunque esto probablemente refleja apuestas sobre un ganador más probable, en lugar de diferencias políticas entre Biden y Harris, que son mínimas. El artículo concluye:

Apenas 36 horas después de la salida dramática de Biden de la carrera, Harris y su esposo Doug Emhoff compartieron sus pensamientos sobre el estado de la campaña alrededor de la mesa en una reunión íntima de partidarios organizada por Peter Scher, vicepresidente de JPMorgan Chase, en su casa en Chevy Chase, Md.

También asistió una ferviente partidaria de Harris: Judy Dimon, esposa de Dimon.

Un artículo publicado durante el fin de semana por el New York Times perfiló la relación de más de 20 años entre Harris y Laurene Powell Jobs, viuda del fundador de Apple Steve Jobs. El titular por sí solo cuenta la historia: “Detrás del ascenso de Kamala Harris: la mujer más rica de Silicon Valley”.

Relata los lazos con Powell Jobs que se remontan a la primera campaña política de Harris para fiscal del distrito de San Francisco, cuando ella proporcionó una pequeña donación, y luego impulsándola políticamente en los círculos de Silicon Valley. Powell Jobs fue una de las 60 personas en la boda de Harris con Doug Emhoff en 2014, y posteriormente compró la revista The Atlantic, y realizó su propia entrevista con Harris para esa publicación.

Según el Times, “Ahora, en la carrera presidencial de este año, la mujer más rica de Silicon Valley ha emergido como una poderosa jugadora detrás de escena. Ha contribuido silenciosamente millones de dólares a una organización que apoya a la Sra. Harris…”.

El artículo también informa que Powell Jobs, cuya fortuna personal de 11.000 millones de dólares incluye participaciones en Disney y Apple, “jugó un papel oculto pero clave en ayudar a sacar al Sr. Biden de la carrera, lo que despejó el camino para la candidatura de Harris”.

Hay muchas más conexiones entre la élite capitalista de Silicon Valley y Hollywood y Harris, ex fiscal general de California y exsenadora estadounidense de ese estado.

El pasado viernes, el expresidente Barack Obama ayudó a recaudar 4 millones de dólares para la campaña de Harris en una cena privada en la casa del exejecutivo de HBO James Costos. Según los medios locales, entre los 60 asistentes estaban el codirector ejecutivo de Netflix, Ted Sarandos, junto con la actriz Jennifer Coolidge y el comediante Conan O’Brien.

También el viernes, el milmillonario de los medios y la tecnología Barry Diller declaró públicamente su apoyo a Harris en una Cumbre de Negocios de Entretenimiento del Financial Times en West Hollywood. Anteriormente había retirado su apoyo a Biden después de la desastrosa actuación del presidente de EE.UU. en su debate de junio con Trump.

Una avalancha de dinero de estos bien posicionados partidarios, complementada por donaciones pequeñas recaudadas como un subproducto de las masivas campañas mediáticas y sindicales para Harris, ha dado a la demócrata una gran ventaja financiera sobre Trump, permitiéndole gastar casi tres veces más en agosto y aún tener el doble en efectivo disponible a mediados de septiembre. Según un informe, la campaña de Harris y el Partido Demócrata tienen cuatro veces más personal pagado que Trump y los republicanos, y han reservado mucho más del espacio publicitario disponible en los medios corporativos.

La ventaja en efectivo demuestra dos cosas, ambas de gran importancia. Primero, Trump ha hecho solo contribuciones relativamente pequeñas a su propia campaña, tal vez en parte porque tiene mucho menos riqueza de la que afirma, pero más probablemente porque su campaña no es una elección burguesa convencional, sino la construcción de un movimiento fascista extraparlamentario que dependerá más de conspiraciones y violencia que de votos para ganar el poder.

En segundo lugar, importantes secciones de la élite gobernante capitalista prefieren a Harris sobre Trump. Una considerable sección de Wall Street apoya a Harris por la misma razón que un batallón de ex funcionarios de seguridad nacional, incluidos más de 100 republicanos y 233 generales y oficiales de bandera, han emitido cartas abiertas respaldando su candidatura. Ven a Trump como un factor potencialmente desestabilizador, cuyos ataques a los trabajadores inmigrantes y los derechos democráticos podrían provocar una crisis social y política masiva dentro de los Estados Unidos. Y lo consideran una figura errática en términos de política exterior de EE.UU., que podría socavar la prioridad central del imperialismo estadounidense, la prosecución de la guerra contra Rusia en Ucrania.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 25 de septiembre de 2024)

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