Unos 47 palestinos fueron asesinados en Gaza, la mayoría por bombas suministradas por EE.UU., en la víspera del último día de la Convención Nacional Demócrata, que culminó con la aceptación de la nominación presidencial demócrata por parte de la vicepresidenta Kamala Harris.
El número oficial de muertos durante los 321 días de asalto de Israel con bombas, misiles, artillería y fuego de tanques ha superado los 40.000, con más de 90.000 heridos. Es probable que esta cifra sea una gran subestimación, ya que el mes pasado el diario médico británico The Lancet estimó la cantidad real de muertos en 186.000—aproximadamente el 8 por ciento de la población de la Franja de Gaza antes del genocidio.
El candidato presidencial del Partido Socialista por la Igualdad, Joseph Kishore, citó la cantidad de muertos en Gaza y condenó el respaldo de los demócratas al genocidio en una declaración publicada en X.
Kishore continuó:
Durante las protestas contra la guerra de Vietnam, se coreaba “Oye, Oye, LBJ, ¿cuántos niños mataste hoy?” En el caso de Biden-Harris y el genocidio en Gaza, se puede dar una respuesta definitiva: 17.000 (en total desde que comenzó el genocidio), incluyendo 2.100 bebés. Esto de acuerdo a un informe del Euro-Med Human Rights Monitor de principios de mes—17.000 niños. Esto equivale a más de 50 niños cada día, durante más de 10 meses.
Si bien el gobierno fascista israelí está perpetrando directamente el genocidio, sus fuerzas militares no podrían funcionar ni una semana sin los suministros y financiamiento de Estados Unidos y otras potencias imperialistas, como Gran Bretaña, Francia y Alemania.
En este contexto, Kishore escribió, “Hay algo inconcebiblemente obsceno y degradante en que el Partido Demócrata celebre a su ‘candidata de la alegría’ Kamala Harris en medio de la carnicería en Gaza. Esto expresa la despiadada brutalidad del imperialismo y sus representantes, cantando y bailando mientras Gaza arde”.
El último día de la convención que llevó al discurso de Harris fue el más belicista y militarista de los cuatro días del evento. Los oradores, incluyendo al senador Mark Kelly y al exsecretario de Defensa y director de la CIA Leon Panetta, elogiaron la disposición de Harris para escalar la guerra contra Rusia en Ucrania y defender los intereses del imperialismo estadounidense.
El WSWS publicará un análisis más detallado del discurso final de Harris y de la convención en su totalidad. Sin embargo, las declaraciones más significativas que hizo fueron: “Siempre aseguraré que Estados Unidos tenga la fuerza de combate más fuerte y letal del mundo” y “Siempre aseguraré que Israel tenga la capacidad de defenderse”. La prioridad central del Partido Demócrata es la escalada de la guerra.
Los demócratas hicieron todo lo posible para bloquear cualquier manifestación pública de oposición al genocidio en Gaza durante la convención.
Cerca de 70 manifestantes protestando contra el asesinato en masa en las calles de Chicago fueron arrestados esta semana, por órdenes del alcalde de Chicago Brandon Johnson. Exmiembro del Sindicato de Maestros de Chicago, Johnson fue promovido por Bernie Sanders y respaldado por grupos pseudoizquierdistas, que ahora celebran la nominación de Harris como un paso histórico.
La campaña Harris-Walz rechazó las súplicas de algunos demócratas de permitir que un estadounidense palestino se dirigiera a la convención, preocupados de que esto se tomara como una señal de posible objeción a las políticas del gobierno fascista de Netanyahu en Israel, que está trabajando estrechamente con el ejército estadounidense para prepararse para la guerra contra Irán y sus aliados, como Hezbolá en el Líbano.
Hubo 30 delegados de la convención elegidos como “no comprometidos,” principalmente en Michigan y Minnesota, en una protesta apoyada por la demócrata estadounidense palestina más prominente, la representante Rashida Tlaib. Estos delegados pidieron que una legisladora estatal estadounidense palestina, Ruwa Romman de Georgia, tuviera un espacio para hablar y entregar un breve mensaje de apenas 100 palabras, que incluiría apoyo a Harris y un llamado a un alto el fuego en Gaza.
La llamada “izquierda” dentro del Partido Demócrata estuvo representada entre los oradores por el inevitable Bernie Sanders, quien no mencionó el genocidio, y la representante Alexandria Ocasio-Cortez, quien elogió a Harris, describiéndola como defensora de un alto el fuego.
Fuera de la convención, varias decenas de delegados organizaron una sentada el miércoles por la noche para protestar contra el genocidio. Fueron ignorados. Ni un solo segundo de la convención fue interrumpido. Un delegado de Michigan introdujo clandestinamente una pancarta que pedía el cese de la armamentización de Israel, pero tan pronto como la desplegó, los guardias de seguridad se la arrebataron y lo sacaron rápidamente del piso de la convención, a pesar de sus credenciales.
El National Lawyers Guild emitió una declaración tras los arrestos del martes: “En respuesta a los manifestantes que se congregaban y marchaban, la policía provocó enfrentamientos, irrumpió en la multitud, arrestó indiscriminadamente a personas en la acera y atrapó a grupos para llevar a cabo arrestos masivos. … Las garantías de que la Ciudad respetaría los derechos de la Primera Enmienda de las personas durante la convención suenan vacías ante este enfoque agresivamente descarado hacia la libre expresión”.
El jefe del Departamento de Policía de Chicago (CPD), Larry Snelling, hizo una declaración provocadora atacando a manifestantes y periodistas en una conferencia de prensa el miércoles por la mañana: “Estos oficiales hicieron un trabajo increíble anoche manteniendo la ciudad segura y evitando que individuos violentos infligieran violencia”. Continuó, “Esto no tenía permiso, y por lo tanto no podemos garantizar la seguridad de la gente si no sabemos la ruta, si no sabemos a dónde van”. Está claro que la principal amenaza para las protestas no permitidas es el CPD.
El Departamento de Justicia de la administración Biden otorgó más de $75 millones a la ciudad de Chicago para la vigilancia durante el DNC, con la mayor parte destinada a pagar a los policías de Chicago, incluidos sustanciosos pagos por horas extra. El CPD y el Servicio Secreto están coordinando los esfuerzos de 12 agencias diferentes, incluyendo la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Administración de Control de Drogas (DEA).
Al abordar la política de las manifestaciones, el candidato presidencial del PSI, Kishore, comentó:
Las protestas fuera de la convención han sido organizadas por varios grupos de la clase media que buscan presionar al Partido Demócrata, como la Coalición ANSWER, Code Pink, DSA y otros. Entre sus demandas está que “los funcionarios electos del Partido Demócrata cumplan con las promesas de campaña progresistas”.
Como Trotsky comentó, uno podría también rezar por lluvia.
No sorprendentemente, las protestas han sido significativamente menores de lo que los organizadores esperaban. Toda la perspectiva de presionar al Partido Demócrata y al establishment político ha demostrado ser completamente fallida, y cada vez más personas lo saben.
Los trabajadores y jóvenes opuestos al genocidio respaldado por EE.UU. en Gaza no ganan nada apelando a los demócratas o republicanos. Estarían suplicando a los criminales de guerra que cesen sus crímenes. Más bien, el camino a seguir es movilizar a la clase trabajadora, conectando la lucha contra el genocidio con la lucha contra la guerra imperialista, y la lucha contra la guerra con la lucha contra la desigualdad y el sistema capitalista de lucro.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 22 de agosto de 2024)