El lunes por la noche, el hombre más rico del mundo, Elon Musk, acogió al aspirante a dictador Donald Trump durante más de dos horas en su plataforma de redes sociales X, anteriormente conocida como Twitter.

No había expectativas de que el evento del lunes fuera otra cosa que un festival de amor. El fascista Musk respaldó la candidatura presidencial de Trump a principios de este año y se ha comprometido, y ya ha dado, millones de dólares para su reelección.

Durante la llamada del lunes, Musk volvió a respaldar a Trump y pidió a los oyentes que votaran por él en las próximas elecciones. Musk afirmó que, a pesar del robusto apoyo de capitalistas de riesgo, banqueros y administradores de fondos de cobertura, una administración de Kamala Harris sería “aún más a la izquierda” que Biden. Musk incluso insinuó que Harris, la antigua “jefa de policía” (fiscal general) de California, era una comunista secreta.

“Su padre era un economista marxista, así fue como ella se crió. ... Estamos en una encrucijada ... [Trump] es el camino hacia la prosperidad, y Kamala es lo contrario,” dijo Musk.

Aterrorizados por el crecimiento de la oposición a la desigualdad, la guerra y todos los demás males del capitalismo entre los trabajadores y los jóvenes, Musk y Trump están trabajando juntos para cultivar y fomentar tendencias fascistas en Estados Unidos e internacionalmente. Al acoger a Trump, Musk, un receptor de miles de millones de dólares en contratos gubernamentales a lo largo de los años, está utilizando la plataforma que compró en octubre de 2022 para impulsar a Trump y el movimiento fascista “Make America Great Again” (Hacer a América Grande de Nuevo; MAGA) que ha tomado el control del Partido Republicano.

Anunciado como una “conversación” o “entrevista”, el sucio espectáculo del lunes fue en realidad un anuncio de campaña digital. Gran parte del tiempo al aire fue dominado por Trump repitiendo fragmentos de su discurso de campaña reaccionario y desgastado. Musk frecuentemente interrumpía los divagues semicoherentes de Trump con su apoyo, comúnmente en forma de “sí” o “correcto”.

Programada para comenzar a las 8:00 p.m., hora estándar del Este, la plataforma de transmisión en vivo “Space” de X fue plagada por dificultades técnicas que retrasaron el programa por más de 40 minutos. Al abrir la entrevista, Musk afirmó, sin pruebas, que los problemas técnicos eran el resultado de un ataque de denegación de servicio (DDoS). Sin embargo, The Verge, citando “una fuente de la empresa,” confirmó que no hubo tal ataque y añadió que había un “99 por ciento” de probabilidad de que Musk estuviera mintiendo.

Musk dijo que el retraso en el evento demostraba que “hay mucha oposición a que la gente simplemente escuche lo que el presidente Trump tiene que decir”. “Pero,” continuó, “estoy honrado de tener esta conversación”.

Una vez que finalmente comenzó la entrevista, Musk y Trump discutieron su agenda compartida de derecha, centrada en deportaciones masivas, despidos masivos, recortes de impuestos y desregulación para las corporaciones, la reducción del gasto social y el aumento de la financiación para los departamentos de policía.

Trump comenzó relatando el fallido intento de asesinato contra él el mes pasado en un mitin de campaña en Pensilvania, con Musk señalando que Trump giró la cabeza cuando el tirador disparó para señalar hacia un gráfico centrado en la inmigración. “Es una señal de que resaltaste un problema serio,” dijo Musk.

Trump procedió a calumniar a los inmigrantes como criminales y violadores y atacó a Harris en su supuesta capacidad como “zar de la frontera”. Afirmó, y Musk estuvo de acuerdo, que la administración de Biden permitió que “20 millones” de inmigrantes, de “cárceles, prisiones, manicomios ... muchos terroristas” entraran al país.

Repitiendo las líneas de campaña de Trump de vuelta a él, Musk respondió que era “esencial tener una frontera segura”. Comparando a los inmigrantes, muchas de ellos familias que huyen de guerras apoyadas por Estados Unidos, golpes de estado y sanciones económicas, con monstruos, Musk dijo, “No tenemos una frontera segura. A veces parece un apocalipsis zombi de World War Z”.

Debutando un nuevo término fascista, un emocionado Trump estuvo de acuerdo y afirmó que otros países estaban enviando a sus “personas no productivas”.

Trump continuó:

No quieren trabajar o lo que sea, y estos países están deshaciéndose de personas no productivas en las caravanas en muchos casos, y también se están deshaciendo de sus asesinos y sus traficantes de drogas…

El uso del término “no productivo” por parte de Trump es una resurrección de la ideología eugenista nazi, que empoderó a los funcionarios médicos nazis a matar a cualquiera que consideraran estar viviendo una “vida indigna de ser vivida”. El Programa T-4 (Tiergartenstrasse) fue iniciado por Adolf Hitler en 1939 y llevó a la muerte de cientos de miles de personas, allanando el camino para el Holocausto.

Después de compadecerse sobre su odio compartido hacia los inmigrantes, los millonarios pasaron al tema de recortar programas sociales y departamentos que ofrecen cualquier beneficio a la clase trabajadora. Musk pidió la formación de una “comisión de eficiencia gubernamental”, en la cual se ofreció a servir, para asegurar que “el dinero duramente ganado por los contribuyentes” no fuera desperdiciado.

Trump respondió con entusiasmo, “Me encantaría. Tú, eres el mayor cortador”. Contando una historia que Musk le había contado previamente, Trump dijo:

Quiero decir, miro lo que haces. Entras, simplemente dices, “¿Quieres renunciar? Entonces vete a la huelga”. No mencionaré el nombre de la empresa, pero se van a huelga y tú dices, “Está bien, todos se van. Todos se van, así que cada uno de ustedes se va”.

Trump dijo que necesitaba un “Elon Musk,” añadiendo:

Necesito a alguien que tenga mucha fuerza, valor e inteligencia. Quiero cerrar el Departamento de Educación, quiero mover la educación de nuevo a los estados.

Como lo hizo en la campaña electoral de 2016, Trump apeló cínicamente al amplio sentimiento anti-guerra, advirtiendo sobre el peligro de la guerra nuclear. Musk grotescamente minimizó el peligro, diciendo en un momento, “Hiroshima y Nagasaki fueron bombardeadas, pero ahora son como ciudades completas de nuevo”.

Trump respondió, “Correcto, eso es genial,” tras lo cual Musk añadió, “Realmente no es algo ... no es tan aterrador como la gente piensa”.

La reaparición de Trump en X es una respuesta a su disminución en las encuestas tras la sustitución del presidente Joe Biden en la boleta demócrata el mes pasado por su vicepresidenta, Kamala Harris. Con la ayuda de millones de dólares y una cobertura aduladora en la prensa corporativa, recientes encuestas muestran que Harris ha igualado o superado a Trump en varios estados que Biden estaba perdiendo, incluidos Arizona, Nevada, Michigan, Wisconsin y Pensilvania.

Previo a la entrevista, la campaña de Trump compró anuncios en X que se difundieron en las líneas de tiempo de millones de usuarios durante el día. Antes de hablar con Musk, Trump utilizó su cuenta en X para lanzar una avalancha de tweets y videos de campaña.

La promoción de Trump por parte de Musk es una continuación de su transformación de X/Twitter en un pozo de derecha dirigido a cultivar y crecer un movimiento fascista global. Al concentrar su odio en los inmigrantes, Trump y Musk están buscando culpar a las personas más pobres del planeta por los problemas creados por el sistema capitalista que ellos defienden.

El fascismo es creado y fomentado por la clase dominante como último recurso para evitar la revolución socialista. La lucha contra el fascismo y la defensa de los derechos democráticos —de inmigrantes y nativos por igual— requiere la construcción de un movimiento independiente de la clase trabajadora contra ambos partidos capitalistas y el sistema que defienden.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 13 de agosto de 2024)