Las consecuencias del mayor colapso mundial de sistemas de información de la historia, ocurrido el viernes, continuaron hasta el domingo, con aviones en tierra, trenes detenidos y tiendas cerradas, entre muchos otros problemas graves.
Bancos, hospitales y otras operaciones vitales se apresuraron el sábado y domingo para identificar y corregir los impactos de la pérdida de un estimado de 8,5 millones de computadoras con Windows debido a una actualización de software de seguridad defectuosa de CrowdStrike.
Los viajeros aéreos continúan experimentando caos en los aeropuertos de todo el mundo debido a la interrupción. En el Reino Unido, se informó de continuas demoras y cancelaciones de vuelos en Londres Gatwick, el Aeropuerto Heathrow, el Aeropuerto de Manchester y el Aeropuerto Internacional de Belfast, con un efecto dominó, durante todo el fin de semana.
Aunque los sistemas de check-in de las aerolíneas están nuevamente en funcionamiento, los vuelos “aún pueden estar sujetos a demoras y cancelaciones,” según una declaración en el sitio web del Aeropuerto de Manchester. El aeropuerto también aconsejó a los pasajeros que revisaran regularmente el estado de sus vuelos antes de salir hacia el aeropuerto.
En los EE. UU. y Asia, incluidos Hong Kong, India, Indonesia, Singapur, Corea del Sur y Tailandia, se informó que las operaciones se reanudaron o estaban “mayormente de vuelta a la normalidad”. Pero el servicio de seguimiento de vuelos FlightAware registró más de 33.000 retrasos totales de vuelos en su sitio web y más de 2.700 cancelaciones hasta la noche del sábado a las 22:30 hora del Este.
En Arabia Saudita, Matarat Holdings, proveedor de servicios de aviación en el reino, dijo que las operaciones en sus aeropuertos en Riad, Jeddah, Dammam y Cluster 2 en la capital se habían “reanudado efectivamente,” según una declaración poco convincente de la Agencia de Prensa Saudita el sábado.
En una declaración por escrito a National Public Radio en los EE. UU., Noah Brown, director de comunicaciones globales de Massachusetts General Brigham, un sistema hospitalario en Boston, dijo que el proveedor de salud volvió a estar operativo el sábado después de cancelar todas las cirugías no urgentes y otras citas el viernes debido a la interrupción.
Brown dijo, “Nuestros equipos de respuesta siguen trabajando diligentemente durante el fin de semana para abordar los numerosos impactos adicionales derivados de la falla de CrowdStrike en todo nuestro sistema”.
La agencia de seguridad informática del gobierno en Alemania advirtió que numerosas empresas aún luchaban con las consecuencias de la interrupción de gran alcance. “Muchos procesos y procedimientos comerciales han sido perturbados por la caída de los sistemas informáticos,” dijo la agencia BSI (Oficina Federal de Seguridad de la Información) en su sitio web.
Aunque la agencia dijo el sábado que muchas áreas afectadas habían vuelto a la normalidad, también señaló que los ciberdelincuentes estaban buscando explotar la situación a través de phishing, sitios web falsos y otras estafas, y que el “código” de software “no oficial” estaba en circulación.
Una organización líder de médicos en Austria dijo el sábado que la interrupción global expuso la vulnerabilidad de los sistemas de salud dependientes de tecnologías digitales. “Los incidentes de ayer subrayan lo importante que es para los hospitales tener copias de seguridad analógicas,” declaró Harald Mayer, vicepresidente del Colegio de Médicos de Austria.
La organización dijo que el gobierno debería imponer altos estándares en la protección y seguridad de datos de pacientes y en los proveedores de salud, incluidos el entrenamiento del personal e instalar sistemas para gestionar futuras crisis.
Pantallas azules aparecieron en exhibidores de tiendas, quioscos de aeropuertos, carteles electrónicos y otros lugares que ejecutan el sistema operativo Windows sin supervisión, y el software antivirus se instaló automáticamente.
La Pantalla Azul de la Muerte (BSOD) se convirtió en un eufemismo durante el fin de semana para el ciclo perpetuo de reinicio en el que entraba cada computadora operada por Windows una vez que instalaba la actualización del software antivirus Falcon de CrowdStrike que contenía el código defectuoso.
La pantalla azul tenía el siguiente mensaje: “☹ Tu dispositivo encontró un problema y debe reiniciarse. Solo estamos recopilando algo de información de error y luego reiniciaremos por ti. 0% completado”. Después de reiniciar la máquina, el mismo mensaje de pantalla azul aparecía sin fin.
El vicepresidente de seguridad empresarial y de sistemas operativos de Microsoft, David Weston, fue rápido en señalar que menos del 1 por ciento de las computadoras con Windows en todo el mundo se vieron afectadas por la interrupción. Weston luego continuó diciendo que “los amplios impactos económicos y sociales reflejan el uso de CrowdStrike por parte de empresas que gestionan muchos servicios críticos,” como si Microsoft no tuviera ninguna responsabilidad por lo ocurrido.
Microsoft es la compañía más valiosa de Wall Street, con una capitalización de mercado actual de $3,25 billones. Después de una breve caída repentina en el valor de sus acciones el viernes de un 4 por ciento, los inversores volvieron a entrar. Esto demuestra lo preocupada que está la clase dominante por la seria advertencia que representa esta interrupción tecnológica.
La ubicuidad de las computadoras basadas en Windows y su papel esencial en el funcionamiento de la sociedad se ha vuelto más evidente que nunca. Esto resalta la necesidad urgente de que los monopolios capitalistas de la industria tecnológica sean retirados de las manos de las élites financieras y llevados bajo el control de la clase trabajadora, para que puedan ser gestionados como un servicio público y como parte de una economía socialista planificada.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 21 de julio de 2024)