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Perspectiva

Nuevas investigaciones de corrupción en el UAW demuestran el fraude de una “reforma” bajo Fain

El lunes, se informó que la dirección del sindicato United Auto Workers en EE.UU. se encuentra bajo nuevas investigaciones por parte de un monitor federal, agravando significativamente la prolongada crisis del aparato burocrático del UAW.

El presidente del UAW Shawn Fain y el vicepresidente del UAW para Stellantis, Rich Boyer, durante una transmisión en vivo, 2 de noviembre de 2023 [Photo: UAW]

El presidente del UAW, Shawn Fain, y su secretaria-tesorera Margaret Mock—los dos funcionarios de mayor rango—están siendo investigados por reclamos contrapuestos de conducta indebida financiera, según un reporte presentado por el monitor a un tribunal federal el lunes. Un director regional que también pertenece a la Junta Directiva del UAW pero no es nombrado también está siendo investigado por acusaciones de malversación de fondos.

A principios de este año, Fain procedió a deponer primero a Mock y luego al vicepresidente del UAW, Rich Boyer, de sus asignaciones departamentales, alegando que no habían cumplido con sus deberes. Mock y Boyer, por su parte, alegan que las medidas en su contra por parte de Fain fueron en represalia por negarse a participar en conductas financieras indebidas y el mal uso de los fondos sindicales.

Los tres se postularon en la misma planilla de Miembros Unidos/Unidos Todos los Trabajadores por la Democracia (UAWD, sigla en inglés) en las elecciones nacionales del UAW de 2022-2023, afirmando que llevarían a cabo “reformas” en el UAW, erradicando la corrupción y restaurando la “transparencia” y la “democracia sindical”.

Pero en un lenguaje inusualmente contundente, el monitor declaró que la dirección bajo Fain está “obstruyendo e interfiriendo” en sus investigaciones, negándose a entregar decenas de miles de documentos solicitados como parte de la investigación.

El informe del monitor plantea más preguntas de las que responde, sin proporcionar información detallada sobre la presunta mala conducta. El supuesto “monitor independiente”, que en realidad está compuesto por dos bufetes de abogados corporativos con vínculos íntimos con las compañías automotrices, dejó en claro en su informe que se esforzaba por llegar a un acuerdo con el aparato del UAW que mantendría en secreto los documentos relevantes, ocultos a los miembros de base del UAW y al público en general.

Sin embargo, los trabajadores tienen un derecho elemental a la información sobre el uso de sus cuotas y cualquier posible uso indebido por parte de la dirigencia del UAW. Deben exigir la liberación de todos los documentos relacionados con la investigación del monitor, como ha pedido Will Lehman, trabajador de Mack Trucks.

Incluso dada la poca información que el monitor ha puesto a disposición, lo que se revela es una burocracia corrupta y conspirativa que continúa dominando el UAW.

Bajo Fain, la burocracia del UAW ha persistido como una institución propatronal con intereses sociales y materiales distintos y hostiles a los de los trabajadores que dice representar. Los cientos de burócratas en la sede central “Solidarity House” del UAW continúan recibiendo sus salarios de seis cifras y privilegios especiales, y el UAW, Inc.” ha aumentado su cartera de acciones e inversiones de más de mil millones de dólares.

Mientras tanto, miles de trabajadores automotores han sido despedidos en virtud de los contratos supuestamente “históricos” de Fain en las “Tres Grandes” automotrices estadounidenses desde principios de año. Los salarios de los trabajadores permanecen por debajo de donde estaban hace 20 años, ajustados por la inflación, y la semana laboral se ha vuelto más larga y agotadora. Y los trabajadores continúan enfrentando condiciones mortales en las fábricas, como lo demuestra la reciente y horrible muerte de Daulton Simmers, de 28 años, en una fundición de Caterpillar .

La investigación federal sobre la corrupción del UAW comenzó hace casi una década. Se inició después de la rebelión de los trabajadores automotores de Fiat Chrysler contra un acuerdo a favor de la empresa, respaldado por el UAW en 2015, lo que llevó a secciones del Estado a preocuparse cada vez más de que la criminalidad flagrante entre los altos funcionarios del UAW estuviera erosionando fatalmente su capacidad para controlar a las bases.

La investigación posterior reveló una conspiración extensa entre los líderes del UAW para malversar las cuotas de los trabajadores y aceptar sobornos de las corporaciones a cambio de contratos propatronales. Dos expresidentes del UAW, cada uno de los cuales había afirmado que “limpiaría” el sindicato de corrupción, fueron acusados y se declararon culpables por su parte en la conspiración.

Las primeras elecciones directas a la dirección nacional del sindicato se celebraron en 2022, después de que los miembros del UAW votaran abrumadoramente a favor de ellas en un referéndum de 2021, frente a la oposición de la antigua Junta Directiva del UAW.

La atrincherada burocracia del UAW, sin embargo, hizo todo lo posible para mantener a los trabajadores desinformados sobre las elecciones y bloquear su participación. En la primera ronda, la participación se limitó a solo el 9 por ciento, la más baja en cualquier elección sindical nacional en la historia de los Estados Unidos. En la segunda vuelta de 2023 para presidente del UAW, Fain se impuso por un margen de solo 500 votos, llegando finalmente al cargo con el apoyo de solo el 3 por ciento de los miembros de base del UAW.

El aparato del UAW estaba particularmente preocupado por suprimir el conocimiento de la campaña para presidente del UAW de Will Lehman, un trabajador socialista de Mack Trucks. Lehman fue el único candidato que llamó a abolir, no reformar, la burocracia del UAW y transferir el poder de decisión directamente a los trabajadores, organizados en una red de comités de base. A pesar de la supresión de la participación electoral, Lehman ganó casi 5.000 votos en la primera ronda de las elecciones.

En una serie de desafíos y demandas oficiales, Lehman documentó y luchó contra los esfuerzos del aparato del UAW para suprimir el derecho al voto. En noviembre, Lehman exigió que se ampliara el plazo de votación y que se proporcionara un aviso genuino de las elecciones a todos los miembros del UAW.

Sin embargo, el monitor federal y el Departamento de Trabajo de la Administración de Biden se pusieron del lado del aparato del UAW, oponiéndose a la demanda de Lehman y buscando en cambio proporcionar un aura de legitimidad a las elecciones y de estabilidad a la cúpula bajo Fain.

Pero ahora la credibilidad de la conducción de Fain, que nunca estuvo firmemente establecida, está empezando a desmoronarse seriamente.

Cualesquiera que sean los orígenes precisos de los conflictos en el seno de la dirección del UAW, sin duda están relacionados con la creciente ira entre los miembros de base por la traición por parte del UAW de la lucha de los trabajadores en las “Tres Grandes” de 2023, así como la creciente ira por el respaldo electoral de Fain y el UAW a Joe “El Genocida” Biden. Apenas unos días antes de que se presentara el informe del monitor, el UAW puso fin a la huelga de decenas de miles de trabajadores académicos de la Universidad de California, quienes la habían emprendido para detener la represión policial de las protestas en defensa de Gaza.

Ha tomado poco más de un año para que las pretensiones “reformistas” de Fain y compañía quedaran expuestas como nada más que mentiras hipócritas, destinadas a dar un lavado de cara a las políticas corporativistas y antiobreras de la burocracia del UAW. Tanto Fain como los antiguos miembros de su planilla que ahora lo critican lograron subir las filas del aparato burocrático implicándose en numerosas traiciones.

Al mismo tiempo, el último escándalo del UAW presenta una crisis para la Casa Blanca. Biden, cada vez más desacreditado por su papel en el genocidio en Gaza y sus políticas propatronales, ha tratado de apoyarse en el presidente del UAW, Shawn Fain, para contener la creciente militancia entre los trabajadores automotores, defendiéndolo como un gran “líder sindical” en su discurso sobre el Estado de la Unión a principios de este año. Con frases que suenan radicales, Fain se ha convertido en el principal cómplice de la reelección de Biden.

Biden ha seguido una política de corporativismo –la integración del aparato sindical en la gestión estatal y corporativa— que busca sobre todo subordinar a la clase trabajadora a la guerra. Lo que tanto Fain como Biden quieren decir cuando hablan del “arsenal de la democracia” es la aplicación de una economía de guerra para intensificar la guerra contra Rusia y prepararse para la guerra contra China.

Las últimas revelaciones son, al mismo tiempo, una exposición devastadora de todos aquellos, como los pseudoizquierdistas Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA, sigla en inglés), que afirmaban que el aparato del UAW podría “reformarse” y ponerse al servicio de los intereses de los trabajadores. En realidad, la conducción bajo Fain ha servido como una plataforma para que los agentes del Partido Demócrata en el DSA llegaran a cargos de dirección dentro del aparato del UAW, sirviendo como sus estrategas, portavoces e intermediarios con la Casa Blanca.

De manera reveladora, el DSA y su revista afiliada Jacobin, así como Labor Notes y la planilla UAWD, han mantenido un silencio culpable sobre las noticias de la investigación sobre la Administración de Fain, tres días después de que aparecieran los informes.

Se deben extraer conclusiones definitivas de esta experiencia. La reorganización de dirigentes en la parte superior de la burocracia del UAW no ha resuelto ninguno de los problemas candentes que enfrentan los trabajadores. El aparato del UAW, además, refleja quizás más crudamente el papel reaccionario, propatronal y proimperialista de las burocracias sindicales universalmente, desde los Teamsters (Camioneros) hasta la American Federation of Teachers (AFT; Federación Estadounidense de Maestros), y sus muchos homólogos en los Estados Unidos e internacionalmente.

Como predijo una resolución aprobada por una reunión de comités de base en marzo de 2023:

La colaboración del UAW con el Gobierno y las corporaciones, la traición a los intereses de los trabajadores y la supresión de sus derechos democráticos no cambiarán con la sustitución de [el expresidente del UAW Ray] Curry por Fain.

Lo que se requiere es la transferencia de poder a las bases y la eliminación de todo el aparato UAW.

La tarea urgente es construir la red de comités de base, organizándose como parte de la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base, y fusionar la lucha por los intereses de los trabajadores con la lucha contra el genocidio y las guerras imperialistas.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 12 de junio de 2024)

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