El World Socialist Web Site denuncia la gran intensificación de los ataques de las fuerzas gubernamentales a los manifestantes, incluyendo los arrestos masivos en las Universidades de Columbia, Yale y Nueva York, que han sido justificados con base en mentiras y calumnias.
Hacemos un llamado a la movilización más amplia posible de la clase obrera en todo EE.UU. e internacionalmente a oponerse a este asalto a los derechos democráticos y a detener el genocidio en Gaza.
Durante la última semana, el movimiento de protesta ha crecido, especialmente en las universidades. Después de las detenciones masivas en Columbia, se han instalado campamentos en docenas de universidades de todo el país, como Nueva York, Massachusetts, Michigan, Ohio, Carolina del Norte, California y muchos otros lugares. En la Universidad de Columbia y en la Universidad de Nueva York, los profesores se solidarizaron abiertamente con las protestas.
En respuesta, la Casa Blanca, junto con los republicanos fascistas, emprendieron una campaña de represión y difamación de manera despiadada y coordinada.
El domingo, el presidente Joe Biden emitió una declaración en la que reafirmaba el apoyo “incondicional” de Estados Unidos al genocidio de Israel en Gaza. Afirmó que hay “un alarmante aumento del antisemitismo en nuestras escuelas, comunidades y en internet”. El alcalde demócrata de Nueva York, Eric Adams, y la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, hicieron declaraciones similares tachando de “antisemitas” a los estudiantes que se oponen al genocidio.
El lunes, los senadores republicanos fascistas Tom Cotton y Josh Hawley pidieron a Biden que enviara a la Guardia Nacional para sofocar las protestas en la Universidad de Columbia. “Los incipientes pogromos en Columbia tienen que parar HOY”, escribió Cotton en X. “Si Eric Adams no envía a la policía de Nueva York y Kathy Hochul no envía a la Guardia Nacional, Joe Biden tiene el deber de hacerse cargo y disolver estas turbas”.
Estas son mentiras repugnantes y de un doble sentido orwelliano. No hay ninguna “marea de antisemitismo” en los campus universitarios. Las protestas contra el genocidio incluyen a un gran número de judíos, especialmente jóvenes. La ciudad de Nueva York, que se ha vuelto el centro de las protestas, tiene la mayor población judía del mundo fuera de Israel.
Una de las mayores organizaciones políticas judías de Estados Unidos, Jewish Voice for Peace [Voces Judías por la Paz], ha sido prohibida en la Universidad de Columbia y en muchas otras universidades por su postura contra la guerra, y docenas, si no cientos, de manifestantes judíos han sido detenidos, suspendidos y despedidos por sus opiniones políticas.
En cuanto a Hawley y Cotton, su propia política lleva un hedor verdaderamente antisemita. Hawley fue uno de los principales partidarios del golpe de Estado liderado por Trump del 6 de enero, y él y otros republicanos fascistas han promovido la ultraderechista y antisemita “Teoría del Gran Reemplazo”.
En Ucrania, el Gobierno de Biden ha armado a neonazis hasta los dientes, incluido el Batallón Azov, que se sitúa orgullosamente en la tradición de la Organización de Ucranianos Nacionalistas (OUN), que estuvo implicada en el asesinato de cientos de miles de judíos ucranianos durante el Holocausto dirigido por los nazis.
El llamamiento de Hawley y Cotton al despliegue de la Guardia Nacional u otras acciones militares invoca un siniestro precedente histórico. El 4 de mayo de 1970, hace 54 años, la Guardia Nacional fue movilizada por la Administración de Nixon y el gobernador de Ohio para reprimir a los estudiantes que protestaban contra la invasión estadounidense de Camboya en la Universidad Estatal de Kent. En la masacre resultante, 13 estudiantes fueron abatidos a tiros, 4 de ellos mortalmente.
¿Es esto lo que Hawley y Cotton tienen en mente?
Los Gobiernos que son capaces de respaldar, financiar e instigar el asesinato de 40.000 personas inocentes son perfectamente capaces de respaldar la violencia de masas contra su propia población. Richard Nixon había tildado a los estudiantes de “bichos”. Hoy, la calumnia de “antisemitas” arrojada por Biden a los manifestantes está diseñada para legitimar una violencia estatal similar contra los opositores a la guerra.
La clase dirigente ve las protestas como una amenaza no solo para su apoyo a Israel, sino para la política bélica más amplia que está llevando a cabo.
Justo este fin de semana, el Partido Demócrata unió fuerzas con los republicanos fascistas para votar a favor de 95.000 millones de dólares en financiación militar suplementaria, incluidos 26.000 millones para el genocidio de Israel en Gaza y la confrontación militar con Irán. Todos los demócratas de la Cámara de Representantes, incluido el llamado “Escuadrón” de congresistas como Alexandria Ocasio-Cortez e Ilhan Omar, votaron a favor de enviar 61.000 millones de dólares adicionales para la matanza masiva en Ucrania y 8.000 millones de dólares para convertir Taiwán en un escenario de guerra contra China.
Los Gobiernos capitalistas están tomando medidas represivas similares en todo el mundo. En Alemania, la difamación de los manifestantes contra el genocidio como “antisemitas” ha servido de justificación para el mayor número de detenciones de ciudadanos judíos por activismo político desde la caída del régimen nazi. El lunes, la policía turca atacó e interrumpió una protesta dirigida contra el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier por su complicidad en el genocidio.
La falsa identificación de la oposición al genocidio con el antisemitismo tiene como objetivo criminalizar cualquier oposición a los crímenes del imperialismo y el capitalismo. El objetivo no son solo los opositores al genocidio de Gaza. Fundamentalmente, el objetivo es preparar la represión violenta de un movimiento mucho más amplio contra la guerra y el capitalismo en la juventud y, sobre todo, en la clase obrera.
Los paralelos con la masacre de Kent State contienen una lección importante. Aquella masacre se produjo en medio de uno de los mayores movimientos huelguísticos de la historia de Estados Unidos, que incluía a trabajadores de correos y de la industria automotriz. Tuvo lugar casi exactamente dos años después de que las protestas estudiantiles masivas en Francia desencadenaran una huelga general que llevó al Gobierno al borde del colapso. La clase dominante estadounidense, aterrorizada ante la posibilidad de que las protestas estudiantiles se fusionaran con el movimiento obrero y adquirieran una orientación abiertamente socialista, empleó una brutal violencia estatal para reprimirlas.
La burguesía es muy consciente de que las protestas del mes pasado no son más que las primeras etapas de un movimiento contra la guerra mucho más amplio y de la lucha revolucionaria de la clase obrera.
Sin embargo, en la medida en que el movimiento contra el genocidio no rompa abiertamente con el Partido Demócrata y se arraigue en la clase obrera, puede quedar aislado, ser descarrilado políticamente y convertirse en un blanco fácil de la represión estatal.
Por lo tanto, instamos a los estudiantes: ¡Recurran a la clase obrera internacional! Movilicen el apoyo de los profesores, los trabajadores de la salud, la industria automotriz, la logística y el transporte. Rompan con la política capitalista del Partido Demócrata.
E instamos a los trabajadores: ¡Acudan a la defensa de los estudiantes! El ataque a sus derechos democráticos es un ataque a toda la clase obrera.
El objetivo de esta campaña estatal es abolir la libertad de expresión, no solo en los campus, sino en todos los ámbitos de la vida social y política. La explosión del militarismo en el extranjero es incompatible con el derecho a la libertad de expresión en casa.
¡Movilícense independientemente de las burocracias sindicales y de ambos partidos de la clase dominante para detener inmediatamente las entregas de armas y la producción de armas para el genocidio en Gaza y la guerra en Ucrania!
Todo depende de la fusión de la lucha contra el genocidio, la guerra imperialista y el ataque a los derechos democráticos con el desarrollo de la lucha de clases y la construcción de una dirección marxista revolucionaria en la clase obrera.
El Acto Internacional en Línea del Primero de Mayo de este año, organizado por el Comité Internacional de la Cuarta Internacional, se centrará en el desarrollo de un movimiento obrero y socialista contra la guerra imperialista. Hacemos un llamamiento a todos nuestros lectores para que se inscriban en wsws.org/mayday y promuevan el evento lo más ampliamente posible.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 22 de abril de 2024)