En una extraordinaria conferencia de prensa realizada el jueves por la tarde en la estación de Aduanas y Protección Fronteriza en Brownsville, Texas, el presidente Joe Biden hizo un llamado de derechas al expresidente Donald Trump para que se uniera a él en el apoyo a la legislación antiinmigrante de miles de millones de dólares previamente negociada.

Hablando frente a una fila de agentes de la patrulla fronteriza, Biden, quien ha estado varios años haciendo campaña contra Trump con la premisa de que representaba una amenaza única y sin precedentes para la democracia estadounidense, pidió a “Sr. Trump” que se “uniera a mí” apoyando “la ley de seguridad fronteriza más dura, más eficiente y más efectiva que este país haya visto jamás”.

Adoptando las afirmaciones republicanas de que hay una “crisis fronteriza” y que los Estados Unidos es una nación asediada, Biden comenzó la conferencia de prensa declarando: “Es hora de actuar, hace mucho que se debió actuar. Acabo de recibir una sesión informativa de la Patrulla Fronteriza en la frontera, así como de los oficiales de Inmigración y Asilo. ... Necesitan más agentes, más oficiales, más jueces, más equipo, para asegurar nuestra frontera. Amigos, es hora de que nos movamos en esto. No podemos esperar más”.

Biden luego instó al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, a “reconsiderar” la legislación que, como el mismo Biden reiteró, ha sido apoyada por una serie de organizaciones reaccionarias, incluyendo el Consejo de la Patrulla Fronteriza, la Cámara de Comercio y el Wall Street Journal, una voz líder de la clase parasitaria.

Dirigiéndose al expresidente, que ha adoptado un lenguaje netamente nazi al denunciar a los migrantes como “alimañas” que están “envenenando la sangre de nuestro país”, Biden dijo, “entiendo que mi predecesor está hoy en Eagle Pass, así que esto es lo que le diría al Sr. Trump. En vez de jugar a la política con este tema, en vez de decir a los miembros del Congreso que bloqueen esta legislación, únase a mí. O yo me uniré a usted, para decirle al Congreso que apruebe este proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza”.

Menos de una semana después de que Trump y sus aliados neonazis describieran en detalle sus planes para deportaciones masivas en la conferencia fascista CPAC, Biden añadió, “Podemos hacerlo juntos”. Concluyendo su declaración, Biden dijo, “Si hay algo en lo que deberíamos estar trabajando juntos, es esto”.

Biden tiene un propósito dominante en este espectáculo degradante y reaccionario. Espera, al llegar a un acuerdo con los republicanos sobre la política de fronteras, totalmente en sus términos, obtener el apoyo en la Cámara de Representantes controlada por los republicanos para aprobar su proyecto de ley de gasto militar suplementario de 95.000 millones de dólares, de los cuales 60.000 millones están destinados a la guerra de EE.UU.-OTAN contra Rusia en Ucrania.

La realidad es que la única “crisis” en la frontera es la situación de los propios migrantes, que se arriesgan a morir por agotamiento por calor, ahogamiento, hambre y sed, así como por la violencia del estado y de vigilantes. Se ven obligados a buscar asilo y supervivencia económica en los Estados Unidos por la pobreza y la brutal opresión que experimentan en sus propios países, principalmente como resultado de la dominación imperialista estadounidense de América Latina. Pero todo esto es un libro cerrado para los dos partidos de las grandes empresas y los medios corporativos, que han hecho todo lo posible para sensacionalizar la afluencia de trabajadores migrantes y demonizarlos como una amenaza para el pueblo estadounidense.

Fue notable que mientras Biden apelaba al “Sr. Trump”, el republicano lo denunciaba como “Joe Biden el Torcido”, describiendo la crisis fronteriza como “una invasión de Joe Biden”, y vilipendiando a los migrantes como “columnas de hombres en edad de luchar” siendo traídos para “sobrepasar” a los Estados Unidos.

Trump estaba hablando en su propio mitin antiinmigrante en Eagle Pass, Texas, aproximadamente a 325 millas al noroeste de Brownsville, donde fue recibido por el gobernador de Texas Greg Abbott, Brandon Judd, jefe del sindicato de la Patrulla Fronteriza, y el general de la Guardia Nacional de Texas Thomas Suelzer.

El expresidente fascista visitó un centro de operaciones tácticas operado por docenas de guardias, que han sido movilizados por Abbott, junto con los policías estatales, en una usurpación ilegal e inconstitucional de la autoridad federal a lo largo de un tramo de la frontera de Estados Unidos con México.

Trump demostró su apoyo a las afirmaciones neoconfederadas de Abbott sobre los derechos de los estados, recibiendo informes de los soldados sobre los distintos “ilegales” a los que estaban “rastreando en la frontera”. Se pavoneó frente a alambre de púas y filas de soldados armados con M16s en su mejor imitación de un presidente-dictador, al que aspira ser después de las elecciones.

Empezó su versión truncada del discurso de campaña dando las gracias a los diversos funcionarios políticos, policiales y militares presentes, destacando al general Suelzer, diciendo que “siempre estuvo allí y entiende este Departamento Militar de Texas. ... Creo que entiende la guerra porque eso es lo que tienen, están en una guerra”.

Refiriéndose a la desobediencia del gobernador Greg Abbott a la autoridad fronteriza federal, Trump dijo, “Texas ha hecho un trabajo increíble en poco tiempo ... la operación que me mostraron es nada menos que increíble”.

“Es una operación militar”, decía Trump emocionado. “Tenemos un ejército ... esto es como una guerra. Es una operación militar”.

Mientras tanto Biden y Trump buscan ampliar el ataque bipartidista a los derechos democráticos de los inmigrantes y expandir aún más la policía estatal de la frontera, el candidato a vicepresidente por el Partido Socialista por la Igualdad (SEP, por su siglas en inglés), Jerry White, emitió una declaración en Twitter/X denunciando “las medidas del Estado policial antiinmigrante de las administraciones de Trump y Biden”.

White escribió que él y el candidato presidencial del SEP, Joseph Kishore, “demandan un alto inmediato a todas las deportaciones, a la construcción del muro fronterizo y a la eliminación de todas las barreras mortales, incluyendo millas de alambre de púas y boyas equipadas con hojas de sierra, que han matado y herido a cientos de personas, incluyendo a muchos niños”.

White continuó, “Estos ataques a los inmigrantes son un ataque a toda la clase trabajadora. La clase dominante busca enfrentar a los trabajadores entre sí a lo largo de líneas nacionalistas para que no se centren en el verdadero enemigo, el sistema capitalista”.

Trump y “Genocida Joe”, dijo White, están “buscando dividir a los trabajadores de sus hermanos y hermanas de clase que están al otro lado del río en Matamoros, México. En 2019, unos 70.000 trabajadores de maquiladoras se pusieron en huelga contra las condiciones de trabajo de explotación en las plantas de Matamoros, muchas de las cuales suministran a las industrias automotriz y electrónica de los EE.UU.

”Durante esas huelgas masivas, llevadas a cabo en desafío a los sindicatos corporativos controlados por marionetas, los trabajadores marcharon hasta la frontera en Brownsville y llamaron a sus contrapartes de EE.UU. para unirse a la huelga: ‘¡Estadounidenses, despierten!’

“Esta poderosa apelación, basada en la unidad internacional de la clase trabajadora contra sus gobiernos capitalistas, es la respuesta progresista al chauvinismo antiinmigrante de Trump, Biden y los sindicatos nacionalistas que enfrentan a los trabajadores entre sí en una carrera hacia el fondo”.

La declaración de White concluyó, “El Partido Socialista por la Igualdad lucha por la unidad internacional de la clase trabajadora contra el capitalismo y el fin del sistema de estados nacionales. Nos oponemos a los ataques contra los inmigrantes tanto de los demócratas como de los republicanos y a sus intentos burdos y racistas de culparlos de la crisis del sistema de beneficios”.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 01 de marzo de 2024)