El martes, General Motors informó de que sus ingresos netos aumentaron a 10.100 millones de dólares en 2023, un 1,9% más que el año anterior, y superando sus propias previsiones de beneficios. Los ingresos de GM aumentaron un 10% hasta 171.800 millones de dólares en el año.

Lo más significativo es que los beneficios del fabricante de automóviles en el cuarto trimestre ascendieron a $2.100 millones, un 5,2% más que en el mismo periodo del año anterior y superando las expectativas de Wall Street. Múltiples medios de comunicación, entre ellos Automotive News, Bloomberg Business y el Wall Street Journal, alabaron que la empresa obtuviera beneficios en el cuarto trimestre 'a pesar de la huelga del [sindicato] UAW'.

De hecho, los beneficios se debieron en gran medida al carácter falso de la huelga 'stand up' (de pie) del presidente del UAW, Shawn Fain, que, en su punto álgido, sólo afectó a tres de las 12 plantas de montaje de GM y a menos de un tercio de los 45.000 miembros del UAW en la empresa. GM sólo perdió $900 millones en ingresos debido a la huelga en el cuarto trimestre, o menos del 0,5% de sus ingresos trimestrales de $44.130 millones, según el director financiero de GM, Paul Jacobson. El martes dijo a los inversores que la empresa produjo 95.000 vehículos menos en el último trimestre, una fracción minúscula de los 2,6 millones de vehículos que GM vendió el año pasado.

Aunque Fain afirmó que el UAW 'exprimió hasta el último centavo' de las empresas, la compañía ha encontrado más que suficiente para un pago masivo a los altos ejecutivos y accionistas en forma de recompra de acciones récord y un aumento del 33% en los dividendos trimestrales a partir de este año.

En una carta a los accionistas publicada el martes, la consejera delegada, Mary Barra, escribió: 'GM registró unos ingresos netos atribuibles a los accionistas de $10.100 millones y unos beneficios antes de intereses e impuestos (EBIT) ajustados de $12.400 millones con un flujo de caja libre muy fuerte, que nos está permitiendo devolver un capital significativo a los accionistas después de reinvertir en el negocio'. De hecho, casi dos tercios de los $22 mil millones en flujo de efectivo libre automotriz ajustado que generamos en 2022 y 2023 se están devolviendo a los accionistas'.

Por el contrario, decenas de miles de trabajadores de GM están 'compartiendo' alrededor del 4 por ciento de los beneficios antes de impuestos de la empresa bajo el falso esquema de participación en los beneficios del UAW. Esto supone $12.250 por trabajador antes de deducir impuestos y cuotas sindicales.

'Estamos atrapados aquí ganando menos en salarios reales de lo que ganábamos antes', dijo un trabajador temporal de GM Flint Truck Assembly al WSWS. 'Lucho cada día para salir adelante, pagar mis facturas y pagar la comida, los precios siempre suben. También nos preocupamos constantemente por nuestra seguridad laboral con todos estos despidos. Nuestra falsa huelga de brazos caídos no nos ayudó en nada, ni perjudicó a la producción. De lo contrario, los medios de comunicación y los ejecutivos de GM no estarían celebrando sus mega beneficios del año pasado.

'Somos una de las plantas más rentables de GM y deberíamos haber sido de los primeros en irnos a la huelga. Todos estábamos preparados, todos en todas las plantas. Todos deberíamos habernos declarado en huelga, pero los burócratas del UAW nos mantuvieron trabajando durante toda la huelga. Todo esto demuestra que los burócratas del UAW no son para nosotros. Y nos han vendido'.

En la reunión que mantuvieron el martes los directivos de GM con representantes de bancos y empresas de inversión de Wall Street, Barra afirmó que cualquier aumento nominal de los costes laborales derivado de los nuevos acuerdos laborales se compensaría con creces mediante una salvaje reducción de costes. 'Desde el punto de vista de los márgenes y el flujo de caja, estamos haciendo grandes progresos en la reducción de costes y la eficiencia del capital. En comparación con 2022, nuestros costes fijos netos de depreciación y amortización se reducirán en $2.000 millones a la salida de 2024, lo que compensará el impacto de los mayores costes laborales'.

A principios de mes, GM despidió a 1.300 trabajadores en Michigan. Entre ellos, 945 trabajadores de la planta de montaje de Orion, al norte de Detroit, donde se está reduciendo la producción del Chevrolet Bolt y se ha retrasado hasta 2025 el reequipamiento para fabricar camiones eléctricos. Otros 369 trabajadores de GM están siendo despedidos en la planta de Lansing Grand River con el fin de la producción del Camaro en diciembre de 2023.

En GM Flint Truck Assembly, el sindicato UAW está respaldando un plan de competencia de velocidad entre turnos. Ayer se informó a los trabajadores de Flint de que la planta de montaje permanecerá cerrada durante aproximadamente una semana en julio, y la empresa va a obligar a los trabajadores a utilizar tres de sus días de vacaciones durante esta semana. También se informó a los trabajadores de que el próximo mes de diciembre, antes de Navidad, habrá al menos un paro temporal de una semana.

En virtud del nuevo acuerdo del UAW, GM también ofrece a miles de trabajadores paquetes de 'despido voluntario' y pagos por jubilación anticipada. El año pasado, la empresa se deshizo de 5.000 trabajadores de cuello blanco con compras de despidos, y sigue recortando su plantilla asalariada.

Los acuerdos supuestamente 'récord' del UAW provocaron una amplia oposición entre los trabajadores. En GM, el 47% de los trabajadores de producción votaron en contra del acuerdo, incluso según el cuestionable recuento oficial del UAW, que incluía a trabajadores de Ultium y GM Subsystems que no eran empleados de GM en el momento de la votación.

Los acuerdos incluían un aumento salarial del 25% en cuatro años y medio, que apenas compensará la subida del 22% de los precios al consumo que han sufrido los trabajadores desde el último contrato. Al final del contrato, en 2028, el salario máximo será de unos $40 la hora, menos de lo que ganaban los trabajadores en 2007 en dólares ajustados a la inflación.

Además, la fórmula de ajuste del coste de la vida (COLA) no seguirá el ritmo de la inflación; se mantienen los niveles y el periodo de progresión sólo se reduce de ocho a tres años; sólo los trabajadores temporales a tiempo completo pasan a puestos a tiempo completo, sin disposiciones para la reconversión de los trabajadores temporales a tiempo parcial.

Por encima de todo, los contratos abren la puerta a una masacre de puestos de trabajo en la transición de las empresas automovilísticas a los vehículos eléctricos y obligan a los trabajadores a soportar el coste de los caprichos del mercado de los vehículos eléctricos y la batalla por obtener una ventaja competitiva. Los acuerdos de supresión de puestos de trabajo se negociaron con la administración Biden, que está proporcionando subvenciones masivas a la industria para ampliar la producción de VE, que la Casa Blanca considera fundamental para su creciente confrontación económica y militar con China.

La semana pasada, el aparato del UAW votó a favor de la reelección del presidente demócrata, y Fain ha estado en el circuito mediático nacional como uno de los principales defensores de Biden. El UAW recibirá el jueves en Detroit al presidente más odiado por su apoyo al genocidio israelí en Gaza, en un acto en el que se espera que se produzcan protestas generalizadas.

A cambio de la colaboración de la burocracia de la UAW, el gobierno de Biden presionó a GM para que pusiera sus plantas de baterías de vehículos eléctricos de riesgo compartido bajo el contrato marco del UAW, garantizando un flujo continuo de cuotas al aparato del UAW. Los acuerdos se han traducido en un pequeño aumento de los salarios de miseria de los trabajadores de estas plantas, con los 1.110 trabajadores de la planta de Ultium en Lordstown, Ohio, obteniendo un aumento de $16,50 la hora a $26,91, con salarios iniciales más bajos.

En una entrevista con Bloomberg Businessweek, Fain dejó claro que la principal preocupación del UAW era asegurarse un suministro constante de mano de obra barata para estos modernos talleres clandestinos. 'Si un trabajador no va a salir de su casa para trabajar en McDonald's por 15 dólares la hora y hacer hamburguesas y patatas fritas', dice, '¿por qué demonios va a entrar en una fábrica de baterías y exponerse a productos químicos que le hacen vomitar y desmayarse?'.

Los acuerdos supuestamente 'récord' del UAW provocaron una amplia oposición entre los trabajadores. En GM, el 47% de los trabajadores de producción votaron en contra del acuerdo, incluso según el cuestionable recuento oficial del UAW, que incluía a trabajadores de Ultium y GM Subsystems que no eran empleados de GM en el momento de la votación.

Los acuerdos incluían un aumento salarial del 25% en cuatro años y medio, que apenas compensará la subida del 22% de los precios al consumo que han sufrido los trabajadores desde el último contrato. Al final del contrato, en 2028, el salario máximo será de unos $40 la hora, menos de lo que ganaban los trabajadores en 2007 en dólares ajustados a la inflación.

Además, la fórmula de ajuste del coste de la vida (COLA) no seguirá el ritmo de la inflación; se mantienen los niveles y el periodo de progresión sólo se reduce de ocho a tres años; sólo los trabajadores temporales a tiempo completo pasan a puestos a tiempo completo, sin disposiciones para la reconversión de los trabajadores temporales a tiempo parcial.

Por encima de todo, los contratos abren la puerta a una masacre de puestos de trabajo en la transición de las empresas automovilísticas a los vehículos eléctricos y obligan a los trabajadores a soportar el coste de los caprichos del mercado de los vehículos eléctricos y la batalla por obtener una ventaja competitiva. Los acuerdos de supresión de puestos de trabajo se negociaron con la administración Biden, que está proporcionando subvenciones masivas a la industria para ampliar la producción de VE, que la Casa Blanca considera fundamental para su creciente confrontación económica y militar con China.

La semana pasada, el aparato del UAW votó a favor de la reelección del presidente demócrata, y Fain ha estado en el circuito mediático nacional como uno de los principales defensores de Biden. El UAW recibirá el jueves en Detroit al presidente más odiado por su apoyo al genocidio israelí en Gaza, en un acto en el que se espera que se produzcan protestas generalizadas.

A cambio de la colaboración de la burocracia de la UAW, el gobierno de Biden presionó a GM para que pusiera sus plantas de baterías de vehículos eléctricos de riesgo compartido bajo el contrato marco del UAW, garantizando un flujo continuo de cuotas al aparato del UAW. Los acuerdos se han traducido en un pequeño aumento de los salarios de miseria de los trabajadores de estas plantas, con los 1.110 trabajadores de la planta de Ultium en Lordstown, Ohio, obteniendo un aumento de $16,50 la hora a $26,91, con salarios iniciales más bajos.

En una entrevista con Bloomberg Businessweek, Fain dejó claro que la principal preocupación del UAW era asegurarse un suministro constante de mano de obra barata para estos modernos talleres clandestinos. 'Si un trabajador no va a salir de su casa para trabajar en McDonald's por 15 dólares la hora y hacer hamburguesas y patatas fritas', dice, '¿por qué demonios va a entrar en una fábrica de baterías y exponerse a productos químicos que le hacen vomitar y desmayarse?'.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 30 de enero de 2024)