Desde el Comité Internacional de la Cuarta Internacional queremos expresar nuestro más profundo pesar y tristeza por el fallecimiento en la noche del 16 de junio de Esteban Volkov, nieto de León Trotsky. Tenía 97 años. Volkov murió en la Ciudad de México, donde había vivido desde que llegó a México en 1939.
Aún cuando no participó personalmente en la política socialista revolucionaria, Esteban Volkov mantuvo una profunda lealtad a lo largo de su vida a los principios y la memoria de su abuelo y de todos los miembros de su familia martirizada.
Nacido en la Unión Soviética el 7 de marzo de 1926, Vsevolod (su nombre ruso) era hijo de la hija de Trotsky, Zinaida, y su esposo, Platon Volkov, destacado miembro de la Oposición de Izquierda trotskista. El padre del niño fue arrestado y asesinado por el régimen estalinista. A Zinaida se le permitió abandonar la Unión Soviética con Vsevolod, su hijo menor (conocido como 'Seva'), para visitar a Trotsky en Prinkipo, una isla cerca de la costa de Estambul donde vivía en el exilio.
Padeciendo de tuberculosis y depresión, Zinaida viajó a Alemania a finales de 1931 para recibir tratamiento médico. Viajó sola, con la expectativa de que pronto se reuniría con Seva. Sin embargo, el 20 de febrero de 1932, el régimen estalinista revocó la ciudadanía soviética de Trotsky. La inclusión de todos los miembros de la familia inmediata de Trotsky, incluyendo a Zinaida y Seva, en este decreto burocrático fue descrita por Trotsky como 'un miserable y estúpido acto de venganza en mi contra'. Este acto de venganza calculada hizo que las circunstancias personales de Zinaida en Alemania fueran más difíciles.
Sin ciudadanía, se necesitaron meses para organizar el reencuentro de Seva con su madre. Pero para cuando llegó a Berlín, la salud mental y física de Zinaida había empeorado gravemente. El 5 de enero de 1933, Zinaida Volkova se suicidó. En una carta dirigida al Comité Central del Partido Comunista Soviético, fechada el 11 de enero de 1933, Trotsky relató las circunstancias de la muerte de su hija.
Seva, escribió, “no había estado con su madre siquiera una semana, cuando la policía del general Schleicher, de común acuerdo con los agentes estalinistas, resolvió expulsar a mi hija de Berlín. ¿A dónde? ¿A Turquía? ¿A la isla de Prinkipo? Pero el niño debía ir a la escuela. Mi hija tenía necesariamente que recibir atención médica permanente y condiciones de trabajo y una vida familiar normales. Este nuevo golpe superó la capacidad de resistencia de la enferma. El 5 de enero se asfixió con gas. Tenía treinta años”.
La llegada de Hitler al poder menos de un mes después obligó a Lev Sedov, el hijo mayor de Trotsky, a huir de Alemania con su sobrino de seis años. En 1935, Seva llegó con su tío a París, donde Sedov dirigía la labor de la Cuarta Internacional en Europa. En febrero de 1938, Sedov fue asesinado por la policía secreta soviética (la GPU), que actuaba en base a información proporcionada por Mark Zborowski, su agente clave en la sede parisina de la Cuarta Internacional.
Después de una prolongada lucha por la custodia del niño, Seva llegó a México en agosto de 1939 y se reunió con Trotsky y su abuela adoptiva, Natalia Sedova.
En las primeras horas de la mañana del 24 de mayo de 1940, se hizo un intento de asesinato contra Trotsky por parte de una banda de estalinistas, liderada por el pintor David Alfaro Siqueiros. Las puertas de la villa de Coyoacán, donde vivía y trabajaba Trotsky, fueron abiertas por Robert Sheldon Harte, un agente estalinista que se había infiltrado en el Partido de los Trabajadores Socialistas. Una vez dentro del recinto, el escuadrón de asesinato disparó ráfagas de ametralladora en el dormitorio de Trotsky y en el de su nieto. En su relato del asalto, titulado 'Stalin busca mi muerte', Trotsky escribió :
Cuando se acalló el tiroteo oímos a nuestro nieto que gritaba en la habitación de al lado: '¡Abuelo!' La voz del niño sonando en la oscuridad es el recuerdo más trágico que tengo de esa noche. El niño, luego de que los primeros tiros cruzaron diagonalmente su lecho (como lo demuestran las marcas que quedaron en la puerta y la pared), se tiró debajo de la cama. Uno de los asaltantes, aparentemente llevado por el pánico, tiró al lecho, la bala atravesó el colchón, golpeó a nuestro nieto en el pulgar y se clavó en el suelo. Los asaltantes tiraron dos bombas incendiarias y abandonaron la habitación. Gritando '¡abuelo!', los siguió hasta el patio, dejando tras de él una estela de sangre y, bajo el tiroteo, se metió en la habitación de uno de los guardias.
Al escuchar el grito del niño, mi esposa llegó hasta su pieza, ya vacía. Adentro, se estaban incendiando el suelo, la puerta y un pequeño armario. 'Secuestraron a Seva', le dije. Este fue el momento más doloroso. Continuaban los tiros, pero ya fuera de nuestro dormitorio, en el patio o fuera de la casa. Aparentemente los terroristas se estaban cubriendo la retirada. Mi esposa se apresuró a ahogar las llamas con una frazada. Estuvo luego una semana curándose las quemaduras.
Trotsky y Natalia milagrosamente sobrevivieron al asalto, y el joven de 14 años, Seva, no había sido secuestrado. Pero tres meses después, el siguiente intento de asesinato contra Trotsky logró su objetivo criminal. Con la asistencia crucial de Sylvia Ageloff, otra agente estalinista que trabajaba dentro de la Cuarta Internacional, el asesino de la GPU Ramon Mercader fue permitido el acceso a la villa de Coyoacán y a Trotsky. El 20 de agosto de 1940, Mercader llevó a cabo su ataque después de ser admitido en la oficina de Trotsky.
Esteban Volkov no se encontraba en la villa cuando se llevó a cabo el ataque. Sin embargo, llegó a lo que era su hogar poco después. En una entrevista realizada en 2003, Volkov recordó los eventos de esa terrible tarde:
No tenía idea de lo que estaba sucediendo. Cuando entré al estudio, vi a Lev Davidovich herido, tendido en el suelo, pero los guardias y otros me impidieron acercarme más. Mi abuelo había dicho: 'No dejes entrar a Seva, el niño no debe ver esto'. Más tarde, cruzó el jardín por última vez, en una camilla llevada por enfermeros.
Esteban Volkov permaneció en México el resto de su vida. Mantuvo una estrecha relación con Natalia Sedova hasta su muerte, a los 79 años, en 1962. Se convirtió en ingeniero y destacó en ese campo. Volkov se casó y tuvo cuatro hijas.
Sobreviviendo a su abuelo por casi 83 años, Esteban Volkov ha honrado el legado de León Trotsky de manera destacada a través de sus incansables esfuerzos por preservar la villa en la Avenida Viena en Coyoacán. Este lugar histórico fue el hogar donde el gran revolucionario pasó sus últimos 10 meses de vida.
Esteban Volkov merece ser honrado como el último miembro sobreviviente de la familia directa de Trotsky. Fue privado su padre, madre, tío, abuelo y abuela debido a los crímenes atroces del régimen estalinista. Convivió con Trotsky durante los últimos años de la vida de este gran revolucionario. Resultó herido en el intento de asesinato del 24 de mayo de 1940 y fue testigo de los espeluznantes eventos ocurridos el 20 y 21 de agosto de 1940. En los 80 años que han transcurrido desde entonces, ha demostrado una lealtad inquebrantable a los principios socialistas y a la memoria de su abuelo.
(Publicado originalmente en inglés el de junio de 2023)