El partido de la oposición Avanza se ha convertido en el mayor partido en la Cámara Baja del Parlamento tras las elecciones generales celebradas el domingo en Tailandia. El partido obtuvo 113 escaños por circunscripción y 39 escaños por lista de partido, por encima del total de 81 que obtuvo en las elecciones de 2019. Los votantes eligieron candidatos individuales y votaron por separado para los escaños de la lista de partidos, que se otorgaron de forma proporcional.
El otro partido principal de la oposición, el partido Pheu Thai (PT), obtuvo 112 escaños en las circunscripciones y 29 en la lista del partido, lo que supone un ligero aumento respecto al total de 136 escaños de 2019. Aunque los dos partidos de la oposición cuentan ahora con una clara mayoría en la Cámara Baja, de 500 escaños, no está nada claro que el líder de Ananza, Pita Limjaroenrat, vaya a convertirse en el próximo primer ministro.
Según la Constitución elaborada por los militares, el primer ministro se elige en una sesión conjunta de la cámara alta y baja —la cámara alta, de 250 escaños, es designada por los militares—. El lunes, Pita anunció una coalición prevista con Pheu Thai y cuatro partidos más pequeños —Thai Sang Thai, Prachachart, Seri Ruam Thai y el Partido Justo—, con un total de 309 escaños. Esta cifra sigue siendo muy inferior a los 376 escaños necesarios para obtener la mayoría en la sesión conjunta.
Los resultados de las elecciones demuestran la hostilidad generalizada hacia los militares, que tomaron el poder en un golpe de Estado en 2014 y han mantenido el control mediante su Constitución antidemocrática y medidas de estado policial. En 2020, los militares reprimieron enormes protestas, principalmente de jóvenes, que duraron meses exigiendo la dimisión del líder golpista Prayauth Chan-Ocha como primer ministro, la reforma de la monarquía y una nueva Constitución.
La participación en las elecciones del domingo alcanzó una cifra récord: el 75,22% de los votantes con derecho a voto acudieron a las urnas. Los jóvenes, en particular, estaban decididos a expresar su oposición al régimen militar votando a los partidos de la oposición.
El partido gobernante, el Palang Pracharath Party (PPRP), se escindió antes de las elecciones y Prayauth formó su propio partido, el Partido de la Nación Tailandesa Unida (UTN), que obtuvo 40 y 36 escaños, respectivamente. El total combinado fue muy inferior a los 116 escaños obtenidos por el PPRP unificado en 2019. Ambos fueron superados por el Partido derechista Bhumjaithai (BJTP), que atrae a una capa de agricultores y formó parte de la coalición gobernante anterior. Obtuvo un total de 70 escaños.
Pita, de Avanza, ha descartado la posibilidad de que el Senado no respalde su propuesta de gobierno. Sin embargo, el Bangkok Post informó el sábado de que el Senado estaba dividido en aproximadamente tres facciones, con 120 senadores que apoyaban a Prayut, 80 que apoyaban al viceprimer ministro primero Prawit Wongsuwon, del PPRP, y otros 50 que estaban indecisos.
La falta de apoyo a Pita en el Senado es el resultado de las agrias diferencias dentro de la clase dirigente tailandesa entre las facciones disidentes representadas por Avanza y Pheu Thai, cuyos intereses están limitados por las élites tradicionales del país: la monarquía, el ejército, la burocracia estatal y los intereses asociados.
El senador Jadet Insawang ya ha declarado públicamente que votará en contra de Pita para defender la monarquía y mantener la ley de lesa majestad del país. Según esta legislación draconiana, cualquier persona culpable de insultar al rey y a su familia cercana puede ser castigada con hasta 15 años de cárcel. Varios líderes destacados de las protestas de 2020 han sido acusados en virtud de esta ley.
Es probable que la formación del próximo gobierno sea un proceso prolongado. En las elecciones de 2019, Pheu Thai obtuvo el mayor número de escaños en la cámara baja y formó una coalición que pretendía mantener la mayoría en la cámara baja. Los militares simplemente ignoraron el resultado y utilizaron su mayoría en la sesión conjunta para volver a nombrar primer ministro a Prayauth, que nunca ha sido elegido para ningún cargo.
Si fracasan sus argucias a través de la sesión conjunta del Parlamento, la comisión electoral y los tribunales, los militares podrían simplemente recurrir a otro golpe de Estado. En 2006, derrocó al multimillonario fundador de Pheu Thai, Thaksin Shinawatra, que se vio obligado a huir del país, y, en 2014, recurrió a un golpe para arrebatar el poder a su hermana, Yingluck Shinawatra, que se hizo con el control de Pheu Thai y ganó las elecciones de 2011.
El pasado jueves, el jefe del Ejército, Narongpan Jittkaewtae, restó importancia a la posibilidad de una toma del poder por parte de los militares, declarando: 'La posibilidad [de un golpe] es cero ahora'. Sin embargo, tanto Prayauth como Prawit, del PPRP, insinuaron antes de las elecciones que podría ser necesario un golpe.
Aunque Pheu Thai y Avanza se han aprovechado de la oposición generalizada al ejército y la monarquía, ambos son partidos de grandes empresarios vinculados a familias adineradas e incapaces de abordar las acuciantes necesidades sociales y aspiraciones democráticas de la clase trabajadora y las masas rurales.
La líder de Pheu Thai, Paetongtarn Shinawatra, es la hija menor de Thaksin Shinawatra y la última de la ultrarrica familia Shinawatra en presentar su candidatura a primera ministra.
Avanza se ha orientado especialmente hacia los jóvenes, adoptando una postura ostensiblemente más crítica con la monarquía y los militares. Es el sucesor del partido Futuro Adelante, fundado por el director multimillonario de una empresa automovilística, Thanathorn Juangroongruangkit, justo antes de las elecciones de 2019. Su cúpula estaba formada en gran parte por jóvenes ejecutivos y abogados universitarios.
La repentina aparición de Avanza provocó temor en el régimen respaldado por los militares, que recurrió al Tribunal Constitucional para acusar a Thanathorn de violar la ley electoral, inhabilitarlo como diputado y, en última instancia, disolver el partido. La decisión judicial resultó ser uno de los catalizadores del movimiento de protesta masiva de 2020.
Pita, jefe de Avanza, es un hombre rico de negocios con estrechas conexiones familiares con el Estado tailandés. Su padre, Pongsak Limjaroenrat, fue asesor en el Ministerio de Agricultura y Cooperativas, mientras que su tío, Padung Limjaroenrat, fue un estrecho colaborador de Thaksin como primer ministro. Pita se unió al Avanza en 2020 tras la disolución forzosa de su partido Futuro Adelante.
En un indicio de las capas a las que se orienta el Avanza, Pita declaró el lunes que, tras finalizar las conversaciones de coalición, mantendrá conversaciones con funcionarios del Gobierno y grandes empresarios. Sin duda insistirá en que su gobierno no representaría ningún desafío para la élite gobernante, y ofrece el mejor medio para contener las agudas tensiones sociales producidas por el deterioro del nivel de vida y el aumento de la desigualdad social.
(Publicado originalmente en inglés el 15 de mayo 2023)