El pasado fin de semana, los sindicatos de educación United Teachers of Los Angeles (UTLA, Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles) y Service Employees International Union (SEIU) Local 99 anunciaron planes para iniciar en las próximas semanas una huelga de tres días de 65.000 educadores y personal de apoyo del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles.

Ambos sindicatos han mantenido a sus miembros en el trabajo mucho después de la expiración de sus contratos a pesar del aplastante aumento de los gastos de manutención. El contrato de casi 35.000 miembros de UTLA expiró en junio de 2022, mientras que el acuerdo que cubre a 30.000 miembros de SEIU expiró a finales de 2020. Ambos sindicatos prorrogaron regularmente sus contratos hasta la semana pasada, cuando rechazaron nuevas prórrogas para despejar el camino a la huelga.

En una votación de autorización de huelga el mes pasado, los trabajadores de SEIU Local 99, que incluyen personal de cafetería, conserjes, auxiliares de instrucción, conductores de autobús y otro personal de apoyo, votaron un 96% a favor de la huelga. En lugar de anunciar una votación de huelga solidaria, los responsables de UTLA han aconsejado a los profesores que tomen decisiones individuales sobre si cruzar o no las líneas de piquete de sus compañeros.

El SEIU sólo anunció una posible huelga debido a la creciente ola de ira entre los trabajadores del LAUSD. Los trabajadores del personal de apoyo ganan salarios abismalmente bajos frente al extraordinariamente alto coste de la vida en el área metropolitana de Los Ángeles. El trabajador medio de SEIU Local 99 gana sólo 27.531 dólares al año. Los asistentes de enseñanza ganan aún menos, con un salario medio de 22.657 dólares, y los trabajadores de programas extraescolares ganan aún menos, 14.576 dólares. Por el contrario, el director ejecutivo de SEIU Local 99, Max Arias, ganó 146.319 dólares en 2022, mientras que otros siete ejecutivos del sindicato local ganaron salarios de seis cifras, según los últimos datos disponibles.

En contraste con el liderazgo del sindicato, la votación inicial de autorización de huelga en febrero fue vista por los trabajadores escolares, no como un truco publicitario, sino como un mandato para la acción. Después de que los dirigentes del SEIU pasaran días y semanas ignorando el voto de los afiliados, los trabajadores de base, enfadados, empezaron a presionar para que se actuara. Un trabajador, por ejemplo, publicó un comentario en la página de Facebook de SEIU declarando: 'Todo lo que el sindicato está haciendo ahora mismo al no fijar una fecha para la huelga es dar más tiempo al distrito para contratar sustitutos y trabajadores temporales. Votamos a favor de la huelga, ¡ESO DEBERÍA SER SUFICIENTE!'. Otro escribió: '¡Tenemos que adoptar una postura y ahora! ¡Tenemos que llevar el calor ahora! Dejemos de hablar y pongámonos manos a la obra'.

En estas condiciones, el sindicato se sintió obligado a convocar una huelga, aunque limitada, para no perder el control de la situación y que los trabajadores tomaran cartas en el asunto.

Se espera que la fecha de la huelga se anuncie el miércoles durante un mitin conjunto de los dos sindicatos. El sindicato está limitando la huelga a tres días y a una protesta por las prácticas laborales injustas de los funcionarios del distrito. En un correo electrónico a los afiliados enviado el sábado, SEIU Local 99 declaró: 'Se trata de una huelga legal para protestar por las prácticas injustas del distrito, incluidas las amenazas, el interrogatorio y la vigilancia de los afiliados que participaron en la votación de la huelga del mes pasado'.

Hay que oponerse a semejante campaña de acoso. Pero una huelga limitada, ligada a apelaciones sin valor ante la Junta de Relaciones Laborales de California (CERB), no hará nada para detenerla. Lejos de movilizar el poder de los trabajadores de toda la zona de Los Ángeles, por no hablar de los más de 2 millones de afiliados del SEIU en todo el país, la huelga prevista es poco más que un esfuerzo por desahogarse y subordinar la lucha a protestas impotentes ante el CERB y la Junta Nacional de Relaciones Laborales.

Así lo subraya un correo electrónico enviado por el SEIU el sábado en respuesta a las crecientes quejas sobre el carácter limitado de la huelga propuesta. 'Durante tres días demostraremos al distrito que estamos hartos de su falta de respeto y que no tenemos miedo de tomar medidas enérgicas para exigir una respuesta por nuestro trabajo'. En otras palabras, la huelga no estará ligada a ninguna demanda específica de lo que los trabajadores quieren y necesitan, sino sólo para presionar al distrito para que 'negocie justamente'.

El SEIU ha pedido previamente un aumento del 30 por ciento durante los cuatro años del contrato o un 7,5 por ciento anual. Esto supondría un aumento minúsculo de los salarios reales, dada la actual tasa de inflación del 6,4%. No haría nada para abordar el drástico descenso del nivel de vida, incluso en los dos últimos años de ampliación de los contratos, cuando la inflación alcanzó el 9%.

La última oferta salarial de UTLA, recogida en su plataforma de negociación 'Más allá de la recuperación', incluye un aumento salarial del 10% en cada uno de los dos primeros años del contrato y ningún aumento salarial en el tercero.

El distrito, que incluye a varios miembros de la junta del Partido Demócrata por los que el SEIU y UTLA hicieron campaña activamente, está ofreciendo a los trabajadores del personal de apoyo un mísero aumento salarial del 5 por ciento durante los tres años de su contrato de cuatro años, sin ningún aumento durante el primer año. La oferta del distrito a los profesores también incluye un salario ínfimo del 5% en dos de los tres años del contrato con dos primas únicas del 5% también. El distrito ya ha dicho que no consideraría 'nada cercano' a los aumentos del 10 por ciento en el salario base propuestos por UTLA.

Los educadores están en lucha directa contra la administración Newsom y los demócratas, que controlan todos los niveles de gobierno en California. Aunque el estado alberga el mayor número de millonarios de EEUU, los demócratas del estado, al igual que sus homólogos republicanos, exigen austeridad y más privatización de las escuelas. Mientras tanto, el gobierno de Biden gasta casi un billón de dólares en su guerra contra Rusia y China.

El verano pasado, el distrito recibió $1.400 millones adicionales de ingresos estatales y, según se informa, dispone de cerca de $20.000 millones frente a un presupuesto operativo de casi $15.000 millones. La futura salud financiera del distrito está en entredicho debido a la pérdida de ingresos estatales por el descenso de 200.000 alumnos matriculados desde el inicio de la pandemia y a un nuevo desvío de recursos a las escuelas concertadas. El estado de California también anunció recientemente un déficit presupuestario de casi $30 mil millones, que probablemente tendrá un impacto adverso en las escuelas públicas como LAUSD, especialmente después de que se anuncie el presupuesto del nuevo año fiscal en junio.

Está previsto que las negociaciones entre UTLA y LAUSD se reanuden el próximo viernes, mientras que SEIU y LAUSD se encuentran en un proceso de mediación con la Junta de Relaciones Laborales de California. Sin embargo, no está claro cuándo se reanudará la mediación.

Dado que el proceso de 'determinación de los hechos' gira en torno a los cargos de prácticas laborales injustas, la misma razón dada por SEIU Local 99 para la huelga prevista, es posible que esto sea aprovechado por el sindicato y el distrito para posponer la huelga indefinidamente.

Independientemente de si se produce la huelga, los maestros y los trabajadores de la educación no pueden dejar esta lucha en manos de las burocracias de UTLA y SEIU, que están atadas al aparato del Partido Demócrata y no tienen ninguna intención de movilizar a los trabajadores en oposición a la austeridad capitalista y la desigualdad. Esta fue la lección de la huelga de Los Ángeles de 2019, que fue vendida por la burocracia de UTLA, allanando el camino para una escalada de ataques contra los maestros y la educación pública.

Una lucha real requiere la expansión de la red de comités de base de educadores en todo Los Ángeles, la gran región del sur de California y más allá. Estos comités, controlados democráticamente por los propios educadores, están emergiendo como los nuevos centros de lucha de la clase obrera para conseguir las demandas que los trabajadores necesitan, no lo que las grandes empresas y los dos partidos controlados por las corporaciones dicen que es asequible.

La lucha de los profesores y el personal de apoyo de Los Ángeles es la misma que la del personal escolar en todas partes. Para obtener más información sobre cómo unirse al Comité de Educadores de Base de Los Ángeles y a los comités de base de los trabajadores en general, haga clic aquí.

(Publicado originalmente en inglés el 13 de marzo de 2023)